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miércoles, 11 de julio de 2012

PAT GARRETT AND BILLY THE KID



Pat Garret. El hombre detrás del mito


Patrick Floyd Garrett, nació en Cusseta, Alabama. Aunque se crió en una prospera plantación de Luisiana, cerca Haynesville al norte de la parroquia de Claiborne, justo debajo de la frontera con Arkansas. En 1869 abandona el hogar y busca trabajo como cowboy en el condado de Dallas, Texas. En 1875 deja ese trabajo y se mete a cazador de búfalos. Y es en ahí donde, en 1878 durante una discusión sobre unas pieles, Garrett dispara y mata a un compañero cazador al verse atacado por este con un hacha. El moribundo, mientras agoniza, pide a Garret que lo perdone. Este hecho tan dramático remueve las entrañas de Garret que acaba llorando.

Después de esto, Garret se muda a Nuevo México, donde trabaja por un breve espacio de tiempo como cowpuncher (vaquero-cowboy). Poco tiempo después abre su propio salón.

Dada su alta talla era conocido por los lugareños como Juan el Largo, así en español, aunque algunos compatriotas, pocos, lo traducían como Long John. En 1879 se casa con Juanita Gutiérrez, que muere, durante el parto, en menos de un año.

Al año siguiente, 1880, se casa con la hermana de su difunta mujer, Apilonaría, con la que tiene nueve hijos.

En noviembre de ese mismo año George Kimbell, sheriff del Condado de Lincoln, dimite de su cargo y es entonces cuando Pat Garrett, miembro del Partido Republicano y pistolero de cierta reputación, es nombrado sheriff, con la promesa de restaurar la ley y el orden en el Condado.

Garrett es encargado de llevar a cabo la busca y captura de Henry McCarty, más conocido como Billy el Niño y de los amigos de éste, Tom O'Folliard y Charlie Bowdre.

El Niño tiene la reputación de ser un asesino, había participado en la Guerra de Lincoln, -la guerra que durante varios meses, libraron entre si los ganaderos de Lincoln, por hacerse con el control del negocio del ganado- y se alegaba que había matado a 21 hombres, uno por cada año de su vida.

El 19 de diciembre de 1880, Pat Garrett y su posse acaban con la vida de O´Falliard, en el tiroteo que sigue, al tratar de oponerse éste a su detención.

El 23, consiguen encontrar al Niño, en Stinking Springs, donde se había refugiado con varios de sus compañeros. Durante la detención cae muerto Charlie Bowdre, y los demás, incluido el Niño, son capturados y conducidos a Mesilla, Nuevo México, para ser juzgados.

El Niño es juzgado y condenado, pero el 28 de abril de 1881 se fuga de la cárcel del Condado de Lincoln, después de matar a los guardias J. W. Bell and Bob Olinger.

El 14 de julio de 1881, Garrett, se encamina a Fort Sumner, tratando de averiguar el paradero de Billy el Niño. Sus pesquisas lo llevan a visitar la casa de Pete Maxwell, un amigo común de ambos, donde llega a media noche. Mientras interroga a Maxwell, el Niño que, al parecer se encontraba durmiendo en otra parte de la casa y es despertado por el ruido, entra en la habitación en semi-penumbra preguntando, en español “¿Quién es?”, “¿Quién es?”. Entonces Garrett desenfunda su revólver y dispara al “Kid” dos veces, y aunque el segundo disparo falla por completo y se estrella en el mantel que hay a espaldas del Niño, el primero ya le había traspasado el corazón.

Sobre la muerte de Billy el Niño han contado cientos de versiones diferentes.

Garrett aseguró que el Niño entró empuñando una pistola, sin embargo una vez muerto no pudo ayársela pistola alguna. Otras versiones dicen que lo que portaba era un cuchillo de cocina, pero tampoco sobre esto se ha hallado ninguna evidencia que lo corrobore.

No obstante en aquel momento la muerte del “Kid” solidifico la fama de Garrett como pistolero y hombre de la ley.

A pesar de esta efímera fama, la vida de Garrett, como defensor de la ley, nunca llego a ser gran cosa y él se limito a usar esta etapa como un paso a más altas posiciones.

Después de perder las elecciones a sheriff de “Grant County, New Mexico”, en 1884 se presenta como candidato al senado de ese estado, Nuevo México, donde tampoco sale elegido.

Más tarde ese año, funda y capitanea una compañía de Rangers (Batidores) de Texas.

Ya en 1889 vuelve a perder, de nuevo, las elecciones a sheriff.

Por entonces su menos que admirable captura y muerte de Billy el Niño empezaba a pasarle factura y comenzó a sentir el rechazo social.

Desencantado con todo esto abandona Nuevo México y compra un rancho en Uvalde, Texas.

Sin embargo en 1896 regresa de nuevo a Nuevo México, encargado por Gobernador de ese estado, de investigar la desaparición de Albert Jennins Fountain y su hijo Henry, en la que aparecen sospechosamente involucrados tres ayudantes del sheriff protegidos por un poderoso juez.

Garret, demostrando una paciencia y tesón extraordinarias, se pasa dos años reuniendo pruebas y cimentado su causa contra los sospechosos a los cuales el mismo captura después de que estos emprendieran la huida, no obstante, tras ser sometidos a juicio ambos forajidos salen absueltos.

Después de esto abre una caballeriza en las Cruces, Nuevo México. Y en 1901 el presidente Theodore Roosevelt, amigo personal de Garret, le nombra recaudador de aduanas en El Paso, Texas, cargo que ocupará durante los próximos cinco años.

Tiene que abandonar este empleo, al no ser renovado al cargo, posiblemente por haber puesto al presidente en evidencia al dejarse ver en una reunión de la asociación “San Antonio Rough Riders”, en compañía de un jugador de mala reputación llamado Tom Powers. El Presidente se dejó hacer una fotografía con el tahúr al que no conocía y eso la acarreó serios problemas.

Después de esto, un ya cansado y solitario Garret, se retira a su rancho en Las Cruces, donde comienza a sufrir graves problemas financieros, espacialmente con una deuda sustancial que contrae con el fisco. Además se hace responsable subsidiario del impago de un préstamo en el que había avalado a un amigo.

Para poder hacer frente a ambas deudas se ve obligado a hipotecarse gravemente, hecho este que le lleva a una crisis personal, que lo arrastra a la bebida y al juego, lo que a su vez lo lleva a contraer nuevas deudas. Cayendo así en un círculo vicioso del que se ve impotente para salir.

Es entonces cuando W.W. Cox, el mayor acreedor de Garrett, tiene la idea de alquilarle la cuarta parte del rancho de Garrett, en las laderas de las montañas de San Adres, para de esta forma cubrir la deuda. Garrett acepta el trato, pero más tarde, cuando se entera de que Cox a alquilado a su vez las tierras a Wayne Brazel, un criador de cabras, que las usa como pastos para sus animales, protesta enérgicamente, alegando que la presencia de las cabras rebajaría el valor de su propiedad.

Es en esto que un día, durante un viaje en carreta que Garrett hacía a Las Cruces, acompañado de un potencial comprador de su rancho, un hombre llamado Adamson, se cruzan con el dueño de las cabras Wayne Brazel. Brazel y Garrett se enzarzan entonces en una discusión y en un momento dado, cuando Garrett hace ademan de agacharse para coger una escopeta del suelo de la carreta, Brazel le dispara acertándole una vez en la cabeza y luego otra más en el estomago mientras cae.

Tras cerciorarse de que Garrett está muerto, Brazel y Adamson, dejan el cuerpo al lado del camino y se dirigen a Las Cruces, donde alertan al sheriff del suceso.

Brazel nunca fue juzgado por la muerte de Garrett.

