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martes, 13 de julio de 2010

LOOKING FOR ERIC

1. KEN LOACH



LOACH & CANTONA

Kenneth Loach conocido como Ken Loach, (Nuneaton, Warwickshire, Inglaterra; 17 de junio de 1936) es un director de televisión y director de cine del Reino Unido, conocido por su estilo de realismo social y temática socialista ligados a su militancia trotskista.

1.1. BIOGRAFIA

A los 25 años, mientras estudiaba derecho en el St Peter's College de Oxford, entró por primera vez en contacto con las artes escénicas actuando en el grupo de teatro de la universidad. Después de graduarse, trabajó como asistente de dirección en el Northampton Repertory Theatre. Sin embargo, estaba más interesado en el mundo audiovisual que en el de las tablas, así es que después de obtener en 1963 una beca en la cadena de televisión BBC, se inicia en la dirección.
El ambiente que se respiraba en aquellos años favorecía la realización de programas que criticaban las injusticias sociales, allí encontró Loach la visión y la voz que caracterizaría su cine. A partir de 1964 comienza a dirigir una serie de docudramas, siendo el más famoso de ellos Cathy Come Home (1966), que aborda la problemática de la vivienda y la pobreza en el contexto del estado de bienestar británico. Fue una de las películas más controvertidas producidas por la BBC, llegando incluso a provocar que se modificasen las leyes sobre los sin techo1 .
Desde entonces y hasta principios de los 80', Loach dividió su tiempo entre el cine y la televisión, filmó cuatro largometrajes, numerosos documentales y películas para la TV como The Big Flame (1969) sobre los trabajadores portuarios de Liverpool y la serie Days of Hope (1975), sobre los hechos que llevaron a la huelga de 1926, y la derrota del Movimiento Laborista Británico.
Con Margaret Thatcher en el poder, crece el paro y los recortes de presupuesto para la cultura. La Dama de Hierro se gana muchos enemigos entre los artistas, Loach entre ellos. El Channel Four prohibió sus documentales A Question of Leadership, con los que combate al Thatcherismo, por lo cual a lo largo de toda esa década solo puede filmar dos películas.
En los años 90', con los cambios políticos, su carrera se revitaliza. Ha filmado hasta ahora nueve películas más, con la mayoría de las cuales ha obtenido numerosos premios, consolidando su carrera internacional, pero manteniéndose siempre fiel al estilo que fue una constante en su vida: la defensa de los oprimidos. En cuanto a la militancia estrictamente política, Ken Loach es hoy día miembro de la directiva de la coalición de izquierda Respect - The Unity Coalition.
Loach, en cuyas películas muchos creen ver algo así como un "grado cero de la escritura cinematográfica", es dueño de un estilo depurado y sintético. Como heredero inequívoco de las principales tendencias de cine realista de Europa y en mayor medida del cine independiente que se caracterizaba por su realismo, su inconformismo social, su crítica a la burguesía y a la sociedad, y su acercamiento a los seres anónimos de la misma, o su sentido del humor.
Ken Loach, al igual que sus antecesores, denuncia los traumas que ocasiona en los seres humanos la vida en las ciudades industriales a pesar de los avances tecnológicos, y con sus historias sacude las conciencias de la sociedad contemporánea con el fin de mejorar sustancialmente las condiciones de la clase trabajadora (poniendo de ejemplo lo que mejor conoce: las injusticias que sufren las clases menos favorecidas en la sociedad británica). (1)
El cineasta británico Ken Loach, maestro del realismo social, está colgando su filmografía gratis en Internet a través de un canal de Youtube gestionado por su productora Sixteen Films.
De momento, ya están disponibles películas como 'Sólo un beso' (2004), sobre una historia de amor entre un joven musulmán y una chica católica, que ganó el Premio del Jurado Festival de Cine de Berlín (2004), fue elegida Mejor película Europea Premios César (2005) y se llevó el Premio del Público Festival de Valladolid (2004).
También 'Agenda Oculta' (Hidden Agenda, 1990), con el problema del terrorismo del IRA irlandés como telón de fondo; el documental 'Cathy Come Home' (1966) sobre la pobreza o 'Kes' (1969), una de sus primeras incursiones en cine.
La idea parte de una colección con material extra en dvd del cine de Loach, compuesta por dos cajas que contienen 16 películas del cineasta. "Se añadirá una nueva película cada semana hasta que la colección completa esté disponible", explica la productora. La próxima será 'La cuadrilla' ('The Navigators'), filmada en 2001. (2)

