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viernes, 15 de octubre de 2010

EL PIANISTA

Roman Polanski[1]

Archivo:PolanskiIFFKV.jpg

Roman Polanski, en polaco Roman Rajmund Polański (nacido en París, Francia, 18 de agosto de 1933), es un director de cine, productor, guionista y actor francés de origen polaco.
Después de la guerra, siendo muy joven, ya empezó a interesarse por el mundo del cine y comenzó su carrera como actor teatral. Más tarde cursó estudios en la Escuela de Cine de Łódź.

Gracias al reconocimiento cosechado con El cuchillo en el agua, Polanski rodó Repulsión (1965). Escribió el guión junto con su amigo Gérard Brach y contó con una banda sonora del también íntimo Krzysztof Komeda, que ya había realizado varias composiciones musicales para los cortos de Roman. Esta película fue ya producida por una compañía más o menos importante y significó su primera gran producción en el Reino Unido, con Catherine Deneuve como estrella principal y con un argumento de thriller psicológico que le valió varios premios, incluido el Oso de Plata en el festival de Berlín de ese año.

En 1966 filmó Callejón sin salida (Cul-de-sac), de nuevo en Reino Unido, con Donald Pleasence como protagonista, en la que aparte del ambiente claustrofóbico tan característico del autor, deja ver atisbos de un humor negro muy particular que acompañará algunas de sus mejores películas. Cul-de-sac obtuvo el Oso de Oro en el festival de Berlín, así como muchos otros premios.

En 1967 Polanski dio el gran salto a los Estados Unidos con el rodaje de El baile de los vampiros, primer filme que rodó en color. Este film, una parodia de las películas de vampiros de la época, le permitió mostrar sus dotes interpretativas y lo consagró en el mercado norteamericano.

Antes y durante el rodaje comenzó una relación amorosa con la bella actriz Sharon Tate, de 23 años (con la que se casó en enero de 1968 en Londres.

En 1968, Polanski rodó en EE.UU. una de sus películas más emblemáticas y polémicas: Rosemary's Baby (conocida en Hispanoamérica como El bebé de Rosemary y como La semilla del diablo en España). Interpretada por la actriz Mia Farrow la película obtuvo numerosos premios (entre ellos varias nominaciones al Óscar), logró el éxito internacional y tuvo gran repercusión. Cabe destacar que Polanski tenía en mente utilizar para el papel protagonista a su mujer, Sharon. Sin embargo, al no decir los productores nada al respecto Roman desechó la idea.

Polanski, de 35 años, se encontraba en la mejor etapa de su vida, como reconoció él mismo.
En abril de 1969 sufre la muerte de su querido compositor musical de películas Krzysztof Komeda a causa de un accidente. Era el preludio de una serie de desgracias que se cebarían con el director polaco.

Por aquel tiempo, Polanski se había mudado a una enorme mansión en el 10050 de Cielo Drive en Los Ángeles (California), donde tuvo lugar uno de los sucesos que marcarían su vida, tanto personal como cinematográfica. Su mujer, la actriz Sharon Tate, que se encontraba embarazada de ocho meses, fue una de las víctimas de la masacre que la banda de Charles Manson realizó en dicha casa. Los sucesos tuvieron lugar mientras Polanski se encontraba en Londres preparando otro largometraje, El Día del Delfín, que jamás terminó. El suceso ocurrió la madrugada del 9 de agosto y Polanski tenía en mente regresar el día 12 a tierras norteamericanas, luego de estar desde el 20 de julio en la capital británica.

En 1974 Polanski volvió por la puerta grande, al rodar Chinatown, una película inspirada en los clásicos del cine negro, con las apariciones estelares de Jack Nicholson, Faye Dunaway y John Huston. La película fue un éxito mundial y lograría 11 nominaciones a los Óscar, de los que obtendría tan sólo uno, así

En 1979, tras un intenso rodaje de más de año y medio en Francia, Polanski estrenó Tess, basada en la novela de época de Thomas Hardy, con Nastassja Kinski como protagonista. Dedicó el filme a su fallecida esposa Sharon Tate (con un simple «To Sharon»), quien dio la novela a Polanski junto con otras pertenencias el último día que se vieron antes de que volviera la actriz a Los Ángeles. "Podemos hacer una película fascinante con este libro" le dijo en ese momento. Tess fue uno de los mayores éxitos de su carrera, logrando varios Globos de Oro y estando nominada a 6 estatuillas en los Óscar, de las que conseguiría tres. Cabe destacar por el propio Polanski que con Tess lograría la cumbre de su carrera, si bien el propio director tenía pensado hacerla dándole el papel protagonista a la propia Sharon.

