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jueves, 16 de junio de 2011

LADRI DI BICICLETTE

1. Vittorio De Sica



1.1. BIOGRAFÍA

Vittorio De Sica (Sora, 7 de julio de 1901 – Neuilly-sur-Seine, 13 de noviembre de 1974) fue un director de cine y actor italiano.

Nacido en Sora, en la provincia de Frosinone (en la región del Lacio) figura clave del movimiento cinematográfico, conocido como neorrealismo italiano, al que contribuyó con dos destacadas películas, escritas en colaboración con Cesare Zavattini: Sciucià (traducida en España como El limpiabotas, Sciuscià es una deformación de la expresión inglesa «shoe shine» (el film narra la historia de un grupo de niños que durante la Segunda Guerra Mundial se ofrecen para trabajar como limpiabotas para los soldados estadounidenses) y su universalmente conocida Ladrón de bicicletas. Vittorio se inició en la escena cuando en 1927 ingresó en calidad de segundo actor joven en la compañía de Sergio Tofano, Luigi Almirante y Giuditta Rissone.

La crítica destaca asimismo su film de 1961 La ciociara, que habría de valerle a Sophia Loren el Óscar a la mejor actriz.

Como actor, destacó, entre otras muchas películas, en El general della Rovere, donde interpreta a un estafador de poca monta que acepta hacerse pasar por un general badogliano (partidario del presidente del gobierno Pietro Badoglio, militar nombrado para tal cargo por el Rey tras la deposición de Benito Mussolini y el armisticio del 8 de septiembre) abatido por los alemanes al intentar entrar en Italia para ponerse al frente de la Resistencia, y de la evolución moral del personaje de De Sica de estafador sin principios a héroe de la lucha antinazi.

Para el rodaje de La puerta del cielo, Vittorio de Sica dio trabajo como extras a alrededor de 300 judíos y otros amenazados por el nazismo. Para evitar su captura y deportación, el director de Ladrón de bicicletas prolongó lo más que pudo el trabajo, permitiendo así que pudieran eludir el cerco nazi-fascista hasta la llegada de los aliados en junio de 1944.

De su relación con María Mercader nacieron dos hijos. Falleció el 13 de noviembre de 1974 en Neuilly-sur-Seine, Francia, tras una intervención quirúrgica .(1)

1.2. Filmografía

• 1940: Rosas escarlata (Rose scarlatte)

• 1941: Nacida en viernes (Teresa Venerdì)

• 1941: Magdalena, cero en conducta (Maddalena zero in condotta)

• 1942: Recuerdo de amor (Un garibaldino al convento)

• 1943: Los niños nos miran (I bambini ci guardano)

• 1945: La puerta del cielo (La porta del cielo)

• 1946: El limpiabotas (Sciuscià)

• 1948: Ladrón de bicicletas o Ladrones de bicicletas (Ladri di biciclette)

• 1951: Milagro en Milán (Miracolo a Milano)

• 1952: Umberto D.

• 1953: Estación Termini (Stazione Termini)

• 1956: El techo (Il tetto)

• 1960: Dos mujeres (La ciociara)

• 1961: El juicio universal (Il giudizio universale)

• 1962: Bocaccio 70, episodio «La rifa»

• 1962: Los secuestrados de Altona, (I sequestrati di Altona)

• 1963: Ayer, hoy y mañana (Ieri, oggi, domani)

• 1963: El especulador (Il Boom)

• 1964: Matrimonio a la italiana (Matrimonio all'italiana)

• 1965: Un mondo nuovo

• 1966: Tras la pista del zorro (Caccia a la volpe)

• 1967: Siete veces mujer (Woman Times Seven)

• 1967: Las brujas (Le streghe), episodio "Una sera come le altre"

• 1968: Amantes (Amanti)

• 1970: Tres parejas (Le coppie), episodio «El león».

• 1970: El jardín de los Finzi-Contini I y II (Il giardino dei Finzi-Contini I y II)

• 1970: Los girasoles (I girasoli)

• 1972: ¿Y cuando llegará Andrés? (Lo chiameremo Andrea)

• 1973: Las vacaciones (Una breve vacanza)

• 1974: El viaje (Il viaggio)



2. LADRI DI BICICLETTE


2.1. SINOPSIS

El ladrón de bicicletas sitúa la historia en la Italia de la posguerra donde el trabajo escasea y obtenerlo es un éxito excepcional. El protagonista de la historia tiene la fortuna de conseguir trabajo pegando carteles por la ciudad pero para poder realizarlo necesita una bicicleta, el problema es que su bicicleta está empeñada, por lo que su primera tarea será recuperarla.

Una vez montado en su bicicleta comienza a trabajar pero el drama estriba en que no transcurre ni un día de trabajo cuando le roban la bicicleta y con ella su futuro. Desde ese momento y hasta el final de la película la historia se enfocará en narrar los dos días en que el protagonista, acompañado de su hijo y algunos amigos, buscará infructuosamente recuperar la bicicleta robada. La escena final transcurre ante el dilema moral en el que se ve envuelto el protagonista al verse arrojado a convertirse él mismo en un ladrón.(2)

2.2. FICHA TÉCNICA

Ladrón de bicicletas (Ladri di biciclette)

• EQUIPO TÉCNICO Y ELENCO

o Dirección: Vittorio De Sica

o Guión: Adolfo Franci, Gerardo Guerrieri, Oreste Biancoli, Cesare Zavattini, Suso Cecchi D'Amico, Vittorio De Sica

o Fotografía: Carlo Montuori

o Escenografía: Antonio Traversa

o Música: Alessandro Cicognini

o Montaje: Eraldo Da Roma, Italia, 1948)

o Duración: 92’

o Producción: Vittorio De Sica

• PERSONAJES Y ACTORES

o Bruno Ricci: Enzo Stajola

o Antonio Ricci: Lamberto Maggiorani

o Maria Ricci: Lianella Carell

o Mendicante: Carlo Jachino

o Attacchino: Giulio Chiari


3. COMENTARIOS

Ladri di biciclette (Ladrones de bicicletas en Argentina y Ladrón de bicicletas en España) es una película dirigida por Vittorio de Sica en 1948 y se considera una de las películas emblemáticas del neorrealismo italiano. Los actores que intervienen no son profesionales. Aunque la búsqueda de las personas que interpretarían los personajes fue dura. Un detalle gracioso de la búsqueda del niño, fue que De Sica, tras haber visto cantidad de niños, se decantó por éste debido a su forma de andar. Es más, la prueba de selección de los niños se reducía a verlos caminar. Otro rasgo significativo es que todas las angulaciones de cámara están en función de lo que se quiere transmitir. Como por ejemplo la secuencia en la que con un picado se ve toda la calle mostrándonos la muchedumbre entre la que se pierde el ladrón y la impotencia del trabajador.


Antonio Ricci (Lamberto Maggiorani) es un hombre humilde que se encuentra en espera de alguna oferta de empleo para aliviar su precaria situación económica.

Un buen día le proponen un trabajo para pegar carteles con un único requisito: la posesión de una bicicleta.

Ilusionado, retorna feliz a su hogar, en donde le esperan su mujer Maria (Lianella Carell) y su hijo Bruno (Enzo Staiola), entusiasmados con la noticia traída por Antonio. Lamentablemente, el primer día de trabajo, un delincuente le roba la bicicleta. Desesperado, Antonio, junto a Bruno, iniciará la búsqueda del ladrón con la intención de recuperar el empleo.

