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viernes, 27 de abril de 2012

LA INVENCION DE HUGO




Hugo es una película en 3D de aventuras/drama del año 2011 dirigida por Martin Scorsese, escrita por John Logan, co-producida por Graham King (GK films) y la productora Infinitum Nihil propiedad del actor Johnny Depp, y protagonizada por Asa Butterfield, Chloë Moretz, Ben Kingsley, Sacha Baron Cohen, Ray Winstone, Emily Mortimer y Jude Law. Está basada en el libro La invención de Hugo Cabret, escrito por Brian Selznick, que narra la historia de un chico que vive solo en una estación de tren de París, en la década de los 30s, y el enigmático dueño de una juguetería.
Es la primera película filmada en 3D de Scorsese. Sobre esto, el director dijo: "Encontré el 3D realmente interesante, debido a que los actores se mostraron mucho más involucrados emocionalmente. Los menores movimientos, sus menores intenciones, se recogía de una forma mucho más precisa".6 La película fue distribuida por Paramount Pictures y estrenada en Estados Unidos el 23 de noviembre de 2011.2 Fue nominada a once premios Oscar, siendo la más nominada del año, figurando en categorías como Mejor director (Scorsese) y Mejor película,7 recogiendo un total de 5 galardones. Asimismo, fue nominada a 3 Globos de Oro, ganando Scorsese su tercer Globo de Oro al mejor director y obtuvo 2 Premios BAFTA.
FICHA TÉCNICA:

Título Original: Hugo
Director: Martin Scorsese Reparto: Asa Butterfield, Chloë Moretz, Ben Kingsley, Sacha Baron Cohen, Jude Law, Christopher Lee
País y año de producción: Estados Unidos, 2012
Género: Aventura, fantasía
Duración: 126 minutos
Calificación: Todo Espectador


SINOPSIS
En “La invención de Hugo” conoceremos a Hugo, un niño huérfano, relojero y ladrón que vive entre los muros de una ajetreada estación de trenes parisina. Nadie sabe de su existencia hasta que le descubre una excéntrica niña junto a la que vivirá una increíble aventura.(1) Hugo Cabret es un niño de 12 años que vive con su padre, un hombre viudo, dedicado y cariñoso, maestro relojero en París, en 1931. El padre (Jude Law), lleva constantemente a Hugo al cine, y adora las películas de Georges Méliès, el mejor de todos los cineastas.

El padre de Hugo muere en un incendio producido en un museo. Hugo queda bajo la tutela de su tío, un relojero alcohólico responsable del mantenimiento de los relojes en la estación de tren Gare Montparnasse. Su tío le enseña como ocuparse de los movimientos y luego desaparece. Hugo vive entre las paredes de la estación, ajustando los relojes, robando alimento y trabajando en el proyecto más ambicioso de su padre: la reparación de un autómata estropeado; un hombre mecánico supuestamente capaz de escribir con un pluma estilográfica.

Hugo roba piezas mecánicas en la estación con la intención de reparar al autómata, pero un día es capturado por el propietario de una tienda de juguetes, llamado Georges Melies, que confisca a Hugo un pequeño cuaderno heredado de su padre que contiene los datos necesarios para llevar a cabo la reparación. Para recuperar su cuaderno, Hugo sigue al juguetero hasta su hogar donde conoce a Isabelle, una niña de edad similar que resulta ser la ahijada de Melies. La niña convence a Hugo de que vuelva a su casa y promete ayudarle a recuperar su cuaderno. Al día siguiente, Melies entrega a Hugo un montón de cenizas, afirmando que se trata de los restos de su cuaderno, pero Isabelle le informa de que el pequeño diario no ha sido quemado. Finalmente, Melies se compromete a devolver el cuaderno a Hugo si este se lo gana trabajando en la tienda de trebejos en compensación por todos los juguetes que había robado. Hugo trabaja en la juguetería, y en su tiempo libre logra reparar el autómata, pero aun falta una pieza, una llave en forma de corazón.

Hugo introduce el cine a Isabelle, cosa que su padrino nunca le había permitido experimentar (se cuelan en una película de cine mudo, sin haber pagado entrada). Inicialmente, Hugo no confía en Isabelle e intenta librarse de ella, pero resulta tener en su posesión la llave para el autómata. Cuando los niños utilizan la llave para activar al hombre de cuerda, este reproduce la escena de una película. Hugo recuerda que es un filme del que su padre hablaba constantemente, recuerda que dijo haber sido su primera película (Le Voyage dans la Lune). Los jóvenes también descubren como el dibujo del autómata está firmado con el nombre del padrino de Isabelle: Georges Melies. Ilustración de Georges Melies, similar a la reproducida por el autómata en el filme.



En la casa de los Melies, Hugo muestra el dibujo a Jeanne, la mujer de Georges, pero la esposa no revela nada a los niños y los obliga a esconderse en una habitación cuando Georges llega a casa. Mientras están los niños escondidos, Isabelle y Hugo descubren un compartimento secreto y accidentalmente desparraman viejos dibujos y fotografías de los trabajos de Georges en el instante en que los padrinos de Isabelle entran en la habitación. El viejo Georges se siente traicionado y deprimido.
Hugo logra amistar con el dueño de una librería que le había mostrado Isabelle en la estación. El propietario de la librería presta su ayuda a los niños en su búsqueda de un libro sobre historia cinematográfica. Tras dar con el libro, quedan muy sorprendidos al comprobar que el autor, Rene Tabard, afirma que Georges Melies murió en la Gran Guerra (I Guerra Mundial). Mientras intentan comprender la razón de tan tremendo error, Monsieur Tabard aparece en persona y los niños cuentan al hombre que Melies aun vive. Tabard revela ser un gran admirador de los trabajos de Melies, e incluso posee una copia de "Le Voyage dans la Lune".

Más tarde, Hugo y Tabard, con ayuda de Isabele, se dirigen a casa de Melies con a intención de ayudar al viejo cineasta. Al principio, no son bien recibidos por Jeanne, que pide a sus invitados inesperados marcharse antes de que su marido despierte. A pesar de esto, Jeanne finalmente acepta su oferta de mostrar la cinta de "Le Voyage dans la Lune" cuando Tabard reconoce en ella una de las actrices mas recurrentes en la obra de Georges. Mientras vislumbran la película, Georges aparece repentinamente, despertado por el sonido del proyector, y explica como llegó a ser cineasta, a crear películas, cuenta como inventó los efectos especiales, y como perdió la fe en el cine tras es estallido de la I Guerra Mundial, viendose forzado a vender sus trabajos para conseguir algo de dinero, y de como abrió la juguetería para poder sobrevivir.

También piensa que el autómata, una de sus creaciones estrella, fue destruido en el incendio producido en el museo, y que nada queda de los trabajos de su vida. Hugo decide regresar a la estación para devolver el autómata a su dueño original. A su llegada, es arrinconado por el inspector de la estación y su perro. El niño logra escapar y corre a lo más alto de la estación, donde se encuentra la torre del reloj principal. Hugo se esconde subiendo a las agujas del reloj. Una vez burlado el inspector, Hugo corre en busca del autómata para huir con el de vuelta a casa de Isabelle y sus padrinos, pero es apresado por el inspector y el autómata cae a las vias del tren. Hugo intenta salvar al hombre mecánico arrojandose a las vias a pesar de la inminente proximidad de una locomotora.

Cuando todo indica una tragedia inminente, el inspector salva al niño y al autómata y procede a su detención. Hugo discute con el oficial, en ese momento, aparece Georges que reclama al niño alegando que se encuentra bajo su tutela. Finalmente, Georges logra una esplendida gala conmemorativa por su trabajo, Tabard anuncia que han podido rescatar y restaurar unas 80 películas del director. Georges agradece a Hugo sus acciones, y luego invita a los asistentes a "perseguir sus sueños".(1)




COMENTARIOS:

Tras “Infiltrados” o “Shutter Island”, Martin Scorsese nos dejó un tanto perplejos cuando en enero de 2010 se anunció que quería llevar a la gran pantalla “La invención de Hugo Cabret”, un texto infantil de Brian Selznick. De hecho, en la información incluso se decía que sería su próximo proyecto, pues la película contaba con un guion de John Logan (“El aviador”) y comenzaría a rodarse en junio de ese mismo año. Es cierto que la primera vez que leímos algo sobre este título fue en los inicios de 2007, pero se trataba de una noticia bastante vaga y muchos la dejamos apartada en algún lugar de nuestra memoria. A mediados de marzo se conocieron los primeros actores que formarían parte del elenco de la cinta: Asa Butterfield (“La niñera mágica y el Big Bang”), Chloë Grace Moretz (“Dark shadows”), Ben Kingsley y Sacha Baron Cohen (a quienes pronto veremos en “El dictador [2012]“).
Por aquel entonces, el título original de “La invención de Hugo” (ver tráiler y escenas) era “The invention of Hugo Cabret”, pasando luego a ser “Hugo Cabret” y, posteriormente, “Hugo”. No fue hasta que comenzó la filmación en 3D del largometraje, algo que sucedió a finales del citado mes de junio, cuando se desveló el nombre del resto de los integrantes de su reparto principal: Jude Law (“Sherlock Holmes: Juego de sombras”), Ray Winstone (“Blancanieves y la leyenda del cazador”), Christopher Lee (“El hobbit: Un viaje inesperado”), Helen McCrory (“Skyfall”), Frances de la Tour y Richard Griffiths (ambos vistos en “Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 1″). Ya entrados en julio, Emily Mortimer (“Our idiot brother”) y Michael Stuhlbarg (“Men in black 3″) se incorporaron al rodaje de la película, que se llevó a cabo en diversas localizaciones del Reino Unido y de Francia (eso sí, llama la atención lo elevado de su presupuesto, pues algunas fuentes lo cifran en unos 170 millones de dólares). James Cameron (“Avatar”) le pudo echar un vistazo a la cinta antes de su estreno, quedándose impresionado por su calidad. Asimismo, no dudó en alabar el uso que se hacía de las 3D, una auténtica obsesión para el cineasta. “La invención de Hugo” se estrenará en España el 24 de febrero de 2012.(2)

SCORSESE Y EL ASOMBROSO ORIGEN DEL CINE

Toda película estrenada en Los Ángeles entre el 1 de agosto de 1927 y el mismo día del año siguiente pudo optar a unos premios recién instaurados. Todas, excepto una: El cantor de jazz. La primera película hablada de la historia quedó descalificada de los Oscar. Por insultantemente moderna. Por impúdicamente poco artística. A la Academia de Hollywood nunca le han gustado las novedades. Sin embargo, este mismo año, el corriente, la película que más nominaciones acumula es -con el permiso de Avatar- la más brillante realización en tres dimensiones hasta la fecha. La más moderna de la clase. La firma Martin Scorsese y obedece al nombre de 'La invención de Hugo'. "En cualquier caso", afirma el propio director, "el 3D no está tratado en la película como algo por separado. Sería como decir que el color tenga que ser el protagonista. Es un valor añadido, no se tiene que interponer ni llamar la atención. Simplemente, quiere ser un elemento, como cualquier otro dentro de la historia". Lo dice y no hay forma de creerle. No miente, sencillamente se quita importancia. Pese a lo declarado por su realizador, las tres dimensiones son en su película algo más que simplemente el color, el sonido o el tamaño de la imagen. 'La invención de Hugo' es un gozoso espectáculo tridimensional que convierte la pantalla en un enorme trampantojo.