Reconocido como uno de los más grandes directores de la historia del cine, Polanski se tomó un descanso como director de cine durante seis años. En ese tiempo escribe su autobiografía Roman por Polanski (1985), donde deja ver claramente que aún no ha superado la muerte de su mujer.

Cabe destacar también su papel como actor en la película Una pura formalidad, en la cual interpreta a un inspector de policía que intenta descubrir un caso con Gérard Depardieu como sospechoso. La película fue rodada íntegramente en una lúgubre comisaría de policía.

En 2002 recibió la Palma de Oro de la 55ª edición del festival de Cannes, máximo galardón del certamen, por el filme El pianista, adaptación de las memorias de Władysław Szpilman, pianista judío polaco que sobrevivió a las masacres nazis gracias a la ayuda de un oficial alemán. En la 75 edición de los Óscar, El pianista recibió tres galardones; mejor actor (Adrien Brody), mejor guión original (Ronald Harwood) y mejor director para Polanski, que no asistió a la ceremonia por ser prófugo de la justicia estadounidense.

Polanski estrenó (diciembre de 2005 en España) Oliver Twist (2005), una película con la que se identificaba. En 2007 se preparaba para un nuevo giro en su carrera, con la adaptación de la novela "Pompeya" de Robert Harris. Demoras ajenas a su voluntad le obligaron a renunciar en septiembre de 2007 tras varios años dedicados al proyecto.

Filmografía

Como director

El pianista

El pianista es una película del 2002 dirigida por Roman Polański y protagonizada por Adrien Brody y Thomas Kretschmann.
Es una adaptación de las memorias del músico polaco de origen judío Władysław Szpilman.
Recibió en el 2002 la Palma de Oro en el Festival Internacional de Cannes.
Galardonada con tres Premios Óscar: Mejor Director, Mejor Actor Protagonista y Mejor Guión Adaptado, de un total de 7 nominaciones.
Además fue galardonada con 7 Premios César del cine francés, incluyendo Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor Protagonista, Mejor Banda sonora, Mejor Fotografía, Mejor Decorado y Mejor Sonido.
Ganadora de 2 Premios BAFTA: Mejor Película - Mejor Dirección.
Ganadora del Premio David de Donatello: Mejor Película Extranjera.


Ficha técnica
Dirigida por: Román Polański (Nació en Francia, pero es de origen polaco)
Protagonizada por: Adrien Brody (el pianista) y Thomas Kretschmann (del ejercito nazi)   Emilia Fox (Dorota, la chica fan)
Duración: 2:28
Estreno: 13 de diciembre de 2002 Genero: Drama
La película es una adaptación de las memorias del músico polaco de origen judío Władysław Szpilman.
Recibió en 2002 la Palma de Oro en el Festival Internacional...[2]


Argumento

Władysław Szpilman (Adrien Brody) es un músico judío de origen polaco que trabaja en la radio de Varsovia y que ve como todo su mundo se derrumba con la llegada de la Segunda Guerra Mundial y la invasión de Alemania en septiembre de 1939. Después de que la estación de radio donde estaba trabajando es bombardeada, Szpilman llega a su casa donde se entera de que el Reino Unido y Francia le han declarado la guerra a Alemania. Creyendo que la guerra se acabará pronto, él y su familia se alegran por la noticia y la celebran con una gran cena.

Dos años después, las condiciones de vida para los judíos en Polonia se han ido deteriorando rápidamente, quedando reducidos sus derechos: tienen limitada la cantidad de dinero por familia, han de llevar brazaletes con la Estrella de David para ser identificados y, a finales de 1940, son obligados a trasladarse al Gueto de Varsovia. Ahí se enfrentan al hambre, a las persecuciones y humillaciones que los nazis llevan a cabo, además del miedo a la muerte y las torturas que siempre están presentes. Después de un tiempo, los judíos son reunidos y deportados al campo de exterminio de Treblinka. En el último minuto, Szpilman es salvado de ese horrible destino por un policía del gueto judío, antiguo amigo de la familia. Separado de sus familiares y seres queridos, Szpilman sobrevive, primero en el gueto como esclavo obrero de unidades de reconstrucción alemanas y posteriormente escondido en el exterior del gueto, confiando en la ayuda de amigos que no son judíos y que todavía lo recordaban.