Esta es la versión aceptada hoy día por casi todos los historiadores, sin embargo hay otra versión que dice que, en realidad, el asesino de Garret, fue un pistolero, fuera de la ley y asesino a sueldo, llamado Jim Miller. Esta última versión no pudo ser nunca corroborada por nadie y, además, nadie jamás apareció como el hombre que, supuestamente, hubiese contratado al pistolero para asesinar a Garrett.(1)



LA PELICULA
Pat Garrett y Billy The Kid es un western de 1973 procedente de EE. UU., dirigido por Sam Peckinpah y protagonizado por los conocidos actores James Coburn y Kris Kristofferson.





ARGUMENTO

Pat Garrett (James Coburn), que había sido compañero del bandido Billy the Kid (Kris Kristofferson), se ha pasado al otro lado de la ley y es ahora sheriff del condado de Lincoln. Defiende los intereses del Gobernador Lew Wallace (Jason Robards) y de los ganaderos del territorio en el que actúa su antiguo compañero.


Pocos días después de ser nombrado sheriff, Garrett consigue frustrar un intento de robo de Billy y lo lleva a prisión. Sin embargo, éste consigue escapar matando a dos hombres. Garrett lo persigue sin descanso durante semanas. Sin embargo, los ganaderos son tan poderosos que algunas cosas escapan de su poder.

El trabajo fuera de la ley (pero a su vez dentro de ella) del sheriff Pat Garrett, consiste básicamenete en perseguir y conseguir información de viejos amigos y conocidos, y deshacerse así del que alguna vez fue compañero suyo de fechorías tiempo atrás...

FICHA TÉCNICA

Título Pat Garrett y Billy The Kid


Dirección Sam Peckinpah

Producción Gordon Carroll

Guion Rudy Wurlitzer

Música Bob Dylan

Fotografía John Coquillon

Protagonistas James Coburn, Kris Kristofferson, Slim Pickens, Bob Dylan, Jason Robards

País(es) Estados Unidos

Año 1973

Género Western

Duración 122 minutos

Compañías Productora MGM , Distribución Warner Bros.

Presupuesto $ 4,638,783 aprox.


PREMIOS
premio BAFTA 1974 a la mejor banda sonora compuesta por Bob Dylan (2)







SINOPSIS


William Bonney era conocido por todos como "Billy el Niño". Estando encarcelado en Lincoln, después de ser condenado a morir en la horca, llega a sus manos un colt 44, con el que intimida a los guardianes y consigue huir a México. El sheriff Pat Garrett, que en otros tiempos cabalgó junto a él, será el encargado de darle caza. (FILMAFFINITY)


COMENTARIOS

El guion original de Pat Garrett and Billy the Kid estaba escrito por Rudy Wurlitzer, y en un principio el director que iba a encargarse de la grabación era Monte Hellman. Ambos habían trabajado juntos previamente en la aclamada película Two-Lane Blacktop (1971). Sam Peckinpah se vio envuelto en el proyecto a través del actor James Coburn, el cual quería interpretar al legendario sheriff Pat Garrett.


La película también cuenta con Bob Dylan para la música (aparte de actuar), lo cual dio lugar a la banda sonora del mismo nombre.

"Violencia y cámara lenta al puro estilo de Peckinpah" (Javier Ocaña: Cinemanía)

"La violenta y trágica historia de Billy el Niño y Pat Garret, servida con mano maestra (...) un género clásico que en los años setenta entraba en fase terminal y al que sólo Peckinpah consiguió insuflar vida" (Miguel Ángel Palomo: Diario El País) (3)






BANDA SONORA


Pat Garrett & Billy the Kid es la banda sonora creada por el músico estadounidense Bob Dylan para la película del mismo nombre, dirigida por Sam Peckinpah. El propio Dylan aparece caracterizado en la película como "Alias".

Integrado en casi su totalidad por canciones instrumentales e inspiradas por la película, la banda sonora incluiría una de las composiciones más legendarias del músico, "Knockin' on Heaven's Door".

Certificado como disco de oro por la RIAA, Pat Garrett & Billy the Kid alcanzaría el puesto #16 en las listas de Billboard y el #29 en el Reino Unido.


Filmando Pat Garrett and Billy the KidEn algún momento de 1972, Rudy Wurlitzer, escritor del guion original, abordó a Dylan para pedirle una contribución en la música de Pat Garrett y Billy the Kid. "Rudy necesitaba una canción para el guion", diría Dylan en una entrevista en 1973. "Yo no estaba haciendo nada. Rudy me envió el guion, lo leí, me gustó y nos juntamos. Y luego vi The Wild Bunch y Straw Dogs y The Ballad of Cable Hogue y me gustaron. La mejor es Ride the High Country. De modo que escribí "Billy" muy rápido."

Pronto, Dylan se vería interesado en contribuir al filme con algo más aparte de "Billy", descrita por Clinton Heylin como "un elegante retorno a la balada típica que había olvidado tras John Wesley Harding. Dylan preguntó a Wurlitzer si sería posible actuar en la película, petición a la que Wurlitzer se mostró reacio.

Cerca del Día de Acción de Gracias, Dylan y su mujer viajaron a Durango, México, donde Peckinpah estaba grabando Pat Garrett y Billy the Kid. Con un Dylan que siempre había expresado cierto interés por la cultura mexicana, se mostró más que complaciente con el viaje.

Tras su llegada, Dylan se reunió con Peckinpah y le enseñó "Billy" y "Goodbye Holly", ambas escritas específicamente para el largometraje. Según Kris Kristofferson y James Coburn, Peckinpah no se mostró entusiasmado con la participación de Dylan en el rodaje.

"Sam dijo: "¿Quién es Bob Dylan?"", reconocería Coburn más tarde. ""Oh, sí, los jóvenes suelen escuchar sus canciones. Pero yo estaba pensando en ese Roger como se llame, el tío de "King of the Road", para hacer esto", dijo después. Y nosotros contestamos: "¿Qué? Tienes que ver a Dylan". Y él dijo: "Bien, pues traedme a Dylan". De modo que el día que estábamos en casa de Sam bebiendo tequila, Sam dijo: "Bien, chico, enséñame lo que tienes. ¿Traes la guitarra contigo?" Fueron a la pequeña alcoba. Sam tenía una mecedora. Bobby se sentó frente a ella. Sólo estaban los dos ahí, y Bobby tocó la canción. Y Sam salió con el pañuelo en el ojo, diciendo: "¡Maldito crío! ¿Quién demonios es? ¡Alistadle!"."

Peckinhap ofrecería a Dylan un papel en el filme, pero relegó en Wurlitzer el trabajo de encontrar un buen rol para él. Finalmente, Wurlitzer acabaría sugiriendo el papel de "Alias". Dylan diría más tarde que "no había nadie en aquella historia con el personaje que interpreté". Aun así, según Heylin, "no sólo Alias aparece en la versión original del guion de Wurlitzer, sino que también es un personaje histórico, mencionado por Garret en su propio Authentic Life of Billy the Kid. Más que un miembro de la panda de Billy, era la mano derecha de Billy."

A partir de entonces, Dylan pasaría dos semanas difíciles en Durango, México, filmando su papel. Durante la producción del largometraje, las partes interpretadas fueron drásticamente reducidas. Wurlitzer diría que fue hecho por petición de Dylan, si bien Pat Garrett y Billy the Kid estuvo plagado de conflictos entre Peckinpah y MGM Studios, que desembocaron en el rechazo de la petición de Peckinpah para volver a filmar partes del guion debido a errores técnicos. "Alguien dejó caer la cámara principal y durante un tiempo tuvimos problemas de enfoque", reconocería Coburn. "La cámaras derecha e izquierda estaban bien, pero la del final estaba desenfocada. Necesitamos volver a filmar cuando tuvimos otra vez la cámara a punto". Peckinpah acabaría por regrabar algunas secuencias, si bien no todas las que en un primer momento tenía planeadas.