El cine, de repente, recupera su infancia y devuelve al patio de butacas la capacidad para el asombro. Lo hace desde el profundo convencimiento de que tanto 'La invención de Hugo' como los juegos de prestidigitación ante la cámara de George Méliès están animados por el mismo y original impulso: el descubrimiento de lo inaudito. Y eso gracias, se ponga como se ponga, al 3D. "Hay un estigma. La gente tiende a defenderse con la expresión: 'Es sólo un truco'. Pero es que siempre lo fue. Cuando empezaron las primeras imágenes en movimiento, la gente quería sonido, color, pantalla grande y profundidad. Y eso se hizo. Se han restaurado películas de los hermanos Lumière y dos de ellas eran en 3D. Y Méliès también estaba en ello. Dos minutos de las cintas conservadas son en tres dimensiones", afirma Scorsese. Así las cosas, su empeño se antoja titánico: refutar el cinismo de los que niegan la simplicidad magnética del truco. Los sueños eléctricos, para entendernos. '¿Rodar todo en el 3D?'


 
Recuerda el director que probablemente con esta nueva tecnología pueda pasar lo mismo que ocurrió con el color. Hasta 1965, la Academia tenía dos categorías para la mejor fotografía: en blanco y negro, y en color. "El color estaba relegado para los musicales, los western, las comedias... Para las cintas épicas de sandalias. Cuando el crítico e historiador Andrew Sarris dijo en 1968 que todas las películas se iban a rodar en un futuro próximo en color nadie le creyó. Y aquí estamos". ¿Se rodará todo en 3D dentro en un futuro próximo? "Desde el principio, la preocupación mayor de gente como William Wyler, Gregg Toland (el fotógrafo de 'Ciudadado Kane') o John Ford fue la profundidad de campo. Y para ello usaban lentes especiales. Es algo que todo el mundo ha intentado... y que los sistemas de 3D de ahora consiguen". Sea como, la película quiere ser un cuento de hadas mecánico para autómatas que sueñan con viajes eléctricos.

Scorsese, como si del propio Méliès se tratara, transforma la pantalla en el escenario naif de un enorme y magnético juego de ilusionismo. Con chispas, por supuesto. El espectador es transportado al sitio exacto en el que el primero de su especie (espectador como él) se vio sorprendido por la llegada de una tren dispuesto a avalanzarse sobre el patio de butacas. El cine americano nació en París 'La invención de Hugo' convierte a Méliès en protagonista de una aventura donde el cine es más que la excusa para contar una historia, es sencillamente la propia historia. Y de este modo, el relato se enrosca en la retina del espectador hasta dar con el espíritu preciso y exacto de la sensación de asombro.

Hemos llegado. No en balde, el cine americano, tal y como lo entiende Scorsese y cualquiera, nació en el París de Méliès. Él fue el primero en utilizar el nuevo invento no para rodar hechos reales sino para idear y crear escenas tetrales que, y esto es lo importante, contaban una historia. Un buen día, el mecánico y cámara americano Edwin S. Porter vio uno de esos juegos de prestigitación. Y se entusiasmó. De pronto, ¡se podían hacer más cosas con una cámara además de tomar preciosas vistas de paisajes exóticos! Y de ese entusiasmo surgió un idea. Y de esa idea nació todo lo demás. Hasta hoy. La idea no fue otra que rodar 'Vida de un bombero' o, si se prefiere, la primera película genuinamente americana. En ocho minutos, Porter contaba la historia de un rescate de las llamas. Por primera vez, se utilizaba el corte, espina dorsal de la narración cinematográfica. Entre 'Vida de un bombero' y 'La invención de Hugo' median todos los años necesarios para olvidar ese primer impulso hacia el pasmo. El apabullante rostro panorámico "El siguiente paso es un drama en 3D. Shakespeare en 3D", dice el director. No en balde, cuando la aparición de la televisión obligó al cine a hacerse monumental, a ampliarse hasta más allá del Cinemascope, uno de los descubrimientos accidentales más notables fue la nueva valoración que adquirió el primer plano. Contra todo pronóstico, no fueron los planos de masas los que impresionaron a la audiencia, sino la apabullante y desmedida presencia de un rostro panorámico.

Y para añadir valor a su argumento, Scorsese cita a Hitchcock y su 'Crimen perfecto' tridimensional nunca estrenado. "Es interesantísima, aunque sólo posea un efecto en 3D. Cuando Gace Kelly es atacada su mano sale de la pantalla". Scorsese habla de Hitchcock y el círculo se cierra. Dos visionarios, como 'El cantor de jazz', castigados por los Oscar. Con cinco nominaciones, nunca consiguió llevarse un Oscar el director de Vértigo (por la que ni siquiera fue nominado); de la misma manera que Scorsese tuvo que esperar a Infiltrados, una obra menor, para conseguirlo después de que su nombre no apareciera tampoco entre los candidatos a mejor director cuando Taxi driver cambio buena parte de la historia del cine.


Y ahora 'La invención de Hugo'. Tridimensional.(3) París, años 30. Hugo Cabret (Asa Butterfield) es un huérfano de 12 años que vive escondido en los sótanos de una estación de tren, siempre a la carrera para evitar el orfanato. Vivo y sagaz como corresponde a su estatura, el pequeño conoce como nadie todos los rincones de su peculiar hogar, donde sueña con dar vida a un autómata viejo y estropeado, único legado material de su padre, que le transmitió su amor y pasión por la maquinaria de los relojes. Entre pasillos y andenes, el destino pone un día en su camino a Isabelle (Chloë Grace Moretz). Ambos viven una aventura mágica, bellísima, tierna. Y el espectador con ellos. «Vengan y sueñen conmigo». Es la invención de Scorsese.

El director neoyorquino recurre por primera vez al 3D. Y lo hace para invitarnos a soñar y a viajar a un tiempo en que dos niños sedientos de emociones, fascinados con el cine y las historias de Charles Dickens y Julio Verne, intentan desentrañar un enigma. Y buscan, buscan y buscan hasta encontrar las respuestas. «¿Quieres vivir una aventura más allá de los libros», dice Isabelle. Sin perder el aliento. La insistencia y la ilusión infantil —infantil por intacta, no por inmadura— de los dos pequeños convierten al espectador en coprotagonista de este gran homenaje a los inicios del cine y a una de las figuras que lo hicieron posible: el gran mago e ilusionista George Méliès. Una mente visionaria e innovadora que dedicó todos sus ahorros y talento a la industria del celuloide antes de caer en el olvido y la bancarrota. Pura pasión por el séptimo arte. Resulta genial que sea precisamente a través de la gran pantalla como los niños del siglo XXI conozcan al padre de 'Viaje a la Luna' (1902), considerado el primer filme de ciencia ficción.


Más allá de la aventura, Scorsese nos hace valorar con Hugo muchas cosas que sabemos pero que duermen en ese rincón de la memoria que atrapa las cosas semiolvidadas: que hubo un tiempo en que el cine se hacía fotograma a fotograma, con figuras de cartón piedra, sin ordenadores ni grandes efectos especiales, primero en blanco y negro, coloreando a mano el celuloide después. Costaba un mundo hacer cine, hacer copias —las obras de Méliès se creyeron perdidas durante años hasta que en 1938 Henri Langlois, creador de la Cinemateca francesa, logró recuperar y restaurar gran parte del material— y los actores no lo eran de profesión... Todo era infinitamente más difícil, sin los medios y la tecnología de que disponemos hoy. Y eso es lo que hace aún más valiosas aquellas primeras películas, verdaderas obras de arte desde la distancia y la perspectiva que siempre otorga el paso del tiempo.


John Logan y Brian Selznick son los autores de este guión que adapta al cine el archifamoso libro infantil del propio Selznick (premio Randolph Caldecott en 2008 como mejor libro para niños). Scorsese se ha hecho acompañar de Ben Kingsley, Sacha Baron Cohen, Jude Law y Christopher Lee. El filme partía como favorito de una batalla muy, muy ajustada, en la que al final se cumplieron todas las previsiones: 'The Artist' (10 nominaciones) se hizo con los premios en las principales categorías: mejor película, director y actor. Curioso. Otro gran homenaje a la Historia del cine. ¿Nos puede la nostalgia?

El autómata de 'Hugo' espera su Oscar en Filadelfia A 4.300 kilómetros del teatro donde se entregan los Oscar en Los Ángeles, un museo de Filadelfia celebra este domingo su gran fiesta. En esta ceremonia, unas horas antes de la de Hollywood, un robot de 1800 entra en acción. Sentado sobre una caja de casi 100 kilos con ruedas dentadas y cuerdas metálicas, una figura bronceada con cara aniñada baja la cabeza y se pone a escribir con una fina pluma. Movido por una fuerza sólo mecánica, hace cuatro dibujos, dos de ángeles, otro de un barco y el último de un templo chino. Se detiene sólo para dar tiempo al observador a que cambie el papel y sigue con tres poemas, dos en francés y uno en inglés. Termina su exhibición con una frase: "Escrito por el autómata de Henri Maillardet". El Franklin Institute de Filadelfia ha organizado dos pases para su esperado show, a las 11 de la mañana y a las dos de la tarde de este domingo (cinco y ocho de la tarde, hora peninsular). El autómata vive sus 15 minutos de gloria -eso es lo que tarda en completar su labor- sólo en ocasiones especiales.
Ahora el museo espera que 'La invención de Hugo', inspirada en la historia de su robot, se lleve algunos de los 11 premios a los que está nominada. La película seleccionada en más categorías este año se basa en un libro que arrancó aquí. La lucha de Hugo, el protagonista, por arreglar su autómata está inspirada en el esfuerzo del Franklin Institute durante casi un siglo por resucitar y mantener el misterioso robot, que sobrevivió a un incendio en otro museo de la ciudad. Una noche de noviembre de 1928, los familiares de John Penn Brock, un empresario fallecido, entregaron unas cajas con piezas de un aparato desmontado que habían encontrado en el desván. Contaron que se había salvado del fuego en una galería llena de autómatas gracias a que éste se exponía en la entrada. En el Franklin nadie sabía cómo funcionaba. Un técnico pasó años analizando las piezas. Logró montar la figura del niño y en 1933 la puso en marcha por primera vez.

