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martes, 13 de julio de 2010

LOOKING FOR ERIC

1. KEN LOACH



LOACH & CANTONA

Kenneth Loach conocido como Ken Loach, (Nuneaton, Warwickshire, Inglaterra; 17 de junio de 1936) es un director de televisión y director de cine del Reino Unido, conocido por su estilo de realismo social y temática socialista ligados a su militancia trotskista.

1.1. BIOGRAFIA

A los 25 años, mientras estudiaba derecho en el St Peter's College de Oxford, entró por primera vez en contacto con las artes escénicas actuando en el grupo de teatro de la universidad. Después de graduarse, trabajó como asistente de dirección en el Northampton Repertory Theatre. Sin embargo, estaba más interesado en el mundo audiovisual que en el de las tablas, así es que después de obtener en 1963 una beca en la cadena de televisión BBC, se inicia en la dirección.
El ambiente que se respiraba en aquellos años favorecía la realización de programas que criticaban las injusticias sociales, allí encontró Loach la visión y la voz que caracterizaría su cine. A partir de 1964 comienza a dirigir una serie de docudramas, siendo el más famoso de ellos Cathy Come Home (1966), que aborda la problemática de la vivienda y la pobreza en el contexto del estado de bienestar británico. Fue una de las películas más controvertidas producidas por la BBC, llegando incluso a provocar que se modificasen las leyes sobre los sin techo1 .
Desde entonces y hasta principios de los 80', Loach dividió su tiempo entre el cine y la televisión, filmó cuatro largometrajes, numerosos documentales y películas para la TV como The Big Flame (1969) sobre los trabajadores portuarios de Liverpool y la serie Days of Hope (1975), sobre los hechos que llevaron a la huelga de 1926, y la derrota del Movimiento Laborista Británico.
Con Margaret Thatcher en el poder, crece el paro y los recortes de presupuesto para la cultura. La Dama de Hierro se gana muchos enemigos entre los artistas, Loach entre ellos. El Channel Four prohibió sus documentales A Question of Leadership, con los que combate al Thatcherismo, por lo cual a lo largo de toda esa década solo puede filmar dos películas.
En los años 90', con los cambios políticos, su carrera se revitaliza. Ha filmado hasta ahora nueve películas más, con la mayoría de las cuales ha obtenido numerosos premios, consolidando su carrera internacional, pero manteniéndose siempre fiel al estilo que fue una constante en su vida: la defensa de los oprimidos. En cuanto a la militancia estrictamente política, Ken Loach es hoy día miembro de la directiva de la coalición de izquierda Respect - The Unity Coalition.
Loach, en cuyas películas muchos creen ver algo así como un "grado cero de la escritura cinematográfica", es dueño de un estilo depurado y sintético. Como heredero inequívoco de las principales tendencias de cine realista de Europa y en mayor medida del cine independiente que se caracterizaba por su realismo, su inconformismo social, su crítica a la burguesía y a la sociedad, y su acercamiento a los seres anónimos de la misma, o su sentido del humor.
Ken Loach, al igual que sus antecesores, denuncia los traumas que ocasiona en los seres humanos la vida en las ciudades industriales a pesar de los avances tecnológicos, y con sus historias sacude las conciencias de la sociedad contemporánea con el fin de mejorar sustancialmente las condiciones de la clase trabajadora (poniendo de ejemplo lo que mejor conoce: las injusticias que sufren las clases menos favorecidas en la sociedad británica). (1)
El cineasta británico Ken Loach, maestro del realismo social, está colgando su filmografía gratis en Internet a través de un canal de Youtube gestionado por su productora Sixteen Films.
De momento, ya están disponibles películas como 'Sólo un beso' (2004), sobre una historia de amor entre un joven musulmán y una chica católica, que ganó el Premio del Jurado Festival de Cine de Berlín (2004), fue elegida Mejor película Europea Premios César (2005) y se llevó el Premio del Público Festival de Valladolid (2004).
También 'Agenda Oculta' (Hidden Agenda, 1990), con el problema del terrorismo del IRA irlandés como telón de fondo; el documental 'Cathy Come Home' (1966) sobre la pobreza o 'Kes' (1969), una de sus primeras incursiones en cine.
La idea parte de una colección con material extra en dvd del cine de Loach, compuesta por dos cajas que contienen 16 películas del cineasta. "Se añadirá una nueva película cada semana hasta que la colección completa esté disponible", explica la productora. La próxima será 'La cuadrilla' ('The Navigators'), filmada en 2001. (2)

1.2. FILMOGRAFIA
1.2.1. TELEVISION
• Z Cars (serie, 1962)
• Diary of a Young Man (1964)
• 3 Clear Sundays (1965)
• Up the Junction (1965)
• The End of Arthur's Marriage (1965)
• Coming Out Party (1965)
• Cathy Come Home (1966) (as Kenneth Loach)
• In Two Minds (1967)
• The Golden Vision (1968)
• The Big Flame (1969)
• The Rank and the File (1971) - part of the Play for Today series.
• After a Lifetime (1971)
• A Misfortune (1973)
• Days of Hope (mini-series, 1975)
• The Price of Coal (1977)
• Auditions (1980)
• A Question of Leadership (1981)
• The Red and the Blue: Impressions of Two Political Conferences - Autumn 1982 (1983)
• Questions of Leadership (1983)
• The View From the Woodpile (1989)
1.2.2. CINE
• Poor Cow (1967)
• Kes (1969) (as Kenneth Loach)
• The Save the Children Fund Film (1971)
• Family Life (1971)
• Black Jack (1979)
• The Gamekeeper (1980)
• Miradas y sonrisas (Looks and Smiles) (1981) (como Kenneth Loach)
• Which Side Are You On? (1984)
• Fatherland (1986)
• Agenda oculta (Hidden Agenda) (1990). Premio especial del jurado de Cannes.
• Riff-Raff (1990). Distribuida con subtítulos en Estados Unidos, debido a la jerga británica.
• Lloviendo piedras (Raining Stones) (1993). Premio especial del jurado de Cannes.
• Ladybird Ladybird (1994)
• Tierra y libertad (Land and Freedom) (1995). Premio internacional de críticos FIPRESCI y premio del jurado ecuménico del Festival de cine de Cannes.
• A Contemporary Case for Common Ownership (1995)
• La canción de Carla (Carla's Song) (1996)
• The Flickering Flame (1997)
• Mi nombre es Joe (My Name Is Joe) (1998)
• Pan y rosas (Bread and Roses) (2000)
• La cuadrilla (The Navigators) (2001)
• Felices dieciséis (Sweet Sixteen) (2002), Espiga de Oro Seminci Festival de Valladolid (2002).
• Sólo un beso (Ae fond Kiss) (2004). Premio del Jurado Festival de Cine de Berlín (2004), Mejor película Europea Premios César (2005), Premio del Público Festival de Valladolid (2004).
• Tickets (2005), junto a Ermanno Olmi y Abbas Kiarostami
• The Wind That Shakes the Barley (El viento que acaricia el prado y El viento que agita la cebada) (2006) Palma de Oro de Cannes
• En un mundo libre (It's a free world) (2007), Premio al mejor guión del Festival Internacional de Cine de Venecia
• Buscando a Eric (Looking for Eric) (2009)
• Route Irish (2010)

2. LOOKING FOR ERIC (BUSCANDO A ERIC)

3. FICHA TÉCNICA
  • TÍTULO ORIGINAL Looking for Eric


  • AÑO 2009


  • DURACIÓN 119 min.


  • PAÍS GRAN BRETAÑA


  • DIRECTOR Ken Loach


  • GUIÓN Paul Laverty


  • MÚSICA George Fenton


  • FOTOGRAFÍA Barry Ackroyd


  • REPARTO Eric Cantona, Steve Evets, Stephanie Bishop, Gerard Kearns, Stefan Gumbs, Lucy-Jo Hudson, Justin Moorhouse, John Henshaw


  • PRODUCTORA Coproducción Reino Unido-Francia-Italia-Bélgica; BIM / Canto Bros. / Les Films du Fleuve / Sixteen Films / Why Not Productions


  • PREMIOS 2009: Cannes: Premio del Jurado Ecuménico
  
4. SINOPSIS:
  
Eric Bishop (Steve Evets), cartero en Manchester, atraviesa una mala época. Su mujer le ha dejado, sus dos hijastros están descontrolados y la casa era caótica aun antes de que una hormigonera apareciera en el jardín delantero; su hija le reprocha no estar a la altura y su vida sentimental es un desierto. A pesar de la amistad y el buen humor de sus compañeros carteros, que hacen todo lo posible para devolverle la sonrisa, Eric sigue hundiéndose...
  
Una noche, Eric se dirige a su ídolo, que parece observarlo con mirada maliciosa desde el póster de la pared de su habitación y se pregunta qué haría en su lugar el mejor jugador del Manchester United. Y Eric está seguro de que Eric Cantona, el "Rey", le va a ayudar a retomar las riendas de su vida.
  
