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martes, 6 de agosto de 2013

3:10 A YUMA

 
 EL TREN DE LAS 3:10 A YUMA El tiempo no espera
 



 

 El tren de las 3:10 (título original en inglés: 3:10 to Yuma) es un remake del año 2007 del western de 1957de Delmer Daves con Glenn Ford, Van heflin y Felicia Farr entre otros. "Daves fue un cineasta modesto pero sobrado de talento, que filmó en los cincuenta un puñado de obras maestras, como este maravilloso western. Una puesta en escena de brillantez inaudita, cercana al modelo expresionista, redondea la función".Miguel Ángel Palomo: Diario El País (1)

FICHA TÉCNICA

Título original
3:10 to Yuma
Año
2007
Duración
117 min.
País
 Estados Unidos
Director
James Mangold
Guión
Halsted Welles, Michael Brandt, Derek Haas (Historia: Elmore Leonard)
Música
Marco Beltrami
Fotografía
Phedon Papamichael
Reparto
Russell Crowe, Christian Bale, Peter Fonda, Gretchen Mol, Ben Foster, Dallas Roberts, Vinessa Shaw, Kevin Durand, Logan Lerman, Alan Tudyk, Luce Rains, Chris Browning, Johnny Whitworth, Luke Wilson, Benjamin Petry
Productora
Lionsgate Films / Relativity Media / Tree Line Films
Género
Western. Acción | Remake
Web Oficial
http://www.widepictures.es/eltrendelas310
 
SINOPSIS
Arizona. Con la esperanza de conseguir una recompensa que le permita evitar la ruina de su rancho, Dan Evans (Christian Bale) decide colaborar en el traslado del peligroso forajido Ben Wade (Russell Crowe) hasta un pueblo, donde deberán coger el tren de las 3:10 para llegar a la prisión de Yuma. Remake del film de 1957 de Delmer Daves. (FILMAFFINITY)
ARGUMENTO
 
Dan Evans, un ranchero empobrecido y veterano de la GUERRA CIVIL, se ofrece voluntario por 200 dólares para transportar al peligroso ladrón y asesino Ben Wade a la estación de tren de Contention City (Arizona), para que coja el tren de las tres y diez con destino a Yuma, donde le esperan la prisión y la horca.
Sin embargo, durante el viaje sufren algunas importantes bajas, además del acoso constante por parte de la banda de Wade. Cuando ya no queda esperanza, y todo el mundo se echa para atrás, Evans es el único valiente que se atreve a llevar a Wade a la estación, aún sabiendo que la banda de éste le está esperando.
 PREMIOS
2007= 2 nominaciones al Oscar: Mejor banda sonora, mejor sonido 
2007: Nominada a Critics' Choice Awards: Mejor compositor (Beltrami)
 
CRITICAS
  • "Crowe y Bale hacen un excelente trabajo. Ellos y el resto del reparto son la principal razón para ver '3:10 to Yuma', una valiosa aportación al actual revival del western."
    A. O. Scott: The New York Times
  • "3:10 to Yuma rehabilita el corazón herido del western, y lo rescata de la habitual violencia sin sentido. (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 4)."
    Roger Ebert: Chicago Sun-Times
  • "Mangold comete la torpeza de despojar a la obra maestra de Daves de su principal característica, una carrera contra el reloj dramática. (...) Puntuación: ★★ (sobre 5)."
    Federico Marín Bellón: Diario ABC
  • "Extraordinaria (...) Una reinterpretación en clave de hipérbole donde todo parece supurar demasiada intensidad y demasiada trascendencia, pero, contra todo pronóstico, la operación funciona. (...) feroz duelo interpretativo"
    Jordi Costa: Diario El País
  • "Más rápida, más brutal y más cínica que su predecesora de 1957. Un intento apasionado de revitalizar el western. (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)."
    Nando Salvá: Cinemanía
  • "Pespunteado con ambiciosas secuencias de acción. Son pasajes filmados con elegancia y brío (...) largas charlas escritas con reflexión (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)."
    Desirée de Fez: Fotogramas
  • "Remake que, como mínimo, vuela a la misma altura que su predecesor y, en algunos momentos, incluso más alto. (...) un western con todo el espectáculo propio de los grandes clásicos (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)."
    Alberto Luchini: Diario El Mundo 
     Dan Evans (Christian Bale) es un veterano del ejército de la Unión que está a punto de perder su rancho a causa de las malas cosechas. La fortuna le ofrece una oportunidad cuando es capturado el célebre forajido Ben Wade (Russell Crowe), un violento y despiadado atracador cuya banda lleva años asolando la vía férrea de la Southern Pacific, asesinando a quien encuentran a su paso. Pero el arresto de Wade no es sino el primer paso, ya que tendrá que ser escoltado hasta la ciudad de Contention. Desde allí, sale un tren con un vagón-celda que le llevará a Yuma para ser juzgado por un tribunal federal. Este viaje de tres días se convertirá en una pesadilla ya que detrás del aspecto encantador de Wade se esconde un manipulador capaz de sacar partido del menor asomo de debilidad. Remake del clásico "El tren de las 3:10" de 1957, dirigida por Delmer Daves y protagonizada por Glenn Ford.
     La historia de Elmore Leonard, «EL TREN DE LAS 3:10», publicada por vez primera en 1953 en Dime Western Magazine, fue trasladada a la pantalla grande cuatro años más tarde en un largometraje dirigido por Delmer Daves a partir del guión escrito por Halsted Welles. El argumento es simple: Dan Evans, un pretendido ranchero desesperadamente necesitado de dinero, se ofrece voluntario para escoltar al infame forajido Ben Wade hasta el tren que le llevará a prisión. El director James Mangold tenía diecisiete años cuando vio por primera vez el western de 1957, y éste le causó una impresión indeleble. «Me impresionó mucho porque las cuestiones que la película planteaba acerca de la moralidad, el coraje, el honor y la familia eran muy sofisticadas. Los personajes de Ben Wade y Dan Evans resultan de una complejidad mucho mayor que la simple diferenciación entre blanco y negro, y la historia no sólo ofrecía un alto potencial de acción sino también un tipo de claustrofobia —única en el western— que hace que esos personajes tan opuestos se vean forzados a una proximidad tan estrecha como intensa. Mangold obtuvo inspiración de EL TREN DE LAS 3:10 para la escritura y dirección de su segundo largometraje, Copland (Cop Land, 1997), un drama aplaudido atronadoramente que protagoniza Sylvester Stallone como humilde sheriff de barrio que se enfrenta a un grupo de policías corruptos de la ciudad de Nueva York. «Copland se hizo a imagen de EL TREN DE LAS 3:10» —comenta el director—. «De hecho, hago que el personaje principal se llame Sheriff Freddy Heflin, según Van Heflin, quien encarna a Dan Evans en el film original». Mangold comenzó a jugar seriamente con la idea de un remake de EL TREN DE LAS 3:10 mientras dirigía Identidad (Identity, 2002) para Columbia Pictures, que detentaba los derechos del film. «La idea me asaltó: ¿por qué no intentar abordar directamente el film original y las ideas que connotaba la historia original desde una perspectiva actual?» —comenta—. «En ocasiones, la tierra más atractiva es aquella que no se ha arado últimamente, y me estaba dando la impresión de que el western se había abandonado en esta última década con todo y tratarse de una parte incontestable de toda la historia de la realización cinematográfica norteamericana.