1.2. FILMOGRAFIA
1.2.1. TELEVISION
• Z Cars (serie, 1962)
• Diary of a Young Man (1964)
• 3 Clear Sundays (1965)
• Up the Junction (1965)
• The End of Arthur's Marriage (1965)
• Coming Out Party (1965)
• Cathy Come Home (1966) (as Kenneth Loach)
• In Two Minds (1967)
• The Golden Vision (1968)
• The Big Flame (1969)
• The Rank and the File (1971) - part of the Play for Today series.
• After a Lifetime (1971)
• A Misfortune (1973)
• Days of Hope (mini-series, 1975)
• The Price of Coal (1977)
• Auditions (1980)
• A Question of Leadership (1981)
• The Red and the Blue: Impressions of Two Political Conferences - Autumn 1982 (1983)
• Questions of Leadership (1983)
• The View From the Woodpile (1989)
1.2.2. CINE
• Poor Cow (1967)
• Kes (1969) (as Kenneth Loach)
• The Save the Children Fund Film (1971)
• Family Life (1971)
• Black Jack (1979)
• The Gamekeeper (1980)
• Miradas y sonrisas (Looks and Smiles) (1981) (como Kenneth Loach)
• Which Side Are You On? (1984)
• Fatherland (1986)
• Agenda oculta (Hidden Agenda) (1990). Premio especial del jurado de Cannes.
• Riff-Raff (1990). Distribuida con subtítulos en Estados Unidos, debido a la jerga británica.
• Lloviendo piedras (Raining Stones) (1993). Premio especial del jurado de Cannes.
• Ladybird Ladybird (1994)
• Tierra y libertad (Land and Freedom) (1995). Premio internacional de críticos FIPRESCI y premio del jurado ecuménico del Festival de cine de Cannes.
• A Contemporary Case for Common Ownership (1995)
• La canción de Carla (Carla's Song) (1996)
• The Flickering Flame (1997)
• Mi nombre es Joe (My Name Is Joe) (1998)
• Pan y rosas (Bread and Roses) (2000)
• La cuadrilla (The Navigators) (2001)
• Felices dieciséis (Sweet Sixteen) (2002), Espiga de Oro Seminci Festival de Valladolid (2002).
• Sólo un beso (Ae fond Kiss) (2004). Premio del Jurado Festival de Cine de Berlín (2004), Mejor película Europea Premios César (2005), Premio del Público Festival de Valladolid (2004).
• Tickets (2005), junto a Ermanno Olmi y Abbas Kiarostami
• The Wind That Shakes the Barley (El viento que acaricia el prado y El viento que agita la cebada) (2006) Palma de Oro de Cannes
• En un mundo libre (It's a free world) (2007), Premio al mejor guión del Festival Internacional de Cine de Venecia
• Buscando a Eric (Looking for Eric) (2009)
• Route Irish (2010)

2. LOOKING FOR ERIC (BUSCANDO A ERIC)

3. FICHA TÉCNICA
  • TÍTULO ORIGINAL Looking for Eric


  • AÑO 2009


  • DURACIÓN 119 min.