Sesiones de grabación mientras el largometraje seguía completándose, Dylan desarrolló una sesión de grabación el 20 de enero en los estudios de Columbia Records en Ciudad de México. Acompañado por músicos mexicanos y algunos miembros de la banda de Kris Kristofferson, Dylan encontraría dificultades para grabar una toma buena de "Billy". Eventualmente, fue reduciendo los arreglos de la canción, llegando a tener como único acompañamiento en la última toma al bajista Terry Paul. Esta última toma fue usada para la película y posteriormente fue incluida en la banda sonora del álbum como "Billy 4". Un pequeño tema instrumental, "Billy Surrenders", también sería incluido en el filme. Las sesiones continuarían hasta las 4 de la mañana, pero no producirían nada que pudiese ser usado para un álbum.

Mientras tanto, Peckinpah contrató a Jerry Fielding para ayudar a Dylan en su trabajo. Fielding tenía experiencia en el rodaje de largometrajes, pero mostraba actitudes muy conservadoras en lo referente a la música popular, mostrándose Dylan muy distanciado de sus opiniones y relegando a un segundo plano sus consejos en cuanto a la banda sonora. "Goodbye Holly", escrita para una importante escena en la que se interviene el personaje de Holly, fue recomendada por Fielding para omitirla del filme y crear una nueva que la sustituyera en la escena.

"Establecí dos sesiones", diría posteriormente Fielding. "Dylan tenía esa canción, "Billy", que había escrito con un número limitado de versos que podía cantar en un orden aleatorio... De modo que tuve que grabar la canción de Dylan, porque no tenía nada escrito. Al mismo tiempo le pedí que escribiera al menos otra pieza musical. De modo que trajo a las sesiones de grabación otra pieza, "Knock-Knock-Knockin' on Heaven's Door". A todo el mundo le gustaba. Era una mierda. Y era el final para mí."

Dylan grabó la última versión de "Knockin' On Heaven's Door" durante una sesión de grabación en Burbank, Los Ángeles, California, en febrero. "Era muy temprano", declararía el batería Jim Keltner. "Creo que las sesiones comenzaron a las diez de la mañana. No había ningún añadido en eso, los cantantes estaban cantando en directo, creo que Roger McGuinn tocaba la guitarra. Era para una escena de la película en la que Slim Pickens está muriendo y era la primera vez que lloraba al tocarla. Era por la combinación de las palabras, la voz de Bob, la música en sí, los cambios, y la escena... Lloré durante toda la toma."

Las sesiones en Burbank duraron varios días. Aunque fueron más relajadas y amenas que las sesiones de Ciudad de México, el proceso estaba irritando a Dylan. En un momento dado, dijo a Gordon Carroll que esa era la última vez que trabajaba para alguien en la música de una película. Si bien Dylan produciría algún proyecto cinematográfico y contribuiría con canciones a otras bandas sonoras, sería la única banda sonora escrita de forma completa por él.

Las sesiones de grabación en Ciudad de México produjeron dos canciones notables descartadas del álbum: "Peco's Blues", tema instrumental basado en la canción tradicional "What Does The Deep Sea Say?", y la composición "Goodbye Holly". Las sesiones en Burbank dieron lugar a varias grabaciones espontáneas, incluyendo una improvisación titulada "Sweet Amarillo" y a otro tema inacabado titulado "Rock Me Mama". Este último fue completado y grabado como "Wagon Wheel" por la banda de bluegrass y country Old Crow Medicine Show, y posteriormente versionada por artistas como Against Me! y otros.

ResultadosTras completar el trabajo en Pat Garrett y Billy the Kid y entregar la película a MGM, el estudio volvería a cortar nuevas escenas y a revolver las canciones de Dylan, sin el consentimiento de Peckinpah. "Se podría decir que lo habían cortado en trozos", declararía Dylan en 1985. "La música parece estar esparcida y usada en otros lugares menos en donde debería estar."

Tras su publicación, el largometraje cosecharía reseñas muy variadas. Años después, con la restauración de la película y la publicación del corte original hecho por el director, la crítica revalorizaría su trabajo, llegando a calificarlo como uno de sus mejores proyectos.

Para Dylan, si bien la experiencia resultó difícil, supuso un punto de inflexión en su vida personal, según Heylin, decidiendo abandonar Nueva York para habitar en un lugar con un clima más cálido.

La banda sonora del álbum sería publicada con división de opiniones. Tras tres años de sequía musical desde New Morning, los críticos se mostraron decepcionados con una "simple" banda sonora. "Al menos las cuerdas de esta banda sonora son más animadas y están mejor rasgueadas", escribió Robert Christgau, "pero aun así es una banda sonora: dos mediadas excelentes canciones nuevas de Dylan, cuatro voces originales de Bobby, y mucha música sentimental."

A pesar de la tibia recepción del álbum, el tema "Knockin' On Heaven's Door" se convertiría en un significante éxito versionado por numerosos artistas como Eric Clapton y Guns N' Roses. Años más tarde, "Knockin' On Heaven's Door" se convertiría en una de las composiciones preferidas tanto por sus seguidores como por la crítica.

Tras sus problemas personales con Peckinpah, Dylan encontraría un nuevo revés con su discográfica, Columbia Records. Tras años de mínima actividad, Dylan había acabado con la paciencia de Columbia, y cuando las negociaciones de un nuevo contrato dieron comienzo en 1972, el sello discográfico se mostró reacio a firmar. "A comienzos de 1973 cerré las negociaciones de un nuevo contrato con Bob", escribiría Clive Davis en su autobiografía. "Básicamente, se fijaban dos nuevos álbumes, más la banda sonora de "Billy the Kid", con una garantía de 400.000 dólares por álbum. Columbia daría luego marcha atrás cuando yo abandoné. Tras la publicación de la película de "Billy the Kid", el abogado de Dylan, David Braun, puso el grito en el cielo porque no se cumplían los compromisos del álbum."

Davis había sido un gran apoyo para Dylan, pero se había convertido en víctima de un golpe corporativo. Mientras se estaba cerrando el contrato de Dylan, Davis había sido expulsado por el presidente de CBS, Arthur Taylor, el 29 de mayo. "Reunido a la puerta del despacho de Taylor con dos agentes de seguridad, fue servido con una demanda por lo civil, alegando 94.000 dólares en función de una violación de las cuentas de gastos de representación durante seis años", escribiría Heylin, "y todo de manos de un hombre que ganaba al año un total de 300.000 dólares." Dylan testificaría a favor de Davis en un juicio llevado a cabo en julio de 1975. Mientras tanto, el incidente animaría a Dylan a romper su relación con CBS y a firmar con Asylum Records, al tiempo que se mudaba a la Costa Oeste. Por entonces, Dylan ya había comprado una propiedad en Malibú en diciembre de 1971.

Durante este periodo, Dylan reduciría su actividad compositora. "Solía pasar mucho tiempo con Bob en Malibú, jugando al baloncesto", reconocería Roger McGuinn. "Un día, estábamos sentados en la cancha intentando escribir un tema, y le pregunté si tenía algo y me dijo que tenía un tema que había comenzado pero que prefería utilizar él sólo, y empezó a tocar "Never Say Goodbye"." Esta canción, junto a otras dos, "Forever Young" y "Nobody 'Cept You", serían al poco tiempo grabadas en demos. Con nueva discográfica y una nueva actividad compositiva, el escenario estaba listo para un nuevo proyecto.(4)


CITAS:
1.- http://heroesdeloeste.blogspot.com/2010/12/pat-garret.html
2.- http://www.filmaffinity.com/es/film347506.html
3.- http://es.wikipedia.org/wiki/Pat_Garrett_y_Billy_the_Kid
4.- http://es.wikipedia.org/wiki/Pat_Garrett_%26_Billy_the_Kid

HEADHUNTERS



FICHA TÉCNICA

Película: Headhunters.