    La productora de Mangold desde hace mucho, Cathy Konrad, cuya colaboración profesional con el cineasta se retrotrae a Copland, se mostró entusiasmada ante ese posible remake. Konrad, que había visto por primera vez el EL TREN DE LAS 3:10 de 1957 durante la producción de Copland, pensó que acaso el público contemporáneo podría apreciar la historia de un hombre corriente obligado a probarse en las circunstancias más duras. «Creo que a la gente le gusta sentirse identificada con los héroes que resultan ser gente real. Existen otros modos de ver el mundo y de mirar los conflictos de modo distinto a las historias de superhéroes» —comenta—. «Hay algo muy atractivo en la lucha que afronta la gente en los westerns, pues la define mientras se asientan en las tierras y establecen una familia. No hay modo simple de poner solución a los problemas. Hay que horadar muy hondo en uno mismo y reflexionar acerca de quién se es y de qué es lo que importa. Puede que el escenario sea añejo, pero los temas resultan de lo más actual».
    Mientras Mangold se dedicaba de pleno a la escritura del guión de En la cuerda floja (Walk the Line, 2005), junto con Konrad designaron un equipo de guionistas integrado por Michael Brandt y Derek Haas con el objetivo de que comenzaran a revisar el guión de EL TREN DE LAS 3:10. Mangold y Konrad se inspiraron sobremanera en el guión original de Halsted Welles, un escritor respetado en cuyos créditos podían hallarse clásicos como El árbol del ahocardo (The Hanging Tree, 1959), con Gary Cooper, y más de 100 horas de televisión en directo de la «época dorada». Sin embargo, Mangold y Konrad querían que apareciera el viaje entre Bisbee y Contention, apenas entrevisto en el film original, para incrementar el drama en su producción. Trabajaron junto a Brandt y Haas con miras a perfilar cuidadosamente la ruta que emprenden Wade y sus guardianes, atravesando territorio apache, así como a través de las montañas donde equipos de trabajo se abren paso a dinamitazos por entre las rocas para construir la vía férrea transcontinental. Desarrollaron personajes nuevos, como Byron McElroy (Peter Fonda), un cazador de recompenses que ya se las había tenido con Wade anteriormente.
    Brandt informa: «A todos nos encanta el film original, pero estábamos procurando dar con el modo de adaptarlo al gusto del público actual. A Jim le asistía la idea de ‘hacer la cinta más áspera. Muy real’».

    EL TREN DE LAS 3:10 retrata un mundo donde el lugar común lo ocupan por igual la violencia y la corrupción. Un lugar donde Ben Wade, un delicuente tan carismático como carente de remordimientos, no sólo puede prosperar sino forjarse una leyenda. Se trata del tipo de forajido retratado con pincelada romántica en aquellas novelas de diez centavos que tanto adora Hill, el hijo mayor de Dan. Haas nos comenta: «Wade resulta ser alguien duro y con encanto, algo así como el equivalente actual de una estrella del rock. Es el tipo que todos anhelan ser, con la salvedad de cuando eres quien sostiene la pistola apuntándole».

    El peligroso atractivo que genera Wade es esencial en esta nueva exploración que el film efectúa sobre esa admiración que despierta tanto el héroe como el antihéroe. En esta línea de dar consistencia al tema, los cineastas escogieron extender el papel de Will Evans, a quien en el film original sólo se le ve en un puñado de escenas. En la versión nueva, Wade cautiva a este chico de 14 años y por ello huye de casa a hurtadillas para unirse al grupo de guardianes que escoltan al criminal camino de Contention. Mangold nos comenta: «Casi se trata de un triángulo amoroso, con Dan Evans y Ben Wade teniéndoselas por el afecto del joven, quien se siente atraído por este delincuente e impactado por el hecho de ser alguien con buenas maneras, educado y muy inteligente, acaso incluso brillante. En muchos sentidos, Wade encarna una fantasía masculina: el héroe que resulta un superhombre a un tiempo letal y gentil. Con Will más presente a lo largo de toda la película, pudimos explorar la realidad de la paternidad, la realidad de tener que proveer, la realidad de lo que implica ser fiel a las leyes por contraposición a la irrealidad que comporta la vida que Ben Wades lleva».

    Aunque ha acompañado a Mangold la intención de modernizar el western en términos de acción y ambiente, también se ha centrado por igual en proveer al film de actores que transpiraran la autoridad de los héroes y villanos del western clásico. «Era importante transmitir esa sensación de masculinidad, de poder y capacidad, algo intrínseco en todo western» —destaca el director. Con ello en mente, el oscarizado Russell Crowe [Gladiator (Gladiator, 2000); Una mente prodigiosa (A Beautiful Mind, 2001)] se erigía como una elección natural para el carismático y astuto Ben Wade. «Russell era con quien habíamos estado pensando desde el principio para encarnar a Wade; aporta al personaje cierta implicación muy masculina, vigorosa y diáfana. Resulta de lo más difícil sumergirse en otra época y dar al tiempo con la manera de no dejar de ser uno mismo en la piel del personaje que corresponde, sin perjudicar además la puesta en escena y el aspecto de ese mundo. Y Russell es él mismo enteramente en L.A. Confidential (L.A. Confidential, 1997); Gladiator; o EL TREN DE LAS 3:10, y aun así resulta completamente creíble para con la época de esos filmes».

    Para Crowe, aceptar el papel fue una decisión fácil: «Llevaba un tiempo queriendo trabajar con Jim y había una energía básica en el personaje de Ben Wade que me encantaba» —explica. Wade es un hombre implacablemente resolutivo y de juicio brillante; un hombre que de errar no puede esperar clemencia alguna. Crowe cree que la estricta perspectiva de su personaje se la ha ganado a pulso y tiñe cada una de sus acciones. «Hay una escena en la que Wade habla de una época en la que leyó la Biblia de principio a fin, y las razones por las que la leyó entera. Para mí, aquí está la esencia acerca de quién es Ben. La lectura del Libro sagrado de punta a punta no fue una experiencia muy agradable para él, y yo procuro adoptar la actitud de que él no cree en un Dios benevolente. Se encalló en algún lugar del Viejo testamento, y aún no ha salido de ahí».

     

    Christian Bale [Rescue Dawn (2006); Batman Begins (Batman Begins, 2005)] encarna a Dan Evans, el ranchero arruinado y veterano de la Guerra civil que recupera su fuerza y propósito moral intentando cumplir la promesa de transportar a Wade en el tren. Mangold describe a su refractario héroe: «Dan Evans es un hombre cuya vida arrastra a cuestas, cojeando, mientras trata de sortear los obstáculos que se le echan. Para ello, era interesante incluir en el reparto a alguien con el tipo de vigor que posee Christian. Dispone de un tipo de intensidad e integridad que brota de su mirada. Creo que ello encaja en un personaje de gran nobleza, alguien con quien nos identificamos».

    Bale aceptó el papel con avidez: «Me gusta leer muchos guiones, aunque sólo muy de tarde en tarde hay alguno que se ajusta a mí. Y éste lo hizo. Es una gran historia, un cuento moral clásico, como de hecho lo son la mayoría de los grandes westerns» —el actor se sintió atraído por la dinámica que se generaba entre Evans y Wade, que alcanza a forjar una amistad singular a lo largo del viaje de tres días—. «Entre ambos se genera una enorme batalla de voluntades, y el choque de dos filosofías distintas; aunque existe comprensión y acuerdo acerca de lo que es la sociedad. Pero les asisten enfoques absolutamente opuestos acerca de cómo tenérselas con esa sociedad».