Un hito del cine mundial y uno de los máximos exponentes del denominado neorrealismo italiano, la sencilla historia que se relata en "Ladrón de bicicletas" deviene extraordinaria por su inmensa y conmovedora capacidad poética humedecida en severo verismo dramático.

La dirección de Vittorio de Sica y el guión de Cesare Zabattini, pareja que anteriormente ya había realizado otra obra maestra del género, "El limpiabotas" de 1946, y que realizarán posteriormente otras películas magníficas, entre las que se encuentran "Milagro en Milán" (1951) o "Umberto D" (1952) , hacen que el espectador se vea absorbido por la desesperada búsqueda de una bicicleta, medio fundamental de trabajo y en consecuencia de vida de un hombre y su familia , interpretado magistralmente por Lamberto Maggiorani, actor no profesional como es característico en este tipo de proyectos, con la lastimera compañía de su pequeño hijo, entablándose entre ellos una estrecha relación llena de ternura, humor amargo y angustia vital de dolorosas consecuencias, filtrada por una correspondencia de miradas, caricias y rostros afligidos entre el hijo y su padre, que al borde del abatimiento y la desesperación, no tiene más remedio que traicionar su sentido de la responsabilidad por el empuje de su instinto de la supervivencia, con un desenlace impregnado de nefasta suerte.

El llanto de un niño consecuente es el terrible llanto de la pobreza y de la miseria, de la desigualdad y de la penuria, que hace transformar ante sus ojos la figura de su padre, de héroe a villano.

Maravillosamente fotografiada en un crudo blanco y negro, casi en tono documental, "Ladrón de Bicicletas" exhibe un acerado fresco de la posguerra italiana, lleno de personajes que, perdidos en su anonimato impregnan sus carencias por las pobladas y vívidas calles romanas.

Una obra maestra del séptimo arte y una joya testimonial.

Muchos historiadores del cine sostienen que el neorrealismo italiano fue más que un movimiento de naturaleza histórica.

Afirman que se configuró como el cine naciente de una nueva actitud ante la realidad, como el arte de lo pobre y de lo austero, como el cine donde las virtudes testimoniales resaltan.

Ladrón de bicicletas (1946) de Vittorio De Sica es muestra de este cine nuevo, hecho de argumentos casuales creados sobre la marcha del film, rodado en la calles de Roma con actores no profesionales.

Ladrón de bicicletas cuenta la historia de un trabajador infeliz a la búsqueda de su bicicleta robada. Nos visualiza una continua acción en búsqueda del objeto perdido que para este obrero es tan importante como su vida. A la par, aparece en escena su hijo, un niño, también trabajador, que formará parte de la trama casi en su totalidad, y que será, al final del relato, el testigo de la humillación por la que pasa su padre al ser atrapado por robarse una bicicleta para su propio trabajo.

El neorrealismo italiano es importante para el nuevo curso del cine europeo, que a partir de esos momentos volverá su mirada hacia la realidad con nuevos ojos.


El aparentemente insignificante robo de una bicicleta supone el inicio de una serie de avatares entre un hombre y su pequeño hijo, azotados por la miseria de la Italia de la posguerra.

Apoteósica cinta, orquestada magistralmente por el actor-director Vittorio De Sica.

En ella somos testigos de las vivencias de un hombre de bajos recursos, que recientemente ha adquirido el empleo de fijar carteles de películas en las paredes romanas, una metrópoli miserable, sacudida por la guerra.

Tal vez la obra más grande que ha dejado el neorrealismo, corriente proveniente del país trasalpino, junto a su precursora "Roma, Citta aperta" de Roberto Rosselini, dos cintas en las que se fijaron las bases de un cine hecho por gente de las calles y no por megaestrellas del celuloide, un cine más personal, de condiciones y presupuestos que rayan en lo precario, una precariedad que pululaba los aires contaminados de la posguerra en que salió a la luz.

Este poético film destila, además de romanticismo y melancolía, la triste atmósfera de ese preciso momento histórico, una obra de denuncia hacia una sociedad donde lo que para algunos es una bagatela, para muchos otros, como el protagonista de la historia, es su sustento diario, su instrumento para obtener aunque sea lo mínimo, alimento.

Como siempre pasa en esta vida, las cosas no salen como lo esperas. "Ladrón de bicicletas" no es un film donde la esperanza y el amor triunfen sobre la maldad y todo lo injusto termine por ser borrado por arte de magia con las palabras "Fine".

Todo lo contrario a esto, la desgarradora realidad de este maravilloso trabajo lleva consigo un mal sabor de boca que sin duda terminara por concienciar a muchos seres humanos, entre los que me encuentro, a tratar por una vez en sus vidas de comprender que la vida no es más que un juego contradictorio, donde el triunfo no es más que una mera apariencia.(3)


La película, considerada el mejor trabajo de Vittorio de Sica, está basada en la novela Ladri di biciclette de Luigi Bartolini. El guión fue escrito por Cesare Zavattini. Roma, 1948: la ciudad no es el mero escenario, sino una protagonista más de la historia.

Devastada por la guerra, acaba de empezar su lento camino hacia la reconstrucción. Estamos en Val Melaina, extrema periferia con nuevos edificios habitados por familias pobres, en las que la guerra ha dejado las heridas sociales más profundas. Antonio Ricci, obrero y padre de familia, tras un largo periodo de paro consigue un trabajo como cartelero municipal, pero para realizarlo necesita una bicicleta, y la suya está empeñada en el montepío. Rescata la bicicleta a costa de las sábanas de su casa, que su esposa María le entrega con la esperanza puesta en el futuro sueldo. Sin embargo, en cuanto pega el cartel cinematográfico de Rita Hayworth, dos majaderos se la roban. Comienza así una triste peregrinación por Roma en compañía de su pequeño hijo Bruno. Lo único que obtiene es la indiferencia general; primero en la comisaría, donde los agentes tienen cosas más importantes en la cabeza que encontrar la bicicleta de un pobretón; después en Piazza Vittorio y Porta Portese, humildes mercadillos donde cada uno se apaña como puede. La búsqueda continúa por las calles de una ciudad atiborrada y apática. Antonio entra en una iglesia persiguiendo a un pobre viejo, con la esperanza de obtener información sobre su bicicleta. Durante la misa, una señora con sombrero y velo blanco reparte con aire de suficiencia bonos para comer. El deambular sumiso se va haciendo desesperado. Frente al estadio, Antonio decide robar una bicicleta pero la multitud lo persigue y lo apresa. Sólo las lágrimas de Bruno evitan que termine en la cárcel. Antonio y Bruno caminan derrotados mientras la ciudad se va haciendo cada vez más oscura y hostil.


El ladrón de bicicletas (Ladri di Biciclette) es una de las obras cumbre del neorrealismo italiano. Forma parte de una trilogía de De Sica, que recorre los problemas de los hombres, desde que son niños (El limpiabotas), hasta que son ancianos (Umberto D), pasando por los hombres adultos (El ladrón de bicicletas).

No se puede hablar de De Sica, sin hablar de Cesare Zavattini, guionista que trabajo mucho con el director, y que fue llamado el padre del neorrealismo. Decía Zavattini: "mi idea es desnovelizar el cine: quisiera enseñar a los hombres a mirar la vida cotidiana, con la misma pasión que sienten al leer un libro". La película nos cuenta la vida de Antonio Ricci y su familia, su esposa María, y su hijo Bruno.

