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viernes, 6 de agosto de 2010

LA NOCHE DEL CRIMEN

1. DAN ALGRANT



1.1. BIOGRAFÍA

Director, Actor, Guionista americano, nacido el 25 Septiembre 1959. El primer largometraje de Dan Algrant, “Desnudo en Nueva Cork”, fue producida por Martin Scorsese, y fue liberado por Fine Line Features en 1994, se estrenó en el Festival de Cine de Sundance y ganó el Festival de Cine de Deauville Premio del Público. Su segunda película característica Popular I Know, protagonizada por Al Pacino, Kim Basinger, y Ryan O'Neal. Ha dirigido la serie de HBO Sex and the City para varias temporadas; sus cortometrajes Catedral, algunos cortando madera de Cine, Anything for Jazz, el primer baile nunca, y natación, se han exhibido en festivales en Nueva York, Los Ángeles, Ann Arbor, y Sundance.

1.2. FILMOGRAFÍA

• The Girlfriend Experience (2010)

• People I Know 2003

• Relaciones confidenciales (2002)

• Desnudo en Nueva York (1996)


2. LA NOCHE DEL CRIMEN



2.1. SINOPSIS

El publicista Eli Wurman ha manejado las vidas de los ricos, famosos y poderosos a lo largo de su exitosa carrera. No existe una crisis que no haya podido manejar... hasta ahora. Cary Launer es un famoso actor, quien está en problemas por una joven estrella, y requiere los servicios de Wurman para sacársela de encima discretamente. Pero esto no resultara tan simple como parece... Eli, cuya profesión consiste en mantener buenas relaciones con los grandes personajes de Nueva York, se muestra preocupado por una reunión a la que debe asistir en la noche siguiente y por la cual le cuesta mucho invitar a toda la gente que desea. Así es como se deja llevar por una joven modelo, llamada Jilli Hopper, que le pide ayuda. Pero ella, aspirante a actriz, lo lleva a lugares donde él ve lo que no debía ver: todo un piso de hotel convertido en burdel, con gente consumiendo drogas. Pero, no se trata de adictos corrientes, sino de personas importantes de la ciudad. A través de este extraño paseo, llega a ser testigo incluso de un crimen. Sin acordarse de nada la próxima mañana, sigue con su vida de siempre, peleándose como habitualmente lo hace con la gente, hasta que percibe que algo ha cambiado.(1)


2.2. FICHA TÉCNICA

• TITULO ORIGINAL: People I Know

• ACTORES: Ryan O'Neal, Kim Basinger, Téa Leoni, Al Pacino.

• GENERO: Drama.

• DIRECCION: Daniel Algrant.

• GUIÓN: Jon Robin Baitz.

• FOTOGRAFÍA: Peter Deming.

• MÚSICA: Terence Blanchard.

• ORIGEN: Estados Unidos.

• DURACION: 100 Minutos

2.3. COMENTARIOS

Ya he perdido la cuenta del número de películas en las que Al Pacino ha interpretado a un profesional venido a menos, dudoso de su capacidad, pero tenaz a pesar de su baja auto-estima. Ciertamente nadie lo hace mejor, pero este año ya lo hemos visto haciendo lo mismo en "Insomnia", "Simone" y ahora "La Noche del Crimen". Y debo decir que Pacino nunca lo ha hecho mejor.

"La Noche del Crimen" es una intensa película que nos ofrece un atisbo a las interioridades y manejos de las esferas de poder que controlan económica, política y culturalmente la sociedad norteamericana. Nuestro guía es Eli Wurman (Al Pacino), un acabado "publicista de las estrellas", encargado de promocionar a sus cada vez menos clientes y evitar cualquer cosa que pueda dañar sus carreras. Una noche su más importante cliente, la estrella de cine Cary Launer (Ryan O'Neal), le pide a Eli que saque de la cárcel a Jilli Hooper (Téa Leoni), una alocada actriz televisiva con la que el actor se estaba divirtiendo, y que la lleve al aeropuerto para sacarla de la ciudad y evitar el inminente escándalo. Eli hace lo que Launer le pide, sin darse cuenta de que se está metiendo en mitad de una conspiración que envuelve a los círculos económicos y políticos más altos de Nueva York...

Recuerdo varias películas recientes que pretenden denunciar el vacuo y bizarro mundo del cine (como "State and Main" y "Jay & Silent Bob Strike Back"), pero al utilizar la sátira sacrifican impacto a cambio de humor. "La Noche del Crimen", por su parte, es una mirada cruda e implacable a este mundillo, poblado de gente con pobre ética, desmedida ambición y esclava de intereses que van mucho más allá de lo que las audiencias percibimos. La película está supuestamente basada en la vida de Bobby Zerman, alias "Bobby Z", legendario publicista neoyorquino que seguramente pasó por situaciones parecidas a las que experimenta el protagonista.

Una cinta de este corte es necesariamente amarillista, y bajo el manto de la denuncia está en realidad apelando a nuestra fascinación por ver caer a los poderosos o al menos ver que sus vicios y pecados son tan sórdidos y pueriles como los del resto del mundo. Pero amarillista o no, debo admitir que encontré esta película hipnotizante y enormemente entretenida.



Pacino se lleva las palmas, desde luego. Como dije, a pesar de haberlo visto muchas veces en papeles similares, me parece que esta es la primera vez que "se suelta el pelo" (en más de un sentido... ¡nada más vean su peinado durante la película!) y se posesiona de su personaje hasta niveles que jamás había presenciado. La dirección de Daniel Algrant ayuda mucho, pues entre ambientación y manejo de cámara la película se transforma en un demencial viaje por lugares donde chocan y se mezclan lo mejor y lo peor de la sociedad, con Eli Wurman y el público como febriles turistas, tratando de ver lo más posible pero apenas comprendiendo lo que ocurre.

Si tiene una falla la película es el brusco final... es perfectamente lógico dentro de la historia, pero se presenta de forma tan abrupta que parece que se quedaron sin película o que se descompuso la cámara. Por otro lado, así tiene mucho mayor impacto. De cualquier forma, yo hubiera preferido un epílogo o conclusión más satisfactoria, aún a costa del impacto final.

Tal vez "La Noche del Crimen" no es para todos los gustos. Yo soy gran aficionado (no necesariamente creyente) de literatura sobre conspiraciones y conocimiento oculto, por lo que disfruté enormemente de los temas y tácitos comentarios que la película hace. Tal vez a otros les repugne la bajeza de los personajes y la sordidez del ambiente general que se retrata en esta obra. Pero de un modo u otro, es innegable que el sobresaliente desempeño de Al Pacino (y ciertamente del resto del elenco) dejarán satisfecha a la mayor parte de la audiencia. (2)




Eli Wurman es un envejecido y cansado publicista neoyorquino, especializado en sacar de líos mayores a sus clientes. Justo eso es lo que precisa uno de ellos, el actor de cine Cary Launer. Pero lo que iba a ser un encargo de rutina -escoltar a una acompañante de Launer- se vuelve un lío confuso y peligroso cuando Wurman presencia (o cree presenciar) un crimen.

Este filme sustentado en la figura de Pacino y en el costado nocturno y vicioso de Manhattan tiene la estructura de un thriller, pero a la antigua. Eso quiere decir: menos balazos y carreras, y más diálogos y escenas de interior.(3)

Desde el principio se percibe que es una película para el olvido. El director quiso hacer una thriller intimista, ?diferente?, ?profundo? y le salió algo anodino, hecho de conversación tras conversación, como para que el espectador pueda dedicarse a roncar sin complejos.

Al Pacino sigue actuando como si estuviese dormido pero este drama cursi es más aburrido que él. En ese estado de ánimo, ?Eli? recorre una larga lista de charlas que parecen tener el objetivo de desnudar una personalidad egocéntrica y oportunista pero que terminan redundando en aspectos psicológicos y datos del pasado con escasa originalidad. Habla con su amigo médico, con su jefe, con su secretario, con una enfermera, con su cuñada, con un sacerdote negro, con un poderoso judío, con un modelo.

La similitud esquemática de todas las escenas produce un estancamiento narrativo que, encima, deja a mitad de camino varias cuestiones (presunta homosexualidad, intervención policial ante el hecho criminal, denuncia de corrupción) y la pretendida sutileza no es más que un motor de la indiferencia. Todo esto sin hablar de las acciones inmotivadas, los errores de continuidad y algunos detalles de lógica realista. Los pocos aciertos no mejoran el conjunto.

Otra producción para confirmar que cuando los estadounidenses se hacen los europeos, sólo apelan a estirar las pocas ideas que tienen.-

Los trabajos que Dan Algrant ha realizado como director tienen algo en común: la ciudad de Nueva York. Como fondo o punto de partida disparador de los conflictos de sus personajes, la Gran Manzana ha sido protagonista tanto en su película debut, la comedia romántica Naked In New York (Desnudo en Nueva York, 1994), como en la famosa serie de televisión “Sex And The City” (“El sexo y la ciudad”, 1998-2003), y ahora en éste, su segundo largometraje. La noche del crimen, sin embargo, está bastante lejos de la originalidad y la chispa que trasuntan los capítulos de las cuatro amigas que hablan de sexo.

El argumento del nuevo film de Algrant tiene mucho de una fórmula bastante conocida: hombre de las relaciones públicas, otrora influyente y venido a menos, le hace un favor a su amigo y único cliente (Ryan O’Neal) y termina presenciando el asesinato de una joven bella y drogadicta (Téa Leoni) involucrada con las altas esferas políticas... cuyos secretos es preferible ocultar. A pesar de cierta previsibilidad, la narración está estructurada de tal manera que el tiempo vertiginoso –los hechos están acotados a un día y medio– y el punto de vista –nunca se abandona la mirada del protagonista– mantienen el ritmo y dosifican la intriga.

Igualmente, La noche del crimen no es un thriller de suspenso sino más bien un drama: la parábola de una caída, la debacle final de un hombre acelerado, consumido por las pastillas y demacrado por el insomnio y las preocupaciones. El crimen mencionado en el título sólo funciona como excusa para desencadenar una conspiración en la que Eli Wurman (Al Pacino) se verá implicado. A él le sirve para entender que, tal vez, es hora de retirarse de esa vida hipócrita y absorbente. El personaje también tiene otro motivo para pensar en dejar la ciudad mientras esté a tiempo: Victoria (Kim Basinger), la viuda de su hermano, quiere salvarlo y compartir con él la vida tranquila del campo. Pero nada le resultará fácil...

Pacino no está mal (aunque se reitera bastante últimamente) y es quien se carga la película sobre los hombros (como actor, y productor junto a Robert Redford) para interpretar comprometidamente a este hombre avejentado y confundido por el alcohol y las drogas que se ve envuelto en un asesinato. Pero como el film está contado estrictamente desde su punto de vista (lo que él no ve queda fuera de campo), no hay escena en la que no participe. Y esto, sumado a sus ya proverbiales tics y al frenesí con que se entrega a la actividad de publicista, que es su oficio en la ficción, termina fatigando al espectador.