'Los iPhones del momento'

Aunque varios museos en Suiza, China y Estados Unidos exponen cisnes mecánicos de la época nadando o bailarinas columpiándose, éste es el autómata con más memoria, el que más cosas es capaz de hacer. "En 1800, estos eran los iPhones del momento, la cúspide de lo que se podía construir", explica a EL MUNDO Derrick Pitts, científico jefe del Franklin y estrella de la divulgación astronómica en EEUU. El autómata era tan perfecto que hizo un pequeño tour por Europa.

Maillardet, relojero suizo, sólo construyó otro parecido, que escribía en chino y que Jorge III regaló al emperador oriental. Y no se sabe cómo el primero acabó en Filadelfia. Pero tras el éxito inicial, el Franklin incluso olvidó cómo poner el autómata en marcha. Se exponía de manera intermitente hasta que un investigador y experto en máquinas se interesó de nuevo en él. Charles Penniman empezó a trabajar casi a diario con 'el chico' en 1972. Investigó su historia y descubrió que en los orígenes estaba vestido como un soldado, aunque el museo le había puesto una falda durante unos años para esconder que le faltaban las piernas, consumidas en el incendio.
"Es una máquina muy bella. Me enamoré de ella", explica a EL MUNDO  Penniman, que hoy tiene 83 años y trabaja como voluntario para cuidar de su 'chico' o enseñar a otros cómo hacerlo. Gracias al libro y a la película, el mecánico es ahora una pequeña celebridad. Charlie (así lo llaman todos sus colegas) se identifica con la misión que obsesiona a Hugo. "Pero por supuesto es mucho más joven que yo. Yo tengo 83", exclama el experto. Le ha gustado mucho la película. "No es la típica. Y me encanta el recuerdo de Georges Méliès", cuenta. Él mismo le enseñó el autómata al escritor Brian Selznick, autor de 'La invención de Hugo Cabret'. Entonces la máquina llevaba casi una década en el sótano, sin exponer, y nadie lograba ponerla en marcha. A Selznick le interesó tanto la historia que se esforzó por buscar ayuda de un técnico en Nuevo México para reparar el robot. "Es un aparato muy complicado. Nuestra capacidad técnica subió y luego bajó. Charlie es el único que había trabajado tanto tiempo con él. Pero había dejado de funcionar y por eso no estaba expuesto. Cuando no funciona, es una decepción", justifica Pitts.


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'Imita a la vida'
En 2007, el autómata volvió a escribir y a dibujar. El museo lo celebró con una fiesta pública, impulsada por el éxito del libro. Ahora la puesta en marcha, cada dos o tres meses, siempre es un evento. "La gente está fascinada por el autómata.

Y puedes ver cómo funciona. Puedes mirar la caja y ver cómo se mueven las piezas", explica el científico. La construcción de autómatas se remonta a Leonardo, que ya dibujó un robot primitivo diseñado para actuar en un escenario. El de Maillardet es complicado: dibuja y escribe; escribe en inglés y en francés. Y su reconstrucción ha sido una aventura de habilidad y de intuición. Algunos autómatas se han recuperado con notas explicativas escondidas dentro, pero en este caso no había instrucciones. Sólo una llave. "Nada que diga aprieta este botón", bromea Pitts. Más de 200 años después de su construcción, el autómata nunca falla en su labor. "No se salta ninguna línea, no se pierde nada, no hace nada que no debiera hacer. Todo está perfecto. Igual que el día que empezó a funcionar. Pasa exactamente lo que debe pasar... No es electrónico, no hay chips. Es increíble", dice el astrónomo.(4).

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Ver dos niños en una biblioteca tradicional, hipnotizados por las fotos y el texto de un libro sobre la historia del cine, es una escena que hoy solo puede pertenecer al pasado. Una lástima que la tecnología provoque que nuestros hijos crezcan con la mínima o nula relación con los libros, para qué pensar en ellos siquiera pisando una biblioteca. En Hugo, Martin Scorsese, nos regala el placer de observar esos ojitos infantiles brillando de emoción con un juguete mecánico, una película en blanco y negro o la novela de Robin Hood. También nos remonta con pausa y romanticismo a los orígenes del cine, centrando la historia en el director Georges Méliès, quien realizó más de quinientos filmes (Viaje a la Luna, 1902). Tal como se muestra, el realmente fue mago, fabricante de juguetes, propietario de un teatro, director y actor en sus filmes, no obstante la Segunda Guerra afectó profundamente su exitosa carrera. En esta cinta el protagonista no es él, sino un pequeño huérfano de doce años, Hugo Cabret (Asa Butterfield, conocido internacionalmente por su papel en El niño con el pijama de rayas). Vive en la década del treinta entre las paredes de la estación de trenes de París, ajustando los relojes, robando alimento y trabajando en el proyecto más ambicioso de su fallecido padre (Jude Law): la reparación de un autómata estropeado, un hombre mecánico supuestamente capaz de escribir con un pluma. Hugo roba piezas mecánicas en la estación con la intención de reparar al autómata, pero un día es capturado por el propietario de una tienda de juguetes llamado Georges Melies (Ben Kingsley, inolvidable en Gandhi y La lista de Schindler).

Scorsese debuta con esta cinta en el mundo del 3D “lo encontré realmente interesante, debido a que los actores se mostraron mucho más involucrados emocionalmente. Los menores movimientos, sus menores intenciones, se recogía de una forma mucho más precisa". Hugo, (recién ganadora de premios Oscar) es de esas películas entrañables que –cual engranajes- encajan perfecto en el corazón y da gusto ver con los hijos, mientras les explicas cómo funcionaba el mundo de antaño. Muy Buena. (5)

Crítica La invención de Hugo

Después de tantas nominaciones a los Oscars (11, una más que “The Artist”), todo parecía indicar que esta “excentricidad” de Martin Scorsese iba a barrer este año sobre la alfombra roja. Al final, como suele suceder en este certamen, el bombo y platillo deja paso al matasuegras y la trompetilla, y “La invención de Hugo” “sólo” se llevó unos merecidos “tíos Oscar” a la Mejor Fotografía, Mejor Guión Adaptado, Mejor Dirección Artística, Mejor Sonido y Mejor Edición de Sonido. Wooow…

Ahí es nada… Ahora bien, ¿qué hay detrás de esta cinta tan publicitada, nominada y altamente criticada −de un extremo a otro− por cinéfilos expertos y espectadores aficionados? Empezaré diciendo que “La invención de Hugo Cabret” (libro estupendo de Brian Selznick) ha sido la excusa perfecta, la puerta ideal para darle la oportunidad a Scorsese de crear un mundo mágico y ensoñador para todos los públicos en los que verter su propio homenaje al Cine, y más concretamente, a sus orígenes. Los últimos quince minutos del film dan auténtica muestra de ello, con un repaso vívido y magistral por la vida de uno de los primeros cineastas, George Meliès. La “excentricidad” de todo un veterano del cine (Scorsese) que se adentraba en un género que no es (o era) el suyo, hizo rechinar en un principio a miles de cinéfilos y seguidores de cintas míticas suyas como “Taxi Driver”, “Toro Salvaje”, “La Última Tentación de Cristo”, “El Cabo del Miedo”, “Chicago” o “Shutter Island”, por citar algunos ejemplos. Puede decirse que el resultado no ha sido del agrado de todos; en general, tanto los cineastas como los cinéfilos y críticos de cine aprueban que han visionado una obra maestra del cine y que el “experimento” de Scorsese ha quedado, en lenguaje de Meliès, “chapeau”. Pero hay que escuchar también al aficionado al cine al que le venden el 3D, las nominaciones y las cinco estatuillas por una cantidad ciertamente excesiva en taquilla, y más si va acompañado (como invita la presentación del trailer) de su prole. Muchos de ellos podrán sentir la magia impregnada en la fotografía, el vestuario y la bella sonoridad creada por Howard Shore (si no hubiera sido por “The Artist”, también hubiera conseguido la estatuilla a la Mejor Banda Sonora), pero la película en su totalidad se les hará pesada, echarán en falta cierta tensión dramática y les sobrará el último cuarto de hora (o quizá más). Al servidor que les reseña, que está a medio camino entre el cinéfilo y el aficionado, simplemente le ha gustado. Se ha dejado llevar por la historia, el ambiente y la magia visual triplicada por el 3D y ha conseguido llegar hasta el final y aprender algo más de los orígenes del cine, genialmente mostrados por el director. (6)

Ahora sí, entre nosotros; la historia de Hugo Cabret me ha parecido sólo una excusa para que Scorsese diera rienda suelta a su imaginación y su talento y nos endosara la historia del Cine desde el cine mudo. El protagonista que interpreta a Hugo sólo me llama la atención por sus límpidos ojos azules, casi blancos, mientras que la niña que hace de Isabelle le da mil vueltas. Christopher Lee, Emily Mortimer y Jude Law apenas hacen una aparición testimonial para dar más caché al film. Sacha Baron está infrautilizado para las supuestas escenas cómicas del inspector de la estación. Para mí, el verdadero protagonista de la película es Meliès, interpretado por Ben Kingsley. Si en el libro de Selznick se da mayor fuerza a Hugo y a la historia de autómata, Scorsese potencia en su cinta la figura del cineasta francés con notabl éxito. Para acabar, déjenme que les pida algo; Vayan a ver esta película al cine por dos motivos: el primero, porque si no lo hacen, se estarán perdiendo la oportunidad de ir a contemplar cine dentro del cine, cosa muy importante con los malos tiempos que corren en la industria cinematográfica. Piensen de antemano que van a visionar un maravilloso recorrido por los orígenes del Cine, a deleitarse con la magia del 3D y a entretenerse con la trama de Hugo, el niño relojero huérfano y el misterio del autómata que reparaba con su padre; y segundo, porque sería injusto prejuzgar esta película por las opiniones del vecino, amigote o compañero del trabajo que ven cine de ciento viento. Sólo vayan a verla, disfrútenla y luego opinen lo que les plazca. Si no les gusta, no me echen a mí la culpa, pero si no se sienten engañados por esta crítica, tampoco vayan a omitir quién les incitó a hacerlo.(7)




CITAS:
1.-http://es.wikipedia.org/wiki/La_invenci%C3%B3n_de_Hugo_Cabret
4.-http://www.elmundo.es/elmundo/2012/02/25/cultura/1330165585.html
6.-http://www.tell.cl/modules.php?op=modload&name=News&file=article&
     sid=3209& mode=flat&order=1&thold=0
7.- http://athnecdotario.com/2012/03/08/cine-la-invencion-de-hugo-de-martin-scorsese-por-rozikas/



jueves, 26 de abril de 2012

MARTIN SCORSESE

 

Martin Charles Scorsese1 (Queens, Nueva York, 17 de noviembre de 1942) es un director, guionista, actor y productor estadounidense de cine, ganador de un Óscar, tres Globos de Oro y dos premios BAFTA, así como de otro del Directors Guild of America (gremio de directores de Estados Unidos), además de ser uno de los fundadores de World Cinema Foundation. Condecorado con la Legión de Honor francesa en 1987.