  • PAÍS GRAN BRETAÑA


  • DIRECTOR Ken Loach


  • GUIÓN Paul Laverty


  • MÚSICA George Fenton


  • FOTOGRAFÍA Barry Ackroyd


  • REPARTO Eric Cantona, Steve Evets, Stephanie Bishop, Gerard Kearns, Stefan Gumbs, Lucy-Jo Hudson, Justin Moorhouse, John Henshaw


  • PRODUCTORA Coproducción Reino Unido-Francia-Italia-Bélgica; BIM / Canto Bros. / Les Films du Fleuve / Sixteen Films / Why Not Productions


  • PREMIOS 2009: Cannes: Premio del Jurado Ecuménico
  
4. SINOPSIS:
  
Eric Bishop (Steve Evets), cartero en Manchester, atraviesa una mala época. Su mujer le ha dejado, sus dos hijastros están descontrolados y la casa era caótica aun antes de que una hormigonera apareciera en el jardín delantero; su hija le reprocha no estar a la altura y su vida sentimental es un desierto. A pesar de la amistad y el buen humor de sus compañeros carteros, que hacen todo lo posible para devolverle la sonrisa, Eric sigue hundiéndose...
  
Una noche, Eric se dirige a su ídolo, que parece observarlo con mirada maliciosa desde el póster de la pared de su habitación y se pregunta qué haría en su lugar el mejor jugador del Manchester United. Y Eric está seguro de que Eric Cantona, el "Rey", le va a ayudar a retomar las riendas de su vida.
  
5. ARGUMENTO
Eric Bishop es un cartero fan del fútbol cuya vida está en crisis. Vive en Manchester con sus dos hijastros, hijos de su segunda mujer que lo abandonó. La vida en esa casa es caótica. Cuidando a su nieta entabla contacto con su ex-mujer, Lily, a la que abandonó tras el nacimiento de su hija. Al mismo tiempo, su hijastro Ryan está escondiendo un arma bajo el suelo de su habitación para un gángster. En esos momentos Eric llega a plantearse el suicidio. Pero después de una corta sesión de meditación con sus compañeros de trabajo, recibe visitas como alucinaciones de su héroe del fútbol, el famoso Eric Cantona, que le da consejo. Su relación con Lily mejora considerablemente. Bishop encuentra la pistola y se enfrenta a su hijo. Ryan admite su relación con los gángsteres, y Bishop les intenta devolver la pistola. Se ve obligado a dejarlo estar cuando introducen un Rottweiler en el coche en el que venía para amenazarle. Entonces el mafioso cuelga el vídeo de la humillación de Bishop en Youtube. Después la familia entera es arrestada por la policía en una redada a la casa por un chivatazo, pero no consiguen encontrar la pistola. Eric Cantona recomienda a Bishop hablar con sus amigos y 'sorprenderse' a sí mismo. Bishop y sus compañeros organizan la 'Operación Cantona', introduciendo tres autobuses de fans del Manchester United ataviados con máscaras de Eric Cantona en la casa del mafioso y humillándolo a él y a su familia, amenazando con publicar el vídeo de la operación en Youtube si no les dejaban en paz. La película termina con la graduación de la hija de Eric Bishop, donde la familia y los amigos se reencuentran juntos. (3)
  
6. COMENTARIOS
El cartero de Manchester y fanático del fútbol Eric Bishop ve como su vida se va a pique a marchas forzadas. Todavía no ha superado la ruptura con su mujer, a pesar de que ésta se produjera muchos años atrás. Mientras, sus hijos parecen cada vez más descontrolados, mezclándose en trapicheos con peligrosos mafiosos, desatendiendo sus obligaciones y poniendo constantemente en duda su autoridad. Cuando el torturado cabeza de familia sufra un accidente de coche, tratará de dar un cambio de rumbo que ponga en orden todos sus asuntos. Para ello contará con la inestimable ayuda de sus compañeros de trabajo... y del gran Eric Cantona.
 Es por ello que no son pocos los que deciden, aunque sea de forma inconsciente, volcar todas sus expectativas y sueños frustrados, en los presuntos héroes con los que les ha tocado convivir en el tiempo. Son esos seres de los que creemos saberlo todo: con quién se han acostado, el número exacto de hijos que oculta, el nombre del fotógrafo al que han aporreado, o cuántas veces han visitado la comisaría a lo largo del último mes. Personajes cuyas virtudes y defectos sirven respectivamente para marcar el camino a seguir o a evitar para sus innumerables fans. Son estos actores / cantantes / deportistas los que componen un cada vez más volátil star-system, y a los que les borramos cualquier atisbo de humanidad para que ejerzan de guías espirituales particulares durante las veinticuatro horas del día.
 En esta línea, en la maravillosa ‘Amor a quemarropa’, Christian Slater reforzaba su moral con las lecciones de un Val Kilmer con claros toques de Elvis Presley. Por su parte, en ‘Alta fidelidad’ John Cusack no dudaba en pedir consejos amorosos al mismísimo Bruce Springsteen. En esta ocasión el gurú por sorpresa es Eric Cantona, el mejor consigliere al que podía aspirar un consumado seguidor de los Red Devils. Al fin y al cabo, en momentos de gran desconsuelo, el protagonista ya acudía a la imagen del exjugador galo para encontrar en ella a un psicólogo... o a un mesías que alumbrara el oscuro camino de su vida.
  