5. ARGUMENTO
Eric Bishop es un cartero fan del fútbol cuya vida está en crisis. Vive en Manchester con sus dos hijastros, hijos de su segunda mujer que lo abandonó. La vida en esa casa es caótica. Cuidando a su nieta entabla contacto con su ex-mujer, Lily, a la que abandonó tras el nacimiento de su hija. Al mismo tiempo, su hijastro Ryan está escondiendo un arma bajo el suelo de su habitación para un gángster. En esos momentos Eric llega a plantearse el suicidio. Pero después de una corta sesión de meditación con sus compañeros de trabajo, recibe visitas como alucinaciones de su héroe del fútbol, el famoso Eric Cantona, que le da consejo. Su relación con Lily mejora considerablemente. Bishop encuentra la pistola y se enfrenta a su hijo. Ryan admite su relación con los gángsteres, y Bishop les intenta devolver la pistola. Se ve obligado a dejarlo estar cuando introducen un Rottweiler en el coche en el que venía para amenazarle. Entonces el mafioso cuelga el vídeo de la humillación de Bishop en Youtube. Después la familia entera es arrestada por la policía en una redada a la casa por un chivatazo, pero no consiguen encontrar la pistola. Eric Cantona recomienda a Bishop hablar con sus amigos y 'sorprenderse' a sí mismo. Bishop y sus compañeros organizan la 'Operación Cantona', introduciendo tres autobuses de fans del Manchester United ataviados con máscaras de Eric Cantona en la casa del mafioso y humillándolo a él y a su familia, amenazando con publicar el vídeo de la operación en Youtube si no les dejaban en paz. La película termina con la graduación de la hija de Eric Bishop, donde la familia y los amigos se reencuentran juntos. (3)
  
6. COMENTARIOS
El cartero de Manchester y fanático del fútbol Eric Bishop ve como su vida se va a pique a marchas forzadas. Todavía no ha superado la ruptura con su mujer, a pesar de que ésta se produjera muchos años atrás. Mientras, sus hijos parecen cada vez más descontrolados, mezclándose en trapicheos con peligrosos mafiosos, desatendiendo sus obligaciones y poniendo constantemente en duda su autoridad. Cuando el torturado cabeza de familia sufra un accidente de coche, tratará de dar un cambio de rumbo que ponga en orden todos sus asuntos. Para ello contará con la inestimable ayuda de sus compañeros de trabajo... y del gran Eric Cantona.
 Es por ello que no son pocos los que deciden, aunque sea de forma inconsciente, volcar todas sus expectativas y sueños frustrados, en los presuntos héroes con los que les ha tocado convivir en el tiempo. Son esos seres de los que creemos saberlo todo: con quién se han acostado, el número exacto de hijos que oculta, el nombre del fotógrafo al que han aporreado, o cuántas veces han visitado la comisaría a lo largo del último mes. Personajes cuyas virtudes y defectos sirven respectivamente para marcar el camino a seguir o a evitar para sus innumerables fans. Son estos actores / cantantes / deportistas los que componen un cada vez más volátil star-system, y a los que les borramos cualquier atisbo de humanidad para que ejerzan de guías espirituales particulares durante las veinticuatro horas del día.
 En esta línea, en la maravillosa ‘Amor a quemarropa’, Christian Slater reforzaba su moral con las lecciones de un Val Kilmer con claros toques de Elvis Presley. Por su parte, en ‘Alta fidelidad’ John Cusack no dudaba en pedir consejos amorosos al mismísimo Bruce Springsteen. En esta ocasión el gurú por sorpresa es Eric Cantona, el mejor consigliere al que podía aspirar un consumado seguidor de los Red Devils. Al fin y al cabo, en momentos de gran desconsuelo, el protagonista ya acudía a la imagen del exjugador galo para encontrar en ella a un psicólogo... o a un mesías que alumbrara el oscuro camino de su vida.
  
Con un planteamiento tan delirante, y a la postre cómico, parece que el elemento sobrante aquí sea el director, un auténtico especialista en los drama sociales. Ken Loach, no obstante se las ingenia para llevar durante buena parte del metraje la propuesta hacia sus dominios. Así, el que acaba buscando como alma en pena a Eric es más bien el espectador. Lo que haga falta con tal de huir de las cansinas, forzadas e inadmisiblemente simplonas desgracias de esa familia disfuncional. Este tic tan característico de Loach en mi reglamento arbitral se traduce como mínimo en una tarjeta amarilla, pero estoy dispuesto a dejarlo en una amonestación verbal. Primero, porque el cineasta de Warwickshire consigue aprovechar en su favor la artificiosa saturación dramática, para acabar configurando una cinta no tan hilarante como cabía esperar, pero sí notablemente simpática. Segundo, porque finalmente encontramos a Eric, y cuando Cantona está en pantalla, el filme gana muchos enteros.
 Siempre listo para soltar alguna frase lapidaria, las apariciones del rechoncho astro rebosan comicidad y ternura. Entrañan a la vez una muy acertada reflexión sobre la avalancha de emociones y sentimientos que mueve el fútbol, así como el consiguiente proceso esquizofrénico que siguen muchos para fusionarse con los colores de su camiseta, o con los jugadores que los defienden. A destacar la escena en la que el cartero le pregunta a su ídolo cuál fue la mejor acción de toda su carrera deportiva. Un momento que huele a manipulación, pero que funciona a la perfección para la ocasión. Y que ya de paso, confirma que las islas británicas han dejado claro que este año, con títulos como ‘The Damned United’ y ‘Buscando a Eric’, la relación del deporte rey con el séptimo arte pasa por un muy buen momento.
  
Innovando en su estilo sin perder sus señas de identidad como retratista de parte de la sociedad moderna, como bien refleja esa muestra de familia mutilicutural, desestructurada e individualista, que aún nos choca por estos lares pero que resulta más fácil de ver en las Islas. Esa es la carta de presentación de lo nuevo de Ken Loach, que contiene un poquito de todo y un exceso de nada, fabricando una meritoria mezcolanza de surrealismo, romanticismo, drama familiar y comedia, que va de menos a más hasta conformar un guiso realmente sabroso. Y es que el Looking for Eric del título, más allá de la presencia de "No soy humano. Soy Cantoná", es una alusión a la importancia de la familia y a su entorno como vertebrador principal de nuestras vidas. La fuente y a la vez solución de todos los problemas del abatido cartero Eric Bishop, que sólo necesita de la visión de juego que aporta el mítico 7 del Manchester para encauzar su existencia. Ese último pase que aporta infinita más felicidad que la de marcar un gol. Y lo dice uno que sabe.. (4)
  
"Muy divertida y un poco sentimental (...) Cantona muestra una enorme vis cómica y resulta al mismo tiempo humilde e imponente. No sólo los seguidores del Manchester United la disfrutarán" (Ray Bennett: The Hollywood Reporter)
"Estamos donde siempre (...) Cálida, impactante, bien dirigida y, todo sea dicho, obvia. Tremendamente obvia." (Luis Martínez: Diario El Mundo)
 "Hilarante y tierna (...) transmite sensación de verdad, sorna, humanidad, un ojo y un oído privilegiados para captar la imagen, los sentimientos y los sonidos de la calle." (Carlos Boyero: Diario El País
  
"Película simpática, entretenida, futbolera y jarandera, profunda en sus sentimientos y ligera en su forma. (...) Puntuación: *** (sobre 5)." (E. Rodríguez Marchante: Diario ABC
 "Película que festeja el sentimiento comunitario del fútbol (...) obvia, facilona y descuidada, como la gran parte de la obra de Loach." (Sergi Sánchez: Diario La Razón) (5)
  
Cuando el tándem formado por Paul Laverty y Ken Loach se junta para hacer cine, la militancia política está garantizada. Las películas que uno escribe y el otro dirige tienen una posición ideológica muy clara y definida. Buscando a Eric, con todo lo menor que pueda ser, con todo su tono de comedia; quizás sea la película más claramente militante que haya realizado la pareja. Especialmente, en esa utópica parte final.
Pero antes de eso nos encontramos con la introducción de un elemento, a priori, desconcertante: el exfutbolista Eric Cantona interpretándose a sí mismo. Fue el francés el que llamó al cineasta con algunas ideas de cosecha propia, para ser trasladadas a la gran pantalla. Si a ello unimos la gran afición futbolística de Laverty, el resultado es este film, en el que Cantona participa en la producción ejecutiva, para mayor gloria de su ego.