Las obras de Scorsese abordan principalmente los temas de la vida italo-estadounidense y los conceptos de culpa y redención católicos romanos,2 el machismo y la violencia endémica en la sociedad estadounidense. Es también conocido por su afición a la música, mundo al que ha dedicado alguna de sus películas (No Direction Home sobre Bob Dylan y Shine a Light, sobre los Rolling Stones). Scorsese es ampliamente considerado como uno de los directores más influyentes de su generación.

Ganó un premio MFA por su obra como director de cine otorgado por la prestigiosa Escuela de Cine de la Universidad de Nueva York. Tras múltiples nominaciones a lo largo de su carrera, ganó finalmente el Óscar al mejor director por su película The Departed, la cual también ganó el Óscar de mejor película en la 79ª edición de los Premios de la Academia celebrados en 2007. El Óscar se lo entregaron Francis Ford Coppola, George Lucas y Steven Spielberg, que son buenos amigos suyos. A su vez, el 17 de enero del año 2010 se le otorgó el galardón honorífico "Cecil B. DeMille" en los premios Globos de Oro por su "sobresaliente contribución al campo del entretenimiento."

Scorsese es Presidente de The Film Foundation, una fundación sin fines de lucro dedicada a la preservación del material fílmico en deterioro.

BIOGRAFIA

Inicialmente, Scorsese planeaba ordenarse como sacerdote, lo que se nota en muchas de sus películas, que reflejan una crianza católica. Se sintió atraído por el cine a una edad muy temprana con películas como Raices profundas, La ventana indiscreta, o La heredera, y admite estar obsesionado con las películas, obsesión que se aprecia en el documental de 1995 A Personal Journey with Martin Scorsese Through American Movies (Un viaje personal con Martin Scorsese a través de las películas de Estados Unidos). Siendo un niño que enfermaba a menudo, pasaba mucho tiempo de convalecencia en casa, observando desde su ventana lo que ocurría en la calle. Gran parte de su infancia la pasó en cines, lo que contribuyó a su determinación en ser cineasta.

FINALES AÑOS DE LOS 1960 Y AÑOS 1970

Martin Scorsese pertenecía a una familia de la clase trabajadora; su padre era planchador de pantalones. Sus padres fueron el tema de su documental Italianamerican, y realizaron numerosas apariciones en las películas de su hijo como actores secundarios. Durante varios años, su madre trabajó como la proveedora oficial de comida en todas las producciones de Scorsese, mientras su padre trabajaba en el departamento de vestuario. En la película Goodfellas (Buenos muchachos o Uno de los nuestros), Scorsese dijo que nadie planchaba cuellos como su padre lo hacía.

Scorsese asistió a la Universidad de Nueva York, obteniendo una licenciatura en la escuela de cine en 1964 y una maestría en la misma disciplina en 1966. De 1967 data su cortometraje The Big Shave. Ese mismo año realizó su primer largometraje, Who's That Knocking at My Door? (¿Quién llama a mi puerta?) con su compañero de estudios Harvey Keitel, y a partir de entonces formó parte de la "banda" de cineastas de la década de 1970: Francis Ford Coppola, Brian De Palma, George Lucas y Steven Spielberg. De Palma fue quien le presentó a Robert De Niro, lo cual dio pie a una estrecha amistad que los llevó a compartir muchos proyectos.

En este periodo, Scorsese también trabajó como editor de la película Woodstock y realizó el documental Street Scenes (1970).

En 1972, Scorsese dirigió Boxcar Bertha por encargo del productor de películas de serie B Roger Corman, quien había ayudado a muchos directores a comenzar sus carreras, entre los que destacan Francis Ford Coppola, James Cameron y John Sayles. Con Boxcar Bertha, Scorsese aprendió a hacer filmes rápidamente y de forma económica, lo cual le preparó para su primera película con Robert De Niro (aunque éste aún encarnaba a un personaje secundario y el protagonista seguía siendo Keitel), Mean Streets (Malas calles).

Hasta esta película Scorsese no se sentía satisfecho con su trabajo, pero aquí fraguó finalmente un estilo personal e intransferible. La película no resultó un éxito de taquilla, pero llamó poderosamente la atención de la crítica, y Scorsese y De Niro comenzaron a sonar con gran fuerza en los circuitos de Nueva York. Entonces, la actriz Ellen Burstyn escogió a Scorsese para dirigirla en la película Alice Doesn't Live Here Anymore (Alicia ya no vive aquí), de 1974. Burstyn ganó un Óscar a la mejor actriz por esta película. Scorsese demostraba con este drama realista, que podía moverse en muchos registros sin ningún problema.

A continuación, Scorsese exploraría sus raíces étnicas en el documental Italianamerican, sobre sus padres Charles y Catherine Scorsese.

Dos años después, en 1976, Scorsese asombró al mundo con Taxi Driver. Sobre un libreto de Paul Schrader, uno de los guionistas más brillantes de las últimas décadas del siglo XX en EE. UU., quien se inspiró en varias noches noctámbulas que vivió tras su divorcio, Scorsese se vio catapultado al estrellato con esta perturbadora historia, que protagonizó magistralmente un Robert De Niro en plenas facultades tras su gran éxito con El Padrino, parte II. La película se alzaría con la Palma de Oro del Festival de Cannes y generaría un creciente prestigio que se mantiene hasta el día de hoy. Todavía hay un papel de reparto para Harvey Keitel y supuso el descubrimiento de una joven Jodie Foster, quien tendría una de las cuatro nominaciones al Óscar como mejor actriz de reparto.

Su enorme fama le dio coraje para afrontar un atípico musical, su primera película de alto presupuesto: New York, New York. La pareja protagonista estuvo formada nuevamente por De Niro, en su tercera colaboración con el director, y una incombustible Liza Minnelli. Ambos daban cuerpo a un dúo -él saxofonista, ella cantante- que a lo largo de varias décadas mantuvieron una relación amorosa mientras trabajaban juntos en varios espectáculos musicales. Contó con un gran trabajo de decorados a cargo de Boris Leven, Harry Kemm y Robert De Vestel, pero no fue suficiente para atraer al público a las salas y amortizar el alto coste del filme. Este tributo musical a la ciudad natal de Scorsese fue un rotundo fracaso de taquilla, pero su canción principal, New York, New York alcanzó la categoría de clásico en la versión cantada por Frank Sinatra.

Para entonces, Scorsese ya había desarrollado una grave adicción a la cocaína. Entre su adicción y la depresión provocada por el último filme, Scorsese aún encontró la creatividad suficiente para hacer The Last Waltz (El último vals, 1978), un documental bellamente fotografiado sobre un concierto de The Band. Ese mismo año, apareció otro documental dirigido por Scorsese, titulado American Boy.

AÑOS 1980

Convencido de que estaba haciendo su última película, Scorsese invirtió todas sus energías en Raging Bull (Toro salvaje), sobre la vida y la carrera pugilística del violento y perturbado Jake LaMotta, de nuevo sobre guion de Paul Schrader, que adaptaba libremente las memorias del deportista. Scorsese decidió rodar en blanco y negro, en parte para atenuar el rechazo a la enorme violencia del filme y en parte para hacerlo más realista, pero también perdió así gran potencial comercial. Robert De Niro interpretó con gran talento a LaMotta (ganaría su segundo Óscar por este papel), y Joe Pesci a su hermano. Además, esta película supone el comienzo de la colaboración con la montadora Thelma Schoonmaker, viuda de Michael Powell, a la que conoció trabajando en los documentales Street Scenes y Woodstock, y que desde entonces ha sido fiel colaboradora en todos sus proyectos y que le ayudaría a cristalizar sus ideas sobre montaje.

La película no alcanzó ningún éxito de público, pero afianzó nuevamente a Scorsese en el podio de los realizadores más poderosos del panorama norteamericano, a la vez que de los más arriesgados, en pleno momento de crisis, con los estudios radicalizando sus ideas y con los autores en estado de sospecha tras los fracasos de directores como Michael Cimino y Francis Ford Coppola. Recuperado por tanto de sus adicciones, Scorsese empezó la nueva década con una película votada la mejor de la década de 1980, por la revista británica Sight and Sound.

Por entonces Scorsese ya le daba vueltas a dos proyectos que tardarían en ver la luz: The Last Temptation of Christ (La última tentación de Cristo, 1988) adaptación del libro de Nikos Kazantzakis, La última tentación (1951), y Gangs of New York. Originalmente, la primera iba a ser producida bajo el sello Paramount en 1983 con Aidan Quinn en el papel de Jesús y Sting en el de Poncio Pilatos. Sin embargo, Paramount se retiró días antes de comenzar la filmación, argumentando presiones de grupos religiosos, por lo que el proyecto tuvo que esperar casi cinco años. La segunda sería una colosal producción para la que el director no tuvo inversión hasta veinte años después.

Tres años después de su drama sobre el boxeo, Scorsese estrenaría una de sus películas menos conocidas y más reivindicables, la comedia negra King of Comedy (El rey de la comedia), de nuevo interpretada por De Niro, que daba vida a un fanático de un cómico encarnado por Jerry Lewis. Nuevo fracaso de taquilla.

En 1985 regresa a Nueva York para rodar un filme más acorde a lo que generalmente se espera de él, un retrato de los bajos fondos neoyorquinos. After Hours representa, en cierta medida, un retorno a ambientes en los que él se maneja a la perfección, aunque esta ocasión se trata de un relato con tintes kafkianos, en el que un pseudo yuppie vive una delirante pesadilla dentro de los límites más perturbadores de Soho. La película obtendría un más que digno resultado en taquilla y le reportaría a Scorsese el premio al mejor director en el Festival de Cannes.

