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jueves, 17 de mayo de 2012

AFTER HOURS

AFTER HOURS

Después de hora (Jo, ¡qué noche!, En España), título original After Hours, es una comedia del director Martin Scorsese rodada en 1985 a partir de un guion de Joseph Minion.



FICHA TÉCNICA


Título After Hours, (Después de hora (Jo ¡qué noche!, En España)

Dirección: Martin Scorsese

Producción: Robert F. Colesberry, Griffin Dunne, Amy Robinson

Guion: Joseph Minion

Música: Howard Shore

Fotografía: Michael Ballhaus

Montaje: Thelma Schoonmaker, James Kwei,Victoria Martin

Protagonistas: Griffin Dunne, Rosanna Arquette, Verna Bloom

País(es) . Estados Unidos

Año: 1985

Género: Comedia

Duración 97 min.


SINOPSIS

Al finalizar su jornada laboral, un solitario empleado de una compañía de informática (Griffin Dunne), se ve envuelto en una serie de extrañas circunstancias que le llevan a uno de los peores barrios de Nueva York en el Soho, donde pierde el último metro de la noche. Así comienza una aventura urbana inquietante, fascinante y peligrosa. Los agobios del estupendo Griffin Dunne ante la fauna nocturna de la gran manzana esconden un interesante viaje a la personalidad de cada individuo y su sitio en la sociedad. Todo ello aderezado con excelentes toques de comedia.(1)

PREMIOS

Año Premio Resultado Premio Persona

1986 Festival de Cannes Ganador Mejor director Martin Scorsese

1986 Festival de Cannes Nominada Palma de oro Martin Scorsese

1986 Indenpendent Spirit Award Ganadora Mejor director Martin Scorsese

1986 Indenpendent Spirit Award Ganadora Mejor producción Robert F. Colesberry

1986 Indenpendent Spirit Award Nominada Mejor fotografía el Ballhaus

1986 Indenpendent Spirit Award Nominada Mejor guion Joseph Minion

1986 Indenpendent Spirit Award Ganadora Mejor actriz Rosanna Arquette

1986 Golden Globes Nominada Mejor actor de comedia Griffin Dunne

1987 BAFTA Awards Nominada Mejor actriz Rosanna Arquette




COMENTARIOS

En 1985, tras ver cómo “La Última Tentanción de Cristo” no conseguía salir a flote, Martín Scorsese realizó una de sus películas más redondas, y menos reconocidas.

El actor Griffin Dunne y la productora Amy Robinson se encontraron con el guión escrito por Joseph Minion, decidiendo llevarlo a la pantalla como fuera. Se lo ofrecieron a Scorsese, que no había obtenido éxito con “El Rey de la Comedia”, pero declinó debido a su inmersión en el proyecto que preparaba sobre Jesús de Nazaret. Después contactaron con Tim Burton, el cual se mostró muy interesado, hasta que Scorsese, deprimido tras no conseguir llevar a cabo su visión de Cristo, volvió a interesarse y a tomar las riendas. Con el director al mando el rodaje se llevó a cabo sin ningún tipo de problema, y en un plazo corto acorde a su bajo presupuesto. El resultado es una cinta tragicómica que posee el sello de su director en cada fotograma.

Paul Hackett trabaja como administrativo en una empresa de Nueva York. Su vida es aburrida. En una cafetería, mientras lee “Trópico de Cáncer” de Henry Miller, conoce a una chica que le da su número de teléfono. Paul, solo en su apartamento, decide llamarla y quedar con ella. Será el comienzo de una noche llena de adversidades.

Bien podríamos decir que “After Hours” es la versión scorsesiana de “Alicia en el País de las Maravillas”. Nuestro protagonista es un hombre corriente, solitario, con un trabajo que le aburre y que anhela vivir experiencias nuevas, solo así entendemos que se atreva a dar el paso de llamar a la joven desconocida que acaba de conocer en la cafetería. Soñando pasar la noche en brazos de la chica acabará viviendo una travesía por los recónditos rincones del Soho neoyorquino, en donde se cruzará con todo tipo de personajes singulares.