Arrebatador y encantador, se echa de menos un poco más de autoparodia (pero de la de verdad) en un personaje tan controvertido. Pero la coartada es perfecta. Un Cantona idealizado que surge de la mente del protagonista. Como el fantasma de Humprey Bogart en Sueños de un seductor (Herbert Ross, 1972) o el de Elvis Presley en Amor a quemarropa (Tony Scott, 1993), el futbolista francés se aparece al pobre diablo que protagoniza el film para darle algunos consejos con los que poder mejorar su desastrada vida.
Aparte de esto, tenemos un esquema calcado al de muchas de las últimas películas de Loach. El personaje que ha tocado fondo, tras cometer un error detrás de otro. Cuando la desesperación no puede ser mayor, entonces intenta salir a flote como pueda. Pero al estar inmerso en esa espiral del desastre, es incapaz de de sacar la cabeza por culpa de unas circunstancias que le machacan una y otra vez.
"Arrebatador y encantador, se echa de menos un poco más de autoparodia (pero de la de verdad) en un personaje tan controvertido. Pero la coartada es perfecta. Un Cantona idealizado que surge de la mente del protagonista".
 Es ahí donde aparece uno de los principales vicios que poseen las películas del dúo. La (casi desesperada) búsqueda de un segundo punto de giro en el guión lleno de dramatismo y tragedia. Que se vean tan claramente las costuras del guión es lo que más aleja a los films de Loach/Laverty de aquello que pretenden encontrar: la realidad. Aunque, en este caso, estemos ante una obra con bastantes tintes fantásticos y fabulosos.
Y es en su carácter de fábula donde termina ganando terreno Buscando a Eric. El final feliz la aleja de sus anteriores trabajos. La catártica "Operación Cantona" cumple la fantasía de una clase trabajadora unida para defender la injusticia del mundo en que vive, y luchar contra la tiranía del poder. De forma muy inocente y algo primaria, si se quiere, pero muy gráfica y efectiva.
Si el fútbol es capaz de unir a tanta gente en la misma dirección, ¿por qué es tan difícil unirse y forjar ese espíritu colectivo para otros fines mucho más importantes? Ahí queda esa reflexión en una película que tampoco consigue mayor hondura en los asuntos que se trae entre manos. Más bien, se conforma con apuntes y detalles dentro de un trabajo menor. Y en el que, como viene siendo cada vez más habitual en la filmografía del británico, el amor ocupa un lugar destacado.
 Otra película perfectamente reconocible en el universo Loach: un grupo de intérpretes que se sienten cómodos en su naturalidad (mención especial a la apabullante presencia de John Henshaw, espléndido secundario robaplanos), en un drama personal desarrollado dentro del contexto social que tanto le gusta denunciar al cineasta. En esta ocasión, con algunas dosis extras de humor. Ah, y con Eric Cantona. Qué cosas. (6) 
Buscando a Eric es un film peculiar dentro de la extensa filmografía de Ken Loach. Loach, que suele realizar prestigiosos dramas sociales, no se olvida de este aspecto en su última película, pero lo más importante, y lo mejor de ella, pasa por otro lado. En Buscando a Eric hay un hombre derrotado desde el comienzo. Eric es un cartero que intenta llevar como puede la convivencia con los hijos adolescentes de su ex mujer, luego de que ella los abandonara años atrás, que a veces cuida a la bebé de su hija, y que teme volver a cruzarse con su primera mujer, a quien abandonó en el bautismo de su hija, y que siguió amando toda su vida. Para lidiar con todo esto, se ampara en un fanatismo extremo por otro Eric, Eric Cantona, famoso jugador francés del Manchester, a quien él toma como referente ante cada decisión, y que un día se le presenta en su cabeza, para acompañarlo y arrojarle frases crípticas y metafóricas cada vez que necesita un consejo que lo ayude a tomar las riendas de su vida.
Si la presencia de Eric Cantona no parece tener absolutamente nada que ver con el tipo de cine que suele hacer Ken Loach, La dupla que conforman los dos Eric, con Cantona como una suerte de imaginario consejero terapéutico, lleva a la película por la senda de la mejor comedia costumbrista británica, y muestra un color distinto al habitual realismo social de Loach. Naturalmente, el costumbrismo de Buscando a Eric está inmerso en una realidad afín al cine de Loach, pero curiosamente, cuanto más se acerca al “toque Loach”, con una innecesaria subtrama que incluye a un hijastro escondiendo el arma del líder de una pandilla, y con la dramática consecuencia de este hecho, le pierde pisada al tono de comedia que le da la participación del futbolista, y muestra un aspecto imposible de conjugar con los conflictos cotidianos de Eric y los correspondientes consejos que le aporta Cantona.
Afortunadamente, el desenlace que se le da al aspecto más dramático de la película retoma la simpatía de Cantona y del grupo de amigos que contiene a Eric, pero evidencia a su vez que el drama callejero no tiene nada que ver con el tono general de la propuesta, y que esto parece estar incluido casi para ponerle el “sello Loach” a la película. Un sello inútil, que desmerece la frescura y la simpatía de Cantona, de la barra de amigos y del propio Eric (un singular, aunque algo excesivo, Steve Evets), que poco a poco aprende a volver a conectarse con lo mejor de la gente que lo rodea.
Atención al dato que se aporta en los créditos finales, que a aquellos que conocíamos muy poco de Cantona, nos hace conocer el origen de los peculiares refranes del jugador. Un dato que reafirma la excelente comedia que hubiera sido si no se hubiese apelado al drama social, expuesto en el conflicto lateral del hijastro de Eric. (7)
 Buscando a Eric (título original, Looking for Eric) es una película británica escrita por el guionista Paul Laverty y dirigida por el director inglés Ken Loach. Entre los actores se cuenta el ex-jugador profesional de fútbol Eric Cantona y el ex-bajista de The Fall, Steve Evets como Eric Bishop.
El director Ken Loach dijo acerca de la película, "Queríamos refutar la idea de que las celebridades son más que humanos. Y queríamos hacer una película que disfrutase de lo que usted y yo llamaríamos solidaridad, pero que otros llamarían a apoyo de tus amigos de verdad, y de la vieja idea de que somos más fuertes como equipo que como individuos." (8)


 CITAS:

miércoles, 7 de julio de 2010

EL LUCHADOR


El Luchador (título original en inglés; The Wrestler) es una película dirigida por Darren Aronofsky y con un reparto que cuenta con Mickey Rourke, Ernest Miller, Marisa Tomei y Evan Rachel Wood. La producción empezó en enero de 2008. La película se estrenó en 2008 en el Festival de Venecia ganando el León de Oro. Fox Searchlight adquirió los derechos para distribuir la película en Estado Unidos, fue estrenada en pocos cines el 17 de diciembre de 2008, y mundialmente el 16 de enero de 2009.

1.- DARREN ARONOFSKY

Darren Aronofsky es un director de cine estadounidense nacido el 12 de febrero de 1969 en Brooklyn, Nueva York. Hijo de Abraham y Charlotte Aronofsky, dos profesores de etnia judía, descendientes de judíos polacos. Pareja Rachel Weisz, Hijo/s Henry Chance Aronofsky

 1.1- Carrera cinematográfica

El debut de Aronofsky como director de largometrajes se remonta al año 1998, fecha en la que se estrenó la película Pi. Esta cinta narra la vida de un brillante matemático (Max) que está obsesionado con la idea de que, pese al aparente caos que rige el universo, existe un sistema numérico capaz de prever y controlar todo cuanto sucede en él. Centrándose para ello en el estudio del mercado bursátil, Max cada vez se acercará más a desentrañar el misterio que se oculta tras esa fórmula matemática que aparentemente controla todo, y que le lleva inexorablemente al número Pi. Ansiosos por hacerse con el increíble descubrimiento que Max está a punto de revelar, una agresiva firma de Wall Street y una secta judía le acosarán para hacerse con tan preciado botín.

Cabe destacar que la fotografía de este thriller matemático fue en blanco y negro, y que el compositor de la banda sonora de la misma fue su gran amigo Clint Mansell, colaborador habitual de Aronofsky en el resto de sus películas. El filme apenas costó 60.000 dólares, por lo que el mérito de la película es aún mayor.

La cinta logró un gran éxito de crítica y público, y obtuvo varios galardones, entre los cuales destaca el del Festival de Sundance, que reconoció a Aronofsky como Mejor Director en 1998.

La película que siguió a Pi, fue nada menos que Réquiem por un sueño (Requiem for a dream), estrenada en el año 2000. Basada en la novela de Hubert Selby Jr (quién también desempeña las labores de guionista), la película se centra en el mundo de las drogas (y otras adicciones) y en las devastadoras consecuencias que tienen éstas en un grupo de personas. Este segundo trabajo del director neoyorkino fue aclamado mundialmente por crítica y público y se convirtió instantáneamente en un clásico de culto. Su enorme poder visual, unido a una banda sonora hipnótica (obra también de Clint Mansell, cuyo tema Lux Aeterna ha sido remezclado y utilizado en decenas de trailers cinematográficos posteriores) y a unas interpretaciones sobresalientes (Ellen Burstyn estuvo nominada al Oscar y al Globo de Oro a la mejor actriz por su trabajo en este filme) dieron como resultado este exitoso segundo trabajo de realizador de Brooklyn.

La película se hizo con numerosos premios, entre ellos la Espiga de Oro del Festival de Valladolid.

La siguiente película de Aronofsky no vería la luz hasta más de un lustro después, en el año 2006, fecha del estreno de La fuente de la vida (The fountain). Con un presupuesto millonario, y teniendo a sus órdenes a actores de la talla de Hugh Jackman, Rachel Weisz y Ellen Burstyn (de nuevo), Aronofsky nos lleva por el viaje que emprende un hombre a través de los siglos con el objetivo de encontrar el árbol de la vida, que según la leyenda, otorga la vida eterna a quién bebe de su savia. Su fin último será salvar la vida de su enferma esposa.

La película pasó con más pena que gloria por la taquilla mundial, y esta vez no pudo contentar completamente a todo el mundo. El filme produjo una enorme división de opiniones tanto en la crítica especializada como en el público, yendo desde los que la criticaron duramente, hasta los que la encumbraron como una de las grandes obras cinematográficas de los últimos tiempos.

En cualquier caso, cabe reseñar la nominación de Clint Mansell (de nuevo a cargo de la banda sonora) a los Globos de Oro por su partitura, o la de Darren Aronofsky al León de Oro en el Festival de Venecia, entre otras.

En el año 2008 presentó The Wrestler, su cuarto largometraje que obtuvo el León de Oro del Festival de Venecia. La película está protagonizada por Mickey Rourke y Marisa Tomei, y narra la vida Randy Robinson, un antiguo campeón de lucha libre que se encuentra en el ocaso de su vida profesional. La crítica considero la película de Aronosky la mejor del festival y una de las mejores del director.

Aparte de realizar estos largos, Darren Aronofsky también es el autor de cortos como Supermarket Sweep (1991), Fortune Cookie (1991) y Protozoa (1993).