En 1986, dirigió The Color of Money (El color del dinero), protagonizada por Paul Newman, Tom Cruise y Mary Elizabeth Mastrantonio. El filme es una secuela de The Hustler (El buscavidas, de Robert Rossen), en la que Paul Newman ya interpretó al jugador de billar Eddie Felson. En esta ocasión se trata de un homenaje, y a la vez, segunda parte hacia aquel mítico filme, pero en color y proponiendo una aventura plenamente scorsesiana, con un ya maduro Felson redimiéndose de su pasado. Segundo Óscar para Newman, éste como Mejor actor después de que el año anterior ganara uno como homenaje a toda su carrera.

Finalmente Scorsese pudo filmar The Last Temptation of Christ (La última tentación de Cristo) en 1988, con un presupuesto modesto pues Scorsese sabía que el filme no iba a arrasar en las taquillas. Sin embargo, no anticipó el furor y la controversia que iban a desatarse cuando el filme fue estrenado al año siguiente. Las protestas en todo el mundo llegaron a la quema de varias salas, y a su prohibición durante más de quince años en algunos países. Por este filme, Scorsese recibió su siguiente nominación al Óscar al mejor director, que tampoco ganó. Sin embargo, el respaldo que varias figuras del mundo político le dieron a esta película otorgó credibilidad y prestigio al filme.

En 1989 se reunió con sus amigos Francis Ford Coppola y Woody Allen para rodar el filme colectivo Historias de Nueva York, para el que cada uno de ellos dirigiría un mediometraje. El primero de ellos es precisamente el de Scorsese, y quizá el mejor: Life Lessons, sobre las relaciones amorosas de un pintor deprimido (interpretado por Nick Nolte), quien intenta inspirarse gracias a la presencia de Rosanna Arquette.

AÑOS 1990

Lo primero que se vio en 1990 dirigido por él fue el alabado corto documental Made in Milan, en torno a la figura de Giorgio Armani. Pero ese año Scorsese dirigiría su primera película sobre la mafia desde Mean Streets.

Con Goodfellas Scorsese regresa al aprendizaje acumulado en Little Italy, para contarnos la historia verídica del ex gángster Henry Hill, interpretado por el entonces emergente Ray Liotta. En tono elegíaco, crispado y cínico, narra tres décadas en la vida de un trío de gangsters (Liotta, un recuperado Joe Pesci y De Niro) que trabajan para una familia siciliana asentada sobre todo en los alrededores del aeropuerto de Nueva Jersey. Considerada por muchos analistas como una de las películas más importantes sobre la mafia que se han hecho, Goodfellas propone una irónica versión del sueño americano, pervirtiéndolo a través de los ojos de Hill.

La película obtuvo un sinfín de alabanzas, y era la favorita para los premios Óscar, largamente codiciados por Scorsese dada su cinefilia, pero perdió en favor del inferior Dances with Wolves de Kevin Costner (Bailando con lobos), aunque Pesci se alzó con la estatuilla a mejor actor en papel de reparto.

Scorsese prosiguió su carrera haciendo un remake de una película clásica que protagonizó Robert Mitchum en 1962: Cape Fear, (El cabo del terror, El cabo del miedo), contó con De Niro como Max Caddy, Nick Nolte como Sam Bowden, Jessica Lange como su mujer y una debutante Juliette Lewis como la hija de ellos. Resultó el mayor éxito económico de su director hasta la fecha, aunque teniendo en cuenta que iba en principio a ser dirigida por Steven Spielberg mientras él haría La lista de Schindler (luego se intercambiaron proyectos), y teniendo en cuenta que Spielberg ganaría el Óscar por ésta, supuso una nueva decepción más respecto al Óscar.

En 1993 Scorsese regresaría a un cine mucho más personal y arriesgado, con la adaptación de Edith Warthon, en uno de sus textos más célebres: The Age of Innocence (La edad de la inocencia). Con Daniel Day-Lewis, Michelle Pfeiffer y Winona Ryder, muchos se sorprendieron de ver a Scorsese en un proyecto a lo Visconti, no sabiendo quizá lo mucho que admira él al director italiano. La película goza de una gran consideración crítica, y se mantiene hoy como un discurso más de su director dentro de la ciudad de Nueva York.

En 1995 rodó una nueva historia de gangsters, con un dúo conocido (De Niro y Pesci), y la sorprendente aportación de una fenomenal Sharon Stone, Casino, sobre los casinos controlados por la mafia en los años 70 y 80 en la ciudad de Las Vegas. Tres horas de melodrama en la línea de sus aportaciones al género y con un tono melancólico desconocido hasta el momento.

1997 sería el año de otro proyecto no muy bien recibido por sus admiradores, que siempre esperan películas de la mafia: Kundun, sobre la vida y exilio del decimocuarto Dalái Lama, una película que algunos sectores críticos intentan reivindicar.

En 1999 estrenó Bringing Out the Dead, que viene a ser como la otra cara de la moneda de la pesadilla urbana de Taxi Driver, con un paramédico (Nicolas Cage) noctámbulo incapaz de olvidar que una noche no pudo salvar a una drogadicta e intenta redimirse. La película fue acogida con frialdad.

DECADA DEL 2000

En 2002, Scorsese por fin dirigió uno de sus más ansiados proyectos, Gangs of New York, la cual fue su empresa más arriesgada hasta el momento, con presupuesto superior a los cien millones de dólares, el más alto en la carrera de Scorsese. La reacción de la crítica hacia la película fue moderadamente positiva, y a pesar de su alto coste consiguió recuperar gastos e incluso produjo beneficios, por lo que la aventura se saldó con éxito. Además, recibió diez nominaciones al Óscar, incluyendo Mejor película, Mejor director, y Mejor actor (para Daniel Day-Lewis). Scorsese perdió nuevamente, esta vez frente a Roman Polanski y su El Pianista y frente a Chicago. Significó el comienzo de su alianza con Leonardo DiCaprio.

El siguiente filme de Scorsese fue The Aviator (El aviador), película biográfica del excéntrico multimillonario y pionero de la aviación Howard Hughes. El filme fue lanzado a finales de 2004, con polarización de la crítica. Ganó tres Globos de Oro, incluyendo el de Mejor película dramática. En la entrega de los premios Óscar, El aviador fue la película con más nominaciones (once, incluyendo Mejor película, Mejor director y Mejor actor para Leonardo DiCaprio). Esta vez, Scorsese también salió con las manos vacías, al ver a Clint Eastwood llevarse el Óscar al mejor director y a la Mejor película con Million Dollar Baby.

El 5 de enero de 2005, Scorsese recibió el reconocimiento de la Légion d'honneur de parte del gobierno de Francia, por sus contribuciones al cine.

Después de presentar su documental sobre Bob Dylan en 2005, No Direction Home, sorprendió a todos en 2006 con su galardonada The Departed, remake de la aclamada película china Infernal Affairs. En esta cinta policíaca se reunió nuevamente con Leonardo DiCaprio y, por primera vez, con Jack Nicholson. El 25 de febrero de 2007, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood le entregaba el Óscar al mejor director (y otros 3 Óscar, entre ellos el de Mejor película) con lo que finalmente Scorsese se hacía con la estatuilla a la que había estado nominado 8 veces y nunca había ganado, ni como director ni como guionista.

A finales de 2007 rueda un spot publicitario para la firma de cava Freixenet: The Key to Reserva, traducido al español como La clave Reserva, en el que Scorsese ha realizado un cuidado homenaje a Alfred Hitchcock, especialmente a su película El hombre que sabía demasiado.

En la 67 ceremonia de los Globos de oro se le otorgó el premio Cecil B. DeMille por su gran carrera en la industria cinematográfica.

En 2008 realiza el documental Shine a Light, sobre el grupo de rock Rolling Stones. Ese mismo año se anuncia su participación como productor de la serie Boardwalk Empire, ambientada en la época de la Ley seca. Cuenta con Steve Buscemi, Kelly Macdonald, Michael Pitt, Michael Shannon y Stephen Graham como actores, y además el mismo Scorsese dirigió el capítulo piloto.5 6 En el año 2010, Scorsese vuelve a trabajar por cuarta vez con Leonardo DiCaprio, en el thriller psicilógico Shutter Island, una adaptación de la novela de Dennis Lehane ambientada en los años 50, en la que un oficial de policía (DiCaprio) y su ayudante (Mark Ruffalo) deben investigar la confusa desaparición de un interno en un hospital psiquiátrico.

Después dirigió Hugo Cabret, que fue estrenada en el año 2011 en 3D y en formato de cine convencional, y contó con la actuación de Asa Butterfield, Chloë Moretz y Ben Kingsley. Esta película recibió cinco premios de la academia.

Vanity Fair publico la lista de los Top 40 celebridades de Hollywood con más ingreso a lo largo de 2010. Scorsese fue clasificado no. 32 en la lista, ganó un estimado $17 millones por sus películas.

Acaba de ganar su tercer Globo de Oro al Mejor Director, por Hugo.

VIDA PRIVADA

Se ha casado cinco veces. Su primera mujer fue Laraine Marie Brennan, y tuvieron una hija, Catherine. Se casó por segunda vez, con la escritora Julia Cameron en 1976, pero el matrimonio solo duró un año. Tuvieron a Domenica Cameron-Scorsese Se casó por tercera vez con Isabella Rossellini en 1979 y se divorciaron cuatro años más tarde (1983). Dos años más tarde, (1985), se casó con la productora Barbara De Fina. Su divorcio se realizó en 1991. Actualmente, lleva desde el año 1999 casado con Helen Morris. Ambos tienen una hija, Francesca.

FILMOGRAFIA

DIRECTOR

• 2012: Sinatra

• 2011: George Harrison: Living in the Material World (documental).

• 2011: Hugo

• 2010: Boardwalk Empire (capítulo piloto)

• 2010: Shutter Island (La Isla Siniestra)

• 2008: Shine a Light (documental).

• 2007: The Key to Reserva (La clave Reserva).

• 2006: The Departed

• 2005: No Direction Home: Bob Dylan (documental).

• 2004: The Aviator (El aviador).

• 2004: Lady by the Sea: The Statue of Liberty (documental).

• 2003: The Blues: "Feel Like Going Home" (serie de televisión).

• 2002: Gangs of New York (Pandillas de Nueva York).

• 2001: The Concert for New York City: "The Neighborhood" (musical).

• 1999: Bringing Out the Dead (Al límite, Vidas al límite).