La película nos cuenta con gran realismo la lucha del hombre por sacar adelante a su familia; su lucha por conseguir trabajo. El final es abierto, trágico pero esperanzador, surcado por unas palabras en off, que bien podían quitarse, ya que las imágenes de los rostros humanos nos dicen más. De hecho, estas palabras no estaban en el original.

Los actores de esta película no son profesionales, pero alcanzan un alto grado de dramatismo gracias a la perfecta dirección de De Sica. De hecho, los tres principales (la familia Ricci) son gente de la calle: Lianella Carrell era periodista, Enzo Staiola (el hijo) fue "encontrado" entre curiosos que presenciaban el rodaje de la película, y Lamberto Maggiorani (el padre) era ¡un obrero de verdad!.

La película aborda temas como la familia, el trabajo como instrumento para devolver la dignidad, los parados, la rivalidad de estos por conseguir un trabajo, y en fin las, víctimas de una sociedad que pasa por unos momentos de gran pobreza.

Por último recalcar la poesía que tiene la película, largos momentos sin palabras, sólo les vemos ellos andando por Roma, buscando eso que tanto necesitan. La música se une, y nos dice qué es lo que sienten. Así, la película alcanza momentos realmente geniales.(4)



Dentro de una Italia convaleciente por la Segunda Guerra Mundial, se encuentra Antonio Ricci, un padre de familia modesto que desde hace mucho tiempo está desempleado. Pronto su suerte cambiará cuando una oferta de trabajo llega a sus manos, sin embargo, el sabor de una vida mejor no le durará mucho tiempo…

En la lucha por resarcir los daños económicos que dejó el conflicto bélico, la población italiana se apiraña ante las ofertas de trabajo. La hostilidad e indiferencia, conductas comprensibles después de una guerra, se anteponen a los valores humanos y la desesperación por no contar con un ingreso hacen que el ambiente de la posguerra sea aún más crudo, pues se percibe una colectiva y silenciosa histeria contenida.

Inmerso en esta sociedad desesperada, Antonio encuentra una posibilidad de progreso que dependería de una bicicleta, pues el puesto de trabajo que le dieron exigía tener este vehículo. Con pesar consigue sacarla de la casa de empeño para poder comenzar a trabajar, pero un rato de mala suerte hace que le roben la bicicleta en su primer día de labor. Todos sus esfuerzos se concentran ahora en recuperar la bicicleta, sin embargo, está solo y ante la indiferencia de la gente que hace cada vez más difícil la búsqueda.

El ladrón de bicicletas es una película que retrata las señas particulares de las sociedades que dejó la posguerra. Tomando de pretexto el caso de Italia, Vittorio de Sica, presenta un razonamiento inductivo para mostrar una realidad que permeó varios lugares del mundo durante la década de los 40.

El compromiso ético y estético de esta película a demás de denunciar la severidad de una sociedad, muestra la relación padre-hijo y cómo el deseo por sacar adelante a la familia no siempre es suficiente para poder realizarlo. Y aunque Antonio le dijo a su hijo que “Todo se resuelve, menos la muerte”, pronto la realidad lo haría dudar de su aseveración.

La tradición textual a la que pertenece El ladrón de bicicletas es a la clásica, siendo un filme de los cuarenta presenta las características cinematográficas del código dominante de aquella época. La gradación en la que nos cuenta la historia es lenta; relata parte por parte, presentando en varios momentos algunas posibilidades de desenlace que al final no ocurren. La película está basada en la novela Ladri di biciclette de Luigi Bartolini, lo que la hace ser una clara alusión sobre este texto.


Este tipo de películas que exaltan el esfuerzo de un padre por sacar adelante a su hijo (o familia) son muy apreciadas por el grueso del público porque apelan al sentimentalismo, sin embargo, El ladrón de bicicletas no sólo es una historia conmovedora de un padre de familia; a diferencia de películas como En busca de la felicidad, el ladrón de bicicletas presenta una crítica a la pérdida de solidaridad y aguda severidad que tienen las sociedades ante los problemas de los otros, en específico en las sociedades en posguerra.

Cuando se estrenó En Busca de la felicidad, algunos críticos atribuyeron al ladrón de bicicletas la historia, no obstante, existen muchas diferencias entre estos dos filmes y no precisamente de época: en la película moderna encontramos que el padre es un personaje poco humanizado; en El ladrón de bicicletas vemos en cambio, a la figura de un padre mas real, es decir, con errores y aciertos, muchas veces desproporcionados. Es cierto que hay una atribución pero, por demás, la película clásica es mejor, tanto en su compromiso estético y ético, que la película protagonizada por Will Smith.

Cabe destacar que, lo que permite la anterior aseveración es que en El ladrón de bicicletas, durante la travesía que hace Antonio con su hijo Bruno para recuperar la bicicleta robada; el director aprovecha y retrata varios aspectos criticables de la sociedad italiana, por ejemplo: la sed de creer en algo, ya sea en una doctrina bien establecida como lo es la iglesia católica o una vidente que tiene fama de saber y tener las respuestas para todo.

Otro elemento que critica es la indiferencia tanto de la sociedad como de la burocracia, del poder en turno, pues cuando Antonio hace la denuncia del robo, los servidores públicos no toman en cuenta la situación de este hombre. En muchas de las escenas se presenta a un pueblo irritable ante la menor provocación e incluso se hace énfasis en el desahogo injusto que desbocan con el niño (hijo de Antonio) al golpearlo constantemente y de la nada. Se ve claramente cómo se desquitan con el más indefenso.

Las señas particulares del neorrealismo italiano, hicieron que El ladrón de bicicletas se convirtiera en una joya cinematográfica, pues cumple con las características de este movimiento: relata la vida cotidiana, utiliza personajes reales y no actores; y hace un agudo análisis y crítica sobre la crueldad y la indiferencia del ser humano por el otro.

Al final de la película de Sicca nos expone una situación difícil que pone en reflexión varios puntos, como la honestidad, la desesperación y la impotencia, ya que Antonio encuentra una posibilidad de obtener otra bicicleta, pero robada. La disyuntiva así como el desenlace que se presenta es la dramática muestra de algunas de las consecuencias de vivir en una sociedad indiferente donde “el otro” queda anulado por el egoísmo y la procuración del bien propio.(5)

Filmada en 1945, pocas semanas antes de que terminara la II Guerra Mundial, Ladrón de bicicletas supuso el lanzamiento al estrellato de su apenas conocido director, Vittorio De Sica; y, más importante aún, la definitiva consagración del Neorrealismo italiano en el contexto cinematográfico internacional. Sin embargo, este segundo aspecto ha sido revisado y puesto en tela de juicio en los últimos años.

La película, en efecto, fue canonizada desde su estreno como una obra maestra del Neorrealismo, y así quedó catalogada en todos los manuales de historia del cine. Pero la cinta -que es, indudablemente, una obra magistral- dista mucho de ser un ejemplo de ese "cine nuevo, hecho de argumentos casuales, creados sobre la marcha, filmada en la calle con actores improvisados", como se autodefinía el neorrealismo italiano. Porque, en esta historia de un obrero infeliz a la búsqueda de su bicicleta robada, no hay nada de improvisado.