1.2.-  Filmografía como director

  •  Protozoa (1992)
  • Pi: El orden del caos (1998)
  • Réquiem por un sueño (2000)
  • La fuente de la vida (2006)
  • The Wrestler (2008)
  • Black Swan (anunciada) (2010)
  • Robocop (2011) 
2.- EL LUCHADOR


2.1.- Ficha técnica

  • Título:  El Luchador
  • Dirección: Darren Aronofsky

  • Guión: Robert D. Siegel

  • Reparto:  Mickey Rourke, Marisa Tomei, Ernest Miller, Evan Rachel Wood

  • País: Estados Unidos

  • Año: 2008

  • Duración:  115 min

  • Compañías Distribución: Fox Searchlight

  • Presupuesto: U$ 6.000.000


 2.2.- Argumento
Randy "The Ram" Robison (Mickey Rouke) es un luchador profesional de wrestling de los 80, 20 años después de estar en la cima, lucha los fines de semana en combates semiprofesionales independientes en la zona de Elizabeth, New Jersey por un dinero extra. Después de un show un promotor le propone un combate de 20 aniversario con su más conocido oponente, el Ayatollah que originalmente tuvo lugar en Madison Square Garden vendiendo todas las entradas. Randy acepta, pensando que esta lucha de alto nivel le ayudará a volver a la cima.
Randy vive en una caravana y cuando vuelve se la encuentra cerrada por no haber pagado el alquiler. Toma somníferos y se duerme en la parte de atrás de su furgoneta. Al día siguiente vuelve al trabajo, cargando cajas en un supermercado. Por la noche visita un club de striptease donde baila con una stripper algo mayor llamada Cassidy (Marisa Tomei). Él continua con su ritual de entrenamiento, que incluye el uso de esteroides para su próxima aparición. Su siguiente combate es particularmente "hardcore", en el cual Randy y su oponente (un luchador de wrestling en la vida real Dylan Summers, a.k.a. Necro Butcher) usan varias armas el uno contra el otro incluyendo thumbtacks, grapadoras, cable de espino y cristal. Randy sufre varias heridas, inclusive un corte profundo en el pecho del cable de espino. Después de la lucha es tratado por un médico pero poco después tiene un ataque al corazón y cae al suelo.
El ataque al corazón precisa de una operación de bypass y el doctor le dice a Randy que su débil corazón no puede soportar más los esteroides ni la lucha. Randy cancela los siguientes combates. Enfrentado a su mortalidad habla a Cassidy de su ataque al corazón e intenta ligársela. Randy visita a su hija a la que hacía mucho que no veía, Stephanie (Evan Rachel Wood), pero ella le acusa de haber sido un mal padre. En su segunda visita a Stephanie, Randy lleva un bonito regalo y se disculpa por haber sido un mal padre. Los dos quedan para cenar juntos.
Después de ir a ver una lucha de wrestling, Randy se emborracha y tiene sexo con una mujer, durmiendo todo el día siguiente por el agotamiento, y perdiéndose la cena con su hija Stephanie. Él va a su casa en medio de la noche, donde ella se enfada y le dice que nunca ha sido y que nunca será su padre. Randy se va al trabajo, donde él al ser reconocido se corta un dedo con una cortadora de carne a propósito, grita a su jefe y deja el trabajo, Llama a su promotor para decirle que vuelve a interesarle la pelea contra el Ayatollah. Antes de la pelea, Cassidy aparece por sorpresa (teniendo que dejar el trabajo para ello) se disculpa, e intenta convencer a Randy de que no luche por el bien de su salud. Randy le explica que el mundo real no se preocupa de él y que su único lugar es el ring y que su familia son sus fans.
Randy da un emocionante discurso al público a la hora de subirse al ring. Durante el combate, su corazón se resiente pero él continúa luchando. Randy lucha contra el dolor y sube despacio a una de las esquinas del ring para hacer su característico golpe final, un diving headbutt llamado "Ram Jam". En la última toma saluda y se despide de los fans, salta desde las cuerdas y la cámara vira a negro.


2.3.- Reparto

• Mickey Rourke - Randy "The Ram" Robinson
• Marisa Tomei - Cassidy / Pam
• Evan Rachel Wood - Stephanie Robinson
• Todd Barry as Wayne
• Ernest Miller as Bob/"The Ayatollah"

También aparecen los luchadores profesionales: Devon Moore, The Funky Samoans, Jim Powers, Kid USA, Ron Killings, Claudio Castagnoli , Romeo Roselli, John Zandig and Nigel McGuinness. Durante la lucha entre Randy contra Tommy Rotten algunos luchadores locales de las asociaciones Bodyslam Wrestling Organization y NWA Liberty States aparecen entre el público.


2.4.- Producción

The Wrestler fue escrito por Robert D. Siegel, antiguo escritor de The Onion, que escribió el guión y luego fue adaptado en la productora de Darren Aronofsky Protozoa Pictures. El actor Nicholas Cage entró en negociaciones en octubre de 2007 para el papel principal como Randy "Ram" Robinson. Al mes siguiente, Cage abandonó el proyecto después de asistir a un show en Nueva York de Ring of Honor y Mickey Rourke remplazó al actor en el papel. Según Siegel, Cage se retiró del proyecto porque Aronofsky quería que el papel fuera para Rourke. Aronofsky declaró "Cage fue un auténtico caballero, entendió que mi corazón estaba con Rourke y se retiro a un lado. Tengo tanto respeto por Nicholas que creo que realmente podría haber funcionado con Nic pero... ya sabes, Nic apoyaba la idea de que lo hiciera Mickey y ellos son viejos amigos y él quería ayudar a Mickey en esta oportunidad así que se retiró de la carrera" La producción comenzó en enero de 2008, y se rodó en Elizabeth, NJ, Linden, NJ, Rahway, NJ y New York.1 Algunas escenas se filmaron en el Alhambra Arena de Philadelphia. Afa Anoa'i, un antiguo wrestler profesional, fue contratado para entrenar a Rouke en su papel. Anoai trajo a sus dos principales entrenadores, Jon Trosky y Tom Farra que trabajon con Rourke durante ocho semanas. Los dos entrenadores también salen en la película.

2.5.- Música

El compositor de la banda original es Clint Mansell, compositor habitual de películas de Aronofsky como π, Requiem por un sueño y La fuente de la vida. Una canción de Bruce Springsteen titulada "The Wrestler" suena durante los créditos finales. Tres Canciones ("Round and Round", "I'm Insane") del grupo Ratt están también en la banda sonora, al igual que Balls To The Wall de Accept cuando se prepara para la última lucha "Sweet Child O' Mine" de Guns N' Roses. La película abre con el clásico de Quiet Riot, "Metal Healt" de 1983, canción que además es el himno de batalla de The Ram.(1)



2.6.- Premios

Globos de Oro
  • Año 2009 Mejor actor Mickey Rourke Ganador

  • 2009 Mejor canción original Bruce Springsteen Ganador
Independent Spirit Awards

  • 2008 Mejor película Ganador 

  • 2008 Mejor actor Mickey Rourke Ganador 

  • 2008 Mejor fotografía Maryse Alberti Ganador
 Festival de Venecia

  •  Año 2008 Mejor Película Ganador

 BAFTA
  •  Año 2009 Mejor actor Mickey Rourke Ganador

 2.7.- COMENTARIOS
  
Drama basado en hechos reales, este filme sobre boxeo y pobreza cuenta la historia de Jim Braddock, un púgil que pierde su título y su dinero en mitad de la Gran Depresión.
El paso desde la gloria del ring a las filas del desempleo y las ollas comunes será brutal, pero más peligroso aún puede ser aceptar una última pelea: un publicitado combate con un rival famoso por mandar boxeadores al cementerio. Esta es la segunda colaboración del director Howard y su estrella luego de Una Mente Brillante.

 Ascanio Cavallo Revista El Sábado: "Por encima de su ef icacia narrativa ¬que la tiene¬, esta película exuda un fuerte olor a fórmula".

 Ana Josefa Silva La Segunda: "Aunque abre y cierra con el protagonista en el cuadrilátero, EL LUCHADOR tiene el doble mérito de hacer atractiva esa gran escena final, incluso para quien el mentado deporte no tiene el menor interés".(2)

  
Para quienes amamos el cine, ya sea el contemporáneo o los grandes clásicos, algunos personajes u actores suelen ser primordiales en su historia. Existen varios en el cine hollywoodense, como Al Pacino, Robert De Niro, o el desaparecido Marlon Brando, que han hecho una carrera que nos ha llamado la atención tanto por su regularidad -salvo algunos errores- como por la forma en que han sido capaces de mantener su status de figuras del cine.

En el caso de Mickey Rourke sucede todo lo contrario. Su carrera lo ha transformado en un actor con una línea poco definida y, sumándole las grandes adicciones y contradicciones de la vida, en un “cacho” para cualquier director de Hollywood que quiera estructurar una obra según los parangones que ésta exige. Sin embargo, a directores como Darren Aronofsky (Requiem for a Dream) estos personajes los motivan a hacer películas como El Luchador.

Aquí Mikey Rourke ya no es el motorcycle boy de la gran cinta de Francis Ford Coppola Rumble Fish, de 1983. Tampoco es el co-protagonista de Nueve Semanas y Media junto a una guapísima Kim Basinger. En esta película, Rourke interpreta a un luchador de lucha libre que ha visto cómo, con el paso de los años, sus tiempos de gloria se fueron desvaneciendo, junto con sus ganas de salir de ese lugar que para todos resulta tan inhóspito e insoportable: el fracaso.

El Luchador nos relata la historia de Randy The Ram Robinson, que en los ochenta era la figura del momento en cuanto a la lucha libre, pero ahora ha pasado al olvido para sus fans, para las cámaras, y para su hija. Randy encuentra el consuelo en lo que más le gustaba -la lucha en lugares de mala muerte-, hasta que un infarto y la posterior instalación de un bypass en su pecho lo obligan a alejarse de lo único que lo hacía sentirse vivo.

Al darse cuenta de que su estado no es el mejor, concentra sus ganas en reunirse con su hija adolescente -a quien había dejado de lado-, y busca sentirse acompañado por una stripper a la que siempre quiso. Randy no sólo nos revela la ruina de un luchador libre, sino que nos muestra a un personaje que, como todos los de Aronofsky, está ligado a la decadencia y a la lucha por una adicción. Esa adicción desmedida es, en el fondo, lo que lo hace escapar de todo lo establecido (incluyendo un trabajo en un supermercado) para volver a ser él, y entregarse en un cuadrilátero a lo que significa luchar con un aparato en el pecho.