Wurman, el ex hombre de prensa más respetado de Nueva York, debe concretar un importante evento anti-racista al que asistirán los poderosos de turno; si lo logra su misión estará cumplida y las intrigas se habrán resuelto. ¿Será entonces el turno del retiro? Digamos que recién en la última escena Pacino podrá descansar en paz... y el espectador también.(4)

Conocido por dirigir la serie de televisión "Sex and the City", el realizador Daniel Algrant logra con "La Noche del Crimen" ("People I Know", 2002) un ejercicio fílmico totalmente distinto a su labor de tevedirector, con un estilo parco pero efectivo, desarrollando un thriller sin mayores complicaciones que cumple su cometido sin caer en efectismos. Impactante por su simpleza narrativa, la cinta va al grano (quizá alargando un poco la anécdota, que de por sí es breve), sin recurrir a la espectacularidad. La sencillez es su mejor cualidad, a la vez que este mismo mérito turba al espectador acostumbrado a la pirotecnia en que ha caído el género.(5)



Eli Wurman (Al Pacino) es un exitoso publicicista neoyorkino un manipulador entregado a los excesos (de fármacos, de trabajo, de hambre de triunfo sin miramientos). Su vida podría cambiar si cede ante las peticiones de su cuñada (Kim Basinger), la viuda de su hermano (que tal vez sea su mejor opción para bajarse del tren y descansar), pero como nunca nada es suficiente para Eli, debe echar a andar una importante reunión entre el líder negro y el judío, con o sin la ayuda de su jefe (Ryan O´Neal) a quien por tres décadas le ha cuidado la imagen.

Sin embargo, una noche loca con una actriz drogadicta (interpretada por Téa Leoni) ha de bastar para echar por tierra cualquier plan. La chica toma toma imágenes con una cámara digital de la orgía de drogas y sexo a la que asistió con Eli, y se ha quedado con un "recuerdito" que resulta demasiado comprometedor para los implicados, entre quienes está la gente más poderosa de la ciudad, y no tarda en ser asesinada mientras ambos están atascados de éxtasis y opio.

Pacino hace de Eli un personaje atípico, dándolecariz de apatía hacia el asesinato de la chica y lo que implica, pues lo único que le importa es que su evento salga bien. Esta actitud insensible y ególatra chocará a muchos, pero es totalmente válida en un filme sin concesiones como éste

Desafortunadamente, hay rasgos de homosexualidad en Eli que no son suficientemente explorados por Algrant, y que sin duda le habrían dado mayor dimensionalidad al rol protagónico y, seguramente, serviría para dar mayor credibilidad a la anécdota. Sin embargo, "La Noche del Crimen" es una cinta eficaz.



El director de Sex and the City en esta oportunidad cambia de género. Cuenta con un elenco importante (Al Pacino, Kim Basinger, Téa Leoni y Ryan O´Neal), una buena anécdota pero no da en la talla. El film está en ancadas entre thriller y drama o tal vez deba considerarse un thriller psicológico, por el cual se transita por los vericuetos del poder y la corrupción en Manhattan.

El publicista Eli Wurman (Al Pacino) se ha dedicado toda su vida a manejar las vidas de los ricos, famosos y poderosos a lo largo de su carrera. Se lo ve solvente pero decadente. Cary Launer (Ryan O´Neal), es un famoso actor, quien está en problemas por una joven estrella (Téa Leoni), y requiere los servicios de Wurman para sacársela de encima discretamente. Pero esto no resultara tan simple como parece... Así que esta joven modelo y actriz, llamada Jilli Hopper, lo lleva a lugares donde él ve lo que no debe ver: todo un piso de hotel con gente consumiendo drogas. Pero, no se trata de adictos corrientes, sino de personas importantes de la ciudad. A través de este extraño paseo, llega a ser testigo incluso de un crimen. Sin acordarse de nada la próxima mañana, sigue con su vida de siempre, intentando organizar y comprometer la asistencia para un evento en contra de la discriminación. Estos eventos son lo poco que Wurman conserva de sus ideales y que lo siguen conectando con su parte sana. Lo otro es su cuñada (Kim Bassinger) viuda de su hermano menor dispuesta a rescatarlo de la vida de hastío y excesos.

Un final sorpresivo cuando la anéctoda parecía demorarse en su resolución no parece un buen cierre para esta película que no logra convencer.(6)



Eli Wurman fue un requerido y respetado hombre de prensa de Nueva York, a quien su afición a mezclar alcohol y medicamentos lo ha llevado hasta lo mas bajo que se puede caer, aun a pesar de sus contactos con el mundo del poder.

Una noche a pedido de Carl Launer, un famoso actor que está empezando su carrera política, Eli accede a pagar la fianza de una joven y temperamental estrella del cine, llamada Jilli Hopper para que salga de la prisión. Luego, Jilli arrastra a Eli a un prostíbulo, donde le confiesa tener documentos que comprometen a políticos y dirigentes de derechos humanos. Esta revelacion pondra a Eli en medio de una conspiración política que lo llevara a convertirse en un estorbo para ciertos circulos que no dudaran en eliminarlo. Poco a poco él vera como su vida se complicara mas y mas hasta convertirse en un laberinto sin salida. Eli descubrira que las cosas siempre pueden estar peor, especialmente cuando se sabe mas de lo que se debe.(7)


El publicista Eli Wurman ha manejado las vidas de los ricos, famosos y poderosos a lo largo de su exitosa carrera. No existe una crisis que no haya podido manejar... hasta ahora. Cary Launer es un famoso actor, quien está en problemas por una joven estrella, y requiere los servicios de Wurman para sacársela de encima discretamente. Pero esto no resultara tan simple como parece...

Eli, cuya profesión consiste en mantener buenas relaciones con los grandes personajes de Nueva York, se muestra preocupado por una reunión a la que debe asistir en la noche siguiente y por la cual le cuesta mucho invitar a toda la gente que desea. Así es como se deja llevar por una joven modelo, llamada Jilli Hopper, que le pide ayuda.

Pero ella, aspirante a actriz, lo lleva a lugares donde él ve lo que no debía ver: todo un piso de hotel convertido en burdel, con gente consumiendo drogas. Pero, no se trata de adictos corrientes, sino de personas importantes de la ciudad.

A través de este extraño paseo, llega a ser testigo incluso de un crimen. Sin acordarse de nada la próxima mañana, sigue con su vida de siempre, peleándose como habitualmente lo hace con la gente, hasta que percibe que algo ha cambiado… (8)

Cuando una película es fallida, los errores se ven más y más grandes. Detalles que podrían pasar por nimios se observan como con una lupa. Los clisés crecen hasta ocupar toda la pantalla. El descrédito abochorna a cualquiera.

La noche del crimen es un drama con ingredientes de thriller que, además, intenta ser cine de denuncia. Bien dicen aquello de que el que mucho abarca..., y el director Daniel Algrant —a quien algunos capítulos de la serie Sex and the City evidentemente no han ayudado— tampoco sabe cómo maniatar, contener, apaciguar, en síntesis, dirigir a ese camaleón que suele ser Al Pacino.

El neoyorquino se hace un festín de tics con Eli, su personaje, un publicista —aquí sería un jefe de prensa— judío venido a menos, a quien una ex estrella de Hollywood ganadora de un Oscar —irónicamente compuesto por Ryan O'Neal— le encarga una, llamémosle "tarea": pagar un afianza y sacar de la cárcel a una estrellita de TV con la que estuvo involucrado.

Como nada podría salir según lo planeado, como bien sabe cualquier asiduo espectador al cine, Eli y Jilli (Téa Leoni, la ex de Woody Allen en La mirada de los otros) pasarán una noche impensada para ellos, que incluirá una visita a una cueva de droga y prostitución, claro que en un piso bien alto de Wall Street, un lugar que frecuentan hombres de poder. Eli está tan pasado de opio, que no sabe/no contesta cuando ve que alguien inyecta algo en el cuerpo de Jilli, el que, recostado en una cama de hotel, es sacudido repetida, rítmica e inequívocamente por un hombre.

No en vano Eli tiene un afiche de Asesinos S.A. en una de las paredes de su office...

Este dato no solo denota el espíritu del filme, muy común por los '70: corrupción, complot, negocios turbios y secretos que conviene guardar. Eli, que es acusado de izquierdista, sabe algo que a su amigo de Hollywood y a otros popes judíos y con poder, no les conviene develar. Imagíne usted el final.

Por algún motivo que no adivinamos los personajes borrachos o pasados de droga le salen tan bien a Pacino. Lástima que al sexto tic uno aguarda o que se pongo lúcido, o que la cámara no se detenga más en él. Porque no hay una escena en La noche del crimen —horrible traducción al original Gente que conozco— en la que Pacino no esté en ella. Ni una.

La corrección política campea por todo el relato, al que las historias secundarias, más que sostenerlo, lo hunden —una pretendida historia de amor entre Elli y su cuñada (Kim Basinger), por ejemplo—.

El filme, que debe ser el mayor fracaso económico en los EE.UU. en la carrera del actor de El Padrino y Sérpico, naufraga así entre la incredulidad del espectador y la escasa consistencia dramática de los personajes y las situaciones que atraviesan. Hay que gente que es mejor no llegar a conocerlas nunca.(9)


CITAS:

1.- http://www.rosariocine.com.ar/LA-NOCHE-DEL-CRIMEN_1204


2.- http://www.cinencanto.com/critic/p_people.htm

3.- http://www.bazuca.com/pelicula-7305573-La-Noche-del-Crimen

4.- http://www.cineismo.com/criticas/noche-del-crimen-la.htm

5.- http://www.tucineportal.com/contenido/nochec.htm

6.- http://es.shvoong.com/movies/1882505-la-noche-del-crimen-people/

7.- http://www.musimundo.com/producto-3009200145603~MICHAEL-CLAYTON--LA-NOCHE-DEL-CRIMEN-.aspx

8.- http://www.cinesargentinos.com.ar/pelicula/1184-la-noche-del-crimen/fotos/

9.- http://elamante.com.ar/notas/reviews/3329.shtml

LOVE STORY

1. ARTHUR HILLER


Arthur Hiller (n. 22 de noviembre de 1923 en Edmonton, Alberta, Canadá) es un director de cine canadiense pero afincado en Hollywood, nominado al premio Oscar.

1.1. BIOGRAFIA

Arthur Hiller se graduó en la Universidad de Toronto con la licenciatura de Bellas Artes en 1947 y posteriormente el Master en psicología en 1950. Hiller comenzaría su carrera como director en la televisión en los años 50, pasando al cine norteamericano desde los primeros 60. Sin ser nunca un cineasta brillante, si cuenta en su haber con varios títulos de éxito, calidad y/o reconocimiento a nivel internacional. Por otra parte, Hiller sería Presidente del Directors Guild of America desde 1989 a 1993 y Presidente de la Academia de las artes cinematográficas desde 1993 a 1997. También en 2002, recibiría el premio Jean Hersholt en 2002 en reconocmiento por sus acciones humanitarias.

En 2002, recibiría una estrella en el Paseo de la Fama de Canadá en Toronto y en el 2006 recibiría la Orden de Canadá.(1)

1.2. FILMOGRAFIA

• The Careless Years (1957)

• Miracle of the White Stallions (1963)

• La americanización de Emily (The Americanization of Emily) (1964). Es su primera película conocida fuera de Norteamérica, en parte por su pareja protagonista, dos actores prometedores en boga por aquél entonces (Julie Andrews y James Garner). Comedia romántica de buen acabado.

• The Addams Family (1964)

• Penélope (1966). Comedia de éxito, con romanticismo y gotitas de drama, donde destacaron una bellísima Natalie Wood y un joven Peter Falk a punto de ser "Colombo".

• Prométele cualquier cosa (Promise Her Anything) (1966). Warren Beatty, Leslie Caron y un bebé. Aparte del consabido romance de los dos actores, el film se recuerda con bastante agrado y en su estreno logró gran popularidad.

• Tobruk (1967). Notable cinta bélica, producida con un presupuesto muy holgado y con reparto de primera categoría (Rock Hudson, George Peppard,...), que inicia la mejor época del director.

• Papi (Popi) (1969). Prestigiosa comedia negra, entre el costumbrismo y el cine social, que lanzó a Alan Arkin y subrayó el carisma de Rita Moreno. Hoy olvidadilla, pero con todas sus virtudes intactas, es una obra a considerar.