Título original: Hodejegerne.

Dirección: Morten Tyldum.

País: Noruega.

Año: 2011.

Duración: 98 min.

Género: Thriller.

Interpretación: Nikolaj Coster-Waldau (Clas Greve), Aksel Hennie (Roger Brown), Julie R. Ølgaard (Lotte), Synnøve Macody Lund (Diana Brown), Daniel Bratterud (Vakt), Eivind Sander (Ove).

Guion: Ulf Ryberg y Lars Gudmestad; basado en la novela de Jo Nesbø. Producción: Marianne Gray y Asle Vatn.

Música: Jeppe Kaas y Trond Bjerknaes.

Fotografía: John Andreas Andersen.

Montaje: Vidar Flataukan.

Diseño de producción: Nina Bjerch Andresen.

Vestuario: Karen Fabritius Gram.

Distribuidora: Alta Classics.

Estreno en Noruega: 26 Agosto 2011.

Estreno en España: 23 Agosto 2012

 
Headhunters, Foto num 15990

 
SINOPSIS


Roger es un hombre que parece que lo tiene todo: es el headhunter (cazatalentos) más exitoso de Noruega, está casado con Diana, la bella propietaria de una galería de arte, posee una magnífica casa, pero lleva un tren de vida que no debería permitirse. Para conseguir esos ingresos, se dedica a robar obras de arte. En la galería, su mujer le presenta a Clas Greve, que no sólo es el candidato perfecto para el cargo de consejero delegado de la compañía para la que Roger está en ese momento trabajando como cazatalentos, sino que además posee una pintura de gran valor. Roger ve por fin la oportunidad de lograr la independencia financiera. La cacería ha empezado….[1]


Headhunters, Nikolaj Coster-Waldau, Foto num 15988

COMENTARIOS
Headhunters empieza describiéndonos a su personaje protagonista. Roger tiene una casa de ensueño, una mujer diez y un trabajo remunerado. Nada, obviamente, es tan perfecto. Todo en Roger es pura fachada: la mayoría del dinero que aparenta tener lo obtiene de forma fraudulenta robando obras de arte que con la ayuda de un policía adicto al porno vende en el mercado negro. Quien juega con fuego tarde o temprano termina quemándose, y Headhunters nos cuenta qué le sucede a Roger cuando intenta robar a un ladrón todavía más peligroso que él. Un argumento que da para mucho y que recuerda a la sueca Dinero fácil. La lástima, o bien la parte positiva, es que la película apuesta por el thriller frenético de disparos, choques de coches y caidas imposibles. Nada que ver con ese inicio más sosegado que hace pensar en una reflexión sobre la soledad del ejecutivo, los escrúpulos soterrados y los cadáveres que se esconden en cajones de lujo. En lo cinematográfico, Headhunters empieza en Escandinavia y termina en Yankilandia. Nada grave si lo que esperan es un espectáculo frenético, entretenido. La cuestión está en saber perdonar los mil y un giros de la trama. Headhunters funciona como placer culpable: va a tanta velocidad que el cerebro no tiene tiempo a digerir tanta información. Con la diferencia de que en Estados Unidos no harían escenas tan explícitas como ese momento escatológico en el baño. Headhunters no tardará en contar con un club de fans potente y la película lo merece. Eso sí: la magia dura poco, lo mismo que un viaje en una atracción de feria. De aquí que piense que Headhunters podría haber sido más de lo que es. Prueba de ello es que la película termina con la misma voz en off del principio, justo cuando el relato nos ha enseñado sus tripas y ha aireado todas sus dobleces y costuras narrativas. Pero si hay que mojarse, Headhunters merece la pena por su sentido del espectáculo. El crítico que hay en mi la debería detestar. Y el cinéfilo que llevo dentro, el mismo que ve demasiadas películas en un tiempo insanamente corto, agradece que me zarandeen, que me saquen de la butaca y que me tiren por un acantilado. Por todo lo alto. A lo bestia. Sin cinturón de seguridad. Una de esas pocas veces en las que el bol de palomitas está más que justificado. Disfrútenla.(2)

Headhunters, Foto num 15997

 
Roger Brown works as one of the most powerful headhunters in Norway. To support his extravagant lifestyle, he is also an art thief, which he does in cahoots with his friend, the gun toting Ove Kjikerud. They replace the originals with forgeries, which go undetected at least until the trail back to them goes cold. His outward bravado, based primarily on building upon reputation, masks his insecurities, especially in his short physical stature. He feels he needs that confident demeanor and wealth to get what he wants, including his trophy wife, art gallery owner Diana Brown. However, he almost seems to like the thought of what Diana represents more than Diana herself. As such, he has a mistress on the side named Lotte. The issue of having a baby - Diana wants to get pregnant while Roger doesn't want her to - is another bone of contention in their marriage. The two sides of Roger's professional life intersect when Diana introduces him to Clas Greve...[3]


 
Headhunters, Foto num 15993
CITAS:

1.- http://peliculas.labutaca.net/headhunters


2.-  http://cachecine.blogspot.com/2012/05/accion-nordica-critica-de-headhunters.html
 
3.- http://www.imdb.com/title/tt1614989/


jueves, 21 de junio de 2012

BLOOD AND WINE

Un comerciante de vinos decide robar unas finas joyas que pertenecen a uno de sus clientes. En tal hazaña cuenta con la ayuda de su amante, un experto ladrón y la empleada de la víctima.

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TÍTULO ORIGINALBlood and Wine (Blood & Wine)
AÑO1996
DURACIÓN100 min.
PAÍS
DIRECTORBob Rafelson
GUIÓNNick Villiers & Alison Cross
MÚSICAMichal Lorenc
FOTOGRAFÍANewton Thomas Sigel
REPARTOJack Nicholson, Michael Caine, Stephen Dorff, Jennifer Lopez, Judy Davis, Harold Perrineau Jr., Robyn Peterson, Mike Starr, John Seitz
PRODUCTORAFox Searchlight Pictures / Recorded Pictures Company / Marmont Productions
PREMIOS1996: San Sebastián: Mejor Actor (Michael Caine)
GÉNEROIntriga | Robos & Atracos

SINOPSIS 

El conflicto de un joven y su padrastro quien está involucrado en el tráfico de joyas, al verse descubierto tambien por su esposa, él y su socio -además de que les robó parte del botín- iniciará una persecución mortal para recuperarlo, el joven quien sobrevive iniciará su venganza.(1)


COMENTARIOS

Con su hijastro Jason, Alex Gates regenta una pequeña empresa de vinos de importación que abastece a la mayoría de los millonarios de un selecto barrio de Miami. Por motivos de trabajo, un día conoce a Gabriela, empleada doméstica de un acaudalado matrimonio que posee un valiosísimo collar de diamantes. Alex decide robar la joya y escapar de la ciudad con Gabriela, pero el destino le prepara una sorpresa que cambiará totalmente el curso de los acontecimientos. (FILMAFFINITY)

"La pérdida de ritmo en varios momentos de la película la compensa Rafelson con momentos de tensión y sorpresa bien logrados" (Javier Angulo: Cinemanía)       

"Recomendable" (Fernando Morales: Diario El País) (2)


El ambicioso vendedor de vinos Alex Gates (Jack Nicholson), está metido en un asunto peligroso. Su negocio va de mal en peor, y para salir a flote ha planeado el robo de un collar de brillantes de un millón de dólares, perteneciente a uno de sus clientes. Para ello solicita la ayuda de un experto en desvalijar cajas fuertes, Victor Spanski (Michael Caine). El cebo ideal para tender la trampa al propietario del collar es una atractiva muchacha, Gabriella (Jennifer López), que trabaja como niñera. Pero las cosas se complican cuando la esposa de la víctima, interpretada por Judy Davis, y su receloso hijastro Jason (Stephen Dorff), se involucran en la trama. De esta manera, el golpe meticuloso y limpio de Alex se convierte en un desatino.
Se trata de un atractivo thriller que cuenta con un brillante equipo de intérpretes. Michael Caine obtuvo por este trabajo la Concha de Plata al mejor actor en el Festival de San Sebastián. Tiene situaciones intrigantes, suspense y violencia, al más puro estilo del cine negro. Los aficionados al género quedarán satisfechos.(3)