Mientras se mantiene escondido, presencia los muchos horrores cometidos por los nazis, como las palizas, incendios y matanzas indiscriminadas. Asimismo, presencia el levantamiento de los judíos del Gueto en 1943. En poco tiempo, el ejército alemán entra por la fuerza al gueto y elimina a casi todos los rebeldes que quedaban.

Pasado un año, la vida en Varsovia se ha deteriorado más todavía. La resistencia polaca organiza otro levantamiento contra la ocupación alemana, que nuevamente falla. Como consecuencia, la ciudad queda virtualmente deshabitada y, en más de una ocasión, Szpilman queda al borde de la muerte debido a las enfermedades y la desnutrición.

Después de una frenética búsqueda de algo que comer por las ruinas de las casas bombardeadas y escapando de los nazis, Szpilman encuentra una lata de pepinillos Ogorki en conserva, pero nada con que poder abrirla. Después de continuar buscando, encuentra algunas herramientas e intenta abrirla, pero entonces se da cuenta de que un oficial alemán le observa, el capitán Wilm Hosenfeld, que al instante se da cuenta de que Szpilman es judío. Al enterarse que anteriormente era pianista, Hosenfeld le lleva hasta un piano y le pide que toque algo. En ese momento un decrépito Szpilman ejecuta una desesperada pieza de Chopin (la primera ballada Op. 23 en sol menor) ante un Hosenfeld que se compadece de él, y a la vez muestra su admiración tras la tocata, de manera que no solo no le delata sino que le esconde en el ático del edificio, llevándole regularmente comida y un abrelatas.


Semanas después, los alemanes son forzados a retirarse de Varsovia debido al avance del Ejercito Rojo. Antes de abandonar la zona, Hosenfeld acude a despedirse de Szpilman y le da su abrigo, prometiendo que le escuchará en la radio polaca. El abrigo casi resulta ser fatal para Szpilman cuando aparecen las tropas soviéticas ya que le confunden con un oficial alemán y le disparan y lo persiguen en un edificio donde le lanzan una granada. Solo consigue que dejen de disparar tras convencerles de que es polaco y que solo lleva el abrigo porque tiene frío.

Al ser liberado un campo de concentración cercano, el capitán Hosenfeld y otros alemanes son capturados. Estando retenido, Hosenfeld le pide a un prisionero judío que pasaba por allí, que contacte con Szpilman para liberarle. Szpilman, que ha retomado su vida normal tocando en la radio de Varsovia, llega al lugar demasiado tarde ya que todos los prisioneros han sido reubicados en destinos desconocidos.

En la escena final de la película, Szpilman interpreta triunfalmente una pieza de Chopin frente a una gran audiencia en Varsovia. Antes de los créditos finales, se revela que Szpilman falleció en el año 2000 y Hosenfeld en 1952 en un campo de prisioneros de guerra soviético.

Rodaje

El rodaje de El pianista empezó en 9 de febrero del 2001, en los Estudios Babelsberg en Alemania. El rodaje de la película requirió la recreación del Gueto de Varsovia y la ciudad circundante. Aunque la guerra dejó la ciudad en ruinas, la mayor parte de la misma fue reconstruida con el aspecto que se supone tuvo durante la guerra. Viejos barracones soviéticos fueron usados para recrear la ciudad en ruinas, pues iban a ser destruidos igualmente

Las primeras escenas de la película fueron grabadas en los antiguos barracones, trasladándose el equipo de rodaje posteriormente a una casa en Potsdam, Alemania que sirvió como la casa donde Szpilman conoce a Hosenfeld. El 2 de marzo de 2001, el rodaje se trasladó a un hospital abandonado del ejército soviético en Belitz, Alemania, precisamente el mismo hospital donde Hitler permaneció convaleciente, unas semanas, durante la I Guerra Mundial. Aquí se rodaron las escenas donde los alemanes destruyen el hospital con lanzallamas.