• Los encantos de la gran ciudad (The Out-of-Towners) (1970)Jack Lemmon y Sandy Dennis son la pareja que se pierde en Nueva York. Sin ser una joya del cine, el film tiene más encanto que su remake posterior (en 1999, con Steve Martin y Goldie Hawn).

• Love Story (1970). La película romántico-trágica por excelencia de la década, quizá sólo seguida muy de cerca por la italiana Anónimo veneciano, con Ryan O´Neal y Ali McGraw viviendo un amor imposible. Basada en la novela de Erich Segal, su estreno supuso todo un fenómeno social a nivel internacional.

• Eso del matrimonio (Plaza Suite) (1971). Comedia entre la ironía y la sátira, con una de las mejores creaciones de Walter Matthau. Hiller se ganó el respeto del gran público con films sólidos y la mar de entretenidos, como éste.

• Anatomía de un hospital (The Hospital) (1971). Adaptación de una obra de Paddy Chayevsky de irregular resultado global pese a intenciones y reparto (George C. Scott al frente).

• El hombre de La Mancha (Man of La Mancha) (1972). Incomprendida pero nada despreciable, su fracaso en taquilla no resta crédito a esta versión del musical de Broadway. Peter O'Toole, Sophia Loren y James Coco en pleno universo cervantino, interpretando con convicción, y la labor de producción, realización, guión, fotografía y puesta en escena merecen que la cinta se revise en profundidad.

• The man in the Glass Booth (1975). Aunque la cinta delata en exceso su origen teatral, esta obra sobre un industrial que colaboró con el régimen nazi (Maximilian Schell) y que es acusado años después, pertenece a lo mejor del director. Tiene la fuerza dramática adecuada.

• El expreso de Chicago (Silver Streak) (1976). Quizá el mayor éxito comercial en la carrera de Hiller, fue la primera película que reunió a la pareja cómica Gene Wilder-Richard Pryor, y sentó las bases de un subgénero que todavía perdura.

• W. C. Fields and Me (1976). Poco conocida en Europa, pero necesaria para comprender la evolución del cineasta, es ilocalizable actualmente.

• Alas en la noche (Nightwing) (1979). Los hoy semi-desconocidos Nick Mancuso y Kathryn Harrold están en esta cinta de terror-catástrofe casi modélica, comprometida y de intenciones cuasi-místicas, que malcopian actualmente los telefilms <> dedicados a las amenazas de pueblos, ciudades, etc por parte de toda clase de roedores, arácnidos, insectos,... La atmósfera del film es una de sus bazas.

• Los suegros (The In-Laws) (1979). Peter Falk y Alan Arkin retoman colaboración con Hiller en esta comedia de fina ironía que remeda un clásico moderno del cine francés: Le bonne année ("Una dama y un bribón" 1971, de Claude Lelouch).

• Su otro amor (Making Love) (1982). Producción canadiense sobre un hombre casado que descubre su homosexualidad. El morbo lo ponen tres rostros televisivos de la época (Harry Hamlin, Kate Jackson y Michael Ontkean.

• Autor! Autor! (Author! Author!) (1982). Obra personal de Hiller y respetable en su acabado formal, la cinta tiene una más que correcta interpretación de Al Pacino en una de sus últimas apariciones en el cine de los 80, junto a una interesante Dyan Cannon

• En íntima colaboración (Romantic Comedy) (1983). Comedia concebida para mayor gloria del cómico norteamericano de moda en esos momentos, Dudley Moore, que se ve tan rápido como se olvida pese a tener buenos momentos. Se recuerda por una jugosa aparición de Alec Guinness, y por la siempre excelente Mary Steenburgen.

• Profesores de hoy (Teachers) (1984). Nick Nolte, JoBeth Williams y Ralph Maccio en medio de las relaciones entre profesores y alumnos de instituto. Comedia algo fallida, por quedarse a medio camino de casi todo, puede presumir de buena recaudación en las taquillas.

• Un tipo solitario (The Lonely Guy) (1984). Una de las películas menos conocidas de Hiller, y del cómico protagonista, Steve Martin.

• Increíble suerte (Outrageous Fortune) (1987). Tachada por algunos de gruesa, zafia y previsible, lo cierto es que las andanzas de dos mujeres perseguidas por un malentendido forman un film divertido, a ratos descacharrante, y rodado con ingenio. Si la comparamos con la media de comedias USA que pertenecen a su mismo estilo, sale muy airosa.

• No me chilles que no te veo (See No Evil, Hear No Evil) (1989). Gene Wilder y Richard Pryor en el film más popular de cuantos rodaron como duo. Como secundarios, Joan Severance y Kevin Spacey. No está mal.

• Millonario al instante (Taking Care of Business) (1990). Nueva versión de una historia mil veces llevada a la pantalla: de repente, un hombre hereda millones de dólares, pero limitado a conseguir el dinero realmente por medio de una condición tan difícil de cumplir como injusta. Mejor revisar la magnífica versión de Allan Dwann de 1945: Mi novio está loco.

• Casado con eso (Married to It) (1991). Tres matrimonios y sus historias en una comedia ligera poco emocionante de ver.

• El ídolo (The Babe) (1992). Con apariencia de telefilm, esta biografía del mítico jugador de baseball Babe Ruth está interpretada con el buen hacer de John Goodman, acompañado por la minusvalorada Kelly McGillis.

• Todos al coche (Carpool) (1996). En principio, una comedia familiar -para el público infantil más bien- con Tom Arnold como principal reclamo. Entretiene.

• ¡Arde Hollywood! (An Alan Smithee Film: Burn Hollywood Burn) (1997). Inédita en los cines europeos -no así en los videoclubs-. Lástima de la presencia de Hiller en este engendro.

1.3. PREMIOS

OSCAR Año Categoría Resultado

2001 Premio Humanitario Jean Hersholt

Ganador

2. LOVE STORY




Love Story es una película romántica de 1970 escrita por Erich Segal basada en su propio best-seller y dirigida por Arthur Hiller. Ha sido considerada una de las películas más románticas de todos los tiempos según el American Film Institute (número 9 de la lista). La película fue protagonizada por Ali MacGraw y Ryan O'Neal y en ella tuvieron papeles más breves el veterano Ray Milland y un joven Tommy Lee Jones.

12.1. SINOPSIS

Artículo II. Historia de amor de dos universitarios de Harvard. Él es hijo de un poderoso banquero, mientras que el padre de ella es un humilde emigrante italiano. Ambos consiguen vencer las dificultades propias de sus diferentes clases sociales, pero una enfermedad incurable destroza a la pareja.

12.2. FICHA TÉCNICA

• Título Love Store

• Dirección Arthur Hiller

• Producción Howard G. Minsky

• Guión Erich Segal

• Música Francis Lai

• Fotografía Richard C. Kratina

• Montaje Robert C. Jones

• Reparto Ali MacGraw, Ryan O'Neal, John Marley, Ray Milland, Russell Nype, Katharine Balfour, Sydney Walker, Robert Modica, Walker Daniels, Tommy Lee Jones

• País Estados Unidos

• Año 1970

• Género Drama

• Duración 99 minutos

12.3. COMENTARIOS

Oliver Barret es un gran deportista y estudiante universitario, con grandes problemas de desapego a su padre motivados por los sentimientos de inferioridad que éste le inspira. Su vida cambia y se llena de sentido cuando conoce a Jennifer Cavilleri, una extrovertida e interesante estudiante de música que llega a su vida para llenarla de alegría, y hermosos mensajes que lo llevan a la felicidad. Desgraciadamente luego de que su amor supera las más duras pruebas ella es víctima de una terrible enfermedad por la cual muere, dejando a Oliver devastado pero a la vez convertido en una mejor persona sin miedos ni rencores.(2)




La novela de Erich Segal Love Story era una historia ligera sobre el fatídico romAnce entre un joven adinerado y una mujer de clase media. El tratamiento cinematográfico que hizo el director Arthur Hiller del original borró sus tintes de telenovela y la convirtió en un clásico de su género.

Ryan O'Neal interpreta a Oliver Barratt IV, un acomodado estudiante que llega a Harvard para estudiar derecho y se enamora de una estudiante de música de Radcliffe, Jenny Cavilleri (Ali McGraw), el fruto despreocupado y deliciosamente profano de una familia trabajadora italoamericana. El padre de Oliver (Ray Milland) desaprueba tajantemente el matrimonio subsiguiente y retira la asignación a su hijo. A pesar de sus dificultades financieras, la pareja es sumamente feliz.... hasta que a Jenny le diagnostican una de esas convenientes enfermedades de las películas que condenan a la víctima a una muerte temprana, pero que deja a la susodicha víctima con un aspecto impecable incluso al borde de la eternidad.

"Amar significa no tener que decir nunca lo siento", puede sonar a sermón más bien cursi, pero en el contexto de Love Story estas palabras tienen una cualidad casi poética. La desafortunada consecuencia de esta película enormemente exitosa es que serviría de inspiración a una abominable segunda parte: La historia de Oliver.(3)



El melodrama romántico por excelencia, que derramó tantas lágrimas como dólares recaudó en todo el mundo -fue la película más taquillera del año en Estados Unidos-, es además el mejor alegato contra el sacrificio del estudio jamás visto. "Amor significa no tener que decir nunca lo siento", pero ir a la mejor universidad del país puede no ser tan buena idea, y no porque tus padres no sean millonarios, sino porque, para un chico guapo y de buena familia que te promete amor eterno... va la puta leucemia y te jode la vida. Sí, yo también me enamoré de Ali MacGraw, yo también lloré... (4)



Love Story es una de las películas más románticas jamás rodadas, así como una de las más queridas y famosas de todos los tiempos. Esta hermosa historia de amor se convertiría en el gran éxito de Paramount en 1970, obteniendo siete nominaciones al Oscar, incluyendo el de Mejor Película, y logrando uno para la brillante partitura de Francis Lai. Según se iba rodando Love Story, sus autores sabían que se trataba de algo muy especial, tan especial que Erich Segal, al tiempo que escribía el guión, retocaba detalles de su futuro best-seller. Sus protagonistas recibieron nominaciones al Oscar y se convirtieron en grandes estrellas por sus impresionantes interpretaciones de la joven pareja que supera todas las barreras sociales, se casan y finalmente, se enfrentan a la peor de las crisis. (5)




CITAS:
1.- http://es.wikipedia.org/wiki/Arthur_Hiller


2.- http://es.wikipedia.org/wiki/Love_Story_(pel%C3%ADcula)

3.- http://www.noticiasdot.com/stilo/contenido/noticias/2005/galerias/san-

4.-valentin2005/amorcine/peliculas/htm/amor-cine-06.htm

5.- http://www.vagos.es/showthread.php?t=59060

http://cine.mysofa.es/pelicula/love_story

jueves, 29 de julio de 2010

EL MARGINAL

1.- JACQUES DERAY




1.1.- BIOGRAFÍA

Fiel representante de la gran tradición policiaca del cine francés, a Jacques Deray, fallecido a los 74 años, se le deben títulos como Rififi en Tokio (1961), La piscina (1968) o Funeral en los Angeles (1973). Vinculado durante gran parte de su carrera al actor y productor Alain Delon, puede decirse sin embargo que no llegó a desarrollar todo su talento.

Nacido en Lyon en una familia acomodada, asistió a los cursos de arte dramático de René Simon antes de actuar en producciones hoy olvidadas. En 1952, decepcionado de su actividad interpretativa, se empleó como ayudante de dirección a las órdenes de Henri Verneuil, Jules Dassin o Luis Buñuel, con quien colaboró en Así es la aurora (1955).