    Ben Foster [X-Men 3 – La decisión final: X-Men: The Last Stand, 2006); A dos metros bajo tierra (Six Feet Under, episodios 2003-3005)] se incorporó al reparto como Charlie Prince, el fiel brazo derecho de Wade, alguien extraordinariamente despiadado. Konrad alaba a Foster porque el actor ha hallado en su personaje, un pistolero desalmado, notas de devoción filial y de orgullo—. «Uno hubiera podido leer el guión y pensar que Charlie Prince es el tipo más malo de todos los tiempos. Pero lo que Ben aporta es una vulnerabilidad increíble. Charlie adora a su jefe, le encanta trabajar para Ben Wade. Ben ha inyectado toda esta otra dinámica a la relación que añade mucho a la película».

    Para Foster, la violencia de Prince no es sólo parte de su naturaleza, se trata de algo inherente a sus circunstancias y a su tiempo. «Interpreto a un hombre que trata de rescatar a alguien que significa mucho para él» —explica el actor—. «Y se trata del Viejo Oeste, donde la moral de supervivencia resulta considerablemente dura. La vida es barata».

    Toda una leyenda de Hollywood como Peter Fonda [El oro de Ulises (Ulee’s Gold, 1997)], nominado al Oscar, se incorporó al reparto como el cazador de recompensas Byron McElroy. Existe gran tensión entre el cazador de recompensas y Wade que se hace más incisiva que la que podría derivarse del simple conflicto entre autoridad y criminal. «Me da la impresión de que se trata de las dos caras de la misma moneda» —subraya Fonda—. «Ambos son asesinos, sólo que se supone que McElroy trabaja para la ley y Wade lo hace por su cuenta con el objetivo de hacerse con todo ese botín procedente de la vía férrea».

    Fonda, quien debutó como director cinematográfico con un western de 1971, Hombres sin fronteras (The Hired Hand, 1971), aplaude Mangold por un enfoque que se ajusta tanto al género como a la misma historia. «Hay grandes cantidades de acción, que es el modo en que actualmente apreciamos las cosas. Pero también creo que es un modo mejor de narrar la historia original de 3:10, un modo más adecuado de mostrar la evolución de los personajes. Se trata de un western épico con muchos puñetazos».

    El combinado de realizadores, historia y estrellas cinematográficas ejerció como reclamo para un reparto de secundarios verdaderamente soberbio, en el que hallamos a Gretchen Mol [The Notorious Bettie Page (2005)], como Alice Evans; Logan Lerman [El número 23 (The Number 23, 2007)] como Will Evans; Dallas Roberts [En la cuerda floja (Walk the Line, 2005)] como Grayson Butterfield; Alan Tudyk [Un lío embarazoso (2007)] como Doc Potter; Kevin Durand [Cerdos salvajes (Wild Hogs, 2007)] como Tucker; y Vinessa Shaw Las colinas tienen ojos (The Hills Have Eyes, 2006)] como Emma, una chica de salón que activa la imaginación de Wade.

    El rodaje de EL TREN DE LAS 3:10 se emprendió en Nuevo México el 23 de octubre de 2006 y se prolongó durante 54 días, finalizándose el 26 de enero de 2007.

    Se trata de la tercera cinta de Mangold con el reconocido director de fotografía Phedon Papamichael, tras En la cuerda floja e Identidad (Identity, 2003). Realizador y director de fotografía han mantenido en todo momento un estilo moderno, nada recargado, que consideraron adecuado para el suspense y la fisicidad de la cinta. «Esta película no es Bailando con lobos (Dance With Wolves, 1990). No va de decorados, paisajes, y amplitudes espaciales» —comenta Papamichael—. «Queríamos transmitir una sensación más tosca y desatada. La gente recibe el mazazo inesperadamente. De tal manera que en realidad no queríamos diseñar los planos específicos de especialista o los montajes que requieren al especialista. Una de mis inspiraciones proviene de las escenas de combate de Salvar al soldado Ryan (Saving Private Ryan, 1998). Hemos recurrido a mucho metraje rodado cámara al hombro, evolucionando por entre la gente».

    «Se hacía importante que la película transmitiera una sensación de agresividad, de mucha vida e imperativa inmediatez, nada que ver con ningún tipo de homenaje o imitación de un film de antaño» —aclara Mangold—. «De hecho, traté de olvidarme de casi todo lo referido a los grandes westerns, hasta el punto de rodar como si me hallara en Nueva Jersey, la ciudad de Nueva York, Los Ángeles, o cualquier otro lugar. Simplemente como si estuviera rodando algo que estaba pasando ante la cámara; existen surcos naturales en los que caeremos, el modo espontáneo en que la gente se dispone en el encuadre en un duelo de pistolas. No es como si fuéramos a descubrir el mundo otra vez, pero creo que si no hacemos referencias a otras películas empezamos desde mejor posición».

     

    EL TREN DE LAS 3:10 transmite una sensación de vida visceral en el Viejo Oeste, mientras refleja un mundo que es duro y peligroso pero que al tiempo también se halla a punto de cambiar demoledoramente gracias a la construcción de la vía férrea transcontinental. El diseñador de producción Andrew Menzies ha supervisado la creación de cuatro escenarios distintos, entre los que se halla el rancho de los Evans; la ciudad fronteriza de Bisbee; la ciudad de Contention, lugar en el que está la estación de tren; y la estación de tren más el área circundante. El aspecto de las dos ciudades en el film, Bisbee y Contention, refleja las particulares circunstancias de ambas y su proximidad a la nueva vía férrea. La ciudad más próxima al rancho de los Evans, Bisbee, es una aldea fronteriza y rural reducida a sus estructuras mínimas donde un alpende en mal estado hace las veces de comedero. Por otro lado, Contention es una ciudad en expansión con su propia estación de tren, un nuevo y lujoso hotel y telégrafo.

    «La investigación fue fascinante» —comenta Menzies, nacido en Inglaterra—. «He aprendido mucho sobre el Oeste y lo duro que era para la gente que se asentaba allá; no les era posible pasar el año si no lograban hacer acopio suficiente de alimentos o de dinero que les permitiera superar el invierno. Es impresionante tomar conciencia de lo rápidamente que creció este país en la última parte del siglo XIX».

    Para crear el vestuario del film, Mangold y Konrad recurrieron a su colega de hace mucho, Arianne Phillips, nominada al Oscar por su labor en En la cuerda floja (Walk the Line, 2005). La veterana diseñadora organizó un departamento de vestuario que ya tuviera una amplia experiencia en filmes de westerns, con el que se creó prácticamente el 80% de la ropa que viste el reparto principal. A lo largo de su investigación, Phillips obtuvo información e ideas no sólo de fuentes tradicionales sino también de memorias de gente en particular y de cartas a casa de los soldados. En la confección de las ropas propiamente dicho, hizo uso de técnicas distintas para envejecer o alterar el aspecto y textura de la tela, con miras a reflejar el desgaste y la rotura debido al estilo de vida y entorno.