Para empezar, la película se basa en una novela de Luigi Bartolini, de cierto éxito, cuyo carácter picaresco sería reorientado hacia el drama social durante el largo proceso de escritura del guión. Según testimonia Suso Cecchi D'Amico, uno de los siete guionistas acreditados (hubo otro más que no apareció en los créditos), cada uno de los detalles de la acción fue escrito cuidadosamente de antemano, aunque muchas escenas -como la visita a la vidente de Via Nomentana- fueran tomadas de la realidad. Además, el rodaje fue sumamente elaborado: en determinadas secuencias filmadas en pleno centro de Roma (como la persecución del ladrón en el túnel de Via Ferrara) fue preciso cortar el tráfico para instalar focos y vías del travelling, o para mover a un ingente número de figurantes.

Y es que realmente está hecha con todos los medios necesarios, por mucho que se trate de una modesta producción independiente. Tres amigos de De Sica financiaron toda la operación: Ercolle Graziadei, Sergio Bernardi y el conde Cicogna; pero le exigieron una calidad cinematográfica que en modo alguno casaba con la pura improvisación o experimentación. De hecho, Sergio Leone -que actúa como seminarista austríaco en una secuencia vagamente anticlerical- recuerda los largos y laboriosos ensayos del director con todos sus actores.


Porque, en efecto, la selección de intérpretes fue un punto clave para el éxito de la película. Antes de iniciar el casting, una compañía americana que leyó el guión final había ofrecido gran parte del presupuesto a condición de que De Sica contara con Cary Grant para el papel protagonista. Pero el director, que sabía muy bien el look que la cinta precisaba, rechazó esa oferta y se lanzó a las calles de Roma a la búsqueda de sus intérpretes. La periodista radiofónica Lianella Carell, que se acercó a pedirle una entrevista, fue probada en el papel de María y dio una imagen perfecta. Entre cientos de obreros reales, De Sica se fijó en Lamberto Maggiorani, un parado de la construcción que se había acercado a las cámaras para curiosear durante el rodaje. Y, entre un número aún mayor de niños, el director encontró por fin a Enzo Staiola, un rapaz callejero de siete años, cuya "cara redonda, nariz cómica y ojos vivísimos", llamaron la atención del cineasta en medio de una banda callejera de los alrededores. El neorrealismo de De Sica, como el de Rossellini, no se basa en el realismo en sí, sino en la maestría para crear la ilusión convincente de realidad.

La narración, por otra parte, es perfectamente clásica. Su estructura es cíclica: el protagonista sale de la multitud anónima en la primera secuencia y vuelve a ella en el final. Y el argumento, centrado hábilmente en unos precisos límites temporales (el 90% de la trama transcurre en un domingo estival), conjuga incidentes variados con un cierto sentido del suspense: ¿Logrará Ricci recuperar su bicicleta?

A la postre, más que por su tenue mensaje social, Ladrón de bicicletas perdura hoy como un documento insustituible de la Italia de postguerra; y, sobre todo, por su calculada estilización, por la metáfora escondida en el argumento, y por la magnífica historia entre el padre y el hijo (lo que uno y otro descubren de sí mismos en su afanosa búsqueda). Casi al final, tras la comida de hombre a hombre en la trattoria, Ricci sufre la última humillación al ser pescado como ladrón y abofeteado delante de su hijo. Pero no es ésta la última palabra de la cinta: la mano que el hijo le tiende -inolvidable la mirada de Maggiorani- propicia la imagen más memorable del filme: el niño que le amaba como a un dios, le amará en adelante con sus miserias, simplemente porque se trata de su padre. (6)

CITAS:
1. http://es.wikipedia.org/wiki/Vittorio_De_Sica
2. http://es.wikipedia.org/wiki/Ladri_di_biciclette
3. http://www.alohacriticon.com/elcriticon/modules.php?name=News&file=print&sid=820
4. http://aureasalinas.wordpress.com/2007/10/05/el-ladron-de-bicicletas-una-critica-a-la-indiferencia-social/
5. http://aureasalinas.wordpress.com/2007/10/05/el-ladron-de-bicicletas-una-critica-a-la-indiferencia-social/
6. http://www.filasiete.com/making-off/ladron-de-bicicletas









martes, 14 de junio de 2011

THE KING'S SPEECH

EL DISCURSO DEL REY,
basada en la historia real del rey Jorge VI, describe el camino del monarca en busca de su voz y su autoridad.




'El discurso del Rey'

SINOPSIS

A la muerte de su padre, el rey Jorge V (Michael Gambon), y tras la escandalosa abdicación del rey Eduardo VIII (Guy Pearce), Bertie (Colin Firth), afectado desde siempre de un angustioso tartamudeo, asciende de pronto al trono como Jorge VI de Inglaterra. Su país se encuentra al borde de la guerra y necesita desesperadamente un líder, por lo que su esposa Isabel (Helena Bonham Carter), la futura reina madre, le pone en contacto con un excéntrico logopeda llamado Lionel Logue (Geoffrey Rush). A pesar del choque inicial, los dos se sumergen de lleno en una terapia poco ortodoxa que les llevará a establecer un vínculo inquebrantable. Con el apoyo de Logue, su familia, su gobierno y Winston Churchill (Timothy Spall), el rey supera su afección y pronuncia un discurso radiofónico que inspirará a su pueblo y lo unirá en la batalla.(1)


El discurso del rey

FICHA TÉCNICA

Título: El discurso del rey


Titulo original: The King's Speech

Nacionalidad: Gran Bretaña

Año: 2010

Duración: 128 min

Clasificación: Género: Biográfica, Drama, Histórico

Color: Color

Fecha de estreno: 22/12/2010

Director: Tom Hooper

Guión:  David Seidler

Intérpretes:  Colin Firth, Helena Bonham Carter, Geoffrey Rush, Michael Gambon, Guy Pearce, Timothy Spall, Derek Jacobi

Música:  Alexandre Desplat

Fotografía:  Danny Cohen

Montaje: Tariq Anwar

Distribuidora: DeAPlaneta

Web: http://www.deaplaneta.com/es/el-discurso-del-rey-(2)

El discurso del rey

PREMIOS

Desde su estreno, El discurso del Rey ha recibido una gran cantidad de premios y Nominaciones siendo las mas importantes, las 12 nominaciones a los Premios Óscar de las cuales ganó cuatro (incluyando la de mejor película), las catorce nominaciones de los premios Bafta (llegando a ganar siete) y las cinco nominaciones a los globos de oro (el cual sólo gano a la de mejor actor), Colin Firth; cabe destacar que Firth ha sido el mas condecorado de todos los miembros del elenco debido al peso que significó su actuación en la película

•Ganadora de 4 Oscars®, incluyendo Mejor Película


•Ganadora de 7 Premios BAFTA, incluyendo Mejor Película

•Premios del Gremio de Actores y del Gremio de Directores

•Nominada a 12 Oscars®, incluyendo Mejor Película

•Mejor Película para el Gremio de Productores

•Nominada a 14 Premios BAFTA

•Ganadora del Globo de Oro al Mejor Actor Dramático

•Premio al Mejor Guión Original en los Satellite Awards

•3 nominaciones en los Screen Actors Guild Awards

•7 nominaciones en los Globos de Oro (3)

COMENTARIOS

El discurso del rey es, ante todo, una película que goza de la perfección inglesa: estudiada al milímetro tanto por su guión, interpretaciones y puesta en escena, sorprende por la frescura que aún así consigue transmitir, arrancándonos inevitablemente una sonrisa que mantenemos constantemente a lo largo de las casi dos horas que dura el film, menos, claro está, en los momentos de máxima tensión, cuando sufrimos junto al rey (que, por otro lado, no es más que una persona) los angustiosos momentos previos a cada discurso. Una historia que, sinceramente, tampoco parecía que pudiese dar tanto de sí en la pantalla grande (además de que ya se sabe cómo acaba), pero que se convierte en un relato tan esperanzador sobre la superación de uno mismo y la necesidad de ser constante y no rendirse, que se agradece llegue en esta época del año (y estos tiempos) para enternecer a unos y levantar el ánimo a tantos otros.