Aunque su primera realización, El gigolo (1960), coincide con el máximo apogeo del nuevo cine galo, Deray tuvo muy poco que ver con la nouvelle vague. Antes que con las propuestas rupturistas de la nueva ola, hay que enmarcarle dentro de la tradición policiaca francesa, que pasa por maestros como Clouzot y Becker y tiene en el gran Jean-Pierre Melville su máximo exponente.

Dotado de un gran sentido de la imagen, tendrán que pasar algunos años antes de que el éxito de taquilla corrobore los elogios de la crítica. Será con La piscina (1968), un thriller psicológico rodado en Saint Tropez cuando la alta sociedad se agolpaba en la Costa Azul. Fue protagonizada por Maurice Ronet, Jane Birkin, Romy Schneider y Alain Delon, que se convertiría en un asiduo de sus cintas.

Con Delon rueda La dulce hembra (1970), y con éste y Jean-Paul Belmondo Borsalino, un thriller que recrea las mafias marsellesas de los años 30 a través de la amistad entre dos hampones -Carbone (Belmondo) y Spirito (Delon)-. El filme fue un éxito internacional.

También aplaudido en EEUU, Deray rueda allí su siguiente película policiaca, Funeral en los Angeles, donde se subliman las pautas marcadas por los clásicos. Protagonizada por Jean-Louis Trintignant y Ann-Margret, cuenta la historia de un asesino a sueldo que ha de eludir la venganza del hijo del gánster a quien acaba de matar. Resuelta con un pulso sorprendente imprime una inusual luminosidad a la ciudad californiana.

Tras rodar en 1974 Borsalino y CIA, durante los años siguientes Deray, para quien el thriller «es un espectáculo de primer orden», trabaja casi exclusivamente al servicio de Delon. Así surgirán Flic Story (1975), Los granujas (1976), El derecho a matar (1980) y otros muchos. Sin cambiar de género, se encontró de nuevo con Belmondo en El marginal (1983) y en El solitario (1987), mientras que con Michael Serrault y Charlotte Rampling colaboró en On ne meurt que deux fois (1985). En 1994 produjo L'ours en peluche, su última cinta.

La crítica más superficial le llamó el Hitchcock francés. Pero si hay que comparar a Deray con algún cineasta clásico ha de ser con Otto Preminger. Al igual que el autor de Laura, Deray se mostró especialmente dotado para las tramas con adulterio y espionaje. En ellas, la crítica más lúcida ha visto un apunte fantástico próximo a Preminger, cualidad que no desarrolló lo suficiente.

Jacques Deray, director de cine, nació el 19 de febrero de 1929 en Lyon y falleció el 10 de agosto de 2003 en Boulogne-Billancourt.(1)

1.2..- FILMOGRAFÍA

• 1960 : Le Gigolo

• 1962 : Du rififi à Tokyo

• 1963 : Symphonie pour un massacre

• 1965 : Par un beau matin d'été

• 1966 : Avec la peau des autres

• 1966 : L'Homme de Marrakech

• 1969 : La Piscine

• 1970 : Borsalino

• 1971 : Doucement les basses

• 1971 : Un peu de soleil dans l'eau froide

• 1972 : Un homme est mort

• 1974 : Borsalino & Co

• 1975 : Flic Story

• 1977 : Le Gang

• 1978 : Un papillon sur l'épaule

• 1980 : Trois hommes à abattre

• 1983 : Le Marginal

• 1985 : On ne meurt que 2 fois

• 1987 : Le Solitaire

• 1987 : Maladie d'amour

• 1989 : Les Bois noirs

• 1991 : Contre l'oubli (film collectif)

• 1991 : Netchaïev est de retour

• 1993 : Un crime

• 1994 : 3000 scénarios contre un virus (segment « Arnaud et ses copains »)

• 1994 : L'Ours en peluche

• 1998 : Clarissa (1997 en Italie)

• 2000 : On n'a qu'une vie (film de télévision)

• 2001 : Lettre d'une inconnue (film de télévision) d'après Stefan Zweig


2.- LE MARGINAL

Descripción: Belmondo es un policía determinado a que la Justicia sea aplicada, a cualquier precio. En su agenda está un peligroso cartel del tráfico de drogas, que actúa en la región de Paris y Marsella, bajo el comando de un poderoso jefe (Henry Silva), inaccesible, pero mortal.


2.1.- SINOPSIS

Belmondo es un policía determinado a que la Justicia sea aplicada, a cualquier precio. En su agenda está un peligroso cartel del tráfico de drogas, que actúa en la región de Paris y Marsella, bajo el comando de un poderoso jefe (Henry Silva), inaccesible, pero mortal.

Belmondo es un policía determinado a que la Justicia sea aplicada, a cualquier precio. En su agenda está un peligroso cartel del tráfico de drogas, que actúa en la región de Paris y Marsella, bajo el comando de un poderoso jefe (Henry Silva), inaccesible, pero mortal.

El comisario Philippe Jordan, un policía de expeditivos métodos, se ha propuesto acabar con el capo de la droga Sauveur Meccacci, sin embargo éste es un criminal inteligente y conseguirá apartarlo de Marsella, el punto clave para el narcotráfico. Una vez en París, lejos de darse por vencido, Jordan tramará la estrategia definitiva para salir vencedor del duelo.



2.2.- FICHA TÉCNICA

• Año de producción: 1983

• País: Francia

• Dirección: Jacques Deray

• Intérpretes: Jean-Paul Belmondo (Comisario Philippe Jordan), Henry Silva (Sauveur Meccacci), Carlos Sotto Mayor (Livia Maria Dolores), Pierre Vernier (Inspector Rojinski), Maurice Barrier (Tonton), Claude Brosset (Antonio Baldi), Tchéky Karyo (Francis Pierron), Jacques Maury (Maître Cappa).

• Música: Ennio Morricone

• Fotografía: Xaver Schwarzenberger

• Duración: 100 min.

• Público apropiado: Jóvenes

• Género: Acción, Thriller

• Contenidos: Acción 2, Amor 1, Lágrimas 0, Risas 1, Sexo 0, Violencia 0 [de 0 a 4]

2.3.- COMENTARIOS

Uno de los mayores éxitos del cine francés, que batió el récord de audiencia en su momento con medio millón de espectadores en la primera semana de exhibición. Se notaba que su actor principal, Jean-Paul Belmondo, estaba en lo más alto de la cima de la popularidad, principalmente actuando como aventurero (As de ases, El animal) y policía (El profesional, Yo impongo mi ley a sangre y fuego).

En esta ocasión se trata de un caso del comisario Jordan quien, con métodos expeditivos y sin tener muy en cuenta la ley, intenta atrapar a un millonario que maneja un importante cártel del narcotráfico. Impactante tema central de Ennio Morricone, buenos diálogos y acción tan trepidante por parte de Belmondo que llega a ir por los tejados y saltar desde un helicóptero a una lancha motora.(2)


Uno de los métodos habituales utilizados por el comisario Philippe Jordan (Jean-Paul Belmondo) consiste en disparar a un criminal con el arma de otro delincuente, aparentando un ajuste de cuentas. Su heterodoxa forma de actuar le ha merecido el sobrenombre de 'El marginal', algo que no le preocupa siempre que se haga justicia. En su nuevo destino como jefe de la Brigada de Estupefacientes de Marsella, Jordan espera acabar con la carrera delictiva de Sauveur Mecacci, de quien se rumorea, cuenta con el apoyo de influyentes personajes de la escena política.(3)


En El marginal de 1983, hemos de destacar las extremas persecuciones en coche por las calles de París, donde Belmondo no usa dobles. En la persecución, tiene lugar por el puerto y luego por las calles, hay que destacar el ensañamiento de Belmondo golpeando su coche contra el de los enemigos, que los aplasta en el amasijo de hierros. Para ello Belmondo, va al volante de un Ford Mustang Coupé 1967 Luxury persiguiendo un Plymouth Volare por las calles de Paris.(4)

Ahora cambiaremos completamente de registro, pues entre esta película y la que viene a continuación han pasado 12 años. La persecución que viene ahora pertenece a la cinta: Le marginal, de 1983. Esta persecución tiene muchas reminiscencias con Bullit, por varios motivos. El principal y más evidente es por el coche utilizado, un Ford Mustang Coupé 1967 Luxury, que aunque no es idéntico del Fastback de Steve McQueen guarda más que algunas similitudes, mientras que el adversario es un Plymouth Volare (nada que ver con el mítico Charger).



Los dos Mustang utilizados en la película fueron preparados por Jo Cot. Montaban un motor V8 289 codigo K, de alto rendimiento que proporcionaba 271 caballos. Tras la película fueron guardados durante una larga temporada, y uno de ellos terminó convertido en chatarra. La otra unidad corrió mejor suerte y fue comprada por un aficionado que lo mantiene en perfecto estado en la región parisina.

Más Info de la película Le Marginal y los coches en Madness-us-cars (en francés)

Hasta aquí ha llegado la primera parte de nuestras persecuciones de película, pero hay más. Un avance, la segunda parte también estará protagonizada por JP Belmondo).(5)



Es difícil catalogar una película realizada para el lucimiento del afamado actor de antaño Jean Paul Belmondo, sobre todo porque uno no tiene la cultura necesaria sobre el actor como para lograr justicia a la hora de analizar el film. De hecho es la primera película que veo, al menos de forma consciente. Y la verdad que es bastante mala.

Su personaje es un policía al estilo Harry el sucio, pero francés. No le importa el medio, lo que le importa es que se cumpla la ley. Y así realiza proeza en contra de los delincuentes pasando los límites de la ley, sin problema alguno. A diferencia del personaje de Eastwood, el Comisario Jordan no tiene moral, le da lo mismo matar a un zar de la droga y hacerlo pasar por ajuste de cuentas, enamorar a una prostituta y luego dejarla. El no tiene moral ni vida propia, el quiere que los malos paguen a como dé lugar. Siempre con un tono de humor y despreocupación, a sabiendas que más allá del delito que cometa para poner justicia, siempre se saldrá con la suya. Asi es el Comisario Jordan.

La historia es bastante simplona por demás y sobre todo muy entreverada. Los diferentes personajes que lo llevarán pista tras pista hacia el narcotraficante, así como aparecen mueren, sin más. Hasta que llega a encontrarlo y hacer justicia propia. Uno al terminar la película se pregunta para que buscó tantas pistas en su contra, si al final llegó a él y lo mato sin motivo mayor que el de sacarlo de la calle.

Es una historia de personaje, la cámara sigue al Comisario en todas sus peripecias mientras busca encarcelarlo. Pero los guionistas se encargaron de juntar una y otra escena de acción sin lograr una historia contundente, entonces el film no pasa de eso, no sentamos frente a la pantalla durante cien extensos minutos a ver como Belmondo dispara, persigue y mata gente, no hay nada más. Muy poco, para un actor que a esa altura estaba más que consagrado.

Tal vez la película era una excusa para la gente, que lo único que quería era verlo en acción, no lo sé. Pero cuando uno ve la película desconociendo su popularidad, simplemente buscando un vehículo de entretenimiento, descubre una historia por demás historia. Solo para fans de Belmondo, el resto negarse por favor.(6)


“Le Marginal” es una película francesa de acción realizada por el famoso agente francés Jean-Paul Belmondo. Pero lo más importante es que su compositor es Ennio Morricone. Los elementos orientales de un número grande (gongo, tambor, cymbal) fueron utilizados en la melodía del tema de la película y combinados con la orquesta occidental clásica. Forma un fuerte, clarín, avanza airosamente en atmósfera enérgia. Pienso que es modelo de una música oriental y occidental combinada excepcionalmente, él también soy un símbolo de la amistad entre el gran Ennio Morricone y Jean-Paul Belmondo.