Cada vez se evidencia más la permanencia del cine negro en la cinematografía norteamericana. Sin mucho esfuerzo podemos recordar muy buenos títulos que recientemente han revisitado este género, como Asuntos pendientes antes de morir, de Gary Fleder, Los Ángeles al desnudo, de Curtis Hanson, y Camino sin retorno, de Oliver Stone, esta última todavía fresca en nuestra memoria.
A esta lista acaba de sumarse Sangre y vino (Blood and wine), la última película del director norteamericano Bob Rafelson, un filme que, en comparación con las antes mencionadas, es mucho más fiel al cine negro y sus características, y con un planteamiento y unos personajes más naturales, más crudos e intensos y sin ningún asomo de esos efectismos, ya formales o argumentales, a los que el cine de nuestros días tanto se está acostumbrando.
Bob & Jack. Bob Rafelson, obstinado y recio cineasta, ya había visitado los predios del cine negro en dos ocasiones con su escasa filmografía. Primero, con una erotizada y contundente versión del clásico de James M. Cain El cartero llama dos veces (1981), protagonizada por Jack Nicholson y Jessica Lange; y después, con La viuda negra (1986), contada sobre un esquema clásico, aunque también manejando la variable del erotismo.
La carrera de este veterano director, productor y guionista es bastante particular. Su filmografía, que se ha mantenido siempre en un buen nivel y está provista de algunas piezas memorables, como la vigorosa Las montañas de la luna (1990), apenas si llega a los diez títulos. Este reducido número se debe, en buena medida, a que es considerado un director “problema” en Hollywood, en especial después de que en 1979, durante el rodaje de Brubaker, incendiara el set tras la visita del productor ejecutivo.
Después de estudiar filosofía, un área que raramente tiene alguna relación con el cine, empezó, como lo hacen casi todos los directores surgidos en las últimas décadas, en la televisión, y su primer película, titulada Head, la realizó en 1968 con la colaboración de un actor llamado Jack Nicholson, aún desconocido por aquel entonces. No es gratuito, entonces, que el nombre de este actor (que ahora es casi dios) esté presente en más de la mitad de los proyectos llevados a cabo por Rafelson y la más de las veces obteniendo muy buenos resultados.
Sangre y vino es sin duda, además de una de sus películas más logradas, su mejor ejercicio a partir de este género que iniciara Dashiell Hammet escribiendo, John Huston Dirigiendo y Humphrey Bogart interpretando. Y es el mejor porque en él no recurre a manierismos estilísticos, no parodia ni imita y tampoco reflexiona sobre el género, sencillamente confía en su historia y en los elementos que la constituyen.
Y es que esta película nos cuenta una historia que, aunque es simple en comparación con las que se acostumbra en este género, está llena de posibilidades y cargada de intensidad: dos hombres roban un costoso collar de diamantes, el cual, por determinadas circunstancias, cae en manos de la esposa y el hijastro de uno de ellos, entonces se lanzan encarnizadamente a recuperarlo, sin importar lo que tengan qué hacer para conseguirlo.
Codicia, odio y traición. El resultado de los hilos trenzados a partir de esta historia, es una película poco recomendable para quienes gustan del cine alegre y esperanzador, del cine de fórmulas y tramas predecibles, de ese cine que no muestra personajes sino estereotipos. Porque este es un filme que utiliza como resortes de las acciones y de los sentimientos de los implicados en ellas, la codicia, el odio y la traición. Por lo tanto, es un filme desprendido de cualquier sentimentalismo y más bien trágico y truculento, en el que todos, de alguna manera, salen perdiendo, como es la tradición del género.
A pesar de que Rafelson, según sus propias palabras, no pretendía abordar ningún género en particular, sino simplemente hacer una película sobre la desintegración de una familia,  las cosas le salieron por partida doble, pues al tiempo que contó una historia, aunque no con la estética, sí con los elementos, el tono y la narración propios del cine negro, logró describir, con todo el pesimismo que le fue posible, ese deterioro y enconamiento de las relaciones entre los personajes, pero no sólo las relaciones entre la familia, sino también entre los amantes, los amigos y los socios. La confianza en los demás deja de existir y se comienza a generar un ambiente de incertidumbre y soledad, un frustrado anhelo por el bienestar económico y afectivo, que como consecuencia de sus debilidades y ruindades, cada vez será menos posible.
Por otra parte, no se puede hablar de esta película sin hacer referencia a su inigualable reparto, el cual está encabezado por el Jack Nicholson de siempre (y con esto me refiero a su vieja relación con el director y al hecho de que ya se empieza a repetir) y por un inédito y versátil Michael Caine, quien supo hacer de su personaje, sin ser el protagonista, el elemento con más fuerza de todo el filme, una patética personificación de un hombre fuerte de carácter pero débil de salud, uno de esos perdedores tan característicos del género, pero dimensionado por una impecable interpretación. Y junto a ellos, con actuaciones no menos certeras, encontramos a Judy Davies, Stephen Dorf y la muy de moda Jennifer López.
Con estos cinco actores, una historia sencilla, un guión bien construido y un presupuesto poco más que modesto, Bob Rafelson realizó una de las piezas más cáusticas y maduras de historia reciente del cine negro, ese género territorio de fracasados, mujeres fatales y antihéroes, donde el crimen y el latrocinio son los puntos de partida de todas esas historia que nunca han conocido un happy end.(5)
Película roja como la sangre y negra como la muerte que con una retranca más que considerable presenta a una serie de personajes metidos en un lío de padre y muy señor mío a cuenta de un robo bastante chapucero.


En sí es un thriller rodado con suma habilidad por el astuto Rafelson, que sin crear nada espectacular, sabe perfectamente lo que se hace y con unas dosis de humor negro, acción, persecución y sensualidad fabrica una película artesanalmente irreprochable salvo en su flagrante falta de imaginación y pretensiones.


Buenas actuaciones de un Nicholson en su salsa y de una dignísima Judy Davis y presentación de la entonces promesa Jennifer López ganándose las lentejas como chacha latina, que eran los personajes que le caían de aquel entonces.
El balance general es bueno y aunque no le cambiará la vida a nadie, es una buena opción para una noche aburrida.(6)

CITAS:


2.- http://www.filmaffinity.com/es/film774280.html

5.-http://www.cinefagos.net/index.php?option=com_content&view=article&id=92:
sangre-y-vino-de-bob-rafelson&catid=3:crca&Itemid=40
6.- http://www.filmaffinity.com/es/review/41810534.html

Mr. & Mrs. SMITH.



FICHA TÉCNICA

Dirección: Doug Liman.

País: USA.

Año: 2005.

Duración: 120 min.

Género: Acción, comedia.

Interpretación: Brad Pitt (John Smith), Angelina Jolie (Jane Smith), Adam Brody (Benjamin Danz), Kerry Washington (Jasmine), Vince Vaughn (Eddie), Keith David, Chris Weitz (Martin Coleman), Rachael Huntley (Suzy Coleman), Michelle Monaghan (Gwen), Stephanie March (Julie), Jennifer Morrison (Jade).

Guión: Simon Kinberg.

Producción: Arnon Milchan, Akiva Goldsman, Lucas Foster, Patrick Wachsberger y Eric McLeod.

Música: John Powell.

Fotografía: Bojan Bazelli.

Montaje: Michael Tronick.

Diseño de producción: Jeff Mann.

Vestuario: Michael Kaplan.