Y claro, para un film centrado tan claramente en la figura protagonista, era requisito primordial acertar en el casting. Y así se hizo: nos encontramos ante un Colin Firth que, aunque no puede desprenderse de que se le asignen papeles de caballero inglés (curiosamente, no se siente nada identificado con el prototipo estirado que lleva años interpretando), está demostrando que es mucho más que la cara bonita que hace unos años aparecía como Mr. Darcy en la famosa serie de la BBC que le catapultó a la fama (Orgullo y Prejuicio, 1995) gracias a films como Génova , Un hombre soltero (Tom Ford, 2009) o incluso por su particular visión de Lord Henry Wotton en Dorian Gray (Oliver Parker, 2009). Los matices que otorga al personaje (difícil interpretar a alguien tan importante en la historia de un país y salir airoso), pasando en microsegundos de ser un estirado y arrogante aristócrata a un frágil ser humano nervioso y herido por un comentario desafortunado, además claro está de lo veraz que resulta su tartamudeo (por favor, película en versión original para ver el gran trabajo del actor), nos hacen intuir en el momento que escribimos estas líneas que el Globo de Oro y el Oscar ya tienen dueño.

Pero, dejando a un lado la entrañable historia del rey que no era capaz de dar un discurso, El discurso del rey va mucho más allá. De hecho, la tartamudez y su forma de superarla es simplemente el hilo conductor que une el resto de piezas del rompecabezas. Más bien, se podría decir que se trata de la subtrama cómica del guión, que nos mantiene atentos y divertidos. Porque, de lo que en realidad nos ha querido hablar Tom Hooper es del poder de la amistad, y la forma en la que lo ha plasmado es, lo menos, interesante.

Interpretado por un soberbio Geofrey Rush (este es uno de nuestros secundarios de lujo preferidos, eleva el nivel de cualquier film en el que aparece), Lionel Logue fue el logopeda que llevó al éxito al rey Jorge VI de Inglaterra pero, además, el amigo que nunca tuvo hasta aquel momento y que le acompañó fielmente hasta el fin de sus días.

El primer encuentro entre los dos es más que curioso: en una habitación sombría y sobria -seguramente por la necesidad-, vemos a un lado de la pantalla, sentado en el mugriento sofá a un incómodo caballero, y, en el otro lado, a un divertido pero atento profesor. La distancia entre ellos revela tanto el respeto como la desconfianza que existe entre los dos personajes. A partir de ahí, el uso de primeros planos (con fondos neutros o desenfocados para no distraernos con nada, y poder fijarnos exclusivamente en sus gestos y reacciones) y encuadres desplazados es constante a lo largo de todo el film: primero, para ver de cerca y casi sentir lo mismo que ellos; segundo, para mostrar -y demostrar- cuándo no están seguros de sí mismos, cuándo se sienten descolocados, frágiles. Soberbio.

Es inevitable hacer la comparativa de El discurso del rey con otros relatos en los que la relación alumno-maestro traspasa los límites profesionales. Lionel nos recuerda al paciente profesor Sean Maguire (El indomable Will Hunting, Gus Van Sant 1997) que ve tan prometedor a su alumno que le empuja a dar el gran salto, y Bertie, al inocente Pu-Yi adolescente (El último emperador, Bernardo Bertolucci, 1987), ávido de conocimientos pero que no quiere, inicialmente, demostrar que alguien de su rango lo necesita. No obstante, además, estamos ante un film de época con una historia tan cercana, tan simple, que nos recuerda también vagamente a cualquier relato de Jane Austen o Louise May Alcott, en el que la amistad supera cualquier obstáculo.

El último, y como no podía ser menos, un film tan redondo sólo puede ser mejorado con un acompañamiento musical a su nivel. De la mano de Alexandre Desplat (conocido por obras como las compuestas para El escritor -Roman Polanski, 2010- o El curioso caso de Benjamin Button -David Fincher, 2008) y combinando sus temas instrumentales con clásicos de Beethoven o Mozart, la banda sonora original equilibra los momentos más íntimos con los más alegres y divertidos. Una buena compra para todos a los que nos gusta poder recordar una película a través de su música.

Hemos dicho que Flirt tiene todas las papeletas para arrasar con cualquier premio que este año se cruce en su camino. Seguramente su director no tenga tanta suerte (2010 nos deja muchas otras exquisiteces), pero no podrá quejarse: las inesperadas siete nominaciones a los Globos de Oro son más que un reconocimiento para que continúe así.(4)

El discurso del rey


Producción y Desarrollo

El escritor David Seidler había desarrollado tartamudez desde niño, causado, según él, por el trauma emocional de la guerra y por el asesinato de sus abuelos durante el Holocausto. Seidler descubrió que el rey Jorge VI había sufrido este defecto del habla y que finalmente lo superó. "Fue tartamudo. Fue rey. Y tuvo que dar discursos de radio en los que todo el mundo estaba escuchando cada sílaba que pronunciaba, y sin embargo, lo hizo con pasión e intensidad", recordó Seidler. Cuando Seidler se convirtió en escritor, decidió escribir acerca del rey Jorge VI. Durante finales de los setenta y ochenta, se dedicó vorazmente a investigar al rey, pero no encontró mucha información sobre Logue. Finalmente, Seidler contactó con el Dr. Valentín Logue, que accedió a hablar de su padre y de sus cuadernos de notas, con el permiso de la Reina Madre. Ella le pidió que no hiciera ningún proyecto mientras siguiera con vida y Seidler abandonó el proyecto.

En 2005, Seidler padecía cáncer, y regresó a su proyecto del rey durante un cambio en el trabajo creativo. Durante su investigación, tuvo un encuentro casual con un hombre a quien Logue había tratado. Esta persona indicó que Logue utilizaba ejercicios de respiración mecánica combinándola con la terapia de sondear las causas subyacentes de la enfermedad. Así, ya preparado, Seidler imaginó las sesiones de Logue. Mostró el guión terminado a su esposa. A ella le gustó, pero estaba demasiado "seducido por la técnica cinematográfica" y le sugirió volver a escribirlo y concentrarse en la relación entre el rey y Logue. Cuando terminó, le encantó, y lo envió a unas pocas personas para compartir su trabajo.