Con esta película, Aronofsky no solamente nos viene a contar la historia de The Ram, sino que también la vida de un personaje como Rourke. Él, al igual que Randy, lo tuvo todo, el aprecio y la confianza de los directores de cine, pero prefirió otra vida para convertirse en quien es. Una persona que puede servir de ejemplo para quienes creemos en el verdadero cine y en la verdadera vida, esa que no tiene superhéroes en todas las esquinas tratando de salvar a la ciudad de un tremendo ataque terrorista, sino que personas de carne y hueso, que se ven atraídas hacia actitudes tremendamente individualistas que los hacen sentirse más cercanos a lo que en verdad son: humanos. (3)


 No deja de sorprender que detrás de The Wrestler (El Luchador), ganadora de la última edición del Festival de Venecia, está el, a partes iguales, aclamado y odiado director Darren Aronofsky, y la sorpresa no la produce una nueva demostración de su buen hacer, si no el romper la línea que seguían sus anteriores trabajos.

Y es que su último film está lejos del ingenioso debut que supuso Pi (1998), de la alabada e hipnótica Réquiem por un sueño (2000) y, mucho más aún, de la incomprendida, poética y fallida La Fuente de la Vida (2006).
Con The Wrestler (El Luchador) Aronofsky nos ofrece un película con un planteamiento clásico sin las piruetas visuales que acompañan a su filmografía, donde nos cuenta la historia de Randy The Ram, vieja gloria de la lucha libre venido a menos que busca dar sentido a su vida.
Es un ejemplo más del cine de perdedores, con un planteamiento y un guión lleno de tópicos que no dejan lugar a la sorpresa, pero que la mano de Aronofsky convierte en un retrato brillante y lleno de tristeza sobre la soledad y el fracaso.
Sin duda el film no sería lo mismo sin el trabajo de su protagonista, el resurgido Mickey Rourke, que ha encontrado en The Wrestler no sólo una numerosa cosecha de premios sino algo parecido a lo que fue Pulp Fiction para John Travolta: una segunda oportunidad.


Un reconocimiento a la que fue una de las estrellas del cine de los 80 que ofrece aquí su mejor trabajo, y uno de los mejores del año, que le abre de par en par de nuevo las puertas grandes de la industria.

Y es que ninguna estrella actual del mundo del celuloide podría haber dado al personaje la fuerza que le da Rourke, quizás compartir el fracaso con su personaje hace que su interpretación rebose verdad y fuerza a raudales.

Mención aparte merece su pareja en el film, una espléndida, en todos los sentidos, Marisa Tomei (Antes que el diablo sepa que has muerto) que borda el dramático y decadente papel de madre stripper, y en menor media por la brevedad de su personaje, una actriz a seguir en cuenta Evan Rachel Wood (Across the Universe) en el papel de hija de Rourke.

The Wrestler (El Luchador) sirve en definitiva para ver crecer el talento de Darren Aronofsky al mismo tiempo que nos enseña una parte oculta del mundo de la lucha libre y, sobre todo, nos da una bella historia de perdedores que lo convierten en uno de los mejores trabajos de año. (4)

 

Una vez que pasaron, sin pena pero sobre todo sin gloria, los previsibles premios Oscar, se empezaron a estrenar en la ciudad algunas de las pocas películas de Hollywood que valen la pena, aunque hayan sido olímpicamente ignoradas por la Santa Academia. Un caso apenas recordable es el de Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen, quien aquí logró recuperar un cierto tono que se extrañaba en sus últimos filmes, acaso porque volvió a apostar a la típica comedia de enredos pero sin albergar ya grandes pretensiones, sino más bien con la lucidez de alguien que se dio cuenta de que era hora de empezar a reírse un poco de uno mismo. Pero mejor aún es hablar de El Luchador, filme que significó el regreso dos figuras ya olvidadas: Mickey Rourke y el joven director Darren Aronofsky -aquel de la elogiada Pi (1998), que levantó muchas expectativas rápidamente sentenciadas al poco tiempo con dos bodrios como Réquiem por un sueño (2000) y La fuente de la vida (2006)-.

Verdadero regreso con gloria, ratificado por el León de Oro del último Festival de Venecia, el Globo de Oro para Rourke y los principales premios para todos (actor, director y filme) en los Spirit Awards, El Luchador constituye más que nada un fresco sincero sobre un ámbito preciso y acaso emblemático de la cultura norteamericana, el de la lucha libre. Para muchos, el filme puede considerarse además una parábola exacta de la vida del propio Rourke, que en los años `70 se convirtió en la promesa dorada del cine norteamericano pero que se fue arruinando rápidamente en medio de su rebeldía sin control, el alcohol, las drogas y el boxeo, su gran pasión (que incluso lo llegaría a traer hasta lo de Tinelly). Abandonado por una industria a la que nunca quiso, pero que hoy le abre apenas los brazos (imponiéndole las mismas condiciones de entonces), Rourke volvió con un papel consagratorio, que irónicamente viene a representar un lado que a nadie le interesa ver en Hollywood.
Como indica su título, la película cuenta la historia de un luchador, Randy “The Ram” Robinson (Rourke) que aparentemente fue uno de los más importantes en los ’80, pero que en la actualidad, veinte años después, es ya una ruina, un perdedor hecho y derecho, que no puede terminar de bajarse del ring. Siguiendo los patrones clásico de este subgénero cinematográfico, el hombre intentará acaso tardíamente reconstruir su vida, retomar el contacto perdido con su única hija (Evan Rachel Word), conquistar a una striper local de la que se ha enamorado (interpretada magistralmente por Marisa Tomei) y encontrar otro trabajo, sea cual sea. Pero una y otra vez Randy volverá a caer en lo que eventualmente parece llevarlo a la perdición, rechazado por la misma sociedad a la que entregó su vida y su cuerpo, pero que sólo quiere verlo sobre las arenas de combate.
Si bien la historia parece muy transitada ya por el cine, el filme de Aronofsky alcanza latitudes no muy conocidas en Hollywood, y el mérito es tanto del director como de su protagonista, Mickey Rourke, quien verdaderamente le ha dado una nueva dimensión a la película. Con una puesta en escena bien detallista, filmada en gran parte con cámara al hombro y largos planos secuencia, la película es una verdadera radiografía de un hábitat preciso y emblemático, que revela aspectos muy enraizados en la cultura norteamericana (relacionados íntimamente con el mundo del espectáculo y la cultura de la violencia). Lo más notable del filme es precisamente cierta autenticidad que Aronofsky y Rourke logran transmitir, cierta fidelidad a la realidad que trasciende todos los estereotipos: sin tensar nunca la cuerda de la sensiblería barata (caso Rocky), se diría que Rourke pone su cuerpo maltratado por los años y los anabólicos para representar a un símbolo de la clase obrera norteamericana, que justamente hoy parece nuevamente condenada por la crisis global. El resultado es un filme sincero y conmovedor sobre un perdedor o un condenado, que nunca tuvo la posibilidad de ser otra de la que fue. (5)


 CITAS:
1.- http://es.wikipedia.org/wiki/The_Wrestler
2.- http://www.bazuca.com/pelicula-7314729-El-Luchador
3.- http://www.indie.cl/2009/05/cine-el-luchador/
4.-http://www.google.cl/imgres?imgurl=http://www.estanochemadrid.com/cine/blog/archivo/2009/marzo/El-Luchador
5.-http://www.google.cl/imgres?imgurl=http://videodelta.files.wordpress.com/2009/03/el-luchador

viernes, 2 de julio de 2010

¿QUIÉN QUIERE SER MILLONARIO?


Slumdog Millionaire (literalmente: Perro callejero millonario), conocida en Sudamérica como Quisiera ser millonario o ¿Quién quiere ser millonario?, es una película indo-británica de género dramático estrenada en el año 2008, dirigida por Danny Boyle, escrita por Simon Beaufoy, basada en la novela Q & A del autor y diplomado indio Vikas Swarup. En la gala de entrega de premios del 22 de febrero de 2009 obtuvo, entre otros, el Óscar a la mejor película en 2008.

La película fue ganadora de 8 Premios Oscar 2008 (estuvo nominada en 10 categorias); incluyendo Oscar a la Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión y a la Mejor Banda Sonora.-

1. DIRECTORES

1.1- Danny Boyle

Danny Boyle (nacido el 20 de octubre de 1956) es director de cine y productor nacido en Manchester, Inglaterra. Hijo de emigrantes irlandeses católicos, dirigió los filmes de culto “Shallow Grave” (1994), “Trainspotting” (1996), “A Life Less Ordinary” (1997), “The Beach” (2000), “28 Days Later” (2002), y “Millions” (2005).

Estudió en el Thornleigh Salesian College y en la Universidad de Gales, Bangor. Boyle obtuvo reconocimiento en el Reino Unido por haber dirigido unas producciones para la televisión británica que incluían el “Inspector Morse” y “Mr. Wroe’s Virgins”.

Se le asocia por trabajar con el escritor John Hodge el productor Andrew Macdonald, y el actor Ewan McGregor. Tras obtener atención internacional por la película “Trainspotting” esperó ganar un contrato de producción con algún estudio importante de Estados Unidos, pero la única oferta realizada fue para el cuarto filme de “Alien”. Usando financiamiento británico Boyle y Hodge realizaron “A Life Less Ordinary”, pero debido a que no había mucho presupuesto no tuvo estrellas importantes ni locaciones atractivas, lo cual se tradujo en un fiasco de taquilla.

Fue Ewan McGregor quien aconsejó a Boyle el adaptar la novela de culto “The Beach”, pero luego descubrió que el estudio quería una estrella más costosa y contrató a Leonardo Di Caprio sin consultar a Boyle, quien ya le había prometido el protagónico a McGregor. Los medios británicos y los tabloides armaron un circo de esta situación antes de que Boyle le pudiese explicar a McGregor lo que había sucedido y desde ese entonces no han trabajado juntos.