    Por supuesto que la personalidad de los personajes y su historia también jugaron un papel importante. Dado que Dan Evans ha perdido una pierna, Phillips construyó un dispositivo ortopédico que imita el que un ranchero hubiera podido hacer por sí mismo. También colaboró con Russell Crowe para la elaboración del vestuario de Ben Wade, tomando en consideración la opinión del actor en cuanto a que el forajido se inclinaría por unas prendas negras. «Imaginé que Wade era un hombre que sin lugar a dudas tenía algo de dinero en el bolsillo, y cierta sofisticación» —comenta Phillips—. «Claramente, viste lo que él mismo se hace. No se trata de un dandy, pero ciertamente es un hombre con presencia física. Así que usamos algo de bordado, algo de piel y de terciopelo. A distancia, puede parecer una silueta oscura muy simple, pero de cerca se percibe toda esa personalidad, textura y profundidad. Y ese es el tipo de sutilidad, a falta de una palabra mejor, y de temple del que creo que Ben Wade participa».

    Ese tipo de sutilidad es el que está presente a lo largo de todo EL TREN DE LAS 3:10, un western con músculo, emocionante, que remite a todo menos al tópico. Para Bale, el atractivo de EL TREN DE LAS 3:10 resulta tan inmediato e intemporal como el propio argumento. «En un western, todo se reduce a lo más básico: la historia de un hombre contra los elementos, de un hombre contra otro hombre, de un hombre contra sí mismo» —comenta el actor. A lo que añade: «Y entonces, está ese gran divertimento básico que consiste en ver a un puñado de tipos duros disparándose los unos a los otros».(4)
    CITAS:
    1.- http://www.filmaffinity.com/es/film152520.html
    2.- http://www.filmaffinity.com/es/film433829.html
    3.- http://es.wikipedia.org/wiki/3:10_to_Yuma_%28pel%C3%ADcula_de_2007%29
    4.- http://www.labutaca.net/films/55/310toyuma1.htm

martes, 30 de julio de 2013

DJANGO DESENCADENADO



 

Django Unchained (Django desencadenado en España y Django sin cadenas en Hispanoamérica) es una película del Oeste escrito y dirigido por Quentin Tarantino, protagonizado por Jamie Foxx, Leonardo DiCaprio y Christoph Waltz. Se estrenó en los cines de Estados Unidos el 25 de diciembre del 2012.
 
FICHA TÉCNICA
 

Django Unchained
Django Unchained logo.png
Logotipo de la película
TítuloDjango desencadenado (España)
Django sin cadenas (Hispanoamérica)
Ficha técnica
DirecciónQuentin Tarantino
ProducciónReginald Hudlin
Stacy Sher
Pilar Savone
GuionQuentin Tarantino
FotografíaRobert Richardson
MontajeFred Raskin
ProtagonistasJamie Foxx
Christoph Waltz
Leonardo DiCaprio
Samuel L. Jackson
Kerry Washington
 
Datos y cifras
País(es)Estados Unidos
Año2012
GéneroWestern
Drama
Duración165 min.


Idioma(s)Inglés
Compañías
ProductoraA Band Apart
DistribuciónThe Weinstein Company (EE.UU.)Columbia Pictures (Internacional)
Presupuesto100 000 000 USD
Recaudación420,951,239 USD
Ficha en IMDb
Ficha en FilmAffinity
 
 

Sinopsis

La historia se desarrolla en Texas en 1858, dos años antes de estallar la Guerra de Secesión.
Un dentista alemán y cazarrecompensas, el Dr. King Schultz (Christoph Waltz) consigue liberar a Django (Jamie Foxx), un esclavo negro vendido a los hnos. Speck (James Remar y James Russo). Schulze se vale de Django para encontrar a los tres hnos. Brittle, vivos o muertos, sobre los que pesan sendas recompensas. A cambio, Schulze ofrecerá a Django su libertad y le enseñará el oficio de cazarrecompensas, enseñándole a usar la pistola.
 
Tras un fructífero invierno en el que Django y Schulze se llenan bien los bolsillos, Schulze ofrece a Django la posibilidad de viajar a Mississippi y liberar a su mujer Broomhilda (Kerry Washington), también esclava en una plantación de algodón propiedad de Calvin J. Candie (Leonardo DiCaprio). Para contactar con el despiadado terrateniente, ambos protagonistas fingen estar interesados por las peleas de mandingos y proponen a Ms. Candie la compra de un luchador negro por U$ 12.000.
 
Sin embargo, el jefe esclavo de la mansión Candie, Stephen (Samuel L. Jackson) descubre que la verdadera intención de Schultz y Django es la de liberar a Broomhilda y pone en alerta a Candie, quien entonces hará todo lo posible por no deshacerse de su esclava, lo que provocará una lucha salvaje y sin cuartel entre Django y la mansión Candie.

Reparto


'Django Unchained' still


Para el protagonista, Django, se pensó al principio en Will Smith, pero finalmente el papel fue para Jamie Foxx.
 
Kevin Costner iba a interpretar a un sádico entrenador de esclavos que organiza peleas clandestinas en la plantación, pero al final por problemas de agenda se confirmó que no participaría en la película y que el papel sería interpretado por Kurt Russell. Sin embargo, el propio Russell abandonó el papel mientras el proyecto estaba en marcha. Finalmente fue Walton Goggins el llamado a interpretar a Billy Crash.
 
Inicialmente, Sacha Baron Cohen iba a formar parte del reparto con un pequeño cameo, pero finalmente no apareció por problemas de agenda.

Premios


PremioCategoríaCandidatosResultado
Premios ÓscarMejor películaReginald Hudlin, Stacy Sher, Pilar SavoneNominada
Mejor actor de repartoChristoph WaltzGanador
Mejor guion originalQuentin TarantinoGanador
Mejor fotografíaRobert RichardsonNominado
Mejor edición de sonidoWylie StatemanNominado
Premios Globos de Oro
Mejor Película - DramaReginald Hudlin, Stacy Sher, Pilar SavoneNominada
Mejor directorQuentin TarantinoNominado
Mejor actor de repartoLeonardo DiCaprioNominado
Mejor actor de repartoChristoph WaltzGanador
Mejor GuionQuentin TarantinoGanador
Premios BAFTA
Mejor directorQuentin TarantinoNominado
Mejor guion originalQuentin TarantinoGanador
Mejor actor de repartoChristoph WaltzGanador
Mejor montajeFred RaskinNominado
Mejor sonidoMark Ulano, Michael Minkler, Tony Lamberti, Wylie StatemanNominados

 

Desarrollo

El desarrollo de Django Unchained empezó en 2007, cuando Quentin Tarantino, hablando con The Daily Telegraph discutió sobre una idea para hacer un spaghetti western ambientado en el sur profundo de Estados Unidos, que él llamó "southern", afirmando que quería "hacer películas que trataran del horrible pasado de Estados Unidos con la esclavitud y esas cosas, pero como lo hacen los spaghetti westerns, no como las películas de temática social. "Quiero hacerlo como si fueran películas de género, que nadie aborda en Estados Unidos porque se avergüenzan de ello, y otros países no tratan sobre ello porque no sienten que tengan derecho a hacerlo."
 
El 2 de mayo de 2011, se confirmó que el título de esta película sería Django Unchained y que contaría la venganza de un esclavo a su antiguo amo. Tarantino terminó el guion el 26 de abril de 2011, y entregó el proyecto definitivo a The Weinstein Company.
 