Con un planteamiento tan delirante, y a la postre cómico, parece que el elemento sobrante aquí sea el director, un auténtico especialista en los drama sociales. Ken Loach, no obstante se las ingenia para llevar durante buena parte del metraje la propuesta hacia sus dominios. Así, el que acaba buscando como alma en pena a Eric es más bien el espectador. Lo que haga falta con tal de huir de las cansinas, forzadas e inadmisiblemente simplonas desgracias de esa familia disfuncional. Este tic tan característico de Loach en mi reglamento arbitral se traduce como mínimo en una tarjeta amarilla, pero estoy dispuesto a dejarlo en una amonestación verbal. Primero, porque el cineasta de Warwickshire consigue aprovechar en su favor la artificiosa saturación dramática, para acabar configurando una cinta no tan hilarante como cabía esperar, pero sí notablemente simpática. Segundo, porque finalmente encontramos a Eric, y cuando Cantona está en pantalla, el filme gana muchos enteros.
 Siempre listo para soltar alguna frase lapidaria, las apariciones del rechoncho astro rebosan comicidad y ternura. Entrañan a la vez una muy acertada reflexión sobre la avalancha de emociones y sentimientos que mueve el fútbol, así como el consiguiente proceso esquizofrénico que siguen muchos para fusionarse con los colores de su camiseta, o con los jugadores que los defienden. A destacar la escena en la que el cartero le pregunta a su ídolo cuál fue la mejor acción de toda su carrera deportiva. Un momento que huele a manipulación, pero que funciona a la perfección para la ocasión. Y que ya de paso, confirma que las islas británicas han dejado claro que este año, con títulos como ‘The Damned United’ y ‘Buscando a Eric’, la relación del deporte rey con el séptimo arte pasa por un muy buen momento.
  
Innovando en su estilo sin perder sus señas de identidad como retratista de parte de la sociedad moderna, como bien refleja esa muestra de familia mutilicutural, desestructurada e individualista, que aún nos choca por estos lares pero que resulta más fácil de ver en las Islas. Esa es la carta de presentación de lo nuevo de Ken Loach, que contiene un poquito de todo y un exceso de nada, fabricando una meritoria mezcolanza de surrealismo, romanticismo, drama familiar y comedia, que va de menos a más hasta conformar un guiso realmente sabroso. Y es que el Looking for Eric del título, más allá de la presencia de "No soy humano. Soy Cantoná", es una alusión a la importancia de la familia y a su entorno como vertebrador principal de nuestras vidas. La fuente y a la vez solución de todos los problemas del abatido cartero Eric Bishop, que sólo necesita de la visión de juego que aporta el mítico 7 del Manchester para encauzar su existencia. Ese último pase que aporta infinita más felicidad que la de marcar un gol. Y lo dice uno que sabe.. (4)
  