SINOPSIS

John y Jane Smith son una pareja normal, de urbanización, cuyo matrimonio es tan normal y tan monótono como el paisaje que les rodea. Pero cada uno oculta algo: el Sr. y la Sra. Smith son, en realidad, unos asesinos muy bien pagados e increíblemente eficaces, que, además, trabajan para organizaciones que compiten entre sí. El Sr. y la Sra. Smith descubren una nueva fuente de emociones en su matrimonio, al ser contratados para mandarse mutuamente al otro barrio... y entonces sí que empieza la juerga de verdad. El resultado es el espectáculo de acción definitivo, cuando el Sr. y la Sra. Smith ponen en práctica su tremenda habilidad y someten a su matrimonio a la prueba final.(1)

COMENTARIOS

John (Brad Pitt) y Jane Smith (Angelina Jolie) son una pareja normal, de urbanización, cuyo matrimonio es tan normal y tan monótono co-mo el paisaje que les rodea. Pero cada uno oculta algo: el Sr. y la Sra. Smith son, en rea-lidad, unos asesinos muy bien pagados e increíblemente eficaces, que, además, trabajan para organizaciones que compiten entre sí. El Sr. y la Sra. Smith descubren una nueva fuente de emociones en su matrimonio, al ser contratados para mandarse mutuamente al otro barrio… y entonces sí que empieza la juerga de verdad. El resultado es el espectáculo de acción definitivo, cuando el Sr. y la Sra. Smith ponen en práctica su tremenda habilidad y someten su matrimonio a la prueba final.(2)

La cinta fue criticada por el Gobierno de Colombia y especialmente Bogotá por mostrar la capital como un pueblo pequeño, en medio de la selva, de clima cálido húmedo.2 El alcalde de la época Luis Eduardo Garzón y el entonces presidente de la República Álvaro Uribe Vélez invitaron a Angelina Jolie, a Brad Pitt y los productores de la misma para que conocieran la ciudad y se dieran cuenta de su error al mostrar esa "Bogotá ficticia".(3)

"Los mejores momentos en esta comedia de acción son aquellos en los que la pareja protagonista hace gala de su considerable química. (...) siempre resultan divertidos de contemplar... y no sólo porque sean realmente atractivos." (Claudia Puig: USA Today)

"Llena de acción (...) de un director que sabe cómo poner el dinero en la pantalla. (...) Puntuación: **** (sobre 5)." (Simon Braund: Empire)

"Un thriller de verano 'cool' cuyas risas no rebajan el suspense" (Ken Tucker: New York Magazine)

 
"Al final, el carisma de las estrellas y el estilo de Lyman te conquistan y nos relajamos en una diversión sofisticada de verano dirigida con intención para los adultos." (Kenneth Turan: Los Angeles Times)

 
"Esta comedia romántica de acción es un fracaso" (Michael Wilmington: Chicago Tribune)

 
"La película tecnológica y publicitariamente es un triunfo, y una desastre en cualquier otro aspecto" (David Denby: The New Yorker)

 
"La película queda reservada rigurosamente para amantes de la pareja protagonista (que seguramente, ay, son muchos) y para interesados en historietas de ésas en las que uno no ocupa ni siquiera un par de neuronas." (M. Torreiro: Diario El País)

 
"Film ruidoso y violento, explosivo en sus vertientes pseudoerótica y decibélica (...) con la estética de los filmes de acción más resultones (...) Puntuación: *1/2 (sobre 5)." (Carlos Marañón: Cinemanía).(4)


Puestos a hablar de productos cinematográficos lamentables, pocos ejemplos tan oportunos como esta bazofia dirigida, es un decir, por Doug Liman en 2005, que tiene tres guionistas (no se sabe para qué) y que desde el principio se convirtió en un engendro para el exclusivo lucimiento de la “bella” pareja protagonista, Brad Pitt y Angelina Jolie, para lo cual el equipo de guionistas, es otro decir, no tuvo una ocurrencia mejor que, primero, plagiar el título de la única comedia que Alfred Hitchcock dirigió en su vida (traducida en España como Matrimonio original) y salpicar su inexistente trama con notas del guión de El honor de los Prizzi, una de las grandes películas del último John Huston.

La historia, por llamarla de alguna manera, trata de un matrimonio de guaperas aburridos y banales que tras tanta vaciedad ocultan una identidad secreta como asesinos a sueldo que son contratados por distintos poderes para la eliminación de su correspondiente pareja. Vamos, que no tiene nada de original, ni siquiera nada de divertido.

Película exclusiva para el disfrute de la patulea de personal que sigue a esta pareja de indudable éxito proporcional a la ausencia de talento, es otro de los grandes ejemplos de banalidad, zafiedad y estupidez que campan a sus anchas por Hollywood, donde las máquinas de hacer dinero priman por encima de los criterios artísticos o del respeto al espectador que, además de tener más de una neurona, sabe utilizarlas. Personalmente, con todo lo atragantado que lo tengo, prefiero a Jim Carrey. Al menos su éxito consiste en hacer estupideces conscientemente. Esta película es un insulto a la inteligencia, al buen gusto y a la madurez intelectual y personal.(5)


CITAS:
 
1.- http://es.movies.yahoo.com/s/sr-y-sra-smith/index-9216.html
2.- http://www.divxonline.info/pelicula/416/Sr-y-Sra-Smith-2005/
3.- http://es.wikipedia.org/wiki/Sr._y_Sra._Smith
4.- http://www.filmaffinity.com/es/film611828.html

5.- http://www.cinissimo.com/apologia-de-lo-vacio-sr-y-sra-smith/

miércoles, 6 de junio de 2012

CABO DE MIEDO

CAPE FEAR

Cape Fear (en España: El cabo del miedo; en Argentina, México y Perú: Cabo de miedo) es una película estadounidense de 1991, del género de suspense, dirigida por Martin Scorsese. En los papeles principales aparecen Robert De Niro, Nick Nolte, Jessica Lange, Juliette Lewis, Joe Don Baker, Robert Mitchum y Gregory Peck. Basada en la novela de 1957 The Executioners, de John D. MacDonald, es un remake del filme homónimo de 1962.

FICHA TÉCNICA
Título El cabo del miedo, El cabo del terror, Cabo de miedo
Dirección : Martin Scorsese
Producción :  Barbara de Fina
Guion :  Wesley Strick
Música :  Elmer Bernstein
Fotografía  :  Freddie Francis
Reparto

• Robert De Niro es Max Cady

• Nick Nolte es Sam Bowden

• Jessica Lange es Leigh Bowden

 • Juliette Lewis es Danielle Bowden

• Joe Don Baker es Claude Kersek

• Robert Mitchum es Lt. Elgart

• Gregory Peck es Lee Heller

• Martin Balsam es Judge

• Illeana Douglas es Lori Davis

• Fred Dalton Thompson es Tom Broadbent

• Zully Montero es Graciela

País(es) : Estados Unidos

Año :  1991

Género:  Suspenso

Duración 128 minutos

Estudio Amblin Entertainment, Cappa Films, TriBeca Productions

ARGUMENTO
Max Cady es un montañés que acaba de pasar catorce años en la cárcel, por haber violado y golpeado a una chica de dieciséis años. En su tiempo de condena, Cady aprende a leer, estudia toda clase de libros y se convierte en su propio abogado. Al salir, decide dedicar cada minuto de su existencia a arruinar la vida del abogado que le defendió, ya que sabe que este no hizo todo lo posible por ayudarle en el juicio.
PREMIOS  y NOMINACIONES
La película fue nominada a los Premios de la Academia por Mejor Actor Principal (Robert De Niro) y Mejor Actriz de Reparto (Juliette Lewis). También fue nominada para el Oso de Oro en el Festival Internacional de Cine de Berlín.
MÚSICA
La música fue arreglada por Elmer Bernstein a partir de la composición original de Bernard Herrmann.(1)


COMENTARIOS

Los Bowden son una pareja feliz: Sam (Nick Nolte) es un abogado de éxito y Leigh (Jessica Lange) es diseñadora gráfica. Tienen una hija, Danielle (Juliette Lewis), de quince años y acaban de trasladarse a una preciosa casa en una tranquila ciudad. Max Cady (Robert de Niro) acaba de salir de la cárcel, tras pasar en ella catorce años, acusado de violar y apalear a una adolescente. En prisión ha estudiado leyes, y ha llegado a la conclusión de que el responsable directo de su condena fue su abogado, Sam Bowden. Ahora va a dedicar cada minuto de su existencia a hacerle pagar su error: Cady ejecutará su terrible venganza, aterrorizando a la familia Bowden y convirtiendo su vida en una pesadilla.
 