Otra figura que surge en esta película, por su nombre, es la novia de Belmondo en la vida real en aquella época: Carlos Sotto Mayor, la que luego sería su esposa con la que residió en Ibiza, España con ella  actúa también en “El Solitario”







martes, 13 de julio de 2010

LOOKING FOR ERIC

1. KEN LOACH



LOACH & CANTONA

Kenneth Loach conocido como Ken Loach, (Nuneaton, Warwickshire, Inglaterra; 17 de junio de 1936) es un director de televisión y director de cine del Reino Unido, conocido por su estilo de realismo social y temática socialista ligados a su militancia trotskista.

1.1. BIOGRAFIA

A los 25 años, mientras estudiaba derecho en el St Peter's College de Oxford, entró por primera vez en contacto con las artes escénicas actuando en el grupo de teatro de la universidad. Después de graduarse, trabajó como asistente de dirección en el Northampton Repertory Theatre. Sin embargo, estaba más interesado en el mundo audiovisual que en el de las tablas, así es que después de obtener en 1963 una beca en la cadena de televisión BBC, se inicia en la dirección.
El ambiente que se respiraba en aquellos años favorecía la realización de programas que criticaban las injusticias sociales, allí encontró Loach la visión y la voz que caracterizaría su cine. A partir de 1964 comienza a dirigir una serie de docudramas, siendo el más famoso de ellos Cathy Come Home (1966), que aborda la problemática de la vivienda y la pobreza en el contexto del estado de bienestar británico. Fue una de las películas más controvertidas producidas por la BBC, llegando incluso a provocar que se modificasen las leyes sobre los sin techo1 .
Desde entonces y hasta principios de los 80', Loach dividió su tiempo entre el cine y la televisión, filmó cuatro largometrajes, numerosos documentales y películas para la TV como The Big Flame (1969) sobre los trabajadores portuarios de Liverpool y la serie Days of Hope (1975), sobre los hechos que llevaron a la huelga de 1926, y la derrota del Movimiento Laborista Británico.
Con Margaret Thatcher en el poder, crece el paro y los recortes de presupuesto para la cultura. La Dama de Hierro se gana muchos enemigos entre los artistas, Loach entre ellos. El Channel Four prohibió sus documentales A Question of Leadership, con los que combate al Thatcherismo, por lo cual a lo largo de toda esa década solo puede filmar dos películas.
En los años 90', con los cambios políticos, su carrera se revitaliza. Ha filmado hasta ahora nueve películas más, con la mayoría de las cuales ha obtenido numerosos premios, consolidando su carrera internacional, pero manteniéndose siempre fiel al estilo que fue una constante en su vida: la defensa de los oprimidos. En cuanto a la militancia estrictamente política, Ken Loach es hoy día miembro de la directiva de la coalición de izquierda Respect - The Unity Coalition.
Loach, en cuyas películas muchos creen ver algo así como un "grado cero de la escritura cinematográfica", es dueño de un estilo depurado y sintético. Como heredero inequívoco de las principales tendencias de cine realista de Europa y en mayor medida del cine independiente que se caracterizaba por su realismo, su inconformismo social, su crítica a la burguesía y a la sociedad, y su acercamiento a los seres anónimos de la misma, o su sentido del humor.
Ken Loach, al igual que sus antecesores, denuncia los traumas que ocasiona en los seres humanos la vida en las ciudades industriales a pesar de los avances tecnológicos, y con sus historias sacude las conciencias de la sociedad contemporánea con el fin de mejorar sustancialmente las condiciones de la clase trabajadora (poniendo de ejemplo lo que mejor conoce: las injusticias que sufren las clases menos favorecidas en la sociedad británica). (1)
El cineasta británico Ken Loach, maestro del realismo social, está colgando su filmografía gratis en Internet a través de un canal de Youtube gestionado por su productora Sixteen Films.
De momento, ya están disponibles películas como 'Sólo un beso' (2004), sobre una historia de amor entre un joven musulmán y una chica católica, que ganó el Premio del Jurado Festival de Cine de Berlín (2004), fue elegida Mejor película Europea Premios César (2005) y se llevó el Premio del Público Festival de Valladolid (2004).
También 'Agenda Oculta' (Hidden Agenda, 1990), con el problema del terrorismo del IRA irlandés como telón de fondo; el documental 'Cathy Come Home' (1966) sobre la pobreza o 'Kes' (1969), una de sus primeras incursiones en cine.
La idea parte de una colección con material extra en dvd del cine de Loach, compuesta por dos cajas que contienen 16 películas del cineasta. "Se añadirá una nueva película cada semana hasta que la colección completa esté disponible", explica la productora. La próxima será 'La cuadrilla' ('The Navigators'), filmada en 2001. (2)

1.2. FILMOGRAFIA
1.2.1. TELEVISION
• Z Cars (serie, 1962)
• Diary of a Young Man (1964)
• 3 Clear Sundays (1965)
• Up the Junction (1965)
• The End of Arthur's Marriage (1965)
• Coming Out Party (1965)
• Cathy Come Home (1966) (as Kenneth Loach)
• In Two Minds (1967)
• The Golden Vision (1968)
• The Big Flame (1969)
• The Rank and the File (1971) - part of the Play for Today series.
• After a Lifetime (1971)
• A Misfortune (1973)
• Days of Hope (mini-series, 1975)
• The Price of Coal (1977)
• Auditions (1980)
• A Question of Leadership (1981)
• The Red and the Blue: Impressions of Two Political Conferences - Autumn 1982 (1983)
• Questions of Leadership (1983)
• The View From the Woodpile (1989)
1.2.2. CINE
• Poor Cow (1967)
• Kes (1969) (as Kenneth Loach)
• The Save the Children Fund Film (1971)
• Family Life (1971)
• Black Jack (1979)
• The Gamekeeper (1980)
• Miradas y sonrisas (Looks and Smiles) (1981) (como Kenneth Loach)
• Which Side Are You On? (1984)
• Fatherland (1986)
• Agenda oculta (Hidden Agenda) (1990). Premio especial del jurado de Cannes.
• Riff-Raff (1990). Distribuida con subtítulos en Estados Unidos, debido a la jerga británica.
• Lloviendo piedras (Raining Stones) (1993). Premio especial del jurado de Cannes.
• Ladybird Ladybird (1994)
• Tierra y libertad (Land and Freedom) (1995). Premio internacional de críticos FIPRESCI y premio del jurado ecuménico del Festival de cine de Cannes.
• A Contemporary Case for Common Ownership (1995)
• La canción de Carla (Carla's Song) (1996)
• The Flickering Flame (1997)
• Mi nombre es Joe (My Name Is Joe) (1998)
• Pan y rosas (Bread and Roses) (2000)
• La cuadrilla (The Navigators) (2001)
• Felices dieciséis (Sweet Sixteen) (2002), Espiga de Oro Seminci Festival de Valladolid (2002).
• Sólo un beso (Ae fond Kiss) (2004). Premio del Jurado Festival de Cine de Berlín (2004), Mejor película Europea Premios César (2005), Premio del Público Festival de Valladolid (2004).
• Tickets (2005), junto a Ermanno Olmi y Abbas Kiarostami
• The Wind That Shakes the Barley (El viento que acaricia el prado y El viento que agita la cebada) (2006) Palma de Oro de Cannes
• En un mundo libre (It's a free world) (2007), Premio al mejor guión del Festival Internacional de Cine de Venecia
• Buscando a Eric (Looking for Eric) (2009)
• Route Irish (2010)

2. LOOKING FOR ERIC (BUSCANDO A ERIC)

3. FICHA TÉCNICA
  • TÍTULO ORIGINAL Looking for Eric


  • AÑO 2009


  • DURACIÓN 119 min.


  • PAÍS GRAN BRETAÑA


  • DIRECTOR Ken Loach


  • GUIÓN Paul Laverty


  • MÚSICA George Fenton


  • FOTOGRAFÍA Barry Ackroyd


  • REPARTO Eric Cantona, Steve Evets, Stephanie Bishop, Gerard Kearns, Stefan Gumbs, Lucy-Jo Hudson, Justin Moorhouse, John Henshaw


  • PRODUCTORA Coproducción Reino Unido-Francia-Italia-Bélgica; BIM / Canto Bros. / Les Films du Fleuve / Sixteen Films / Why Not Productions


  • PREMIOS 2009: Cannes: Premio del Jurado Ecuménico
  
4. SINOPSIS:
  
Eric Bishop (Steve Evets), cartero en Manchester, atraviesa una mala época. Su mujer le ha dejado, sus dos hijastros están descontrolados y la casa era caótica aun antes de que una hormigonera apareciera en el jardín delantero; su hija le reprocha no estar a la altura y su vida sentimental es un desierto. A pesar de la amistad y el buen humor de sus compañeros carteros, que hacen todo lo posible para devolverle la sonrisa, Eric sigue hundiéndose...
  
Una noche, Eric se dirige a su ídolo, que parece observarlo con mirada maliciosa desde el póster de la pared de su habitación y se pregunta qué haría en su lugar el mejor jugador del Manchester United. Y Eric está seguro de que Eric Cantona, el "Rey", le va a ayudar a retomar las riendas de su vida.
  
5. ARGUMENTO
Eric Bishop es un cartero fan del fútbol cuya vida está en crisis. Vive en Manchester con sus dos hijastros, hijos de su segunda mujer que lo abandonó. La vida en esa casa es caótica. Cuidando a su nieta entabla contacto con su ex-mujer, Lily, a la que abandonó tras el nacimiento de su hija. Al mismo tiempo, su hijastro Ryan está escondiendo un arma bajo el suelo de su habitación para un gángster. En esos momentos Eric llega a plantearse el suicidio. Pero después de una corta sesión de meditación con sus compañeros de trabajo, recibe visitas como alucinaciones de su héroe del fútbol, el famoso Eric Cantona, que le da consejo. Su relación con Lily mejora considerablemente. Bishop encuentra la pistola y se enfrenta a su hijo. Ryan admite su relación con los gángsteres, y Bishop les intenta devolver la pistola. Se ve obligado a dejarlo estar cuando introducen un Rottweiler en el coche en el que venía para amenazarle. Entonces el mafioso cuelga el vídeo de la humillación de Bishop en Youtube. Después la familia entera es arrestada por la policía en una redada a la casa por un chivatazo, pero no consiguen encontrar la pistola. Eric Cantona recomienda a Bishop hablar con sus amigos y 'sorprenderse' a sí mismo. Bishop y sus compañeros organizan la 'Operación Cantona', introduciendo tres autobuses de fans del Manchester United ataviados con máscaras de Eric Cantona en la casa del mafioso y humillándolo a él y a su familia, amenazando con publicar el vídeo de la operación en Youtube si no les dejaban en paz. La película termina con la graduación de la hija de Eric Bishop, donde la familia y los amigos se reencuentran juntos. (3)
  
6. COMENTARIOS
El cartero de Manchester y fanático del fútbol Eric Bishop ve como su vida se va a pique a marchas forzadas. Todavía no ha superado la ruptura con su mujer, a pesar de que ésta se produjera muchos años atrás. Mientras, sus hijos parecen cada vez más descontrolados, mezclándose en trapicheos con peligrosos mafiosos, desatendiendo sus obligaciones y poniendo constantemente en duda su autoridad. Cuando el torturado cabeza de familia sufra un accidente de coche, tratará de dar un cambio de rumbo que ponga en orden todos sus asuntos. Para ello contará con la inestimable ayuda de sus compañeros de trabajo... y del gran Eric Cantona.
 Es por ello que no son pocos los que deciden, aunque sea de forma inconsciente, volcar todas sus expectativas y sueños frustrados, en los presuntos héroes con los que les ha tocado convivir en el tiempo. Son esos seres de los que creemos saberlo todo: con quién se han acostado, el número exacto de hijos que oculta, el nombre del fotógrafo al que han aporreado, o cuántas veces han visitado la comisaría a lo largo del último mes. Personajes cuyas virtudes y defectos sirven respectivamente para marcar el camino a seguir o a evitar para sus innumerables fans. Son estos actores / cantantes / deportistas los que componen un cada vez más volátil star-system, y a los que les borramos cualquier atisbo de humanidad para que ejerzan de guías espirituales particulares durante las veinticuatro horas del día.
 En esta línea, en la maravillosa ‘Amor a quemarropa’, Christian Slater reforzaba su moral con las lecciones de un Val Kilmer con claros toques de Elvis Presley. Por su parte, en ‘Alta fidelidad’ John Cusack no dudaba en pedir consejos amorosos al mismísimo Bruce Springsteen. En esta ocasión el gurú por sorpresa es Eric Cantona, el mejor consigliere al que podía aspirar un consumado seguidor de los Red Devils. Al fin y al cabo, en momentos de gran desconsuelo, el protagonista ya acudía a la imagen del exjugador galo para encontrar en ella a un psicólogo... o a un mesías que alumbrara el oscuro camino de su vida.
  