• 1999: Il mio viaggio in Italia (Mi viaje a Italia).

• 1997: Kundun.

• 1995: Casino (Casino, de Scorsese).

• 1995: A Personal Journey with Martin Scorsese Through American Movies (Un viaje personal con Martin Scorsese a través del cine americano) (documental).

• 1993: The Age of Innocence (La edad de la inocencia).

• 1991: Cape Fear (Cabo de miedo, El cabo del miedo).

• 1990: Goodfellas (Buenos muchachos, Uno de los nuestros).

• 1989: New York Stories: "Life Lessons" (Historias de Nueva York: "Apuntes Del Natural", Lecciones de Vida).

• 1988: The Last Temptation of Christ (La última tentación de Cristo).

• 1987: "Bad" (vídeo musical, Michael Jackson).

• 1986: The Color of Money (El color del dinero).

• 1986: Amazing Stories: "Mirror, Mirror" (Cuentos asombrosos: "Mirror, Mirror) (Serie de televisión).

• 1985: After Hours (Después de hora, Jo, ¡qué noche!, Después de las horas).

• 1983: The King of Comedy (El rey de la comedia).

• 1980: Raging Bull (Toro salvaje).

• 1978: The Last Waltz (El último vals, El último rock).

• 1978: American Boy: A Profile of: Steven Prince.

• 1977: New York, New York (película).

• 1976: Taxi Driver.

• 1974: Alice Doesn't Live Here Anymore (Alicia ya no vive aquí).

• 1974: Italianamerican (documental).

• 1973: Mean Streets (Malas calles, Calles peligrosas).

• 1972: Boxcar Bertha (El tren de Bertha, Bertha: ladrona y fugitiva).

• 1970: Street Scenes (documental).

• 1967: Who's that knocking at my door? (¿Quién llama a mi puerta?, ¿Quién toca a mi puerta?).

• 1967: The Big Shave (La gran afeitada) (cortometraje).

• 1964: It's Not Just You, Murray! (cortometraje).

• 1963: What's a Nice Girl Like You Doing in a Place Like This? (cortometraje).

• 1959: Vesuvius VI (cortometraje).

ACTOR

• 2004: The Aviator (El aviador).

• 2004: Shark Tale (El espanta tiburones, El espantatiburones) (voz) (Sykes, pez globo).

• 2002: Gangs of New York (Pandillas de Nueva York).

• 1999: Bringing Out the Dead (Al límite, Vidas al límite) (voz).

• 1995: Search and Destroy (Busca y destruye, Buscar y destruir).

• 1994: Quiz Show (Quiz Show: El dilema), Martin Rittenhome.

• 1993: The Age of Innocence (La edad de la inocencia).

• 1991: Guilty by Suspicion (Caza de brujas), Joe Lesser.

• 1990: The Grifters (Los timadores, Los tramposos).

• 1990: Dreams (Los sueños de Akira Kurosawa), Vincent Van Gogh.

• 1989: New York Stories: "Life Lessons" (Historias de Nueva York: "Apuntes Del Natural", Lecciones de Vida).

• 1986: The Color of Money (El color del dinero) (voz).

• 1986: Round Midnight (Alrededor de la medianoche), Goodley.

• 1985: After Hours (Después de hora, Jo, ¡qué noche!, Después de las horas).

• 1983: Anna Pavlova, Gatti-Cassaza.

• 1983: The King of Comedy (El rey de la comedia).

• 1980: Raging Bull (Toro salvaje).

• 1980: Il Pap'occhio.

• 1976: Cannonball!.

• 1976: Taxi Driver.

• 1973: Mean Streets (Malas calles, Calles peligrosas), Jimmy Shorts.

• 1972: Boxcar Bertha (El tren de Bertha).

• 1967: Who's that knocking at my door? (¿Quién llama a mi puerta?, ¿Quién toca a mi puerta?).

PRODUCTOR

• 2000: You Can Count on Me

• 2004: Nyfes

• 2009: The Young Victoria

• 2010: Boardwalk Empire

PREMIOS

  • Premios Óscar

Mejor director  2006 The Departed

  • Globos de Oro

Mejor director  2003 Gangs of New York

2007 The Departed

2012 Hugo

Premio Cecil B. DeMille

2010 Premio a la Trayectoria Profesional

  • Premios BAFTA

Mejor director 1990 Goodfellas

Mejor guion adaptado 1990 Goodfellas

BAFTA Academy Fellowship Award (2012)

  • Festival de Cannes

Palma de Oro  1976 Taxi Driver

Mejor director  1985 After Hours

  • Premios César
César Honorífico

2000 Premio a la Trayectoria Profesional

  • Otros premios Premio FIAF 2001

BIBLIOGRAFÍA:

http://es.wikipedia.org/wiki/Martin_Scorsese


miércoles, 18 de abril de 2012

DIRTY HARRY

HARRY EL SUCIO




Harry, el sucio (Dirty Harry) es una película estadounidense de 1971 dirigida por Don Siegel. Protagonizada por Clint Eastwood, Andrew Robinson, Reni Santoni, John Vernon, y Harry Guardino en los papeles principales.


Tuvo cuatro secuelas Harry el fuerte (1973), Harry, el ejecutor (1976), Impacto súbito (1983), y The Dead Pool (1988).


FICHA TÉCNICA

Título Dirty Harry (Harry, el sucio)

Dirección      Don Siegel

Producción   Don Siegel

Guion           Harry Julian Fink, R.M. Fink, Dean Riesner, John Milius, Terrence Malick

Música         Lalo Schifrin

Fotografía    Bruce Surtees

Montaje      Carl Pingitore

Protagonistas Clint Eastwood, Andrew Robinson, Reni Santoni, John Vernon

Harry Guardino, John Larch, John Mitchum

País(es)     Estados Unidos

Año          1971

Género     Policial

Duración   102 minutos

Productora The Malpaso Company, Warner Bros. Pictures


Reparto


• Inspector Harry Callahan: Clint Eastwood
• `Scorpio´: Andy Robinson Rogelio Hernández
• Inspector Chico González: Reni Santoni
• Teniente Bressler: Harry Guardino
• Alcalde: John Vernon
• Jefe de policía: John Larch
• Fiscal William Roto: Josef Sommer
• Jaffe, camarero: Woodrow Parfrey


TRAMA

Un asesino en serie (Andrew Robinson) anda suelto en San Francisco matando civiles desde las azoteas con un fusil de precisión. Apodado Scorpio, chantajea a la ciudad y amenaza con matar a una persona cada día, hasta que se le pague un rescate. Su segundo intento de asesinato es evitado por un helicóptero policial, pero escapa y consigue matar al día siguiente. La policía cree entonces que es muy posible que vuelva al mismo lugar para intentar matar de nuevo.

Los policías Callahan (Clint Eastwood) y Chico (Reni Santoni) le esperan allí y evitan el asesinato de su objetivo, un sacerdote católico. Sin embargo, logra escapar nuevamente matando a un agente en el camino. Posteriormente secuestra a una adolescente, la viola, tortura y la encierra en un foso. Eleva el rescate y afirma que debe ser pagado rápidamente pues a la chica sólo le queda aire hasta las 3:00 de la siguiente mañana.

El alcalde (John Vernon) decide entregarle el dinero y envía a Callahan para tal misión. Scorpio le hace deambular por toda la ciudad, de cabina telefónica en cabina telefónica desde donde le envía al siguiente punto. Finalmente, se enfrenta a Callahan y se lleva el dinero, pero agrede a Callahan y amenaza con matarle a él y a la chica. Chico había seguido a Callahan oculto todo el trayecto y entra en escena, intercambiando disparos con el asesino, Callahan logra apuñalar a Scorpio desde el suelo, con una navaja que llevaba oculta. Scorpio escapa herido en el muslo, sin el dinero. Callahan recorre los policlínicos buscando alguna pista de Scorpio. Un médico que había tratado a Scorpio le reconoce y le dice a Callahan que el portero del estadio del otro lado de la calle le deja vivir allí. Callahan irrumpe en su habitación sin una orden judicial, le persigue por todo el terreno de juego deteniéndole con un disparo en la pierna. En ese momento, le tortura pisándole la pierna herida para poder saber el lugar donde está enterrada la chica.

Se logra encontrar a la chica, pero ya está muerta, Scorpio es liberado sin cargos por haber sido detenido por medios irregulares y bajo tortura. Posteriormente, Scorpio le paga a un matón para que lo golpee en el rostro y así culpar a Callahan de brutalidad policial. Finalmente, Scorpio secuestra un autobús escolar y exige otro rescate, más un avión. El alcalde insiste en acceder a sus demandas, pero Callahan le persigue bajo su cuenta y riesgo y logra rescatar en último término a los niños y matar a Scorpio.


MISCELÁNEA

• El filme estuvo prohibido en Finlandia hasta 1972 y censurado en Noruega y Portugal.

• Las escenas se rodaron en exteriores reales de la ciudad de San Francisco; excepto la del atraco del banco, que fue filmada en una falsa calle de estudio para mayor seguridad, pues requería muchos efectos especiales.

• En la escena de la huida de los atracadores del banco, se puede ver un cine en el que se está proyectando Escalofrío en la noche, primera película de Eastwood como director, y en la que Don Siegel tenía un pequeño papel como actor.

• Clint Eastwood rodó personalmente todas las escenas de riesgo.

En las primeras tomas que se hicieron de la película, en realidad el arma usada por Eastwood era un Remington cal. .41 magnum, debido a que en ese momento no había ningún cal. 44 para enviar a los sets de filmación. Externamente, ambas armas son iguales, por eso se aceptó, con condición que se haga ninguna toma de frente, para evitar que se note la diferencia de calibres en el orificio del cañón.(1)


COMENTARIOS


Fue la primera aparición del inspector Harry "el Sucio" Callahan del Departamento de Policía de San Francisco, interpretado por Clint Eastwood.

El irónico retrato de Clint Eastwood como el inspector obtuso, cínico y heterodoxo que aparentemente siempre está en conflicto con sus jefes asienta el estilo para sus siguientes papeles y, de hecho, todo un género de películas de antihéroes como The French Connection. Harry Callahan es apodado Harry el Sucio debido a su inclinación a aceptar los trabajos más penosos. El éxito en taquilla de la película derivó en la producción de cuatro secuelas. El rol de antihéroe que desempeña Eastwood también fue bastante imitado con posterioridad.

Harry Callahan también contribuyó a popularizar el revólver Modelo 29 calibre .44 Magnum de Smith & Wesson. La película propició un ligero incremento en las ventas del arma, que sigue siendo popular treinta y nueve años después del estreno.