A principios de 2006, una de las personas a quienes Seidler envió su obra fue a Joan Lane de Wild Thyme, una compañía de producción de Londres. Lane vio el guión como un drama potencial, así como una obra de teatro, y se la mostró a Simon Egan de Producciones Bedlam, que grabó el primer ensayo de la lectura. Junto a Lane, Producciones Bedlam organizó una lectura de la obra en el teatro Pleasance, una pequeña casa en el norte de Londres, y se la presentó a un grupo de expatriados australianos, entre los cuales estaba la madre de Tom Hooper, quien llamó a su hijo de inmediato y dijo: "He encontrado un proyecto interesante". Con el fin de montar una producción teatral, Wild Thyme envió el guión a Geoffrey Rush quien mostró interés en el proyecto, al igual que hizo con el director de cine Tom Hooper para informarle de cualquier adaptación cinematográfica en un futuro, y Producciones Bedlam pasó el guión a Iain Canning en See-Saw Films, que vieron su potencial. A Hooper le gustó la historia, pero pensó que el final original debía ser cambiado para reflejar los acontecimientos más de cerca, "Si usted escucha el discurso real (hecho por el Rey en el estallido de la guerra en 1939), Jorge VI hace frente a su tartamudeo. Pero no es una actuación perfecta. Lo hace de gestión."

El Concilio Fílmico Británico (UK Film Council en inglés) otorgó la producción £ 1,000,000 en junio de 2009. El guión de lectura se entregó el 11 de noviembre, antes del inicio de la filmación el 13 de noviembre. La fotografía principal, tendría una duración de siete semanas, concluyendo el 17 de enero de 2010.

El discurso del rey
Diseño y locaciones

La escenografía presentó un reto para los cineastas, ya que como un drama de época, la película se basó en una medida de la calidad de su producción, pero el presupuesto estaba relativamente limitado a £ 10 millones. Al mismo tiempo, la película tenía que parecer auténtico, que combina la opulencia real y desaliñado, la depresión de la era de Londres. El 25 de noviembre de 2009, Rush y Derek Jacobi participaron en el rodaje en los edificios Pullen en Southwark. El 26 de noviembre, una semana de rodaje con Firth, Rush y Jacobi comenzó en la Catedral de Ely, la ubicación utilizada para la Abadía de Westminster. A pesar de la Catedral de Lincoln es arquitectónicamente más cerrada que la Abadía, el equipo preferido de Ely, un lugar privilegiado rodaje. Su tamaño les permitió construir los conjuntos que no sólo mostró la coronación, sino los preparativos antes de esta.

El Lancaster House, una casa opulenta, de la época propiedad del gobierno en Londres, fue utilizada para los interiores del Palacio de Buckingham, cuando el rey camina para hacer su discurso y para la fotografía oficial después, tuvo un costo de £ 20.000 por cada día de uso. El Drapers Hall fue utilizado para la adhesión del Consejo, donde su decoración habitual significaba que el nuevo rey estaba rodeado y intimidado por las pinturas de sus predecesores; casualmente en realidad, Albert fue en esta etapa un hombre libre de la Drapers Company.

El equipo investigó antiguas habitaciones de consulta de Logue, pero eran demasiado pequeños para filmar en el lugar, se encontraron con una sala de altos y abovedados en 33 Portland Place no muy lejos. Eva Stewart, el diseñador de producción, le gustaba la imagen de fondo existente tanto que se vuelve a crear el efecto en toda la habitación.

La escena inicial, fijado en la ceremonia de clausura de la Exposición del Imperio Británico de 1925 en el estadio de Wembley, fue filmada en locación en Elland Road, hogar del Leeds United y el estadio Odsal, sede de los Bulls de Bradford. Elland Road se utilizó para los elementos del discurso del príncipe balbuceando su camino a través de su primer discurso público, y el estadio odsal fue seleccionado debido a su parecido con el estadio de Wembley en 1925. El equipo de rodaje tuvo acceso al estadio solamente a las 10 pm, después de un partido de fútbol y se llenaron las terrazas con muñecos inflables vestidos con trajes de época. Los actores, que se mueven y gritan, se entremezclan para dar la impresión de una multitud y la multitud adicionales, así como más filas de soldados en el terreno de juego, fueron agregados en la post-producción a través de efectos visuales. Un casting abierto para los extras se puso en cabeza de una fecha prevista para la filmación, de 16 de diciembre de 2009.

Otras localizaciones incluyen Cumberland Lodge, Harley Street, Knebworth, Hatfield House, el Old Royal Naval College de Greenwich, Queen Street Molino un museo Textil en Burnley, y la Battersea Power Station, que hacía las veces de sala de control inalámbrico BBC. Los Estudios Elstree utilizaron para algunos interiores rodaje equipos de sonidos de la época. La filmación final de la película se terminó el 31 de agosto de 2010.

Estilo visual

Hooper emplea una serie de técnicas cinematográficas para evocar los sentimientos de constricción del rey. El Crítico de Jefe de cine del New York Times, Manohla Dargis escribió que la sensación de atrapamiento dentro de la cabeza del rey se hizo demasiado literal con una lente de ojo de pez, aunque Hooper negó esto, diciendo que él había utilizado simplemente tomas más amplias que las lentes normales para fotografiar la película. Roger Ebert (critico de hollywood) señaló que la mayoría de la película está rodada en el interior, donde los conjuntos de oblongas, pasillos y espacios pequeños; manifiesto la constricción y opresión, en contraste con el énfasis habitual en barrido y majestad en los dramas históricos. Hooper utiliza todo los disparos para capturar el lenguaje de los actores, particularmente con Geoffrey Rush, que formó en la L'École Internationale de Théâtre Jacques Lecoq en París y "en consecuencia, brillante en la forma en que lleva su cuerpo". Hooper se amplió su ámbito de aplicación, para capturar los gestos de Rush, a continuación, los movimientos de cuerpo entero y siluetas. El enfoque de trasladarse a Firth también. En la escena primera consulta, el duque se enmarca en contra de una gran pared apretando contra el extremo de un sofá largo, "como si fuera a utilizar el brazo del sofá como una especie de amigo, como una manta de seguridad?". Martin Filler elogió la "baja potencia" la cinematografía de Danny Cohen, como hacer ver como todo se ha "empapado en té fuerte".

Musica

La Banda sonora de la película fue compuesta por Alexandre Desplat. En una película sobre un hombre que lucha consigo mismo articulado, Desplat desconfiaba de la sombra a la dramaturgia. Calificó el reto deesta manera: "Esta es una película sobre el sonido de la voz musical tiene que ver con que la música tiene que lidiar con el silencio musical tiene que ver con el tiempo...." El resultado es un arreglo disperso de cadenas y piano (con la adición del oboe y arpa en una corte), la intención de transmitir la tristeza de la tartamudez del Rey, y luego cada vez mayor calor de la amistad entre él y Logue. El enfoque minimalista hace hincapié en la lucha del protagonista para el control de la historia. Desplat utiliza la repetición de una sola nota para representar a la rigidez del discurso del Rey. A medida que la película avanza cada vez más se llega a envolver la amistad profunda entre los dos conductores, a un clímax en la escena de la coronación. Hooper originalmente quería filmar la escena sin música, sin embargo Desplat argumentó que era el verdadero clímax de la historia, el momento en que la amistad fue ratificado por su decisión de confiar en los demás. "Eso es muy raro", dijo Alexandre Desplat, "La mayoría tiene historias de amor". Para crear un período de sonido de la banda sonora se grabó en los micrófonos que había sido hecha especialmente para la familia real, extraída de los archivos de EMI. La música de la película fue nominada para varios premios incluyendo "Mejor Banda Sonora Original" en los Oscar, Globos de Oro y BAFTA. La música que se reproduce durante la transmisión del discurso de radio 1939 en el clímax de la película es del 2 º movimiento (Allegretto) de la 7 ª sinfonía de Beethoven.