Con un planteamiento tan delirante, y a la postre cómico, parece que el elemento sobrante aquí sea el director, un auténtico especialista en los drama sociales. Ken Loach, no obstante se las ingenia para llevar durante buena parte del metraje la propuesta hacia sus dominios. Así, el que acaba buscando como alma en pena a Eric es más bien el espectador. Lo que haga falta con tal de huir de las cansinas, forzadas e inadmisiblemente simplonas desgracias de esa familia disfuncional. Este tic tan característico de Loach en mi reglamento arbitral se traduce como mínimo en una tarjeta amarilla, pero estoy dispuesto a dejarlo en una amonestación verbal. Primero, porque el cineasta de Warwickshire consigue aprovechar en su favor la artificiosa saturación dramática, para acabar configurando una cinta no tan hilarante como cabía esperar, pero sí notablemente simpática. Segundo, porque finalmente encontramos a Eric, y cuando Cantona está en pantalla, el filme gana muchos enteros.
 Siempre listo para soltar alguna frase lapidaria, las apariciones del rechoncho astro rebosan comicidad y ternura. Entrañan a la vez una muy acertada reflexión sobre la avalancha de emociones y sentimientos que mueve el fútbol, así como el consiguiente proceso esquizofrénico que siguen muchos para fusionarse con los colores de su camiseta, o con los jugadores que los defienden. A destacar la escena en la que el cartero le pregunta a su ídolo cuál fue la mejor acción de toda su carrera deportiva. Un momento que huele a manipulación, pero que funciona a la perfección para la ocasión. Y que ya de paso, confirma que las islas británicas han dejado claro que este año, con títulos como ‘The Damned United’ y ‘Buscando a Eric’, la relación del deporte rey con el séptimo arte pasa por un muy buen momento.
  
Innovando en su estilo sin perder sus señas de identidad como retratista de parte de la sociedad moderna, como bien refleja esa muestra de familia mutilicutural, desestructurada e individualista, que aún nos choca por estos lares pero que resulta más fácil de ver en las Islas. Esa es la carta de presentación de lo nuevo de Ken Loach, que contiene un poquito de todo y un exceso de nada, fabricando una meritoria mezcolanza de surrealismo, romanticismo, drama familiar y comedia, que va de menos a más hasta conformar un guiso realmente sabroso. Y es que el Looking for Eric del título, más allá de la presencia de "No soy humano. Soy Cantoná", es una alusión a la importancia de la familia y a su entorno como vertebrador principal de nuestras vidas. La fuente y a la vez solución de todos los problemas del abatido cartero Eric Bishop, que sólo necesita de la visión de juego que aporta el mítico 7 del Manchester para encauzar su existencia. Ese último pase que aporta infinita más felicidad que la de marcar un gol. Y lo dice uno que sabe.. (4)
  
"Muy divertida y un poco sentimental (...) Cantona muestra una enorme vis cómica y resulta al mismo tiempo humilde e imponente. No sólo los seguidores del Manchester United la disfrutarán" (Ray Bennett: The Hollywood Reporter)
"Estamos donde siempre (...) Cálida, impactante, bien dirigida y, todo sea dicho, obvia. Tremendamente obvia." (Luis Martínez: Diario El Mundo)
 "Hilarante y tierna (...) transmite sensación de verdad, sorna, humanidad, un ojo y un oído privilegiados para captar la imagen, los sentimientos y los sonidos de la calle." (Carlos Boyero: Diario El País
  
"Película simpática, entretenida, futbolera y jarandera, profunda en sus sentimientos y ligera en su forma. (...) Puntuación: *** (sobre 5)." (E. Rodríguez Marchante: Diario ABC
 "Película que festeja el sentimiento comunitario del fútbol (...) obvia, facilona y descuidada, como la gran parte de la obra de Loach." (Sergi Sánchez: Diario La Razón) (5)
  
Cuando el tándem formado por Paul Laverty y Ken Loach se junta para hacer cine, la militancia política está garantizada. Las películas que uno escribe y el otro dirige tienen una posición ideológica muy clara y definida. Buscando a Eric, con todo lo menor que pueda ser, con todo su tono de comedia; quizás sea la película más claramente militante que haya realizado la pareja. Especialmente, en esa utópica parte final.
Pero antes de eso nos encontramos con la introducción de un elemento, a priori, desconcertante: el exfutbolista Eric Cantona interpretándose a sí mismo. Fue el francés el que llamó al cineasta con algunas ideas de cosecha propia, para ser trasladadas a la gran pantalla. Si a ello unimos la gran afición futbolística de Laverty, el resultado es este film, en el que Cantona participa en la producción ejecutiva, para mayor gloria de su ego.


Arrebatador y encantador, se echa de menos un poco más de autoparodia (pero de la de verdad) en un personaje tan controvertido. Pero la coartada es perfecta. Un Cantona idealizado que surge de la mente del protagonista. Como el fantasma de Humprey Bogart en Sueños de un seductor (Herbert Ross, 1972) o el de Elvis Presley en Amor a quemarropa (Tony Scott, 1993), el futbolista francés se aparece al pobre diablo que protagoniza el film para darle algunos consejos con los que poder mejorar su desastrada vida.
Aparte de esto, tenemos un esquema calcado al de muchas de las últimas películas de Loach. El personaje que ha tocado fondo, tras cometer un error detrás de otro. Cuando la desesperación no puede ser mayor, entonces intenta salir a flote como pueda. Pero al estar inmerso en esa espiral del desastre, es incapaz de de sacar la cabeza por culpa de unas circunstancias que le machacan una y otra vez.
"Arrebatador y encantador, se echa de menos un poco más de autoparodia (pero de la de verdad) en un personaje tan controvertido. Pero la coartada es perfecta. Un Cantona idealizado que surge de la mente del protagonista".
 Es ahí donde aparece uno de los principales vicios que poseen las películas del dúo. La (casi desesperada) búsqueda de un segundo punto de giro en el guión lleno de dramatismo y tragedia. Que se vean tan claramente las costuras del guión es lo que más aleja a los films de Loach/Laverty de aquello que pretenden encontrar: la realidad. Aunque, en este caso, estemos ante una obra con bastantes tintes fantásticos y fabulosos.
Y es en su carácter de fábula donde termina ganando terreno Buscando a Eric. El final feliz la aleja de sus anteriores trabajos. La catártica "Operación Cantona" cumple la fantasía de una clase trabajadora unida para defender la injusticia del mundo en que vive, y luchar contra la tiranía del poder. De forma muy inocente y algo primaria, si se quiere, pero muy gráfica y efectiva.
Si el fútbol es capaz de unir a tanta gente en la misma dirección, ¿por qué es tan difícil unirse y forjar ese espíritu colectivo para otros fines mucho más importantes? Ahí queda esa reflexión en una película que tampoco consigue mayor hondura en los asuntos que se trae entre manos. Más bien, se conforma con apuntes y detalles dentro de un trabajo menor. Y en el que, como viene siendo cada vez más habitual en la filmografía del británico, el amor ocupa un lugar destacado.
 Otra película perfectamente reconocible en el universo Loach: un grupo de intérpretes que se sienten cómodos en su naturalidad (mención especial a la apabullante presencia de John Henshaw, espléndido secundario robaplanos), en un drama personal desarrollado dentro del contexto social que tanto le gusta denunciar al cineasta. En esta ocasión, con algunas dosis extras de humor. Ah, y con Eric Cantona. Qué cosas. (6) 
Buscando a Eric es un film peculiar dentro de la extensa filmografía de Ken Loach. Loach, que suele realizar prestigiosos dramas sociales, no se olvida de este aspecto en su última película, pero lo más importante, y lo mejor de ella, pasa por otro lado. En Buscando a Eric hay un hombre derrotado desde el comienzo. Eric es un cartero que intenta llevar como puede la convivencia con los hijos adolescentes de su ex mujer, luego de que ella los abandonara años atrás, que a veces cuida a la bebé de su hija, y que teme volver a cruzarse con su primera mujer, a quien abandonó en el bautismo de su hija, y que siguió amando toda su vida. Para lidiar con todo esto, se ampara en un fanatismo extremo por otro Eric, Eric Cantona, famoso jugador francés del Manchester, a quien él toma como referente ante cada decisión, y que un día se le presenta en su cabeza, para acompañarlo y arrojarle frases crípticas y metafóricas cada vez que necesita un consejo que lo ayude a tomar las riendas de su vida.
Si la presencia de Eric Cantona no parece tener absolutamente nada que ver con el tipo de cine que suele hacer Ken Loach, La dupla que conforman los dos Eric, con Cantona como una suerte de imaginario consejero terapéutico, lleva a la película por la senda de la mejor comedia costumbrista británica, y muestra un color distinto al habitual realismo social de Loach. Naturalmente, el costumbrismo de Buscando a Eric está inmerso en una realidad afín al cine de Loach, pero curiosamente, cuanto más se acerca al “toque Loach”, con una innecesaria subtrama que incluye a un hijastro escondiendo el arma del líder de una pandilla, y con la dramática consecuencia de este hecho, le pierde pisada al tono de comedia que le da la participación del futbolista, y muestra un aspecto imposible de conjugar con los conflictos cotidianos de Eric y los correspondientes consejos que le aporta Cantona.
Afortunadamente, el desenlace que se le da al aspecto más dramático de la película retoma la simpatía de Cantona y del grupo de amigos que contiene a Eric, pero evidencia a su vez que el drama callejero no tiene nada que ver con el tono general de la propuesta, y que esto parece estar incluido casi para ponerle el “sello Loach” a la película. Un sello inútil, que desmerece la frescura y la simpatía de Cantona, de la barra de amigos y del propio Eric (un singular, aunque algo excesivo, Steve Evets), que poco a poco aprende a volver a conectarse con lo mejor de la gente que lo rodea.
Atención al dato que se aporta en los créditos finales, que a aquellos que conocíamos muy poco de Cantona, nos hace conocer el origen de los peculiares refranes del jugador. Un dato que reafirma la excelente comedia que hubiera sido si no se hubiese apelado al drama social, expuesto en el conflicto lateral del hijastro de Eric. (7)
 Buscando a Eric (título original, Looking for Eric) es una película británica escrita por el guionista Paul Laverty y dirigida por el director inglés Ken Loach. Entre los actores se cuenta el ex-jugador profesional de fútbol Eric Cantona y el ex-bajista de The Fall, Steve Evets como Eric Bishop.
El director Ken Loach dijo acerca de la película, "Queríamos refutar la idea de que las celebridades son más que humanos. Y queríamos hacer una película que disfrutase de lo que usted y yo llamaríamos solidaridad, pero que otros llamarían a apoyo de tus amigos de verdad, y de la vieja idea de que somos más fuertes como equipo que como individuos." (8)


 CITAS:

miércoles, 7 de julio de 2010

EL LUCHADOR


El Luchador (título original en inglés; The Wrestler) es una película dirigida por Darren Aronofsky y con un reparto que cuenta con Mickey Rourke, Ernest Miller, Marisa Tomei y Evan Rachel Wood. La producción empezó en enero de 2008. La película se estrenó en 2008 en el Festival de Venecia ganando el León de Oro. Fox Searchlight adquirió los derechos para distribuir la película en Estado Unidos, fue estrenada en pocos cines el 17 de diciembre de 2008, y mundialmente el 16 de enero de 2009.