"Muy divertida y un poco sentimental (...) Cantona muestra una enorme vis cómica y resulta al mismo tiempo humilde e imponente. No sólo los seguidores del Manchester United la disfrutarán" (Ray Bennett: The Hollywood Reporter)
"Estamos donde siempre (...) Cálida, impactante, bien dirigida y, todo sea dicho, obvia. Tremendamente obvia." (Luis Martínez: Diario El Mundo)
 "Hilarante y tierna (...) transmite sensación de verdad, sorna, humanidad, un ojo y un oído privilegiados para captar la imagen, los sentimientos y los sonidos de la calle." (Carlos Boyero: Diario El País
  
"Película simpática, entretenida, futbolera y jarandera, profunda en sus sentimientos y ligera en su forma. (...) Puntuación: *** (sobre 5)." (E. Rodríguez Marchante: Diario ABC
 "Película que festeja el sentimiento comunitario del fútbol (...) obvia, facilona y descuidada, como la gran parte de la obra de Loach." (Sergi Sánchez: Diario La Razón) (5)
  
Cuando el tándem formado por Paul Laverty y Ken Loach se junta para hacer cine, la militancia política está garantizada. Las películas que uno escribe y el otro dirige tienen una posición ideológica muy clara y definida. Buscando a Eric, con todo lo menor que pueda ser, con todo su tono de comedia; quizás sea la película más claramente militante que haya realizado la pareja. Especialmente, en esa utópica parte final.
Pero antes de eso nos encontramos con la introducción de un elemento, a priori, desconcertante: el exfutbolista Eric Cantona interpretándose a sí mismo. Fue el francés el que llamó al cineasta con algunas ideas de cosecha propia, para ser trasladadas a la gran pantalla. Si a ello unimos la gran afición futbolística de Laverty, el resultado es este film, en el que Cantona participa en la producción ejecutiva, para mayor gloria de su ego.