Además de a la obra de Carroll podemos encontrar similitud con “El Mago de Oz”, con referencia implícita en la película incluida, ya que Paul intentará por todo los medios volver a casa tanto como Dorothy.

La película muestra a la perfección lo que puede ser una noche loca, en donde todo lo que ocurre escapa a nuestro control. Para el protagonista la noche comienza en el momento en que entra en su vida Marcy, una chica atractiva pero algo peculiar. En la cafetería en que se conocen comienza a cambiar el tono de la cinta por medio del personaje del camarero que intenta emular posiciones de ballet y ofrece a Paul el bolígrafo con una pirueta. Desde ese momento todo lo que ocurra, y no son pocas cosas, adquirirá un cariz surrealista que afectará en todo momento a nuestro protagonista. El taxi que transporta a Paul a la residencia de Marcy va a una velocidad exagerada que lo hace perder su único billete de veinte dólares; en el piso de Marcy conoce a la escultora Kiki, y empieza a sentir miedo hacía la que parecía ser su ligue nocturno, ya que resulta ser una chica con drásticos cambios de humor y algún problema de quemaduras; en el intento de coger el metro no podrá porque la tarifa nocturna es mayor; entra en el único bar que ve abierto y accede a ir al apartamento del barman para que así pueda abrir la caja registradora y darle un billete con el que pueda coger el transporte, pero la noche solo acaba de comenzar.



El guión de Joseph Minion no da respiro al pobre diablo de ciudad que ha ido a parar al Soho. No sale de una cosa cuando ya se ha metido en otra, consiguiendo que todo lo que sucede en la película gire en torno a él. Los personajes que se encontrará en el barrio forman una fauna urbana poco corriente, y es que de noche se encuentran especimenes de todas clases, entre los que encontramos algunos verdaderamente curiosos, desde mujeres que se divierten diciendo números mientras se intenta marcar en el teléfono hasta señoras que se pasan toda la noche en un bar soñando con el amor que no llega.

Si ya el guión es lo suficientemente bueno, lo es aún más gracias a la ejecución por parte de Scorsese, quien aquí si consigue momentos cómicos, al contrario que en su anterior, y más que reivindícale, film. La energía del director se nota desde el primer momento, por ejemplo la presentación de Paul es por medio de un rápido travelling a través de las mesas de oficina hasta llegar a él, introduciéndonos de golpe en la historia y en el estilo de vida del protagonista. Los movimientos de cámara característicos se alternan con el uso de planos cenitales o contrapicados, encuadrados de manera que se acreciente la sensación de angustia que vive el protagonista.

Cabe citar que podemos distinguir dos atmósferas. Una primera más comedida y tranquila durante los primeros 10 minutos, en que Paul se encuentra en su barrio, y una segunda desde el momento en que se sube al taxi camino al Soho y la acción se acelera de forma brusca, dando paso a un montaje dinámico con utilización de planos cortos, e incluso subliminales, que aumentan la atmósfera pesadillesca. Mucho más remarcado queda con el uso de la fotografia, luminosa al principio para dar paso a una mucho más oscura, con predominio de colores rojizos y azules. El resultado es otra nueva representación de Nueva York por parte del maestro.

Si pudiera destacar algo de todo el conjunto seguramente sería el final. A parte de por lo bien elegido que está (y eso que no era el favorito del director) y porque cierra circularmente la historia, añade ese toque surrealista idóneo, engrandecido con la interpretación de Dunne, que otorga tranquilidad y solemnidad a Paul cuando vuelve a entrar en su despacho, como si nada hubiere pasado esa noche, aunque las marcas de escayola que lo bañan indiquen lo contrario.


Griffin Dunne, además de producir la cinta, da vida de forma perfecta a Paul, el protagonista que se sumerge en la noche más inolvidable de su vida. Rosanna Arquette es Marcy, la causante de la noche loca de Paul. Linda Fiorentino es Kiki, la escultora punk compañera de piso de Marcy. Antes de ser padres de Macaulay Culkin en “Solo en Casa”, Catherine O´Hara y John Heard coincidieron aquí como Gail, la mujer que se divierte diciendo números mientras se marca, y Tom, el barman. Cheech Marin y Tommy Chong son los cacos del barrio. Citar el breve cameo de Scorsese en el bar punky.