1.- DARREN ARONOFSKY

Darren Aronofsky es un director de cine estadounidense nacido el 12 de febrero de 1969 en Brooklyn, Nueva York. Hijo de Abraham y Charlotte Aronofsky, dos profesores de etnia judía, descendientes de judíos polacos. Pareja Rachel Weisz, Hijo/s Henry Chance Aronofsky

 1.1- Carrera cinematográfica

El debut de Aronofsky como director de largometrajes se remonta al año 1998, fecha en la que se estrenó la película Pi. Esta cinta narra la vida de un brillante matemático (Max) que está obsesionado con la idea de que, pese al aparente caos que rige el universo, existe un sistema numérico capaz de prever y controlar todo cuanto sucede en él. Centrándose para ello en el estudio del mercado bursátil, Max cada vez se acercará más a desentrañar el misterio que se oculta tras esa fórmula matemática que aparentemente controla todo, y que le lleva inexorablemente al número Pi. Ansiosos por hacerse con el increíble descubrimiento que Max está a punto de revelar, una agresiva firma de Wall Street y una secta judía le acosarán para hacerse con tan preciado botín.

Cabe destacar que la fotografía de este thriller matemático fue en blanco y negro, y que el compositor de la banda sonora de la misma fue su gran amigo Clint Mansell, colaborador habitual de Aronofsky en el resto de sus películas. El filme apenas costó 60.000 dólares, por lo que el mérito de la película es aún mayor.

La cinta logró un gran éxito de crítica y público, y obtuvo varios galardones, entre los cuales destaca el del Festival de Sundance, que reconoció a Aronofsky como Mejor Director en 1998.

La película que siguió a Pi, fue nada menos que Réquiem por un sueño (Requiem for a dream), estrenada en el año 2000. Basada en la novela de Hubert Selby Jr (quién también desempeña las labores de guionista), la película se centra en el mundo de las drogas (y otras adicciones) y en las devastadoras consecuencias que tienen éstas en un grupo de personas. Este segundo trabajo del director neoyorkino fue aclamado mundialmente por crítica y público y se convirtió instantáneamente en un clásico de culto. Su enorme poder visual, unido a una banda sonora hipnótica (obra también de Clint Mansell, cuyo tema Lux Aeterna ha sido remezclado y utilizado en decenas de trailers cinematográficos posteriores) y a unas interpretaciones sobresalientes (Ellen Burstyn estuvo nominada al Oscar y al Globo de Oro a la mejor actriz por su trabajo en este filme) dieron como resultado este exitoso segundo trabajo de realizador de Brooklyn.

La película se hizo con numerosos premios, entre ellos la Espiga de Oro del Festival de Valladolid.

La siguiente película de Aronofsky no vería la luz hasta más de un lustro después, en el año 2006, fecha del estreno de La fuente de la vida (The fountain). Con un presupuesto millonario, y teniendo a sus órdenes a actores de la talla de Hugh Jackman, Rachel Weisz y Ellen Burstyn (de nuevo), Aronofsky nos lleva por el viaje que emprende un hombre a través de los siglos con el objetivo de encontrar el árbol de la vida, que según la leyenda, otorga la vida eterna a quién bebe de su savia. Su fin último será salvar la vida de su enferma esposa.

La película pasó con más pena que gloria por la taquilla mundial, y esta vez no pudo contentar completamente a todo el mundo. El filme produjo una enorme división de opiniones tanto en la crítica especializada como en el público, yendo desde los que la criticaron duramente, hasta los que la encumbraron como una de las grandes obras cinematográficas de los últimos tiempos.

En cualquier caso, cabe reseñar la nominación de Clint Mansell (de nuevo a cargo de la banda sonora) a los Globos de Oro por su partitura, o la de Darren Aronofsky al León de Oro en el Festival de Venecia, entre otras.

En el año 2008 presentó The Wrestler, su cuarto largometraje que obtuvo el León de Oro del Festival de Venecia. La película está protagonizada por Mickey Rourke y Marisa Tomei, y narra la vida Randy Robinson, un antiguo campeón de lucha libre que se encuentra en el ocaso de su vida profesional. La crítica considero la película de Aronosky la mejor del festival y una de las mejores del director.

Aparte de realizar estos largos, Darren Aronofsky también es el autor de cortos como Supermarket Sweep (1991), Fortune Cookie (1991) y Protozoa (1993).

1.2.-  Filmografía como director

  •  Protozoa (1992)
  • Pi: El orden del caos (1998)
  • Réquiem por un sueño (2000)
  • La fuente de la vida (2006)
  • The Wrestler (2008)
  • Black Swan (anunciada) (2010)
  • Robocop (2011) 
2.- EL LUCHADOR


2.1.- Ficha técnica

  • Título:  El Luchador
  • Dirección: Darren Aronofsky

  • Guión: Robert D. Siegel

  • Reparto:  Mickey Rourke, Marisa Tomei, Ernest Miller, Evan Rachel Wood

  • País: Estados Unidos

  • Año: 2008

  • Duración:  115 min

  • Compañías Distribución: Fox Searchlight

  • Presupuesto: U$ 6.000.000


 2.2.- Argumento
Randy "The Ram" Robison (Mickey Rouke) es un luchador profesional de wrestling de los 80, 20 años después de estar en la cima, lucha los fines de semana en combates semiprofesionales independientes en la zona de Elizabeth, New Jersey por un dinero extra. Después de un show un promotor le propone un combate de 20 aniversario con su más conocido oponente, el Ayatollah que originalmente tuvo lugar en Madison Square Garden vendiendo todas las entradas. Randy acepta, pensando que esta lucha de alto nivel le ayudará a volver a la cima.
Randy vive en una caravana y cuando vuelve se la encuentra cerrada por no haber pagado el alquiler. Toma somníferos y se duerme en la parte de atrás de su furgoneta. Al día siguiente vuelve al trabajo, cargando cajas en un supermercado. Por la noche visita un club de striptease donde baila con una stripper algo mayor llamada Cassidy (Marisa Tomei). Él continua con su ritual de entrenamiento, que incluye el uso de esteroides para su próxima aparición. Su siguiente combate es particularmente "hardcore", en el cual Randy y su oponente (un luchador de wrestling en la vida real Dylan Summers, a.k.a. Necro Butcher) usan varias armas el uno contra el otro incluyendo thumbtacks, grapadoras, cable de espino y cristal. Randy sufre varias heridas, inclusive un corte profundo en el pecho del cable de espino. Después de la lucha es tratado por un médico pero poco después tiene un ataque al corazón y cae al suelo.
El ataque al corazón precisa de una operación de bypass y el doctor le dice a Randy que su débil corazón no puede soportar más los esteroides ni la lucha. Randy cancela los siguientes combates. Enfrentado a su mortalidad habla a Cassidy de su ataque al corazón e intenta ligársela. Randy visita a su hija a la que hacía mucho que no veía, Stephanie (Evan Rachel Wood), pero ella le acusa de haber sido un mal padre. En su segunda visita a Stephanie, Randy lleva un bonito regalo y se disculpa por haber sido un mal padre. Los dos quedan para cenar juntos.
Después de ir a ver una lucha de wrestling, Randy se emborracha y tiene sexo con una mujer, durmiendo todo el día siguiente por el agotamiento, y perdiéndose la cena con su hija Stephanie. Él va a su casa en medio de la noche, donde ella se enfada y le dice que nunca ha sido y que nunca será su padre. Randy se va al trabajo, donde él al ser reconocido se corta un dedo con una cortadora de carne a propósito, grita a su jefe y deja el trabajo, Llama a su promotor para decirle que vuelve a interesarle la pelea contra el Ayatollah. Antes de la pelea, Cassidy aparece por sorpresa (teniendo que dejar el trabajo para ello) se disculpa, e intenta convencer a Randy de que no luche por el bien de su salud. Randy le explica que el mundo real no se preocupa de él y que su único lugar es el ring y que su familia son sus fans.
Randy da un emocionante discurso al público a la hora de subirse al ring. Durante el combate, su corazón se resiente pero él continúa luchando. Randy lucha contra el dolor y sube despacio a una de las esquinas del ring para hacer su característico golpe final, un diving headbutt llamado "Ram Jam". En la última toma saluda y se despide de los fans, salta desde las cuerdas y la cámara vira a negro.


2.3.- Reparto

• Mickey Rourke - Randy "The Ram" Robinson
• Marisa Tomei - Cassidy / Pam
• Evan Rachel Wood - Stephanie Robinson
• Todd Barry as Wayne
• Ernest Miller as Bob/"The Ayatollah"

También aparecen los luchadores profesionales: Devon Moore, The Funky Samoans, Jim Powers, Kid USA, Ron Killings, Claudio Castagnoli , Romeo Roselli, John Zandig and Nigel McGuinness. Durante la lucha entre Randy contra Tommy Rotten algunos luchadores locales de las asociaciones Bodyslam Wrestling Organization y NWA Liberty States aparecen entre el público.


2.4.- Producción

The Wrestler fue escrito por Robert D. Siegel, antiguo escritor de The Onion, que escribió el guión y luego fue adaptado en la productora de Darren Aronofsky Protozoa Pictures. El actor Nicholas Cage entró en negociaciones en octubre de 2007 para el papel principal como Randy "Ram" Robinson. Al mes siguiente, Cage abandonó el proyecto después de asistir a un show en Nueva York de Ring of Honor y Mickey Rourke remplazó al actor en el papel. Según Siegel, Cage se retiró del proyecto porque Aronofsky quería que el papel fuera para Rourke. Aronofsky declaró "Cage fue un auténtico caballero, entendió que mi corazón estaba con Rourke y se retiro a un lado. Tengo tanto respeto por Nicholas que creo que realmente podría haber funcionado con Nic pero... ya sabes, Nic apoyaba la idea de que lo hiciera Mickey y ellos son viejos amigos y él quería ayudar a Mickey en esta oportunidad así que se retiró de la carrera" La producción comenzó en enero de 2008, y se rodó en Elizabeth, NJ, Linden, NJ, Rahway, NJ y New York.1 Algunas escenas se filmaron en el Alhambra Arena de Philadelphia. Afa Anoa'i, un antiguo wrestler profesional, fue contratado para entrenar a Rouke en su papel. Anoai trajo a sus dos principales entrenadores, Jon Trosky y Tom Farra que trabajon con Rourke durante ocho semanas. Los dos entrenadores también salen en la película.