El cabo del miedo no debe verse como un mero film adscrito al género del psicothriller al que se adhiere abiertamente (de hecho lo peor de la película son, precisamente, estos aspectos característicos de este cine: humor negro, ritmo frenético, frases elocuentes y rimbombantes…), sino que ante todo debe observarse como una “película Scorsese”. Vapuleada por la crítica, en la que unos veían un Scorsese menor y otros ya ni siquiera consideraban la película bajo la autoría del director, El cabo del miedo muestra aspectos muy importantes del universo creativo de Scorsese. Scorsese impregna todo el relato de conceptos como la culpa y religiosidad (elementos cotidianos en su filmografía), ofreciéndonos además un nuevo tratamiento de la violencia que diverge claramente del que suele exponer en sus películas que debería considerarse más como una concesión al género que como una capitulación de sus ideales cinematográficos.
Los orígenes del proyecto

Martin Scorsese rodó El cabo del miedo después de filmar Uno de los nuestros (Goodfellas, 1991) y antes de La edad de la inocencia (The Age of Innocence, 1993). Cuando la Universal financió La última tentación de Cristo (The Last Temptation of Christ, 1988), Scorsese se comprometió a hacer para esta productora una serie de películas más comerciales (en concreto, debía rodar un film al año durante seis). Sin embargo, El cabo del miedo no entraba dentro de los planes del director.
En un principio, la película iba a ser rodada por Steven Spielberg. No obstante, éste se retiró del proyecto antes de que fuese tomando forma, ofreciéndoselo a Martin Scorsese mientras Uno de los nuestros se encontraba en la sala de montaje. «Hacia el final del montaje de Uno de los nuestros leí tres veces el guión de El cabo del miedo. Y las tres veces lo odié». Queda patente, pues, el rechazo de Scorsese a este proyecto pero la involucración en el mismo de Robert de Niro (quien pretendía encarnar al personaje de Max Cady) acabó por convencer al director. A Scorsese no le gustaba el tratamiento de la historia que ofrecía el guión y encargó a Wesley Strick que continuara con la reelaboración del mismo.

Por otro lado, Martin Scorsese tuvo total libertad para seleccionar el equipo técnico y artístico con los que emprender el rodaje del film.

Se ha escrito mucho acerca de las influencias de Alfred Hitchcock en El cabo del miedo. Bajo mi punto de vista, más que encontrar puntos de encuentro entre los universos de los dos creadores, habría que hacer hincapié en el trabajo realizado por varios colaboradores de Scorsese en este film que remiten directamente a la obra de Hitchcock. En primer lugar, Scorsese encargó el diseño de producción a Henry Bumpstead (decorador de El hombre que sabía demasiado / The Man Who Knew Too Much, 1956 y Vértigo (De entre los nuestros) / Vertigo, 1958); en segundo lugar, Elmer Bernstein se hizo cargo de la banda sonora, pero con la premisa de respetar al máximo la partitura compuesta por Bernard Herrmann (es casi imposible disociar el nombre de Hermann al de Hitchcock) para la primera versión de Cape Fear: El cabo del terror (1962. J. Lee Thompson); y en tercer lugar, Saul Bass realizó los títulos de crédito (cómo no recordar los de Vértigo, Con la muerte en los talones / North by Northwest, 1959 o Psicosis / Psycho, 1960). Ese aire hithcockiano que puede desprender El cabo del miedo proviene más de la labor de estos colaboradores que de la autoría de Scorsese. Aunque resulta evidente, que en último término fue Scorsese quien determinó con total libertad los componentes del equipo que iba a trabajar en la película. En este sentido, cabe pensar que Martin Scorsese quiso rodearse de personas acostumbradas a trabajar en el thriller, género al que se adscribía el film… y que mejor referente para este género que el del propio Alfred Hitchcock.

Ahondando más en la idea de que el director quiso rodearse de colaboradores especializados en el género del thriller, habría que resaltar la figura de Freddie Francis. Oscar en 1960 por Sons and lovers (1960, J. Cardiff), Francis fue el operador de un gran número de películas de terror producidas en Gran Bretaña por la Hammer, antes de dar el salto definitivo a Hollywood. Nuevamente, podemos encontrar en este punto la necesidad de Scorsese de trabajar conjuntamente con otros profesionales más cercanos que él a un género cinematográfico en el que no se sentía como pez en el agua. Francis utilizó una fotografía y una iluminación muy diáfana con la intención de realzar los contrastes entre la normalidad de la familia asediada y el mensaje oscuro de la historia (en este sentido, en la película los cielos juegan un papel destacado).

Por lo que respecta al reparto artístico, de entrada la inclusión en el mismo de Robert de Niro encarnando a Max Cady resultaba obvia. Para el papel de Sam Bowden escogió a Nick Nolte (quien acababa de trabajar para Scorsese en el capítulo de Historias de Nueva York / New York Stories, 1989), a Jessica Lange para el de la esposa de Bowden y a Juliette Lewis para el de su hija. Martin Scorsese consigue un poker de lujo, de actores de primera fila en el star system de Hollywood. Sin embargo, en el apartado de secundarios encontramos aspectos mucho más jugosos. Scorsese realizó un juego de referencias respecto a la película original en la que se basa El cabo del miedo: Gregory Peck (el Sam Bowden de el primer film) fue Lee Heller, el abogado que defendía a Cady; y Robert Mitchum (el Max Cady primigenio) encarnó el papel del teniente Elgart, que ayuda a Bowden en los primeros problemas que tiene con Cady en el film. Además, el personaje de Max Cady, en la versión de Scorsese, remite claramente al extraordinario papel de Mitchum en La noche del cazador (The Night of the Hunter. Charles Laughton, 1955), donde se metía en la piel de Harry Powell, icono imprescindible en el elenco de psicópatas y asesinos de la Historia del cine.

Hasta ese momento, Martin Scorsese no había asumido jamás una película de género. En ocasiones, se había acercado al género policíaco pero siempre elaborando una visión muy personal del mismo.
El cabo del terror, la primera mirada
La primera versión cinematográfica fue dirigida por Jack Lee-Thompson en 1962. Lee-Thompson fue un mediocre cineasta del que podemos destacar un puñado de películas de su filmografía: La India en llamas (1959) y Los caños de Navarone (1961) quizás sean sus films más representativos. Fue un director muy ecléctico, llegando a rodar comedias, peplums, películas bélicas, western, cine fantástico… Así, El cabo del terror, era un vehículo ideado básicamente para Peck y Mitchum (muy creíbles durante todo el film), mientras que el papel de Lee-Thompson se encuadraba en el marco del director de cine supeditado a los proyectos de las Majors.