Aunque Callahan es casi indiscutiblemente el papel emblemático de Eastwood, es irónico que no fuera el principal candidato para protagonizar el filme. Así, el papel fue originalmente escrito para Frank Sinatra, pero el cantante se había roto la muñeca y encontró la magnum demasiado pesada para él, de modo que rechazó la interpretación. Sólo se le ofreció el papel a Eastwood después de John Wayne, Steve McQueen y Paul Newman que también rechazaron encarnar al inspector por diversas razones. En su versión original, la historia se desarrollaba en Seattle, Washington. Una de las condiciones de Eastwood para aceptar el papel era el cambio de escenario a San Francisco, su ciudad natal.

Scorpio, el villano de la película, estuvo inspirado en el criminal Zodiac Killer, que andaba suelto en San Francisco en aquella época. Desafortunadamente, Zodiac nunca fue capturado. Audie Murphy fue propuesto en primer lugar para el papel, pero murió en accidente aéreo antes de que se le pudiera realizar la oferta. El papel fue a parar al desconocido Andrew Robinson. El retrato que hace Robinson del asesino fue tan realista que recibiría sucesivas amenazas de muerte y acabaría pidiendo un número de teléfono secreto. En la vida real, Robinson es un pacifista que desprecia las armas. En los primeros días del rodaje, Robinson mostraba una mueca de desagrado cada vez que disparaba. El director Don Siegel acabó suspendiendo el rodaje por un tiempo para mandar a Robinson a un psiquiatra. No obstante, continuó haciendo gestos cuando disparaba.

San Francisco se encuentra asolada por el asesino serial Scorpio, un francotirador que mata al azar a sus víctimas y exige que la ciudad le pague un cuantioso rescate para terminar con las matanzas. El cuerpo policial sale a la caza del asesino. Y el Inspector Harry Callahan - un policia con serios problemas de actitud - da con el paradero del homicida, pero éste sale libre por tecnicismos legales, además de haber secuestrado y matado a una niña y echarle la culpa a Harry, así como asediarlo por los medios por hostigamiento policial. Muy pronto la trama derivará en una cacería humana, donde Callahan sólo buscará justicia por su propia mano.

Ya hemos comentado en las reviews de Sin City y Pulp Fiction, un poco sobre los orígenes del policial americano. El género popular fue la serie negra, que devolvía básicamente el crimen al callejón - al contrario de otros autores elitistas como Agatha Christie - y reflejaba mejor la realidad del mundo de los años 30, corrupto y decadente. El héroe resultaba ser el intachable detective privado, que actuaba como catalizador de miserias humanas y como una especie de caballero andante sin armadura.

Posiblemente sea la figura del detective privado de moral intachable lo que germinaría la decadencia del genero. Resulta lógico que del 30 al 50 Nroteamérica aún vivía el sueño americano, y podía darse el lujo de los héroes inmaculados. Pero llegaría la década del 60, y los Estados Unidos entrarían en una etapa de convulsivos cambios. La muerte de paladines de la libertad como los Kennedy, Malcom X o Martin Luther King, la guerra de Vietnam cuya victoria se eternizaba y que terminó por no llegar nunca; el movimiento hippie, el sexo sin ataduras, el abandono del cine del código Hays de ética, las revueltas raciales, la guerra fría... Norteamérica estaba vomitando todos los ideales y pudores del sueño americano y, de pronto, se encontró convertida en una sociedad cínica, que había perdido sus ilusiones, violenta y con un lenguaje realmente crudo para expresarse. Es lógico pensar que la era de los héroes inmaculados dentro de la ley se desbarrancara, y surgiera una nueva generación, marcadamente cínica, amoral y, por qué no, fascista.

Harry el Sucio es la piedra basal de esa nueva generación. Perdidos los ideales, ¿por qué confiar en los gobiernos, las autoridades y las leyes?. Cuando la burocracia y los intereses impiden la matanza de miles de americanos en Viet Nam, no hay motivos para seguir confiando las instituciones. Y esa generación de héroes ultraviolentos y marginales son los que toman justicia por su propia mano. Sin duda el Inspector Callahan es el molde sobre el cual surgirán muchos otros; desde el Vengador Anónimo hasta Rambo, Robocop (y tantos otros), y casi toda la filmografía de Charles Bronson, Sylvester Stallone o Arnold Schwarzenegger está nutrida de clones de Harry el Sucio. El culto a las armas, el castigo violento y desmedido, el juicio expeditivo de los villanos, el actuar por fuera de la ley y, fundamentalmente, el festejo de la platea de dichos métodos brutales.

Harry el Sucio es un film fundamental de los 70. Cambió el lenguaje cinematográfico del género policial, y lo expuso en sus términos más simples y primarios. Es, en más de un sentido, una transposición de las reglas del western a la ciudad moderna, pero con un lenguaje mucho mas crudo. No hay conflictos de conciencia por parte del héroe; simplemente, es lo que debe hacer.

Para 1971, Clint Eastwood era una figura algo conocida, pero que no había podido consolidarse como una estrella. Ciertamente su currículum incluía obras de culto como los westerns que filmara con Sergio Leone en Europa, y tenía una vasta trayectoria en el clásico género del lejano oeste. Y sorprendentemente le llega la oportunidad de este film, después de que fuera rechazado (por coincidencias varias laborales o discrepancias con el guión) por Frank Sinatra (¡ quien fuera la primera opción !), John Wayne, Steve McQueen, Jack Nicholson y Paul Newman. Después de la película, su carrera se dispararía hasta el pedestal que hoy ocupa merecidamente en Hollywood.

Y es que, a pesar de no ser la primera opción para el papel, es impensable en otro actor que Eastwood para interpretar a Harry Callahan. Su expresión lacónica y cínica, su voz suave y de furia reprimida, su larga estampa portando el Smith & Wesson 44 ... es una imagen imborrable. Como así también el duelo que mantiene con Scorpio, que podría resumirse como una batalla de mentes retorcidas. Las escenas del film son memorables : desde el asesinato de la chica en la piscina, pasando por la cacería del homicida en el estadio o el duelo en la fábrica. Y por supuesto, el clásico robo al banco, detenido a balazo limpio por Harry, donde todos aprendimos el poder de un Magnum, y con frases que quedan para la historia (¿Hoy te sientes con suerte, imbécil?).

Pero el éxito del film no se basa sólo en el argumento o en la interpretación de Eastwood. Como suelo decir, el peso de la historia de un héroe depende del villano, y Scorpio es una creatura repulsiva que incluso utiliza a la ley para castigar y provocar a Harry. Sus actos son de un sadismo indescriptible, y la platea termina por consentir la escalada de violencia de la película, buscando un desquite brutal que haga pagar al asesino por sus salvajes actos. En sus propios términos resulta justificable, aunque obviamente es inducido por los guionistas (en especial, John Milius que actúa como script doctor del guión, y que se caracteriza por mantener posiciones pro armamentistas en todos sus personajes), lo cual termina por resultar peligroso. No olvidemos que en 1971 el film impactaba por su violencia - claro, muy pocos se habían expresado en esos términos previamente , y que ese lenguaje corrió como reguero de pólvora, masificando la brutalidad hasta el día de hoy. No existe serie de TV ni película de acción que no muestre violencia en sus escenas, o posters de individuos portando armas. Puede decirse que es un culto idiota que rinde la gente a esta clase de productos (me incluyo), y que pasa a ser algo cultural. Hoy, cualquier espectador de un film que incluya a un villano desea su muerte, y cuando el nivel de sadismo aumenta, el héroe debe responder con medios similares o peores. Sin duda es triste y es un tema de largo debate, porque Harry el Sucio debería ser una obra aislada (o una de tantas), obviamente con su importancia, pero no debería haber sido copiada hasta el hartazgo, pasteurizando los métodos violentos y masificando el culto a las armas. Quizás el tema pase porque en el mundo moderno hemos perdido la ingenuidad o la creencia en ciertos valores, y hoy crecemos y aceptamos el hecho de que todos tenemos derecho a la venganza frente a la agresión. Y ya no hablo de justicia, sino de devolver la moneda con igual o mayor violencia. Posiblemente el lector crea que quien redacta estas líneas vive en un monasterio, pero debe tomar esto como una reflexión en su justa medida.

Si hoy hiciera un viaje en el tiempo y mostrara Harry el Sucio a una persona de los años 50 o 60, se shockearía. Posiblemente repudiaría el film. Pero hoy, en la era de la violencia masificada, es un simple film de matineé en comparación con otras obras que la han superado en brutalidad (sino, vean cualquier film de Verhoeven). Y con el problema que hemos rendido culto a las armas, y festejamos la potencia del Magnum 44, perdiendo noción que el impacto descomunal de semejante disparo recae sobre un ser humano. Es cierto, sobre un villano, pero no deja de ser una persona. E incluso, llegando a mas allá, podríamos aterrorizarnos si redefinieramos el concepto y planteáramos que Harry el Sucio estuviera obsesionado con alquien que piensa que es el asesino y termina siendo una persona inocente (usted, yo, cualquiera). El problema de la masificación del modelo es que se pierde la noción de la realidad, tal como cuando vemos la Guerra de Irak en la CNN, con el mismo interés y asombro como quien ve un video game (por ejemplo, el bombardeo nocturno de la Guerra del Golfo), sin pensar en vidas humanas, carne y sangre destrozados por las bombas.

Es un problema de valores y de cultura. Cualquier film violento o sádico que supere en métodos sangrientos a los anteriores, seguramente shockeará, pero al cabo de unos años será el standard del género, y lo veremos a las dos de la tarde por cable. Quizás el ser humano tiene una tendencia pornográfica por la violencia, asimilando cada vez mayor cantidad de métodos sanguinarios y explícitos con menor incomodidad. Indudablemente Harry el Sucio es un gran film, ampliamente disfrutable, pero como metáfora sobre la violencia es un fracaso. No provoca que el individuo se sienta incómodo con sus escenas y con los ideales de sus personajes, sino que termina por pedir más. Y a partir de este film, continuarían otros de la serie con Eastwood como protagonista, ampliando las características ultra violentas del personaje y de los villanos, pero disminuyendo el nivel de calidad del argumento hasta la patética Sala de Espera al Infierno en 1988, donde Harry el Sucio termina por ser una caricatura de sí mismo.(2)




Saludada en su día como una apología del fascismo (aunque en relación con films posteriores sea casi candorosa), es una de las obras más consistentes de su director, pese a lo discutible de sus implicaciones ideológicas. El rigor de su puesta en escena y el admirable clima de tensión conseguido la convierten en una de las piezas clave del cine de acción de los 70. Sus secuelas ya serían otro cantar.(3)

El duro y cínico policía Harry Callahan (Clint Eastwood), cargado con su Magnum 44, es conocido por sus métodos poco ortodoxos contra el mundo del crimen como Harry el Sucio.