Boyle colaboró con el autor de “The Beach” Alex Garland en la adaptación de “28 Days Later”. Su versatilidad se demuestra en su más reciente trabajo. El filme familiar “Millions”. Boyle dirigió dos filmes para televisión para la BBC en el 2001 “Vacuuming Completely Nude In Paradise” y “Strumpet”. También dirigió el corto “Alien Love Triangle” protagonizado por Kenneth Branagh que se suponía sería parte de un largometraje con otros dos cortos incluidos en él, pero el proyecto fue cancelado debido a que los cortos fueron convertidos en largometrajes. Se trataba de “Mimic” protagonizada por Mira Sorvino e “Imposter” protagonizada por Gary Sinise.


Filmografía:

• 2008 ¿QUIEN QUIERE SER MILLONARIO?

• 2007 SUNSHINE ALERTA SOLAR

• 2005 MILLONES

• 2003 EXTERMINIO

• 2000 LA PLAYA

• 1996 TRAINSPOTTING

1.2.- Loveleen Tandan

Loveleen Tandan nació y se crió en Nueva Delhi, la India y es el mayor de tres hermanos. Cursó los estudios de la Escuela Mater Dei y fue galardonado con el All Best ROUNDER medalla que es un premio anual a un estudiante del lote de salida que mejor representa el espíritu de todos los logros ronda. Loveleen estudió Sociología honores en la prestigiosa Universidad de hindúes, Universidad de Delhi. Durante su época universitaria, era activo en la política universitaria y fue nombrado el ministro de Finanzas de la universidad. A la Universidad de Delhi "Topper", Loveleen luego pasó a obtener un título de maestría en Medios Masivos de Comunicación de la Universidad Jamia Millia Islamia. Se superaron los dos años en el curso y es una medalla de oro de la Universidad.

Loveleen Tandan trabajó primero con Deepa Mehta en la Tierra (1998), y más tarde trabajó con Mira Nair en tres películas: La boda del monzón (2001), Vanity Fair (2004) y El buen nombre (2006). También fue el director de casting (junto Shaheen Baig) de Brick Lane (2007), dirigido por Sarah Gavron y adaptado de Monica Ali 's novela del mismo nombre.

Crédito más reciente Tandan es Slumdog Millionaire (2008), donde comenzó inicialmente como una de director de casting de la película (con Gail Stevens co-coordinador de fundición de Londres), pero fue, durante la producción de la película, dado el crédito de "co-director : la India ", de Danny Boyle en reconocimiento a sus importantes contribuciones. Boyle explicó su razonamiento detrás del crédito al afirmar que era "porque había allí todos los días, y tipo de confiar en su enormemente a asegurarse de que no he cometido ningún error grande, y obviamente, la traducción para los niños. Y traducción del texto porque, obviamente, si usted traduce una línea de Simón, literalmente, en hindi, un niño de siete años de edad, sólo va a ir ... Así que había que dar una línea que era el equivalente en hindi. " Tandan ella misma ha declarado que se le dio el co-director de crédito después de que ella ", sugirió a Danny y Simon Beaufoy, el escritor de Slumdog, que era importante hacer algo de él en hindi para que la película viva (20% de la película es en hindi). Me pidieron que la pluma del diálogo hindú, que yo, por supuesto, de inmediato estuvo de acuerdo. Y a medida que se acercaba la fecha de lanzamiento, Danny me pidió que me paso en el co-director.”

La película hasta el momento ha ganado ocho premios de la Academia, los Premios cinco Critics 'Choice, cuatro Globos de Oro y siete premios BAFTA. Tandan trabajo como co-director de la película fue reconocida por los Críticos de Nueva York Online Awards (Premios NYFCCO), que ha concedido a "Mejor Director" por "Danny Boyle con Loveleen Tandan".

Después de las candidaturas para la 66a entrega de los Globos de Oro fueron anunciados, un crítico de cine de Chicago puso en marcha una campaña en línea para preguntar por qué Tandan, que Boyle nombrado co-director de la película, no fue nominado para Mejor Director junto con Boyle en los Golden Globes. El Organizador de la Campaña Jan Lisa Huttner declaró: "Si ella es co-director en el cine y el proceso de comercialización, ¿por qué no se co-candidato, cuando los premios se desmayó?" Ella señaló que "lo raro que es para las mujeres directoras de estar en la carrera de premios." Después de enterarse de esta campaña, Tandan tratado de acabar con ella, diciendo: "No puedo decirles lo avergonzado que estoy por este [...] La sugerencia es muy inapropiado, y me dirijo a usted a insistir en que yo no desea que se le considere. [4] Slumdog Millionaire 's productor Christian Colson dice que el crédito Tandan's, ha sido malinterpretada en el sentido de que está en pie de igualdad con los creativos Boyle. Colson Tandan declaró que el título era "extraño, pero merecido" y fue desarrollado a lo largo " una Coca Cola y una taza de té "con el fin de identificar a ella como" uno de nuestros puentes clave cultural”.(1)

Filmografía:

• Slumdog Millionaire (2008)

• Tandoori Love (2008)

• Brick Lane (2007)

• Migración (2007)

• Vanity Fair (2004)

• La boda del monzón (2001)

• El buen nombre (2006)

• De la Tierra (título de la India: 1947) (1998) - asistente de producción

• Personal de la CNN. " 'Slumdog' desafiado las probabilidades." CNN

2. “Slumdog Millionaire” “¿Quién quiere ser Millonario?”



2.1- Sinopsis:

Ante la sorpresa de todos, Jamal responde correctamente a todas y cada una de las preguntas. ¿Cómo es posible que un chico como él sea capaz de conocer todas las respuestas? Cuando Jamal está a punto de responder a la última pregunta, la que le hará ganar 20 millones de rupias, la policía lo detiene y se lo lleva para interrogarle. Jamal deberá explicar por qué conocía las respuestas, teniendo que recurrir para ello a relatar diferentes momentos de su vida, que además ayudarán a desvelar la verdadera razón de su participación en el concurso. Slumdog Millionaire es una película de contrastes ya desde su título. Sobrevalorada y al tiempo de mensaje inspirador, tan regocijante como manipuladora, su visión recuerda a una versión india multicolor de “Ciudad de Dios”, con sus miserias de las favelas y el sueño adolescente de emerger de la pobreza .-(1)

La India acoge a un tercio de los pobres del mundo. El 80% de su población vive con menos de 2,5 dólares diarios, un 40% con menos de 1,25 dólares y ese mismo 40% no sabe leer ni escribir. La mitad de los 19 millones de habitantes de Bombay viven en chabolas, en un 6% del suelo de la ciudad. En este contexto tan poco favorable Jamal es la proyección de los deseos de cualquier habitante de la pobre ciudad de Bombay. Representa el periplo de un antihéroe que logra imponerse a los avatares e invertir su papel para convertirse en Héroe, no tanto por haberse vuelto millonario, sino por haber aprendido en la pobreza las respuestas que le toca responder en el mediático y occidentalizado show televisivo. Jamal rinde tributo a su condición, nunca reniega de ella. Es un ganador potencial realizado. 

2.2.- Ficha Técnica de “Slumdog Millionaire”:

Título: ¿Quién quiere ser Millonario?.

Título Original: Slumdog Millionaire.

Año - 2008.

Dirección y Guión: Danny Boyle & Loveleen Tandan

Intérpretes: Dev Patel, Freida Pinto, Madhur Mittal, Anil Kapoor.

Origen: Reino Unido/Estados Unidos.
Duración 120 minutos

2.3.- Argumento

La película, rodada íntegramente en la India, cuenta la difícil historia de Jamal Malik, un niño pobre de los tugurios de Dharavi, en Mumbay, que participa en un concurso televisivo de preguntas y respuestas (del conocido formato televisivo ¿Quién quiere ser millonario?) y excede las expectativas de la opinión pública y de los organizadores al llegar a la última pregunta, lo que provoca su detención por sospecha de fraude. En la comisaría, después de ser torturado, Jamal explica cómo todas y cada una de las preguntas hechas están relacionadas con algo sucedido en su vida, alternándose escenas del concurso con las historias que le hacen recordar la respuesta.

2.4.- Sobre la producción

El guionista Simon Beaufoy escribió Slumdog Millionaire con la novela Q and A de Vikas Swarup como premisa. Para afinar el guión, Beaufoy hizo tres viajes de investigación en la India y entrevistó a niños de la calle que le sorprendieron con sus actitudes. Usó varias ideas del estudiante de dirección Asim Bhatti mientras trabajaba en el guión. El guionista dijo que su objetivo para el guión era "conseguir que el espectador sienta esta enorme cantidad de diversión, risas, charlas y sentido de comunidad que uno encuentra en estos suburbios. Lo que percibes en un lugar así es esta masa de energía". En el verano de 2006, las compañías británicas Celador Films y Film4 invitaron al director Danny Boyle a leer el guión de Slumdog Millionaire. Inicialmente Boyle dudó, ya que no estaba interesado en hacer una película sobre el concurso ¿Quién quiere ser millonario?, pero el director descubrió rápidamente que el guionista era Beaufoy, quien había escrito The Full Monty (1997), una de sus películas británicas favoritas, así que decidió releer el guión. Entonces Boyle quedó maravillado por como Beaufoy había tejido las múltiples tramas del libro de Swarup en una sola historia, y el director decidió entrar en el proyecto. La película necesitaba 15 millones de dólares para ser realizada, así que Celador buscó un distribuidor para compartir costes. Fox Searchlight Pictures hizo una oferta inicial de unos 2 millones, pero la Warner Independent Pictures ofreció 5 millones, oferta que la Fox Searchlight no pudo superar.