Arrebatador y encantador, se echa de menos un poco más de autoparodia (pero de la de verdad) en un personaje tan controvertido. Pero la coartada es perfecta. Un Cantona idealizado que surge de la mente del protagonista. Como el fantasma de Humprey Bogart en Sueños de un seductor (Herbert Ross, 1972) o el de Elvis Presley en Amor a quemarropa (Tony Scott, 1993), el futbolista francés se aparece al pobre diablo que protagoniza el film para darle algunos consejos con los que poder mejorar su desastrada vida.
Aparte de esto, tenemos un esquema calcado al de muchas de las últimas películas de Loach. El personaje que ha tocado fondo, tras cometer un error detrás de otro. Cuando la desesperación no puede ser mayor, entonces intenta salir a flote como pueda. Pero al estar inmerso en esa espiral del desastre, es incapaz de de sacar la cabeza por culpa de unas circunstancias que le machacan una y otra vez.
"Arrebatador y encantador, se echa de menos un poco más de autoparodia (pero de la de verdad) en un personaje tan controvertido. Pero la coartada es perfecta. Un Cantona idealizado que surge de la mente del protagonista".
 Es ahí donde aparece uno de los principales vicios que poseen las películas del dúo. La (casi desesperada) búsqueda de un segundo punto de giro en el guión lleno de dramatismo y tragedia. Que se vean tan claramente las costuras del guión es lo que más aleja a los films de Loach/Laverty de aquello que pretenden encontrar: la realidad. Aunque, en este caso, estemos ante una obra con bastantes tintes fantásticos y fabulosos.
Y es en su carácter de fábula donde termina ganando terreno Buscando a Eric. El final feliz la aleja de sus anteriores trabajos. La catártica "Operación Cantona" cumple la fantasía de una clase trabajadora unida para defender la injusticia del mundo en que vive, y luchar contra la tiranía del poder. De forma muy inocente y algo primaria, si se quiere, pero muy gráfica y efectiva.
Si el fútbol es capaz de unir a tanta gente en la misma dirección, ¿por qué es tan difícil unirse y forjar ese espíritu colectivo para otros fines mucho más importantes? Ahí queda esa reflexión en una película que tampoco consigue mayor hondura en los asuntos que se trae entre manos. Más bien, se conforma con apuntes y detalles dentro de un trabajo menor. Y en el que, como viene siendo cada vez más habitual en la filmografía del británico, el amor ocupa un lugar destacado.
 Otra película perfectamente reconocible en el universo Loach: un grupo de intérpretes que se sienten cómodos en su naturalidad (mención especial a la apabullante presencia de John Henshaw, espléndido secundario robaplanos), en un drama personal desarrollado dentro del contexto social que tanto le gusta denunciar al cineasta. En esta ocasión, con algunas dosis extras de humor. Ah, y con Eric Cantona. Qué cosas. (6) 
Buscando a Eric es un film peculiar dentro de la extensa filmografía de Ken Loach. Loach, que suele realizar prestigiosos dramas sociales, no se olvida de este aspecto en su última película, pero lo más importante, y lo mejor de ella, pasa por otro lado. En Buscando a Eric hay un hombre derrotado desde el comienzo. Eric es un cartero que intenta llevar como puede la convivencia con los hijos adolescentes de su ex mujer, luego de que ella los abandonara años atrás, que a veces cuida a la bebé de su hija, y que teme volver a cruzarse con su primera mujer, a quien abandonó en el bautismo de su hija, y que siguió amando toda su vida. Para lidiar con todo esto, se ampara en un fanatismo extremo por otro Eric, Eric Cantona, famoso jugador francés del Manchester, a quien él toma como referente ante cada decisión, y que un día se le presenta en su cabeza, para acompañarlo y arrojarle frases crípticas y metafóricas cada vez que necesita un consejo que lo ayude a tomar las riendas de su vida.
Si la presencia de Eric Cantona no parece tener absolutamente nada que ver con el tipo de cine que suele hacer Ken Loach, La dupla que conforman los dos Eric, con Cantona como una suerte de imaginario consejero terapéutico, lleva a la película por la senda de la mejor comedia costumbrista británica, y muestra un color distinto al habitual realismo social de Loach. Naturalmente, el costumbrismo de Buscando a Eric está inmerso en una realidad afín al cine de Loach, pero curiosamente, cuanto más se acerca al “toque Loach”, con una innecesaria subtrama que incluye a un hijastro escondiendo el arma del líder de una pandilla, y con la dramática consecuencia de este hecho, le pierde pisada al tono de comedia que le da la participación del futbolista, y muestra un aspecto imposible de conjugar con los conflictos cotidianos de Eric y los correspondientes consejos que le aporta Cantona.
Afortunadamente, el desenlace que se le da al aspecto más dramático de la película retoma la simpatía de Cantona y del grupo de amigos que contiene a Eric, pero evidencia a su vez que el drama callejero no tiene nada que ver con el tono general de la propuesta, y que esto parece estar incluido casi para ponerle el “sello Loach” a la película. Un sello inútil, que desmerece la frescura y la simpatía de Cantona, de la barra de amigos y del propio Eric (un singular, aunque algo excesivo, Steve Evets), que poco a poco aprende a volver a conectarse con lo mejor de la gente que lo rodea.
Atención al dato que se aporta en los créditos finales, que a aquellos que conocíamos muy poco de Cantona, nos hace conocer el origen de los peculiares refranes del jugador. Un dato que reafirma la excelente comedia que hubiera sido si no se hubiese apelado al drama social, expuesto en el conflicto lateral del hijastro de Eric. (7)
 Buscando a Eric (título original, Looking for Eric) es una película británica escrita por el guionista Paul Laverty y dirigida por el director inglés Ken Loach. Entre los actores se cuenta el ex-jugador profesional de fútbol Eric Cantona y el ex-bajista de The Fall, Steve Evets como Eric Bishop.
El director Ken Loach dijo acerca de la película, "Queríamos refutar la idea de que las celebridades son más que humanos. Y queríamos hacer una película que disfrutase de lo que usted y yo llamaríamos solidaridad, pero que otros llamarían a apoyo de tus amigos de verdad, y de la vieja idea de que somos más fuertes como equipo que como individuos." (8)


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