El discurso del rey

Precisión Histórica

De acuerdo con el guionista David Seidler, el director Tom Hooper insistió en que hiciera el guion de la forma mas histórica y más exactamente posible, los dos trabajaron juntos durante cuatro meses para obtener lo mejor del guión, y garantizar su autenticidad. De acuerdo a una entrevista de la BBC con el nieto de Lionel Logue, el equipo de filmación se dio cuenta de la existencia de un diario que contenía notas originales de Logue en el tratamiento del duque sólo unas nueve semanas antes de empezar. A continuación, dieron marcha atrás y volvieron a trabajar el guión para reflejar lo que había en las notas. Hooper dijo que algunas de las líneas más memorables de la película fueron las citas directas de las notas de Logue.

Sin embargo, se introdujeron algunos cambios por razones artísticas o dramáticas. Profesor Cathy Schultz señaló que los cineastas debieron reducir la cronología de los eventos a tan sólo unos años. El duque de York, de hecho, comenzó a trabajar con Lionel Logue en octubre de 1926, diez años antes de la crisis de la abdicación. La mejoría en el habla se hizo evidente en meses, en lugar de años como lo sugiere la película:. En una entrevista 1952 con John Gordon, Logue dijo que "resonante y sin tartamudear, abrió el Parlamento australiano en Canberra en 1927";. es decir, apenas siete meses después de que el duque empezó a trabajar con Logue. Hugo Vickers, un consejero real, aceptó que la alteración de datos históricos para preservar la esencia de la dramática historia a veces es necesario. Los funcionarios de alto rango, por ejemplo, no habrían estado presente cuando el Rey pronunció su discurso, ni siquiera Churchill habría estado implicado a ningún nivel, "pero el espectador medio sabe quién es Churchill; no sabe quiénes son Lord Halifax y Lord Hoare (Sir Samuel Hoare). "

Robert Logue, un nieto de Lionel, puso en duda la representación de la película del terapeuta del habla, que dice "No creo que alguna vez jurase ante el rey y desde luego nunca lo llamó" Bertie ". El historiador Andrew Roberts afirma que la gravedad de la tartamudez del rey era exagerada y que los personajes de Eduardo VIII, Wallis Simpson y George V resultaron más antagónicos de lo que realmente fueron, en orden a aumentar el efecto dramático.

Christopher Hitchens y Chotiner Isaac desafiaron la interpretación en la película del papel de Winston Churchill en la crisis de abdicación. Es bien sabido que Churchill alentó a Eduardo VIII para resistir la presión para abdicar, mientras que él se muestra en la película como un fuerte apoyo del príncipe Alberto y no se opone a la abdicación. Hitchens atribuye este tratamiento al "culto" que rodea el legado de Churchill. En una película inteligente y bien hecha, "¿no habría sido la verdadera historia ligeramente más interesante para el público?" , se preguntó. También criticaron la película por no acusar al apaciguamiento de la época. Mientras que la película nunca menciona directamente la cuestión, Hitchens y Chotiner argumentan que da a entender que Jorge VI estaba en contra de apaciguamiento, sobre todo en la escena final que muestra a "Churchill y el Rey en el Palacio de Buckingham y un discurso de unidad y resistencia siendo preparandos para la entrega". Lejos de distanciarse de la política de apaciguamiento del Chamberlain, el rey Jorge VI envió un coche para recoger a Chamberlain cuando regresó de la firma del Pacto de Munich con Hitler en septiembre de 1938. El rey y Chamberlain se asomaron al balcón del Palacio de Buckingham, y fueron aclamados por multitudes entusiastas. Esto condujo al historiador Steven Runciman a escribir que, al actuar como lo hizo para apoyar la política exterior de Chamberlain, el rey Jorge VI habría perpetrado "el mayor error constitucional que ha sido hecho por cualquier soberano de este siglo." The Guardian corrigió la interpretación de Stanley Baldwin que este había renunciado debido a su negativa a ordenar el rearmamiento de Gran Bretaña, cuando en realidad se retiró como "un héroe nacional, agotado por más de una década en lo más alto".

Martin Filler ha acordado que la mayoría de las pequeñas libertades fueron licencias artísticas justificadas. De hecho, la escena probablemente inventada, en la que Jorge V le explica a su hijo la importancia de la difusión tiene un punto válido. En esa misma escena hay una inexactitud más cuando el rey se refiere a Stalin como "el Mariscal Stalin", este último no se nombró a sí mismo como tal hasta 1943. Jorge VI nunca habría tolerado que Logue se dirigiera a él de forma informal ni que maldijera, probablemente entendía alemán y en realidad era poco entusiasta hacia Churchill, hasta más adelante en la guerra, debido al apoyo de éste a su hermano durante la crisis de abdicación.

El discurso del Rey en la película, sólo dura dos tercios de la longitud original. Cuatro frases se eliminaron y cuatro se acortaron. El discurso original tiene 407 palabras; la versión para la película tiene 269.

Al comentar sobre la escena final de la película, cuando el Rey se encuentra en el balcón del Palacio de Buckingham, después de haber transmitido su discurso con motivo de la declaración de guerra el 3 de septiembre de 1939, Andrew Roberts ha escrito: "La escena es bastante absurda desde el punto de vista histórico . - Neville Chamberlain y Winston Churchill no estaban presentes y no hubo multitudes vitoreando en el Palacio de Buckingham "En general, Roberts elogia la película como una imagen favorable de "la calma y heroísmo sin pretensioens" del Rey, y afirma:"Las representaciones por Firth y Bonham Carter son favorables y agudas, y las tonterías fácticas ocasionales de la película no deberían restar valor a eso."

El discurso del rey

Estreno

La película tuvo su estreno mundial el 6 de septiembre de 2010 en el Festival de Cine de Telluride en los Estados Unidos. [27] Se estrenó en el 2010 Toronto International Film Festival, el 50 º aniversario de Firth, donde recibió una ovación de pie y ganó los People's Choice Premio. El cartel en salas de cine fue re-diseñado para mostrar el resultado de un acercamiento extremo de la mandíbula de Firth y un micrófono después de Hooper criticó el primer diseño, como un "smash tren".

La película recibió inicialmente una calificación de 15 por el British Board of Film Classification para su lanzamiento en el Reino Unido, debido a las escenas donde Logue alienta al Rey a gritar groserías a aliviar el estrés. En el Festival de Cine de Londres, Hooper criticó la decisión, el cuestionamiento de cómo el cuerpo podría certificar la película "15" para el lenguaje malo, pero permitir que películas como La sal (2010) y Casino Royale (2006) para tener un grado 12A a pesar de sus gráficas escenas de tortura. Tras las críticas de Hooper, el Consejo redujo la calificación de "12A", permitiendo que los niños menores de 12 años de edad a ver la película si van acompañados por un adulto. Hooper nivelado la misma crítica a la Motion Picture Association of América, que dio a la película una calificación R, la prevención de cualquier persona menor de 17 años de ver la película sin un adulto. Esta clasificación no fue apelada. En su revisión, Roger Ebert, criticó la calificación R, llamándolo "absolutamente inexplicable", y dijo: "Esta es una excelente película para adolescentes". En enero de 2011, productor ejecutivo y distribuidor Harvey Weinstein dijo que estaba pensando en tener la película re-editado para eliminar algunas malas palabras, por lo que sería recibir una clasificación más baja y llegar a un público más amplio.