Los cineastas viajaron a Bombay en septiembre de 2007 con un equipo parcial, e iniciaron la búsqueda de actores y equipo local para la producción. Cuando se estaba preparando para la filmación, Boyle decidió traducir un tercio del diálogo de la película al hindi. El director mintió a la presidenta de la Warner Independent diciéndole que traduciría tan solo un 10% del diálogo, y ésta aprobó el cambio. Las localizaciones de la película incluyen el mega-suburbio de Mumbai y las partes shantytown de Juhu. Los cineastas controlaron las masas haciéndose amigos de los espectadores. El rodaje se inició el 5 de noviembre de 2007.

Aparte de la novela de Swarup, Boyle dice que la película se inspiró también en tres filmes de Bollywood: Satya (1998), Compañía (2002) y Viernes Negro (2004). Los dos primeros, de Ram Gopal Verma, le dieron "un trabajado e hipnótico retrato del submundo de Mumbai". El guión de Satya fue coescrito por Saurabh Shukla, quien interpreta a Constable Srinivas en Slumdog Millionaire. Viernes Negro, basada en los atentados de Bombay en 1993, ofrece una "persecución policial de 12 minutos a través del transitado suburbio de Dharavi" que fue homenajeado en la escena inicial de Slumdog Millionaire. Otra influencia fue la película Deewar (1975), que él describe como "una importante clave del cine Indio". La película se basa en el gangster de Bombay Haji Mastan, interpretado por Amitabh Bachchan, actor de reparto en Slumdog Millionaire, quien a la vez presenta el programa Kaun Banega Crorepati (la versión India de ¿Quién quiere ser millonario?).

2.5.- Banda sonora

El compositor A. R. Rahman planeó la banda sonora durante 2 meses y la completó en 2 semanas. Confiesa que su deseo era "mezclar la India moderna con la vieja India" con la música, pero que la película "no trata sobre la India y su cultura. La historia podría pasar en cualquier rincón del mundo". Boyle no soporta el sentimentalismo y le dijo a Rahman "no incluyas ningún chelo en mi película" y que quería "una banda sonora que marcara el pulso". Rahman apreció que a Boyle le gustara como el cine indio mezcla la música. Le pidió una banda sonora nerviosa con la intención de acompañar y no de añadir contenido. El compositor dice que "no hay muchas entradas musicales en la película. Normalmente una película grande tiene unas 130. Ésta tiene tan solo 17 o 18, incluyendo los créditos iniciales y de cierre". Describiendo la música como una de las partes que más le gustaron de la película, Boyle quiso incluir el tema "Paper planes" de M.I.A. ya desde principios de la producción. La pieza aparece también durante un tema original de Rahman, "O...Saya,". M.I.A., quien es descrita por Rahman con el adjetivo "energética" y Boyle señaló como "un regalo" a la banda sonora, aportó algunas anotaciones en algunas escenas a Boyle (bajo la petición del mismo) durante el montaje. La banda sonora es una alucinante mezcla de ritmos estilo disco de los años setenta con toque inconfundiblemente hindúes

2.6.- Premios

Tras las proyecciones en el Telluride Film Festival y en el Festival Internacional de Cine de Toronto, Slumdog Millionaire conmovió a la crítica en su estreno limitado tanto en tiempo como en número de copias. Ganó el premio a la mejor película en este último Festival y fue galardonada por la National Board of Review (Asociación de Críticos Norteamericanos) como mejor película del año. En el año 2009, la película fue la más premiada en la 66.ª entrega de los Globos de Oro (conocidos como la mejor antesala de los Premios Óscar), y arrasó en la entrega de los Óscar, consiguiendo ocho estatuillas de las diez a las que estaba nominada (incluyendo los dos premios más importantes: a la mejor película, y al mejor director.


2.7.- COMENTARIOS

Slumdog Millionaire es una película de contrastes ya desde su título. Sobrevalorada y al tiempo de mensaje inspirador, tan regocijante como manipuladora, su visión recuerda a una versión india multicolor de "Ciudad de Dios", con sus miserias de las favelas y el sueño adolescente de emerger de la pobreza en compañía de una chica guapa. El problema es que, si comparamos, aquí el ejercicio de dirección (que no el ritmo) es menos hábil y preciso, algunos personajes son mucho menos creíbles (sus continuos cambios de actitud nunca se nos explican) y el grado de concesión al aplauso del público es tan molesto y explícito como en cualquier concurso intrascendente.

Entiendo que se salga del cine con el espíritu elevado, feliz ante tanto bailoteo en sus títulos de crédito, y la idea central no deja de ser brillante, pero su conjunto no lo es tanto, y menos como para encumbrarla en la estantería del cine con 8 Oscars (al nivel de "La ley del silencio", "De aquí a la eternidad" o "Amadeus", entre otras), varios de ellos discutibles.

Señor Boyle: Su película es explosivamente vistosa, y no dudo de sus buenas intenciones, pero, si en la India se ciega a niños sanos para que recauden más limosna en las calles, denúncielo con una película íntegramente seria (como la citada "Ciudad de Dios" y sin samba), pero no nos lo venda como parte del precio de lástima que el espectador tiene que pagar para que la compensación en júbilo al término de su ¿drama? sea mayor. Parece ser que no soy el único que piensa que el baile final es lo mejor de SM, por lo bien que te deja el cuerpo, y lo cierto es que ello no dice mucho de una supuesta gran obra de cine que empieza de modo realista con una tortura, y que contiene escenas brutales hábilmente diluidas en el trepidante montaje. Sé que en el cine de Bollywood es casi obligatorio que haya música y danza, pero en "Slumdog millionaire", una película anglosajona y para público occidental, el baile purifica el entretenimiento, pero también trivializa el dolor. Pasen y vean esta obra vitalista y contagiosa, lástima que los niños ciegos no puedan verla. (Pablo Kurt: FILMAFFINITY)

"Una historia emocionante, que deja sin aliento, al tiempo conmovedora y estimulante. (...) Uno de esos milagrosos entretenimientos que logra sus propósitos más inmediatos para continuar escalando hacia altas cimas. (...) Puntuación: **** (sobre 4)." (Roger Ebert: Chicago Sun-Times)

"Una llamativa y preciosa avalancha de color, sonido y movimiento (...) Al final, lo que me hace ser algo reacio a esta brillante película, a la que es difícil resistirse, es que su alegría parece más obra de la planificación del director que de un honesto llanto del corazón por el espíritu humano" (Manohla Dargis: The New York Times)

"Lo que siento por esta película no es admiración; es un amor loco. No pudo sorprenderme más. (...) Es una explosión de luz y color que está a punto de ser invadida por la oscuridad. (...) Puntuación: ***1/2 (sobre 4)." (Peter Travers: Rolling Stone)

La estructura narrativa (...) no es la mejor ayuda para que el espectador reticente al especiado -y engañoso- carisma de la propuesta se sumerja en la historia. (...) Boyle logra que los vistosos árboles del filme no dejen ver el bosque" (Jordi Costa: Diario El País)

"Parte 'Slumdog Millonaire' de una idea insuperable (...) movida por la intriga (...) No se puede elegir con más acierto a los intérpretes (...) Puntuación: **** (sobre 5)." (Federico Marín Bellón: Diario ABC)

"Boyle desarrolla una idea argumental brillante adaptándola al espíritu y el estilo de su mejor cine. (...) la profesión de vitalismo es el rasgo distintivo ética y estéticamente de esta fantasía (...) Puntuación: *** (sobre 5)." (Francisco Marinero: Diario El Mundo) (3)



Jamal Malik, un joven huérfano que vive en una barriada pobre de Bombay, decide presentarse a la versión india del concurso: "¿Quién quiere ser millonario?". Ante la sorpresa de todos, Jamal responde correctamente a todas y cada una de las preguntas. ¿Cómo es posible que un chico cómo él sea capaz de conocer todas las respuestas? Cuando Jamal está a punto de responder a la última pregunta, la que le hará ganar 20 millones de rupias, la policía lo detiene y se lo lleva para interrogarle. Jamal deberá explicar por qué conocía las respuestas, teniendo que recurrir para ello a relatar diferentes momentos de su vida, que además ayudarán a desvelar la verdadera razón de su participación en el concurso.

“El director Danny Boyle, de formación y convicciones cristianas, ha sabido contar una dura historia sobre la superación desde la miseria hasta la victoria. Narrada como un cuento de hadas, sigue la historia de tres muchachos que nacen en las barracas de Calcuta, y como desde el protagonista de Jamal verán como triunfa la bondad y el amor más allá de la injusticia y la violencia. La historia nos presenta una intriga que mueve al espectador a la esperanza y que invita a reconocer la presencia de la Providencia que acompaña los acontecimientos respetando la libertad pero alentando la bondad”. (4)

Era la noche de Slumdog Millionaire y nada podía fallar. La película arrasó con diez estatuillas, entre las que se coló la de mejor fotografía, para la cual a priori no partía como favorita.
“Los cinefotógrafos están hechizados por la belleza visual de la India. La arquitectura, los colores, la luz, los atardeceres. Todo eso les fascina. Pero yo no quería registrar nada de eso, es más, me parecen clichés”. Las declaraciones las realizó el director de Slumdog Millionaire, Danny Boyle, en una reciente entrevista concedida a la revista Cinemanía, que se enfrentó de esta manera a la voluntad del Director de Fotografía, Anthony Dod Mantle, de rodar con las habituales cámaras de 35mm, para captar la India en todo su esplendor.

Acostumbrados como estamos a vivir la fotografía como una experiencia estética, el rodaje mediante pequeñas cámaras digitales por las calles de Mumbay permite al espectador apreciar instantes de la vida cotidiana de la ciudad que, gracias a este sistema, apenas se vio alterada por la presencia del equipo. El resultado es impactante, y de ninguna manera se habría conseguido con las habituales cámaras de cine de 35mm. El propio Boyle afirma en la misma entrevista lo siguiente al respecto: “Para mí lo más importante es la historia, y ésta requería de ese equipo pequeño, flexible, ligero y dinámico, uno capaz de moverse entre callejuelas y de entrar a barrios y zonas marginales sin provocar tanto alboroto”. Nos movemos por tanto en un mundo diferente, único, trepidante, en el que cada plano está medido y, al mismo tiempo, parece espontáneo. Así, mediante una especie de carambola propiciada por los dos protagonistas –Boyle y Manthe-, se logra un resultado espectacular.