Su nueva misión será localizar a un asesino apodado Escorpión (Andy Robinson), quien está causando el terror en las calles de San Francisco.

La primera y mejor incursión cinematográfica del expeditivo inspector de la policía de San Francisco Harry Callahan, un hombre amargado por la muerte de su esposa que no se detendrá ante los códigos morales que construyen la forma general de actuación marcada por sus superiores para detener a un peligroso psicópata autodenominado Escorpión y así expiar su rabia interna.

Dedicada al cuerpo policial de la citada ciudad californiana, "Harry el sucio" es una película (al margen de establecer consideraciones éticas sobre los métodos utilizados por su protagonista) de magistral factura visual, rítmica narrativa, acertados giros que mantienen constantemente el interés de la trama, y jazzística (la música jazz es la favorita de Eastwood) partitura del compositor argentino Lalo Schrifin.

La cuestión de si este film puede deparar un mensaje fascista y poco edificante, debido al planteamiento de que la violencia sólo puede ser aplacada con más violencia en vez de constituir un sistema más juicioso y sensato asentado en pilares educativos y racionales que eviten el germen de esa violencia, es un asunto del propio espectador de magnificar ese presunto mensaje en vez de disfrutar con un muy estimable thriller de acción.

Es una intriga criminal centrada en la básica lucha entre el bien y el mal, y motorizada por un hombre resentido y solitario, con conexión no muy lejana al incorporado por Gary Cooper en "Sólo ante el peligro", nexo ilustrado en la acción final de esta fenomenal película.

El asesino está interpretado por Andy Robinson, un actor recordado principalmente por esta actuación y que puede ser visto en títulos como "Máscara" (1985), "Cobra" (1986) o "Hellraiser" (1987). (4)

El personaje del policía Harry Callahan, creado por Don Siegel e interpretado por Clint Eastwood, marcó un hito en la historia del cine negro americano. La cosmovisión de este peculiar inspector de policía, y más concretamente su punto de vista sobre la justicia en un régimen democrático, es fácil de resumir: El sistema no funciona. Y lo que es peor, jamás funcionará mientras siga manejado por la actual patulea de blandengues (jueces, abogados y fiscales mayormente) más preocupados de garantizar el respeto a las normas legales que protegen a los ciudadanos, incluso a los sospechosos de haber delinquido, que de castigar severamente las infracciones cometidas. En definitiva, los estrambóticos partidarios del código penal frente al saludable y efectivo magnum del calibre 44.

Dicho esto así podríamos pensar que el entrañable Harry no es más que un cabrón fascistoide, pero eso sería de un reduccionismo imperdonable tratándose de un personaje con una personalidad tan compleja. Efectivamente, a lo largo de las cinco entregas de que consta la serie "Callahan", asistimos a una curiosa evolución del personaje que intentaremos resumir para ustedes. No, no es que Harry el Sucio deje por un momento de ser el energúmeno que tanto fascina a sus fieles seguidores, sino que los asuntos tratados a lo largo de la saga constituyen un abanico temático de lo más sugerente. Rockeros, terroristas psicóticos y feministas radicales son enemigos a batir puntualmente en algunas de las entregas, pero sin perder de vista nunca a los auténticos culpables del penoso estado de postración moral de la sociedad, que en este caso aparecen encarnados en los superiores de policía y los sucesivos alcaldes de San Francisco, incapaces de apreciar el verdadero valor de los cojones de Harry y su entrañable "magnum 44" hasta que es demasiado tarde.

Pero vayamos con los contenidos de esta apasionante saga cinematográfica.

HARRY EL SUCIO


El personaje de Callahan aparece dibujado en sus rasgos más sobresalientes ya desde el principio de la película: Un atraco a un banco acaba como el rosario de la aurora, con los atracadores de color (negro) despanzurrados por la acera. Uno de ellos, interpretado por Albert Popwell (retengan este nombre, por favor) protagoniza junto con Eastwood una de las escenas recurrentes en la serie, con un famoso diálogo que ya ha pasado a engrosar la lista de las mejores frases de la historia del cine:

Harry: Sé lo que estás pensando. Yo tampoco recuerdo si he disparado todas las balas o aún me queda una en la recámara. Mueve un solo músculo y así saldremos de dudas los dos. Vamos, alégrame el día.

El malo de esta primera entrega no es, curiosamente, miembro de ninguna minoría étnica en particular. Por el contrario es rubio, de rasgos caucasianos y tiene la cabeza como un puto sonajero. Por si fuera poco, para conjurar eventuales acusaciones de racismo, Callahan no tiene el menor inconveniente en admitir como compañero de trabajo a un hispano (Chico Fernández) que por increíble que parezca acaba la película con vida.

HARRY EL FUERTE

Tal vez por las agrias protestas que la primera entrega de la serie provocó en cierto sector de la crítica (los sempiternos capullos empeñados en que el cine tiene que respetar un mínimo código ético y otras mariconadas), en esta segunda película Harry se convierte en defensor del estado de derecho. En realidad no es que Callahan ya no esté convencido de que el sistema está podrido y haya que hacerlo saltar por los aires, sino que, como él mismo dice en la película: "el sistema no me gusta. Pero mientras no haya otro mejor lo defenderé".

En esta película un grupo de policías de tráfico encabezados por David Soul (sí, coño, claro que le suena; es el rubio de Starsky y Hatch) ponen en práctica un revolucionario método para agilizar los trámites judiciales, consistente en vaciar el cargador del arma en la cabeza de cualquier sospechoso. En este sentido son más papistas que el Papa, o por decirlo con más propiedad, más harrystas que "el Harry". Por increíble que parezca, Callahan no se une entusiasmado a esta pintoresca banda policiaco-judicial, sino que por el contrario la combate valerosamente hasta desactivarla (al estilo Callahan, claro).

En esta entrega, el personaje interpretado por A. Popwell (el atracador negro de "Harry el sucio", recuerden) asciende en la escala social del crimen y aparece caracterizado de proxeneta de baja estofa, con cadillac de color rosa y tapicería de leopardo. Como es natural le matan sin más contemplaciones.

HARRY EL EJECUTOR


En esta película los enemigos de Harry son una banda de sonados que forman uno de los grupos terroristas más patéticos que ha dado la industria del cine. Casi dan lástima cuando Callahan acaba con ellos.

Destacamos de este nuevo episodio de la saga el hecho novedoso de que el nuevo compañero de Harry es, esta vez, una mujer. La tía los tiene bien puestos, no crean, y a pesar de los tacones y de llevar la pistola en el bolso (patético, sí) llega incluso a salvarle la vida a nuestro héroe entregando la suya propia.

Popwell, por su parte, sigue su imparable ascenso al estrellato y aquí encarna a "Mustafá", un ratero con posibles, jefe de una minibanda, que colabora con Harry en la persecución de los terroristas (un jodido chivato, para qué nos vamos a engañar).

LA LISTA NEGRA



Liam Neeson hace su aparición por primera y única vez en la serie de Harry el Sucio, interpretando a un director de cine que tiene que sufrir a Jim Carrey como estrella de rock con la que ha de rodar un filme. Sí amigos, incluso en los templos más sagrados del cine-cine aparece el capullo de Carrey. Incomprensiblemente Harry no le pega dos tiros después de oirle cantar gestualizando histriónicamente como nos tiene acostumbrados. Una prueba más de que en el fondo del corazón de Harry late cierta humanidad.

Esta entrega de la serie aporta como hito una nueva estética en el arranque del film, pues aunque los créditos siguen apareciendo sobre una imagen aérea de la ciudad de San Francisco (en realidad podemos considerar que esta ciudad, la Sodoma de nuestra era, es prácticamente otro personaje de la película), esta vez está rodada de noche, con las lucecitas en todos los edificios, lo que aporta a esta cinta un innegable toque de sofisticación.

Albert Popwell aparece de nuevo, pero esta vez en la cima del olimpo interpretativo; nada más y nada menos que encarnando al compañero de Harry Calahan. Por desgracia lo asesinan al cuarto fotograma.

IMPACTO SÚBITO


Esta es por el momento la última película de la saga, y a juzgar por el lamentable estado físico de Eastwood (qué cosas, cómo pasa el tiempo), la que cierra definitivamente este glorioso ciclo.

En esta ocasión, una chica que ha sido violada por una pandilla de delincuentes de ínfima estofa, en lugar de molestar a los pesados servidores de la ley y la justicia con sus problemas decide solucionarlos ella misma mediante el saludable método de meterle a cada uno de los culpables un tiro en los cojones, vaciándoles posteriormente el cargador en la zona occipital. Harry comienza a sospechar que alguien le está robando protagonismo en la impartición sumaria de justicia por la vía expeditiva, así que inicia sus pesquisas hasta dar con la "culpable". Por supuesto, al conocer el drama humano que motiva el afan justiciero de la muchacha Callahan no puede por menos que emocionarse (al fin y al cabo no todos los días encuentra uno un alma gemela), así que le echan la culpa de los crímenes al último pringadillo que la palma y a vivir que son dos días. ¿Es para emocionarse o no?.

Como estamos seguros de que Usted, lector habitual de LPD, ha notado sobradamente el carácter apologético de este artículo, no vamos a perder el tiempo recomendándole vivamente las cinco películas. Tan sólo insistiremos en que si no lucen primorosas en las estanterías de su hogar, Usted no merece llamarse cinéfilo.(5)


FRASES

• Anda, alégrame el día.

• Ya sé lo que estás pensando: "¿he disparado seis o sólo cinco veces?" La verdad, con todo este ajetreo yo también he perdido la cuenta, pero dado que esta pistola es una Magnum 44, el arma más poderosa del mundo, que puede volarte la cabeza de un tiro, sólo tienes que responderte a ti mismo: "¿es mi día de suerte?"

• No sabrás cuándo, pero te estaré vigilando... (6)

  
CITAS:

1.- http://es.wikipedia.org/wiki/Harry_el_sucio


2.- http://www.sssm.com.ar/arlequin/dirty-harry.html

3.- http://www.fotogramas.es/Peliculas/Harry-el-sucio/Critica

4.- http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article741.html

5.- http://www.lapaginadefinitiva.com/cine/peliculas/harry.htm

6.- http://mundifrases.com/tema/harry-el-sucio/2406