El 15 de marzo el rodaje se trasladó a los estudios Babelsberg. La primera escena que se rodó en el estudio fue aquella en la que Szpilman es testigo de la resistencia de los judíos del gheto, que es sofocada por los nazis. Esta fue una escena técnicamente compleja utilizando varios dobles y explosivos.

El rodaje en los estudios acabó el 26 de marzo y se movió a Varsovia el día 29. Fue elegido un barrio de Praga para el rodaje por su abundancia de edificios originales de la época. El departamento de arte construyó sobre estos edificios, recreando la Polonia de la Segunda Guerra Mundial con símbolos y carteles de la época. Escenas adicionales se rodaron en los alrededores de Varsovia. La escena de la Umschlagplatz donde Szpilman, su familia y cientos de judíos esperan a ser llevados a los campos de concentración fue filmada en la Academia militar local.

El rodaje principal acabó en julio de 2001 y fue seguido de meses de post producción, que se realizó en el lugar de residencia de Roman Polanski, en París, Francia.[3]


SINOPSIS

Varsovia, 1939. Wladislav Spilzman (Adrien Brody) es un célebre compositor y pianista polaco de origen judío que se ve sorprendido por el ataque de la artillería nazi mientras interpreta en directo una pieza de Chopin en la radio estatal polaca.

A partir de ese momento, Szpilman empieza una amarga odisea en solitario por toda Varsovia y es testigo de la brutal ocupación nazi. Su prestigio como músico lo salva de la deportación y se ve obligado a vivir en el corazón del devastado gjheto de Varsovia.. Allí luchará por mantenerse vivo, soportando todo tipo de sufrimientos y viéndose separado de su familia y de aquellos a los que más ama.

Con el tiempo y con la ayuda de gente de la resistencia y conocidos suyos de antes de la guerra, consigue escapar del ghetto y esconderse en las ruinas de la capital. Sin comida y en silencio, ve como la ciudad va transformádose. Ya en los días finales de la guerra, Szpilman llega a una casa semiderruida donde encuentra un piano. Allí, un oficial nazi (Thomas Kretschmann) le descubre, pero al oír la música que toca, queda tan maravillado que decide perdonarle la vida. Su talento musical le habrá salvado la vida de nuevo...

Basada en la vida real de Wladyslaw Szpilman, la película El pianista
relata la supervivencia y los sufrimientos de este afamado músico en la II Guerra Mundial.[4]



ANALISIS: “EL PIANISTA”

La película del pianista, nos cuenta como un hombre judío intenta sobrevivir a la segunda guerra mundial, la película esta situada en Varsovia en el año de 1939. El señor se llama Władysław Szpilman, que interpreta a un compositor y pianista polaco de origen judío que se ve sorprendido por el ataque de los nazis mientras esta en un estudio de grabación tocando una pieza de Chopin en la radio.

A partir de ese momento, Szpilman empieza a recorrer las calles solo y es testigo de lo mal que los nazis tratan a todos los judíos. Pero como es muy buen músico eso le ayuda mucho y consigue que no lo deporten y lo obligan a vivir en el corazón del devastado ghetto de Varsovia. Allí lucha por mantenerse vivo, soportando todo tipo de sufrimientos y viéndose separado de su familia y delas personas a las que más ama.

Con el tiempo y con la ayuda de gente de la resistencia y conocidos suyos de antes de la guerra, consigue escapar del ghetto y se esconde en las ruinas de la capital. Así pasan los días y el esta sin comida, y ve como la ciudad va transformándose. Ya en los días finales de la guerra, Szpilman llega a una casa casi destruida como abandonada y bombardeada donde se encuentra un piano. Allí, uno de los oficiales nazis lo descubre, pero cuando escucha la música que toca, queda tan maravillado que decide perdonarle la vida. Y una vez más se salva por tocar el piano tan bien.


COMENTARIO

Nos enseña como se vivía en la época de la segunda guerra mundial, la discriminación a los judíos, el abuso a de autoridad, el instinto de sobre vivencia; es cruda, es real, pero la verdad a veces duele y son cosas con las que se tiene que vivir.