Mención aparte merece el aprovechamiento de la luz particularmente mágica que recogen muchas escenas. El juego de los atardeceres está increíblemente logrado, coincidiendo además con momentos muy particulares de la película, y contribuyendo en buena medida a enfatizar su significado. Picados, contrapicados, haces de luz y grandes tomas aéreas completan un cuadro que no deja indiferente a nadie.

A pesar de la controversia que ha generado el premio en los diferentes foros de fotografía, lo cierto es que la combinación de elementos estéticos con otros más humanos hace que nos encontremos ante un resultado único y diferente a otros más tradicionales, como el de El Curioso Caso de Benjamín Button, también nominada en esta disciplina, y favorita a priori.

Lo cierto es que cualquier amante de la fotografía no puede quedarse indiferente tras el visionado de Slumdog Millionaire, y así lo evidencian los numerosos reconocimientos que Anthony Dod Mantle ha recibido por el resultado de su trabajo. Además del Oscar ya mencionado, la película ha cosechado el premio de la Academia Británica de las Artes y la Televisión (BAFTA), el del Círculo de Críticos Cinematográficos de Nueva York (NYFCC) o el de la Sociedad Americana de Cinematógrafos (ASC), por citar tan sólo los más relevantes. (5)

 Ahorremos preámbulos. La película de Danny Boyle es la mejor de las que han sido expuestas en la gran vidriera comercial el último año. Y no porque rompa taquillas o porque sus nominaciones a premios internacionales así lo indiquen, como el Oscar por el que competirá hoy, sino debido a que el film cumple con una de las mas nobles misiones del cine: reflejar esencias con imágenes.

En este caso, se trata de la esencia de una Bombay próspera -centro económico de la India- y su contracara, la enorme pobreza que convive con gran parte de su población, incluyendo a miles de niños que mendigan para subsistir. Este contraste que desnuda la desigualdad social que va en aumento alrededor del mundo, se nos presenta en forma de una bella crónica de amor y esperanza: Slumdog Millionaire, la historia de un joven pobre que está a pasos de ganar el premio mayor del show televisivo “¿Quién quiere ser millonario?”) 6)



Jamil Malik es un muchacho indio, inteligente pero sin educación, oriundo de los suburbios de Bombay, y que trabaja sirviendo el té a los empleados de un callcenter. Pero el destino lo colocó a sólo horas de convertirse en millonario gracias a un concurso de televisión.

La película empieza mostrando a Jamil siendo interrogado por un policía. Éste, mediante sendas torturas, quiere hacerle confesar cómo es que alguien de su orígen pudo contestar correctamente todas las preguntas y estar en la final que mañana le permitirá llevarse 20 millones de rupias. Acto seguido, una placa negra en la que se le ofrecen al público las siguientes opciones :

A: Hizo trampa B: Tuvo suerte C: Es un genio D: Está escrito

Sincero y sin dejarse doblegar, Jamil aduce algo simple: “sabía las respuestas”. Por supuesto que el agente no cree en sus palabras ya que por el programa pasaron médicos, ingenieros e intelectuales y ninguno jamás llegó a tal instancia, es imposible que un chico de la calle como él haya podido sortearlas. Como método de coersión un oficial de mayor rango le muestra las cintas del programa en donde paulatinamente el joven va contestando las preguntas. Y así es como Jamil le presenta los argumentos que explican cada una de sus respuestas correctas y el film nos remite a las imágenes de su dura niñez en Bombay, que es la fuente de su conocimiento.

Por ejemplo, una de las escalas del certamen consistía en contestar cual es el objeto que sostiene el Dios Ramā en su mano derecha. Entonces se nos muestra a un Jamil niño jugando con su hermano y sus amigos en el conglomerado en el que viven con su madre. De la nada irrumpe al lugar una turba de hinduistas fanáticos que, motivada por el odio hacia los musulmanes que allí viven, arrasa con todo. Jamil y su hermano ven como matan a su madre, petrificados de miedo. Para salvar sus vidas corren por los pasillos del caserío -en el que ahora todo es fuego y destrucción- y en la carrera se encuentran con la sorpresiva presencia de un niño personificando al Dios Ramā: con la piel pintada de azul, el torso desnudo y sosteniendo un arco en su mano. La trama regresa a la actualidad, cuando Jamil les afirma a sus verdugos que hubiese deseado no saber esa respuesta, porque si no fuera por Ramā y Alá, su madre aún estaría viva.

En esta escena aparecen sólo algunas de las radiografías que el film le saca a los suburbios de Bombay. Por un lado, la vista interior de los laberínticos pasillos del caserío (equivalentes a las villas miseria argentinas o a las favelas brasileras) que en compañia de la transportadora música del indio A. R. Rahman, hipnotizan las retinas. Por otro lado, emerge el constante conflicto religioso que vive la India donde la pelea religiosa entre hinduistas y musulmanes ha dejado centenares de muertos y heridos a lo largo de los años. Los atentados de noviembre pasado en Bombay son un ejemplo de esa violencia.


Otro factor fundamental de la trama es la presencia de Latika, una muchacha a la que Jamil conoció en su infancia y que quedó huérfana bajo sus mismas circunstancias. Junto con Latika y Samil, serán los tres mosqueteros, obra que Jamil recuerda haber visto en el colegio cuando todavía eran allí enviados por su madre, vistiendo el uniforme (que es obligatorio en la escuela pública india). Después de sobrevivir un período revolviendo la basura los mosqueteros caen bajo las redes de Maman, un explorador de menores que mediante engaños los capta para mendigar.

Samil, el mayor de los hermanos, siempre fue el mas recio de los dos, contrapartida del cándido Jamil. El chico pronto empieza a mostrar rasgos de líder y es utilizado por Maman para la organización de los niños-esclavos. Reparte las órdenes y asiste a su nuevo jefe en lo que éste requiera (oficio que más adelante será su forma de vida). Una de sus tareas será llevarle a su amo a los niños del grupo que mejor canten. Jamil se entusiama con la idea y junto a Latika ensaya algunas estrofas con baile incluído. Pero Samil pronto descubre que los cantantes no se llevarán ningún premio sino que serán cegados, porque un niño-cantante, si es ciego, genera más ganancias. Luego de ser testigo del horrible procedimiento, le encargan llamar a su hermano menor que es el siguiente en la lista de “afortunados”. El astuto Samil logra salvarlo y junto con Latika huyen hacia las vías. Finalmente, los varones trepan a un tren en movimiento, pero en los planes de Samil no estaba llevar a la nena, que queda abandonada a su suerte. Desde ese momento, Jamil no dejará de pensar en ella ni de buscarla y se anota en el concurso porque sabe que lo estará viendo.

El título de la película, en su traducción, sería algo así como perro villero millonario. Aparentemente las reacciones locales fueron varias, como los que sostienen que es un insulto a las personas que viven en la extrema pobreza (desde el título hasta la imagen de ciudad que el film resalta). Y estaría la visión de diferentes ONG locales que apoyan la cinta por creer que es valioso que se muestre lo que pasa en los suburbios de Bombay, tras el llamado milagro indio. También se ha dicho que esta controversia no es más que parte de una pelea sucia entre las productoras hollywoodenses. Lo cierto es que en el film su protagonista es llamado slumdog despectivamente por sus torturadores y bajo ese contexto el título no parece desacertado. Por otro lado, Bombay es una ciudad cosmopolita con una arquitectura exquisita y una antiquísima red de trenes, que además posee obras urbanas que han sido declaradas patrimonio de la humanidad, pero mostrar su otra mejilla es válido y necesario -y se extiende este concepto a todas las grandes urbes del mundo.



La realización puede traernos algunas reminiscencias de la brasilera Ciudad de Dios, lo que es bueno para entender que cuando existe marginación el resultado es similar en todos los pueblos. Pero en su conjunto posee varios guiños a Bollywood -témino utilizado para denominar a la industria del cine con sede en Bombay y que representa una gran porción de la actividad económica del país. La mezcla de géneros, entre el drama y la comedia junto con el cuadro final que es una especie de videoclip que combina la música local con el pop, son rasgos que suelen aparecer en las películas de la India. Además hay una fuerte referencia al destino personal, tema que sería recurrente en el cine indio, derivando en que la respuesta del comienzo sea la “D(destiny): Está escrito”. A todo esto, Boyle lo ha utilizado de manera muy efectiva y logra estrechar un lazo entre Oriente y Occidente.

Todo lo antedicho, más el sólido guión de Simon Beaufoy (basado en la novela del indio Vikas Swarup), la maravillosa música de A.R. Ramhan, la convincente actuación del joven británico Dev Patel (Jamil) y la frescura de los niños locales que representan a los protagonistas en su infancia, hacen de Slumdog Millionaire un conjunto de razones para ver, sentir, oír y disfrutar de una PELÍCULA. (7)


3.- CITAS

1.-http://en.wikipedia.org/wiki/Loveleen_Tandan


2.-http://aquileana.wordpress.com/2009/02/28/cine-%C2%BFquien-quiere-ser-millonario-slumdog-millionaire/

3.-http://www.filmaffinity.com/es/film230028.html

4.-http://www.ecartelera.com/peliculas/2664/slumdog-millionaire/

5.-http://www.zenit.org/article-33815?l=spanish

6.-http://locoporelinstante.wordpress.com/2009/03/09/slumdog-gana-hasta-sin-querer/

7.-http://www.google.cl/imgres?imgurl=http://subsuelodelcine.files.wordpress.com/2009/02/slumdog-millionaire