La fotografía principal comenzó en California el 11 de noviembre, Wyoming en febrero de 2012, y Luisiana en marzo de 2012. Es la primera película de Tarantino no editada por Sally Menke, fallecida en el año 2010.
 

Curiosidades

  • En la escena de entrada a la casa de citas de DiCaprio aparece una reproducción del busto de Nefertiti, que no fue descubierto hasta 1912, muchos años después de la ambientación de la película.
  • Cuando el Sr. Speck, el traficante que vende a Django al Dr. King Schultz, yace bajo el caballo, le dice a sus esclavos que lo lleven a un doctor, en "El Paso", es una clara referencia a Kill Bill, ya que es en ese pueblo, donde se produce "la masacre de Two Pines".
  • En la escena en la que Leonardo DiCaprio (Candie) se corta la mano al golpear una copa contra la mesa después del discurso en Candyland no estaba prevista de esa manera, ya que DiCaprio realmente se cortó con el cristal, siendo la sangre que se ve en la película totalmente real, y aun así, él siguió con la escena.
  • Fiel a su estilo, Tarantino hace un cameo siendo parte de los empleados de "The LeQuint Dickey Mining Company", posteriormente Django, dispara a la dinamita que traía con el y lo hace explotar
  • En la escena en que Django es llevado por los empleados de "The LeQuint Dickey Mining Company" le pide a los esclavos una bolsa con dinamita, sin embargo, ésta no fue patentada hasta 1867.
  • Django utiliza gafas de sol, pero estas no fueron inventadas a escala comercial hasta 1929 por Sam Foster.
  • En la escena en que Leonardo DiCaprio bebe un cóctel en un coco, utiliza una pajilla (pajita) que parece de papel, pero este fue inventado hasta 1888.,(1)
 


Django desencadenado
LOS DOS DJANGOS FRANCO NERO Y JAMES FOXX

 
COMENTARIOS:

La historia de “Django desencadenado” está ambientada en el Sur de los Estados Unidos, dos años antes de estallar la Guerra Civil. El Dr. King Schultz es un cazarrecompensas de origen alemán que sigue la pista de unos asesinos: los hermanos Brittle. Para lograr su objetivo busca la ayuda de un esclavo llamado Django (Jamie Foxx). El poco ortodoxo Schultz se hace con Django bajo la promesa de dejarlo en libertad una vez que hayan capturado a los Brittle, vivos o muertos. El éxito que obtienen en su cometido hace que Schultz libere a Django, pero ambos deciden no separarse y seguir juntos su camino. Django perfecciona su destreza como cazador con un único objetivo: encontrar y rescatar a Broomhilda, la esposa que perdió hace tiempo en el mercado de esclavos. La búsqueda de Django y Schultz finalmente los lleva hasta Calvin Candie, propietario de la infame plantación Candyland. Django y Schultz exploran las instalaciones y despiertan las sospechas de Stephen, el esclavo de confianza de Candie.
 

"Tarantino infunde este denso material de tantos toques divertidos, sorprendentes e inesperados, que resulta constantemente estimulante" 
Todd McCarthy: The Hollywood Reporter
  •  
    "Si convenimos en que 'Malditos bastardos' era una obra maestra (...) habrá que dar a 'Django desencadenado' tratamiento parejo. Son muy parecidas en concepto y estructura (...) Puro Tarantino, amarrado con la fuerza física, visceral, de un Sam Fuller (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 4)" 
    Jordi Batlle Caminal: Diario La Vanguardia

     
     
    CITAS:


    1.- es.wikipedia.org/wiki/Django_Unchained


    2.- http://www.labutaca.net/peliculas/django-unchained/
    3.- http://www.filmaffinity.com/es/film929558.html

    jueves, 20 de junio de 2013

    MIDNIGHT IN PARIS

    MEDIANOCHE EN PARÍS







     Midnight in Paris (Medianoche en París en Hispanoamérica) es una comedia, ganadora del Óscar al mejor guión original, escrita y dirigida por Woody Allen, que se presentó en la apertura del Festival de Cannes de 2011. La película ha sido la más taquillera de Allen en los Estados Unidos.




    SINOPSIS

    La historia se desarrolla en París, y cuenta las vicisitudes de una familia en viaje de trabajo así como de la pareja protagonista, Gil Pender (Owen Wilson), un exitoso pero desilusionado guionista de Hollywood y su prometida, Inez (Rachel McAdams), que se encuentran de vacaciones. Las diferentes experiencias vividas en la ciudad por este grupo de personas darán un giro a sus vidas.(1)

    FICHA TÉCNICA

     Título (Midnight in Paris , 2011 )

     País: España - Estados Unidos

     Idioma: Inglés

     Duración: 100 min.

     Censura: Todo espectador

     Género (s): Comedia - Romance

     Director: Woody Allen

     Actores: Owen Wilson, Rachel McAdams, Michael Sheen, Nina Arianda, Carla Bruni, Alison Pill, Corey Stoll, Sonia Rolland, Kathy Bates, Marion Cotird, Adrien Brody

     Otros: Woody Allen (guión)



    PREMIOS

    Categoría             Persona                    Resultado

    Premios Óscar 2012

    Mejor película Nominada

    Mejor dirección  Woody Allen              Nominado

    Mejor guion original  Woody Allen        Ganador

    Mejor dirección artística Jim  Clay         Nominado

    Globos de Oro 2011

    Mejor película - comedia o musical        Nominada

    Mejor dirección  Woody Allen              Nominado

    Mejor actor - comedia o musical Owen Wilson  Nominado

    Mejor guion  Woody Allen                   Ganador

    Goya 2012

    Mejor guion original Woody Allen       Nominado

    Premios del Sindicato de Actores 2011

    Mejor reparto                                     Candidata


    COMENTARIOS:

    Suenan las doce campanadas... y comienza la magia. No es 'Cenicienta' es 'Medianoche en París', la deliciosa fábula de un Woody Alen que se sirve de toda su genialidad para dilapidar la falacia comúnmente aceptada de que 'cualquier tiempo pasado fue mejor'.

    En 'Medianoche en París' hay mucho que disfrutar y que celebrar. Sobre todo el regreso del mejor Woody Allen. Su aventura francesa es sin duda lo más certero que ha firmado desde 'Macht Point'.

    Tras las fallidas 'El sueño de Casandra' y 'Vicky Cristina Barcelona' -La bella ciudad condal debe sentirse agraviada si compara su cinta con la francesa- y el poco pulso que demostró en 'Si la cosa funciona' y 'Conocerás al hombre tus sueños', Allen se redime dando un paso más. Ofrece todas las virtudes que se le presuponen y alguna otra ya casi olvidada. Golpes dignos de sus trabajos sobresalientes de antaño.

    Lo hace con un cuento hadas presentado con un planteamiento de lo más terrenal. Su alter-ego es un notable Owen Wilson. El actor interpreta a Gil, un guionista californiano cuyas aspiraciones literarias están aletargadas por la maquinaria y los talonarios de Hollywood.

    Para liberar el genio que lleva dentro decide viajar a París buscando la inspiración en la urbe que durante los años veinte fue refugio y vivero intelectual de artistas de la talla de Ernest Hemingway, Pablo Picasso, Scott Fitzgerald, Salvador Dalí o Luis Buñuel.