La verdad al principio me parecía una película mas de los campos y me daba flojera verla, pero pasado el tiempo me fui metiendo mucho en la película y me gusto mucho; es diferente a las demás que he visto, sentí un cambio en la forma de contarlo. Me gusto mucho como cuentan desde el principio de una tranquila y normal ciudad, hasta llegar a una pesadilla en la cual la salida es la muerte

Primero pensé que para que tratar de salvarse si iba a sufrir muchísimo, mejor morir con toda su familia; pero ya que sigues viéndola y la terminas te das cuenta de que si valió la pena tanto sufrimiento, ósea siguió su vida muy feliz, satisfecho de lo que hizo; se podría decir que fue de los pocos o a lo mejor único que logro vencer la muerte.

porque es como si fuera que la realidad va cercando con una amenaza de muerte, pero solo pocos vencen eso y es de admirarse todo lo que pasan, la discriminación, hambre, frió; demuestra que un sueño puede convertirse en realidad a costa de cualquier cosa, con un sueño siempre habrá esperanza.

yo en lo personal me hubiera quedado con mi familia, porque no hubiera sabido que había después de que todo esto se acabara.

De verdad me gusto mucho la película y me hizo pensar y llegue medio a una conclusión de que todos somos Wladyslaw, sobreviviendo en el mundo y muchas veces tenemos papel de victimas; muchas veces todo lo vemos desde afuera y no intervenimos en los acontecimientos.
El cónsul Perlasca


Wladyslaw Szpilman es un pianista polaco de origen judío que se ve sorprendido por el ataque nazi mientras interpreta en directo una pieza de Chopin en la radio polaca.
A partir de eso, Szpilman empieza un viaje solitario por toda Varsovia y es testigo de la ocupación nazi. Su prestigio como músico lo salva de la deportación y se ve obligado a vivir en el devastado ghetto de Varsovia. lucha por mantenerse vivo, soportando hambre, frió, soledad y la separación de su familia.

Con el tiempo y ayuda de conocidos, consigue escapar del ghetto y esconderse en las ruinas de la capital. Va viendo como la ciudad va transformándose y desapareciendo. Ya en los días finales de la guerra, Szpilman llega a una casa abandonada y semidestruida donde encuentra un piano. Allí, un oficial nazi le descubre, pero al oír la música que toca, queda encantado, lo ayuda y le perdona la vida. Su talento musical y sueños le salvaron la vida.[5]


El cónsul Perlasca

Historia real de la vida de Wladyslaw Szpilman, un pianista judío que sobrevivió al exterminio nazi en el gueto de Varsovia. La película se basa en el libro que él mismo escribió narrando estas experiencias, El pianista del gueto de Varsovia. El director, Roman Polanski también sufrió el bombardeo de Varsovia, por lo que esta película la tomó como una de las más personales de su carrera, ya que además su madre y su hermana fueron encerradas en el campo de concentración de Auschwitz (donde la madre falleció), y su padre en Matthausen.

Adrien Brody interpreta al pianista que da título a la película de una forma tan convincente que los premios le han llovido por este trabajo, culminando con un Oscar que le entregó Halle Berry, sin que él se pudiera resistir a darle un beso de tornillo al subir a recoger la estatuilla.

El actor aparece en parte de las escenas muy desmejorado y verdaderamente el actor lo estaba, hay menos maquillaje del que parece. Hizo un gran esfuerzo para perder kilos y que su apariencia fuera más creíble y al mismo tiempo terrible. La misma impresión da el gueto de Varsovia, recreado de forma excelente en esta ocasión.

En los últimos años películas como La lista de Schindler (que optó Polanski a dirigir) o La vida es bella han triunfado a nivel internacional hablando del tema del exterminio judío a manos de los nazis y la segunda guerra mundial. Aquí se suma otra que cuenta las penurias que pasó el pueblo judío por aquellos tiempos, algo que nadie quiere que sea olvidado, porque esa es la forma más segura de que no vuelva a repetirse.

Como no podía ser menos la banda sonora es excelente, con música de piano que acompaña las escenas al igual que acompaña al protagonista privado de la música pero con ella siempre presente en sus pensamientos y en sus dedos, que se mueven en los momentos de reposo sobre un imaginario teclado casi como si tuvieran vida propia o se alimentaran de los recuerdos de otros tiempos pasados y por supuesto mejores.