La película consiguió ser un éxito gracias a su bajo presupuesto y le dio a Martín Scorsese el premio a Mejor Director en el Festival de Cannes. Lo mejor fue que pocos años después conseguiría hacer realidad su sueño de llevar a cabo “La Última Tentación de Cristo”.

Divertida, con un guión original y ágil, “After Hours” es una de las obras más redondas de Scorsese. Así que adéntrense en el Soho con Paul Hackett en busca de aventuras para acabar en su mesa de trabajo, recordarlo todo y decir jo, qué noche.

Lo Mejor: Todo.

Lo Peor: Merece más reconocimiento.(2)

“- ¿Le importa que me eche en el sofá un par de horas? Estoy molido.

- ¿Por qué no se va a casa?

- Amigo… eso he estado preguntándome toda la noche.”

¿Alguna vez tuvieron una mala noche? No, no me refiero a esa vez que rebalsaron el inodoro en casa de un desconocido, o aquella en que los detuvo la policía… Me refiero a una noche realmente mala, una noche en la que el mundo parece confabularse en contra nuestra y no podemos encontrar un solo aliado. Una noche tortuosa, desenfrenada, retorcida… Kafkiana, si me lo permiten.


After hours (me niego rotundamente a usar la traducción española) iba a ser dirigida por Tim Burton, pero Scorsese se mostró interesado en el guión en el momento en que no conseguía financiar The Last Temptation of Christ, por lo que Burton se lo cedió.

Paul Hackett (Griffin Dunne) es un oficinista que conoce de casualidad a Marcy (Rossana Arquette), una artie del Soho que le muestra que de noche hay otras reglas… una realidad desquiciada y enferma, repleta de criaturas inquietantes, códigos que le resultan ajenos y peligros ocultos en la más inocente de las fachadas. Él viene de un mundo de escritorios, horarios fijos y casas vacías, mientras que el Soho está atento, vive pendiente, disfruta la noche, bebe en bares que no cierran, reclama cariño, atención y cuida a los suyos, principalmente, de alguien que no se comporte como ellos.(3)


Un individuo, por un obvio y casi insignificante motivo queda perdido en un barrio ajeno y extraño, sin un dólar en los bolsillos. De pronto se ve atrapado en su pesadillezca existencia, rodeado de raros personajes que como lo atraparon lo dejan ir. Aparentemente, la historia no tiene nada nuevo ni original. Sin embargo la pericia de un maestro la pudo llevar a buen término. Scorsese sabe cómo narrar una historia y sabe cómo filmarla. El individuo perdido en la mitad de la noche, en lo más oscuro del donwtown/under de Manhattan, es un actorcillo de segunda que curiosamente cumplió con su rol de tarado a la perfección. Griffin Dunne es su nombre, y debería darle las gracias a Dioscorsese por haberlo incluido en su película, ya que es sólo por este único film que es reconocido (por lo menos su cara). Convengamos también que en ese momento el gran Dioscorsese no tenía un mango y se dedicaba -aun- a filmar con más talento y ganas que con millones y prestigio. Arquette en su magnífica juventud, ya se perfila como la gran actriz que es hoy, afecta como siempre a actuar en películas fuera del circuito comercial. Linda Fiorentino seduce magníficamente en su rol de artista excéntrica. Dioscorsese controla el tiempo y, como una suerte de mago, puede manipularlo delante de tus ojos... sin darte cuenta, te encontrarás no sabiendo como pudo terminar de una manera tan correcta y precisa. Con este film su carrera vuelve a levantar vuelo después del fracaso estrepitoso con "El Rey de la comedia". Es una película completa e imperdible.(4)




CITAS:

1.- http://es.wikipedia.org/wiki/After_Hours


2.- http://cinemadreamer.wordpress.com/2010/03/24/after-hours-de-martin-scorsese/

3.- http://www.cafeycigarrillos.com.ar/2010/01/after-hours/

4.- http://fotograma.com/notas/reviews/62.shtml




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