    Pero, para su desgracia, no ha viajado solo. Le acompaña su prometida, una pragmática pija a la que da vida Rachel McAdams, y sus suegros, fervientes votantes del partido republicano que no ven en él otra cosa que una decepción con brazos y piernas. Una sensación muy familiar. Para más inri, allí coinciden con Paul, un antiguo compañero de universidad de su novia que es tan estirado y sabelotodo que el calificativo de pedante se le queda corto. El yerno que querrían sus futuros suegros. Otra historia familiar.

    Tras una de estas tediosas cenas aguantando la remilgada cocina francesa y el monumental ego de Paul -encarnado a la perfección por Michael Sheen-, Gil decide dejar a sus acompañantes para pasear solo por las calles de París. Perdido por la ciudad del amor, se sienta en unas escaleras a recuperarse de los daños ocasionados por el vino local. Otro guiri borracho tirado en la calle.

    Cuando el reloj da las doce, un coche de hace casi un siglo llega lentamente. Para a su lado. Se abre una puerta y sus alegres pasajeros le invitan a subir. A partir de ahí... pura y auténtica MAGIA cinematográfica. Sí, con mayúsculas.

    Ese viejo coche es su billete hacia su propio paraíso: el París de los años veinte donde se codeará con la élite de la bohemia artística. Unos personajes que a Gil fascinan y que al espectador -siempre que esté mínimamente versado en la literatura, la pintura, el cine y las artes en general del último siglo- divertirán como pocas veces lo ha conseguido Allen. Y eso es decir mucho.

    Gil, y el público, se debate entre dos mundos. Por el día intenta escabullirse de sus compromisos para poder escribir, mientras que durante la noche disfruta de lo que para él es la mejor época de la Historia. Pero la edad de oro con la que siempre soñó pronto le traerá también infelicidades. Allen hace así bueno el axioma sobre el que edifica su genial entramado: Vivir, sea cuando sea, es en sí mismo un trabajo insatisfactorio.

    Es la moraleja, o mejor dicho una de ellas, que nos deja la genial y ocurrente fábula de Woody Allen. Un carta de amor a París, al arte de este siglo y a su cine. Una cita imprescindible con una deliciosa fotografía y una ensoñadora banda sonora. ¡Ah! También sale Carla Bruni. Eso sí, todo... a partir de medianoche. (2)



    MIDNIGHT IN PARIS es el “regalo de enamorado” de Woody Allen a la Ciudad de la Luz, a la que considera a la altura de Nueva York, como la gran ciudad del mundo. “Claro que soy parcial respecto a Nueva York, porque nací y crecí allí, pero si no viviera en Nueva York, París es la ciudad donde viviría”, dice Allen. La película es la segunda que el director estadounidense rueda en París, tras una parte de Todos Dicen I Love You. “Disfruto mucho presentando París al público tal y como la veo. Como con Nueva York, que yo la presento de una forma y otros directores de otra, alguien podría venir y rodar París de forma completamente distinta. Yo quiero presentarla a mi manera, proyectando mis sentimientos sobre ella”.

    Medianoche en París es el tipo de fábulas donde la noche no es solo el periodo entre la puesta y la salida del sol, sino una dimensión distinta. En ellas, un personaje “normal” cruza un umbral invisible y entra a una realidad con reglas y códigos propios. Lo familiar se ve sospechoso pero no tanto como para definirse como un sueño, una alucinación o un roce con lo sobrenatural. Esta tampoco es una película sobre “grandes personajes”, sino sobre la experiencia agridulce de fraternizar con personas cuya obra será venerada cuando nadie –mucho menos ellos– lo hubiera podido saber.

    El punto de vista agridulce entre triste y ventajoso del “fan retrospectivo” puede ser imaginado por cualquier espectador. Una película que, por sus referencias, podría ser considerada la más elitista de Allen es justo la que se conecta con una fantasía colectiva: la de vivir en el momento en el que “se escribe la historia” (y luego comprobar que nadie lo experimenta así).

    Como Medianoche en París también es una película escrita desde la fascinación, hay quien opina que es el colmo de la autoindulgencia de Allen. Un reproche a su vez cómodo y trillado, fácil de hacer a quien lleva cuatro décadas tocando los mismos temas, haciéndolo en el mismo tono, y poniéndolos en boca de personajes que solo cambian de aspecto y de nombre. La ironía es que incluso los que lo llaman “caduco” siguen al pendiente de su siguiente película, y en el fondo no esperan algo distinto de él. A nadie le irrita su indiferencia a la tecnología, que no haga una cinta política o con “enfoque ecológico”, ni espera que sus personajes respondan con “sí” o “no”. Si sus películas ya no son eje de la cultura cinematográfica, no es problema de las películas sino de la fugacidad de los ejes. Puede que el cine de Allen hoy esté en la periferia, pero es una coordenada que nadie se atrevería a ignorar.

    La relación entre el director y el público de su país lleva un tiempo agrietada, y empeoró cuando en los últimos años cambió Nueva York por Europa. La crítica se sumó al desprecio diciendo que filmaba con la superficialidad de un turista y que pretendía contar historias de locales que al final se comportaban como neoyorquinos ricos. A la luz de esos ataques, Medianoche en París es toda una provocación: abre con una sucesión de vistas clásicas/icónicas/choteadas de la ciudad, primero bajo un cielo abierto, luego en días lluviosos, en la mañana, al mediodía y en la puesta del sol. La última toma es nocturna: al fondo la Torre Eiffel, y el cielo iluminado por la proverbial Ciudad luz. Más tarjeta postal, imposible. El cuadro es contundente y el mensaje también: será un lugar común, pero nada se parece a la (media) noche en París. Aun así, en esta y otras películas, los paisajes de calendario existen para ser manchados por uno o varios gringos, ya sean viajeros deslumbrados y cursis o aquellos a los que las ciudades de Europa les parecen desordenadas, con hábitos poco higiénicos y sin supermercados suficientes.

    Ni sus películas de las primeras décadas, ni las inglesas, la catalana o francesa de los últimos años han aspirado a ser joyas del realismo social. Sus famosos neoyorquinos cultos y verborreicos habitan una zona postal asentada en el imaginario del público que creció viendo cine. El llamado “NYde Allen” incluye puentes, rascacielos y parques emblemáticos, pero su mapa más bien traza la ruta hacia bloqueos creativos, crisis amorosas y angustias existenciales, según suele recorrerlas el habitante menos “promedio” de la ciudad.

    Si el personaje público de Allen –el de rutinas de comedia, películas, obras de teatro, cuentos y ensayos– sigue activo a pesar del tiempo es porque se define como un escéptico de lo novedoso. En cada época, las modas culturales, el activismo y las formas experimentales lo definen por oposición. Siempre será el outcast ajeno a “lo relevante”, lo que no significa que esté fuera de su radar. Desde la instructora de aerobics que habla de astrología en una fiesta de intelectuales (Husbands and wives), los hipsters que hacen fila para ir al concierto del grupo “Anal Sphincter” (Whatever works) y los futuros suegros de Gil en Medianoche en París, diseña personajes que encarnan todo lo que le parece ridículo, pretencioso o republicano. Como parte de un mismo perfil, los padres de Inez desprecian a Gil por su vocación de mediocre, dicen que el Tea Party está formado por “gente decente que quiere recuperar el país”, y se divierten como locos con películas de las que no recuerdan la historia.