Dura casi dos horas y media, lo que puede hacer que en algún momento se haga pesada, pero merece la pena.[6]


Más de un crítico ha acusado a Roman Polanski de hacer películas demasiado "frías". Desde su famosa película de horror "Rosemary's Baby" hasta la comedia "The Fearless Vampire Killers", las emociones que manejan sus películas parecen estar enmudecidas. Los elementos de la historia y hasta los personajes mismos son vistos con un cierto desapego clínico que evidentemente molesta a algunas personas, que preferirían un enfoque más tradicional y melodramático.

Pero sea como sea, a mi no me molesta el tratamiento emotivo que Polanski da a sus cintas. Una película como "The Tenant" hubiera sido absurda sin el demencial desgano con el que se muestran los problemas del joven inquilino. Y de igual forma, "El Pianista" podría haber sido intolerablemente dramática si no fuera por esta aparente frialdad, que en realidad expresa mucho más de lo que parece.

La película narra la historia real de Wladyslaw Szpilman (Adrien Brody), un pianista judío que vivió los horrores de la ocupación nazi en Polonia durante la Segunda Guerra Mundial, desde los primeros rumores hasta la indolente destrucción de la ciudad, pasando por los atroces "ghettos", donde, en un espacio de unas cuantas cuadras, se concentraba a la población judía, cada vez limitando más sus derechos y libertad.

Un factor muy interesante es que el protagonista no es tomado como un héroe. Sus vivencias no son tanto un logro, sino una tortura. Incluso la lucha por sobrevivir parece ser más una actividad para distraerse de los horrores que lo rodean que un auténtico amor por la vida.
El tema del holocausto y la maldad de los nazis ha sido tocado en gran número de películas, y no es fácil presentar una cara nueva de estos perennes villanos. Polanski, para su gran crédito, muestra la situación en forma realista, con gente buena y mala en ambos bandos. Un tema que me hubiera interesado profundizar es el de la existencia de una fuerza policiaca judía dentro de los ghettos, dedicada a hacer cumplir las leyes nazis, aún contra sus propios paisanos. De aquí surge una interesante disyuntiva... estos colaboradores de los nazis tal vez traicionaban a su raza, pero estaban en una situación única de ayudar a algunos afortunados. ¿Qué es más válido, entonces? ¿El riesgo de traicionar a muchos condenados a cambio de ayudar a unos cuantos? ¿O es preferible rehusarse a colaborar?

Esta es una de las muchas preguntas que hace la película, y afortunadamente no nos da respuestas fáciles. Simplemente se limita a mostrar los hechos con gran realismo y deja al espectador la tarea de sacar conclusiones.

Para Polanski esta historia es intensamente personal, pues él vivió los horrores de la guerra en Polonia cuando era apenas un niño. Esto hace "El Pianista" doblemente significativo, pues personaliza aún más la tragedia de la intolerancia étnica, que en ocasiones se pierde de vista al hablar de los millones de judíos que perdieron la libertad y la vida. Hablar de las multitudes en los campos de concentración no siempre es tan efectivo como centrarse en alguien que vivió el horror de la guerra sin ser un héroe, sin buscar otra cosa que sobrevivir.

"El Pianista" es una intensa y valerosa película que presenta una visión muy personal de una de las peores tragedias en la historia de la humanidad. El tema no es nuevo, pero el enfoque clínico y remoto de Polanski produce mejores resultados que el febril sentimentalismo de cintas similares ("Schindler's List" viene a la mente). Gran logro de Roman Polanski, quien muestra una vez más su capacidad de personalizar las historias épicas y hacer épicos los conflictos íntimos.[7]


 cCITAS


[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Roman_Polanski
[2] http://www.buenastareas.com/ensayos/Resumen-El-Pianista-Pelicula/146503.html
[3] http://es.wikipedia.org/wiki/El_pianista
[4] http://historico.portalmix.com/cine/pianista/
[5] http://html.rincondelvago.com/el-pianista_roman-polanski_1.html
[6] http://www.pagaelpato.com/cine/elpianista.htm
[7] http://www.cinencanto.com/critic/p_pianist.htm

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