2.5.- Música

El compositor de la banda original es Clint Mansell, compositor habitual de películas de Aronofsky como π, Requiem por un sueño y La fuente de la vida. Una canción de Bruce Springsteen titulada "The Wrestler" suena durante los créditos finales. Tres Canciones ("Round and Round", "I'm Insane") del grupo Ratt están también en la banda sonora, al igual que Balls To The Wall de Accept cuando se prepara para la última lucha "Sweet Child O' Mine" de Guns N' Roses. La película abre con el clásico de Quiet Riot, "Metal Healt" de 1983, canción que además es el himno de batalla de The Ram.(1)



2.6.- Premios

Globos de Oro
  • Año 2009 Mejor actor Mickey Rourke Ganador

  • 2009 Mejor canción original Bruce Springsteen Ganador
Independent Spirit Awards

  • 2008 Mejor película Ganador 

  • 2008 Mejor actor Mickey Rourke Ganador 

  • 2008 Mejor fotografía Maryse Alberti Ganador
 Festival de Venecia

  •  Año 2008 Mejor Película Ganador

 BAFTA
  •  Año 2009 Mejor actor Mickey Rourke Ganador

 2.7.- COMENTARIOS
  
Drama basado en hechos reales, este filme sobre boxeo y pobreza cuenta la historia de Jim Braddock, un púgil que pierde su título y su dinero en mitad de la Gran Depresión.
El paso desde la gloria del ring a las filas del desempleo y las ollas comunes será brutal, pero más peligroso aún puede ser aceptar una última pelea: un publicitado combate con un rival famoso por mandar boxeadores al cementerio. Esta es la segunda colaboración del director Howard y su estrella luego de Una Mente Brillante.

 Ascanio Cavallo Revista El Sábado: "Por encima de su ef icacia narrativa ¬que la tiene¬, esta película exuda un fuerte olor a fórmula".

 Ana Josefa Silva La Segunda: "Aunque abre y cierra con el protagonista en el cuadrilátero, EL LUCHADOR tiene el doble mérito de hacer atractiva esa gran escena final, incluso para quien el mentado deporte no tiene el menor interés".(2)

  
Para quienes amamos el cine, ya sea el contemporáneo o los grandes clásicos, algunos personajes u actores suelen ser primordiales en su historia. Existen varios en el cine hollywoodense, como Al Pacino, Robert De Niro, o el desaparecido Marlon Brando, que han hecho una carrera que nos ha llamado la atención tanto por su regularidad -salvo algunos errores- como por la forma en que han sido capaces de mantener su status de figuras del cine.

En el caso de Mickey Rourke sucede todo lo contrario. Su carrera lo ha transformado en un actor con una línea poco definida y, sumándole las grandes adicciones y contradicciones de la vida, en un “cacho” para cualquier director de Hollywood que quiera estructurar una obra según los parangones que ésta exige. Sin embargo, a directores como Darren Aronofsky (Requiem for a Dream) estos personajes los motivan a hacer películas como El Luchador.

Aquí Mikey Rourke ya no es el motorcycle boy de la gran cinta de Francis Ford Coppola Rumble Fish, de 1983. Tampoco es el co-protagonista de Nueve Semanas y Media junto a una guapísima Kim Basinger. En esta película, Rourke interpreta a un luchador de lucha libre que ha visto cómo, con el paso de los años, sus tiempos de gloria se fueron desvaneciendo, junto con sus ganas de salir de ese lugar que para todos resulta tan inhóspito e insoportable: el fracaso.

El Luchador nos relata la historia de Randy The Ram Robinson, que en los ochenta era la figura del momento en cuanto a la lucha libre, pero ahora ha pasado al olvido para sus fans, para las cámaras, y para su hija. Randy encuentra el consuelo en lo que más le gustaba -la lucha en lugares de mala muerte-, hasta que un infarto y la posterior instalación de un bypass en su pecho lo obligan a alejarse de lo único que lo hacía sentirse vivo.

Al darse cuenta de que su estado no es el mejor, concentra sus ganas en reunirse con su hija adolescente -a quien había dejado de lado-, y busca sentirse acompañado por una stripper a la que siempre quiso. Randy no sólo nos revela la ruina de un luchador libre, sino que nos muestra a un personaje que, como todos los de Aronofsky, está ligado a la decadencia y a la lucha por una adicción. Esa adicción desmedida es, en el fondo, lo que lo hace escapar de todo lo establecido (incluyendo un trabajo en un supermercado) para volver a ser él, y entregarse en un cuadrilátero a lo que significa luchar con un aparato en el pecho.

Con esta película, Aronofsky no solamente nos viene a contar la historia de The Ram, sino que también la vida de un personaje como Rourke. Él, al igual que Randy, lo tuvo todo, el aprecio y la confianza de los directores de cine, pero prefirió otra vida para convertirse en quien es. Una persona que puede servir de ejemplo para quienes creemos en el verdadero cine y en la verdadera vida, esa que no tiene superhéroes en todas las esquinas tratando de salvar a la ciudad de un tremendo ataque terrorista, sino que personas de carne y hueso, que se ven atraídas hacia actitudes tremendamente individualistas que los hacen sentirse más cercanos a lo que en verdad son: humanos. (3)


 No deja de sorprender que detrás de The Wrestler (El Luchador), ganadora de la última edición del Festival de Venecia, está el, a partes iguales, aclamado y odiado director Darren Aronofsky, y la sorpresa no la produce una nueva demostración de su buen hacer, si no el romper la línea que seguían sus anteriores trabajos.

Y es que su último film está lejos del ingenioso debut que supuso Pi (1998), de la alabada e hipnótica Réquiem por un sueño (2000) y, mucho más aún, de la incomprendida, poética y fallida La Fuente de la Vida (2006).
Con The Wrestler (El Luchador) Aronofsky nos ofrece un película con un planteamiento clásico sin las piruetas visuales que acompañan a su filmografía, donde nos cuenta la historia de Randy The Ram, vieja gloria de la lucha libre venido a menos que busca dar sentido a su vida.
Es un ejemplo más del cine de perdedores, con un planteamiento y un guión lleno de tópicos que no dejan lugar a la sorpresa, pero que la mano de Aronofsky convierte en un retrato brillante y lleno de tristeza sobre la soledad y el fracaso.
Sin duda el film no sería lo mismo sin el trabajo de su protagonista, el resurgido Mickey Rourke, que ha encontrado en The Wrestler no sólo una numerosa cosecha de premios sino algo parecido a lo que fue Pulp Fiction para John Travolta: una segunda oportunidad.


Un reconocimiento a la que fue una de las estrellas del cine de los 80 que ofrece aquí su mejor trabajo, y uno de los mejores del año, que le abre de par en par de nuevo las puertas grandes de la industria.

Y es que ninguna estrella actual del mundo del celuloide podría haber dado al personaje la fuerza que le da Rourke, quizás compartir el fracaso con su personaje hace que su interpretación rebose verdad y fuerza a raudales.

Mención aparte merece su pareja en el film, una espléndida, en todos los sentidos, Marisa Tomei (Antes que el diablo sepa que has muerto) que borda el dramático y decadente papel de madre stripper, y en menor media por la brevedad de su personaje, una actriz a seguir en cuenta Evan Rachel Wood (Across the Universe) en el papel de hija de Rourke.

The Wrestler (El Luchador) sirve en definitiva para ver crecer el talento de Darren Aronofsky al mismo tiempo que nos enseña una parte oculta del mundo de la lucha libre y, sobre todo, nos da una bella historia de perdedores que lo convierten en uno de los mejores trabajos de año. (4)

 

Una vez que pasaron, sin pena pero sobre todo sin gloria, los previsibles premios Oscar, se empezaron a estrenar en la ciudad algunas de las pocas películas de Hollywood que valen la pena, aunque hayan sido olímpicamente ignoradas por la Santa Academia. Un caso apenas recordable es el de Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen, quien aquí logró recuperar un cierto tono que se extrañaba en sus últimos filmes, acaso porque volvió a apostar a la típica comedia de enredos pero sin albergar ya grandes pretensiones, sino más bien con la lucidez de alguien que se dio cuenta de que era hora de empezar a reírse un poco de uno mismo. Pero mejor aún es hablar de El Luchador, filme que significó el regreso dos figuras ya olvidadas: Mickey Rourke y el joven director Darren Aronofsky -aquel de la elogiada Pi (1998), que levantó muchas expectativas rápidamente sentenciadas al poco tiempo con dos bodrios como Réquiem por un sueño (2000) y La fuente de la vida (2006)-.

Verdadero regreso con gloria, ratificado por el León de Oro del último Festival de Venecia, el Globo de Oro para Rourke y los principales premios para todos (actor, director y filme) en los Spirit Awards, El Luchador constituye más que nada un fresco sincero sobre un ámbito preciso y acaso emblemático de la cultura norteamericana, el de la lucha libre. Para muchos, el filme puede considerarse además una parábola exacta de la vida del propio Rourke, que en los años `70 se convirtió en la promesa dorada del cine norteamericano pero que se fue arruinando rápidamente en medio de su rebeldía sin control, el alcohol, las drogas y el boxeo, su gran pasión (que incluso lo llegaría a traer hasta lo de Tinelly). Abandonado por una industria a la que nunca quiso, pero que hoy le abre apenas los brazos (imponiéndole las mismas condiciones de entonces), Rourke volvió con un papel consagratorio, que irónicamente viene a representar un lado que a nadie le interesa ver en Hollywood.
Como indica su título, la película cuenta la historia de un luchador, Randy “The Ram” Robinson (Rourke) que aparentemente fue uno de los más importantes en los ’80, pero que en la actualidad, veinte años después, es ya una ruina, un perdedor hecho y derecho, que no puede terminar de bajarse del ring. Siguiendo los patrones clásico de este subgénero cinematográfico, el hombre intentará acaso tardíamente reconstruir su vida, retomar el contacto perdido con su única hija (Evan Rachel Word), conquistar a una striper local de la que se ha enamorado (interpretada magistralmente por Marisa Tomei) y encontrar otro trabajo, sea cual sea. Pero una y otra vez Randy volverá a caer en lo que eventualmente parece llevarlo a la perdición, rechazado por la misma sociedad a la que entregó su vida y su cuerpo, pero que sólo quiere verlo sobre las arenas de combate.
Si bien la historia parece muy transitada ya por el cine, el filme de Aronofsky alcanza latitudes no muy conocidas en Hollywood, y el mérito es tanto del director como de su protagonista, Mickey Rourke, quien verdaderamente le ha dado una nueva dimensión a la película. Con una puesta en escena bien detallista, filmada en gran parte con cámara al hombro y largos planos secuencia, la película es una verdadera radiografía de un hábitat preciso y emblemático, que revela aspectos muy enraizados en la cultura norteamericana (relacionados íntimamente con el mundo del espectáculo y la cultura de la violencia). Lo más notable del filme es precisamente cierta autenticidad que Aronofsky y Rourke logran transmitir, cierta fidelidad a la realidad que trasciende todos los estereotipos: sin tensar nunca la cuerda de la sensiblería barata (caso Rocky), se diría que Rourke pone su cuerpo maltratado por los años y los anabólicos para representar a un símbolo de la clase obrera norteamericana, que justamente hoy parece nuevamente condenada por la crisis global. El resultado es un filme sincero y conmovedor sobre un perdedor o un condenado, que nunca tuvo la posibilidad de ser otra de la que fue. (5)


 CITAS:
1.- http://es.wikipedia.org/wiki/The_Wrestler
2.- http://www.bazuca.com/pelicula-7314729-El-Luchador
3.- http://www.indie.cl/2009/05/cine-el-luchador/
4.-http://www.google.cl/imgres?imgurl=http://www.estanochemadrid.com/cine/blog/archivo/2009/marzo/El-Luchador
5.-http://www.google.cl/imgres?imgurl=http://videodelta.files.wordpress.com/2009/03/el-luchador