    Pero no son los “hombres simples” a quienes Allen considera una plaga de la civilización. Son, por el contrario, los eruditos esnobs: intelectuales de cafetería que imponen su visión sobre las Grandes Teorías al primero que se deje embaucar. Quizá la escena de su filmografía que más placer vicario ha provocado a los que comparten su fobia es aquella de Annie Hall en la que Marshall McLuhan se materializa en la fila de un cine para decirle a uno de sus pseudoexégetas que “no sabe nada sobre sus teorías”. La fantasía de callar al especialista en Fulanito con el respaldo de Fulanito es otro de los guiños de Medianoche en París. Además de reproducir los tics y melindres de Allen, el personaje que interpreta Owen Wilson es una especie de caja negra de todo lo alleniano en el mundo. Ya que Gil es una versión casi idéntica de Woody, es lógico que su antagonista sea un connoisseur que recita de memoria el catálogo de un museo con ademanes de fastidio pero pierde la compostura si alguien lo contradice –ya sea la guía del museo o, por supuesto, Gil. En esta historia no sería posible invocar a Picasso pero basta con que el protagonista sepa (y nosotros junto con él) la historia verdadera detrás de un cuadro que el sabelotodo pretende interpretar. Gil no lo leyó en un libro: estuvo con el pintor justo la noche anterior.

    Lejos de sugerir que el tiempo presente es mediocre y que “no hay genios como los de antes”, Medianoche en París culpa a la nostalgia de ser tramposa y paralizante, y habla sobre la manía humana de concebir el pasado como un tiempo desbordante de genios. A través de sus viajes nocturnos, Gil comprueba que sus amigos del París de los veinte viven acomplejados por los artistas de fines del siglo XIX, y así hasta llegar a los albores de la cultura.

    Quien piense que esta película es un pastiche de las anteriores, o el que no entienda cómo es que atrajo a un público fuera de su nicho, podría observar que por primera vez su personaje –el introvertido y necio– tiene un arco dramático, y al final experimenta una reconciliación con la vida. Si en una de las primeras secuencias Gil habla de su sensación de haber nacido “demasiado tarde”, poco a poco se convence de que solo desde el presente tiene la oportunidad de crear. La historia amorosa que se asoma hacia el final es casi una enmienda a su ruptura con la vital Annie Hall.

    Si alguien dentro de cincuenta años filmara Medianoche en París, podría incluir a Allen en el grupo de los artistas que moldearon el mundo. Nosotros, mientras tanto, creemos más interesante discutir si esta película es mejor o anterior que la previa, para luego concluir que ninguna es tan buena como las de los años setenta y ochenta. Es la miopía del presente y una tara de la civilización. ~(3)


    A sus 76 años de edad, el incombustible Woody Allen no cesa el ritmo y sigue empeñado en regalarnos al menos una película por año. Lo cual, a juzgar por la calidad de su último trabajo –“Medianoche en París”-, es una buena noticia.

    En esta ocasión, el genial director neoyorkino vuelve a la carga con una comedia romántica divertida e inteligente –algo que sin duda no abunda en estos tiempos-, interpretada por un elenco de actores magníficos en estado de gracia –entre los que destacan Owen Wilson, Marion Cotillard y un sorprendente e hilarante Adrien Brody-, en la que no faltan los habituales diálogos irónicos marca de la casa y ambientada en un escenario incomparable: París, la ciudad de la luz. En la que, en palabras del propio Allen, el cineasta quisiera vivir de no hacerlo en Nueva York.

    Giles (Owen Wilson), un desencantado guionista de Hollywood que sueña con escribir una novela, viaja a París con su prometida Inez (Rachel McAdams) y los conservadores padres de ésta (Kurt Fuller y Mimi Kennedy). Una noche, mientras vaga algo achispado de camino al hotel, Giles cae bajo un influjo mágico y es transportado al París bohemio de los años 20, donde terminará codeándose con varios de los más grandes artistas de esa época: desde Francis Scott Fitzgerald a Ernest Hemingway, Pablo Picasso, Salvador Dalí o Luís Buñuel. Asimismo, conocerá a Adriana (Marion Cotillard), una bella aspirante a diseñadora de moda que, como él, cree que cualquier tiempo pasado fue mejor. Estos viajes temporales harán replantearse a Giles su vida, al tiempo que se irá distanciando cada vez más de Inez.

    En definitiva, “Medianoche en París”, es el particular homenaje de Woody Allen a París y una película totalmente recomendable, mágica y deliciosa. (4)


    FRASES DE LA PELÍCULA

     “Esto es increíble! No hay ciudad como esta en el mundo, nunca la hubo."

     - ¿Qué hacen mañana? Iremos a Versalles. - Oh, me muero por conocer, Versalles. - Creo que mañana tenemos un almuerzo. Lo tenemos, de hecho tuve un profesor que cenó allí, y vio a James Joyce hace muchísimos años. Y al parecer Joyce comía coles moradas y algo francés. - ¿Ese es el final de la historia? - Sí, no es una historia, es un detalle.

     Una noción de que un periodo de tiempo diferente, es mejor que el que estamos viviendo. Es una falla en la imaginación romántica de esas personas, que encuentran difícil lidiar con el presente.

     La nostalgia es negación. Negación del doloroso presente

     - Gran parte del trabajo de Rodin estuvo influenciado por su esposa Camille. - Sí lo fue, pero Camille no era su esposa sino su amante. - ¿Camille? No. - Sí, Rose era su esposa. - Nunca estuvo casado con Rose. - Sí lo estuvo, durante los últimos años de su vida. - Creo que se equivoca. - ¿Discutes con la guía? - Sí.

     - Tienes una mirada tonta, te ves idiotizado, anestesiado, lobotomizado.

     - ¿Dónde estoy? - Lo siento, ¿no conoce usted al dueño de la casa? Es una fiesta de amigos para Jean Cocteau. - ¿Estás bromeando?

     “- Gil Pender. - Hemingway - ¿Hemingway? - ¿Le gustó mi libro? - ¿Gustarme? Me encantó. Todo su trabajo. - Sí, fue un libro bueno porque fue honesto. Y eso es lo que la guerra hace al hombre. No hay nada bueno y noble en morir en el lodo, a no ser que mueras en paz. Y entonces no es solo noble sino valiente."

     - Ella te volverá loco. - Es emocionante y es talentosa. - Esta semana era escribir. El mes pasado era otra cosa. Eres un escritor, necesitas tiempo para escribir, no para todo esto. Ella te está agotando porque es muy competitiva, ¿no crees?

     - ¿Podemos dejar de discutir mi vida personal en público? - Está celosa de su don, y es muy bueno. Es algo raro.

     - ¿Te gusta Mark Twain? - Bueno, soy un gran fanático de Mark Twain. Creo que se puede decir que toda la literatura americana moderna, viene de Huckleberry Finn.

     “Ningún tema es malo si la historia es real. Si la prosa es limpia y honesta y si afirma el valor bajo presión."

     - ¿Te podría pedir el favor más grande del mundo? - ¿Qué cosa? - ¿La leerías? - ¿Tu novela? - Sí, tiene 400 páginas. Y sólo busco una opinión. - Mi opinión es que la odio. - Pero no la has leído. - Si es mala, la odiaría porque odio la mala escritura. Si es buena me daría envidia y la odiaré más, créeme, no quieres la opinión de otro escritor. (5)



     - Los escritores son competidores. - No lo seré con usted. - Esa actitud no es masculina. - Si es un escritor, declárese el mejor escritor, pero no lo es mientras yo esté aquí, a no ser que se ponga los guantes para resolverlo. - No lo haré. - No leeré tu novela pero te diré lo que haré. La llevaré a Gertrude Stein, ella es la única en quien confío mis escritos.