Tom Hooper, sin embargo, se negó a cortar la película, aunque él considera que cubre las malas palabras con pitidos. Helena Bonham Carter también defendió la película, diciendo: "[La película] no es violento. Está lleno de humanidad e ingenio. [Es] la gente no sólo con un impedimento del habla, pero que tienen confianza [dudas]." En la sala de prensa después de recibir el Premio de la Academia, el propio Colin Firth ha señalado que no es compatible con la re-edición de la película, y mientras que él no aprueba el uso de malas palabras, sostuvo que el contexto de la utilización . no era ofensiva y la escena "tiene un objetivo" Una versión alternativa, con algunas de las blasfemias de silencio de la banda sonora, fue clasificada PG-13 por la MPAA,Esta versión fue lanzada a los cines de todo los Estados Unidos el 1 de abril de 2011, reemplazando el corte de clasificación R.

La película es distribuida por transmisión en Australia y por Momentum Pictures en el Reino Unido. The Weinstein Company es el distribuidor en América del Norte, Alemania, Benelux, Escandinavia, China, Hong Kong y América Latina. La película fue lanzado en Francia el 2 de febrero de 2011, bajo el título Le discours d'roi des. Fue distribuido por Wild Bunch Distribution.

Recepción y Taquilla

En el Reino Unido e Irlanda, la película fue la que más ingresos registró en su primer fin de semana llegando a recaudar £ 3,510,000 en 395 salas de cine. The Guardian dijo que era uno de los mayores tiene en la memoria reciente, en comparación con Slumdog Millionaire (2008), que, por ejemplo, dos años antes, ganó £ 1,500,000 menos. Se continuó con una "impresionante tres semanas" encima de la Taquilla España, y ganó más de £ 3 millones para cuatro fines de semana consecutivos, la primera película que hacerlo, ya que Toy Story 3 (2010). Después de cinco semanas de exhibición del Reino Unido, está siendo aclamada como la más película mas británica independiente mas esitosa de la historia.

En los Estados Unidos habla del Rey abrió con 355.450 dólares en cuatro salas de cine. Se tiene el récord de la más alta por el teatro bruto de 2010. se amplió a 700 pantallas el día de Navidad, y 1.543 pantallas el 14 de enero de 2011. Hizo £ 4,810,000 en América del Norte durante el fin de semana el Día de Año Nuevo, y £ 7 millones durante el Martin Luther King, Jr. fin de semana.

En Australia, el discurso del Rey ha hecho más de 6.281.686 dólares AUD en las dos primeras semanas, de acuerdo con las cifras recogidas por la Motion Picture Association Distribuidores de Australia. El director ejecutivo de Cines de Palacio, Benjamin Zeccola, dijo retroalimentación de los clientes en la película fue espectacular. "Es nuestro número 1 en todo el periodo, todos en todo el país. ... Creo que esto es más exitoso que Slumdog Millionaire y una película más edificante. Es un buen ejemplo de una película que se inició en el cine independiente y, a continuación se extendió a los cines convencionales. "

De los beneficios netos de la película, que se estima ascienden a 30 millones de 40 millones de dólares el lanzamiento de teatro solo, aproximadamente el 20% se dividirá entre Geoffrey Rush (como productor ejecutivo), Hooper Tom y Colin Firth, que cada uno recibe su bono antes que el otro los participantes. El beneficio restante se dividirá a partes iguales entre los productores y los inversores de capital.

Respuesta de la crítica

El discurso del Rey ha recibido la aclamación de la crítica. Examen de agregación sitio web Rotten Tomatoes da a la película una puntuación de 95% sobre la base de las opiniones de 205 críticos, con una puntuación media de 8.6/10. Se resumió el consenso crítico como: ". Colin Firth da una magistral actuación en el discurso del Rey, un drama de época predecible sino que se produce con estilo y entusiasta" Metacritic le dio a la película una calificación ponderada de 88/100, basado en 41 críticas, que lo sitúa como "aclamación universal" . imperio dio la película de cinco estrellas de cinco, comentando, "Se le faltan las palabras." Lisa Kennedy en el Denver Post también dio a la película la máxima puntuación en su calidad humana y la artesanía, "es un ajuste inteligente, drama ganador de un rey - y el resto de nosotros", dijo Roger Ebert, del Chicago Sun-Times, también premió a la película un total de cuatro estrellas. , comentando que "lo que tenemos aquí es un drama histórico superior y un personal de gran alcance". Peter Bradshaw, de The Guardian dio cuatro estrellas de cinco años, afirmando que "la película ricamente agradable y magníficamente producido Tom Hooper es ... una multitud masiva confianza-complaciente".

El discurso del rey

Manohla Dargis, de forma general una actitud ambivalente ante la película, llamada actuaciones dirigir uno de sus principales atractivos. "Con su volumen al máximo, el atractivo, impecablemente profesional del Sr. Firth y el Sr. lugar Rush para la ocasión El Consejo, por abrir y cerrar y gruñendo como sus personajes con cautela círculo entre sí antes de colocar en el columpio terapéutica de las cosas y sin saberlo, la preparación para el gran discurso que en parte le da título a la película. ", escribió. The Daily Telegraph llama rendimiento Guy Pearce como Eduardo VIII" formidable ... con el glamour, el carisma y total absorción de la libre ". Bradshaw dijo que Pearce expedición de la función "con un cierto estilo" sustituyó a la memoria de Edward Fox interpretando el papel. Imperio dijo que jugó el papel, así como "un pedernal Harry flash suficiente para arrojar una nación para una mujer." Mientras que la Nueva York Times, pensó que era capaz de crear "una maraña espinosa de complicaciones en sólo unos pocos escenas abreviada" .

Los británicos tartamudez Asociación dio la bienvenida a la liberación del discurso, el Rey de felicitar a los cineastas en su "representación realista de la frustración y el miedo a hablar enfrentan las personas que balbucear sobre una base diaria". Dijo que "interpretación de Colin Firth de la tartamudez del Rey en particular en lo que nos golpea muy auténtica y exacta."

Allociné, un sitio web de cine francés, dio a la película un promedio de cuatro de cada cinco estrellas, basado en una encuesta de 21 comentarios. Le Monde, que caracteriza la película como la "manifestación más reciente del narcisismo británico" y se resumen como "Estamos muy feo y aburrido, pero, ¡Por Júpiter!, estamos en lo correcto!", sin embargo, admiraba las actuaciones de Firth, Rush y Bonham Carter. Se dice que, aunque la película arrasó apaciguamiento británica bajo la alfombra, seguía siendo agradable.

La Reina Isabel II, la monarca reinante de los reinos de la Commonwealth y la hija del rey Jorge VI, que como se retrata a una niña en la película, fue enviado dos copias de la película antes de la Navidad de 2010. El diario The Sun informó que había visto la película en una proyección privada en Sandringham House. Una "fuente de palacio", describió su reacción como "tocado por un conmovedor retrato de su padre". Seidler consideró el informe Real como "el más alto honor" que una película podría recibir.



El discurso del rey


CITAS:
1.- www.eldiscursodelrey.com/
2.- http://www.cine365.com/ficha-tecnica/el-discurso-del-rey/108799
3.- http://peliculas.labutaca.net/el-discurso-del-rey
4.- http://www.elespectadorimaginario.com/pages/febrero-2011/criticas/el-discurso-del-rey.php
5.- http://es.wikipedia.org/wiki/El_discurso_del_rey