     - Si te dijera que pasé la noche con Hemingway y Scott Fitzgerald. ¿Qué dirías? - ¿Con eso sueñas, con tus ídolos? - Sí pero si no estuviera soñando. - ¿Qué quiere decir eso? - Estuve con Hemingway, los Fitzgeralds y Cole Porter. - Pensaría que es un tumor cerebral. - Te digo que Zelda Fitzgerald es justo como la conocemos, por todo lo que hemos leído en libros y artículos, es encantadora pero muy loca, y no le cae bien a Hemingway para nada. Y Scott sabe que Hemingway está en lo cierto, pero se ve que lo aflige porque la ama. - Vamos, dejemos la plática de ídolos, porque llegaremos tarde.

     - ¿Quieren caminar de regreso? - ¿Caminar? No, está lloviendo. - No, será lindo caminar en la lluvia, es bello. - No, no hay nada bello con caminar en la lluvia.

     “Nunca escribirá bien si teme morir."

     - ¿Has hecho el amor con una mujer hermosa? - Mi prometida es muy sexy. - Y cuando haces el amor con ella sientes pasión verdadera y bella, y por al menos ese momento pierdes el miedo a la muerte. - No, eso no pasa. - Creo que el amor real crea un refugio de la muerte. Todos los cobardes vienen de no amar a no amar bien, que es lo mismo. Y cuando un hombre que es valiente y verdadero, mira a la muerte en la caza como unos cazadores de rinocerontes que conozco, o Belmonte quien es realmente valiente. Es porque aman lo suficiente como para sacar eso de su mente. Hasta que regresa como lo hace en todos los hombres. Y entonces tiene que hacer el amor bien de nuevo. Piénsalo.

     - Me alegra que estés aquí, puedes ayudarnos a decidir quien está mal. Le decía a Pablo que ésta pintura no captura a Adriana, que es universal, pero no muestra objetividad. - No lo comprende completamente, no conoce a Adriana, mira el cuadro, los movimientos, es exactamente lo que la representa.

     “- El pasado siempre ha tenido un gran carisma por mí. - El pasado también ha tenido un gran carisma por mí. Siempre he dicho que nací muy tarde."

     - Es una pena que no vinieras al cine anoche, vimos un filme americano maravilloso. - ¿Quién actuaba en el? - No sé, olvidé el nombre. - Maravillosa pero olvidable. Suena como algo que he visto, lo escribí. - Sé que era idiota e infantil, y realmente me reí mucho, John y yo reímos mucho.

     - Aquí está el maravilloso Picasso. Si no estoy equivocado, pintó este retrato maravilloso, de su amante francesa Medeleine Bissau en los 20. - Paul, ahí estás equivocado. - ¿En serio? - Si no estoy equivocado, este fue un fallido intento de capturar a una joven francesa llamada Adriana de Bordeaux, sino estoy equivocado, quien vino a París a estudiar moda, para el teatro y estoy seguro que tuvo una aventura con Modigliani, después con Bernat, que fue como Pablo la conoció, Picasso. Lo que no entiendes de este retrato, es la sutileza de su belleza, era hermosa. - ¿Qué has estado fumando? - No puedo llamarla hermosa, es más, es un enunciamiento pequeño burgués de como Pablo la ve, la veía. Está distraído por el hecho de que ella era un volcán en la cama.

     “Los artistas son como los niños."

     “- Nunca había escuchado del valium, ¿qué es? - Es la pastilla del futuro."

     - Pender dice que está en una situación perpleja. - Está muy loco, pero pensarán que estoy borracho. Pero he de decirle a alguien, que soy de otro tiempo, de otra era, del futuro, vengo desde el dos mil hasta aquí. Me monto en un carro y viajo en el tiempo. - Exactamente, habita en dos mundos, hasta el momento no veo nada raro. - Sí, usted es surrealista, pero yo soy un tipo normal.

     El rinoceronte hace el amor montando a la mujer. Pero, ¿hay una diferencia en la belleza entre dos cabezas de rinocerontes?

     “- Un hombre enamorado de una mujer de otra era. Veo una foto. - Veo una película. - Veo un problema enorme. - Veo un rinoceronte."

     Sobre tu libro, es muy inusual. De cierta forma es ciencia ficción. Todos tenemos la muerte y nos cuestionamos nuestro lugar en el universo. El trabajo del artista no es sucumbir a la desesperación, sino encontrar un antídoto para el vacío de la existencia. Tiene una voz clara y viva, no sea tan depresivo.

     “- Sr. Buñuel tengo idea genial para una película. - Sí, dígame. - Un grupo de personas que van a una cena formal, y al final cuando tratan de irse no pueden. - ¿Por qué no? - No pueden salir por la puerta. - ¿Pero, por qué? - Cuando se ven obligados a quedarse juntos, la civilización desaparece y lo que queda es quienes son realmente, animales. - No lo entiendo, ¿por qué no salen de la habitación? - Sólo digo que lo piense, ¿quién sabe? Quizá un día cuando se afeite lo entenderá bien. - No entiendo, ¿qué los mantiene en la habitación?"

     La vida no es fácil y es complicada.

     - Dios mío, esto es tan hermoso, es increíble es justo como en las fotos que he visto. Aquí está la Bella Época. - No sé que es lo que tiene ésta ciudad. Tengo que escribirle una nota a la Cámara de Comercio.

     - Adriana, si te quedas aquí y esto se convierte en tu presente, pronto imaginarás que otro tiempo es realmente la Edad de oro. Y eso no es lo que es el presente, es poco gratificante porque la vida esa así de insatisfactoria. - Ese es el problema con los escritores, están tan llenos de palabras.

     Si quiero escribir algo que valga la pena, tengo que deshacerme de mis visiones y entonces seré feliz en pasado, es lo que quiero.

     No, el pasado no está muerto, de hecho no es pasado. ¿Sabes quién lo dijo? Faulkner, tenía razón. También lo conocí, lo vi en una cena."

     Inez, puedes engañarme pero no puedes engañar a Hemingway.

     - ¿Vas de camino a casa ahora? - Sí. - ¿Puedo caminar contigo? ¿Te compró un café? Comenzó a llover. - Está bien, no me importa mojarme. - ¿En serio? - Sí. De hecho, París es más bella en la lluvia. - Eso es lo que siempre digo. No podría estar más de acuerdo, es más bella. - Por cierto, me llamo Gabrielle. - Gil. - Un placer conocerte. (6)




    CITAS:
    1.- http://en.wikipedia.org/wiki/Midnight_in_Paris


    2.- http://www.europapress.es/cultura/critica-00656/noticia-medianoche-paris-genial-cuento-hadas-woody-allen-20110513140010.html

    3.- http://www.cinedor.es/noticias/el-estreno-de-medianoche-en-paris-sorprende-en-la-taquilla

    4.- http://www.letraslibres.com/revista/artes-y-medios/medianoche-en-paris-de-woody-allen

    5.- http://waaau.tv/noticia/medianoche-en-par-s-el-nuevo-film-de-woody-allen

    6.- http://frasesdelapelicula.com/medianoche-en-paris/