El guión, muy fiel a la novela "Los vengadores" ("The executioners") de John Mc Donald en el que se basa; la fotografía límpia de Sam Leavitt en blanco y negro, y la partitura modélica de Bernard Herrmann, situaban a El cabo del terror en una película de cine negro dirigida para el gran público. Como tal, consiguió una buena aceptación, no dándose el mismo caso entre la crítica del momento.
La mirada de Martin Scorsese

Las transformaciones más claras que Scorsese imprime a El cabo del miedo, las efectúa en el tratamiento de los principales personajes del film. El Max Cady de Robert de Niro es muy diferente del creado por Robert Mitchum. Mientras el personaje del segundo plantea toda su maldad desde la sugerencia, Robert de Niro hace gala de toda una serie de recursos que acaban por otorgar a su Max Cady un carácter de exhibicionismo muy espectacular. Donde Mitchum aporta introversión y sutileza, De Niro nos otorga una actuación muy explicita y llena de excesos. Resulta curioso pensar que Robert de Niro fue nominado por este papel cuando, en realidad, no es uno de los mejores papeles de su carrera. Ya desde su primer plano en la película tenemos un perfil exacto de cómo es Cady. Comenzamos viendo un primer plano en el que se nos muestra a Stalin y a una serie de iconos religiosos; posteriormente, la cámara se retira hacia atrás, dejándonos ver una serie de libros (que junto con otros detalles diseminados por el metraje de la película -como sus conocimientos literiarios o la música operística que escucha en su coche-), que nos dan un concepto del personaje de hombre culto, hasta que en el plano irrumple la figura de Cady de espaldas (mientras la partitura de Herrmann atruena con más fuerza) haciendo ejercicios físicos y mostrándonos el arsenal de tatuajes que exhibe en su cuerpo. Estos tatuajes, nos remiten directamente al Harry Powell de La noche del cazador. Las palabras love y hate tatuadas en las manos del personaje de Mitchum que le servían al actor para realizar una inquietante parábola sobre el bien y el mal, se transforman aquí en una ristra de tatuajes a lo largo del cuerpo de Cady («no sé si mirarle o leerle» es la réplica del personaje de Mitchum al verle en la rueda de reconocimiento en la Comisaría -réplica que el doblaje en nuestro país despacha con un «tiene más letras que un suplemento dominical», sin gracia alguna). Con el gran dibujo de la balanza con las palabras Truth y Justice como epicentro de los tatuajes, encontramos otros muchos que rodean a éste con alusiones a frases bíblicas (sobre todo al libro de Job, que Sam Bowden leerá en la cama mientras espera la llegada de Cady a su casa). Con un solo plano, Scorsese nos define al personaje de un solo trazo. Ya sabemos que vamos a ver a un tipo culto, obsesionado por su cuerpo y su poderío físico; vamos a tener delante nuestro a un ser vengativo que instrumentalizará la religión para sus fines, un ser casi apocalíptico (por eso durante el desarrollo de la historia nos parecerá indestructible e invulnerable). Será un hombre temido (tal y como se ve por el respeto que sus compañeros de prisión muestran cuando Cady deja la cárcel), transgresor de las normas (tal y como Scorsese nos muestra en la primera aparición de Cady fuera de la cárcel, en la escena del cine en la que Cady se enciende un puro con un mechero en forma de cuerpo de mujer al que se le encienden los pezones, echando el humo hacia atrás y riéndose a grandes carcajadas sin ningún miramiento hacia el resto de personas que están en la sala). Con todo ello, junto con el mal gusto que muestra en su vestuario, Scorsese nos da una visión muy rica del personaje con una economía de medios a destacar.
Por lo que respecta a la família, en ella también encontramos cambios importantes. Scorsese aporta a estos personajes más hondura que en la versión anterior. La familia Bowden dejará de ser el arquetipo de familia americana para dar paso a una en la que las tensiones, ocultas al principio, van tomando forma para convertirse en una parte muy significativa del sentido del film.

Conviene aquí, introducir un concepto muy importante de cara a la interpretación del film: hablamos del concepto de culpabilidad, entendido desde una perspectiva católica. Sam Bowden es culpable desde dos vertientes. En primer lugar, porque como abogado no atendió como era pertinente a Cady; y en segundo lugar, porque ha sido infiel en su matrimonio. En este sentido, es muy importante la variación introducida por Scorsese: Bowden pasa de ser testigo de la acusación (el personaje del primer film era un ciudadano ejemplar que cumplía con su deber) a ser un abogado que por omisión hace que Max Cady obtenga una condena mayor. Por otro lado, Leigh Bowden también adquiere más peso en la nueva versión de la historia. Conviene resaltar la escena en la que, tras hacer el amor con su marido, se pinta los labios ante el espejo (en un plano en el que el paso del tiempo y la sensualidad perdida se dan la mano de manera cruel) y se asoma a la ventana advirtiendo la presencia de Max Cady. Después de salir con Sam al jardín en busca de Cady, Leigh se queda sola y abochornada se limpia los labios (en un extraño gesto de culpa-atracción, hacía sí misma y hacía la figura enigmática de Cady). Finalmente, Danielle, la hija es el personaje que protagonismo adquiere en relación a la primera versión. Es ella quien abre y cierra la película, insunflándole al relato un carácter de fábula o cuento de terror. De entrada, la niña de aquel film se convierte en adolescente en este, con toda la complejidad que puede llevar todo este hecho. En el plano familiar, el personaje de Danielle (Juliette Lewis también fue nominada al Oscar, en este caso a la mejor actriz secundaria) está cargado de tensiones: desde las típicas de su edad hasta su vivencia de las discusiones entre sus padres, la atracción hacia las drogas, el despertar de su sexualidad… y la atracción (como su madre) hacia la figura de Max Cady. Sobre este último detalle, cabe destacar la escena en la que Danielle asiste a una presunta clase con Max Cady “disfrazado” de profesor de arte dramático. Sin duda es esta la mejor escena del film. Es una escena cargada de sensualidad, en la que Cady ejerce todo su poder de seducción ante la débil adolescente. Las siguientes palabras de Scorsese pueden acabar de perfilar el dibujo de la escena: «… la escena en el teatro entre De Niro y Juliette Lewis…, que al final yo planteé como una seducción, en principio estaba escrita como una escena de terror. Max perseguía a la chica por el sótano y las aulas del colegio… Habría sido una de esas persecuciones que, con Spielberg, resultan todo un tour de force, pero por mucho que me guste ver ese tipo de cine, me aburriría si intentara hacerlo. Así que empezamos a trabajar en esa escena del teatro, y construimos la película a partir de ella. Para mí sigue siendo la escena más provocadora. Jugamos con la idea de que el mal es atractivo y peligroso…» . No hace falta añadir mucho más a estas palabras para enfatizar la importancia de esta escena en el film, es en ella donde se resume toda la esencia y el sentido de la película. En la escena, Cady introduce su dedo pulgar en la boca de Danielle en un juego de carga erótica irrefutable. En la siguiente escena, el padre, al descubrir que su hija ha estado con Cady, pone su mano violentamente sobre la boca de Danielle. Queda claro que para Danielle, Cady representa la libertad que sus padres quieren negarle, de ahí su atracción hacia Cady y hacia todo aquello prohibido para ella.

Cuando la película finaliza, nos encontramos con una familia que ha purgado sus pecados. El ángel vengador ha caído sobre ellos y han podido expiar sus penas. Y será, precisamente, Danielle la primera en emprender este camino al agredir a Cady con agua hirviendo primero, y con un líquido corrosivo después. Paradigmático es, en este sentido, el plano final en el que Bowden lava sus manos llenas de sangre en el río: las manos aparecen totalmente límpias de sangre (y metafóricamente, de pecado o culpa).

Cineasta de la violencia

Uno de los aspectos más repetidos en el cine de Scorsese es el tratamiento de la violencia. «La violencia pertenece a la vida. Por tanto, yo la muestro… Tal como odio la violencia, también sé que ella está en mí, en usted, en todos y cada uno, y quiero explorarla. Intento hablar incluso de la pequeña violencia, de una cantidad de pequeñas violencias que están diseminadas por la vida». En estas sentido, El cabo del miedo resulta ser un claro exponente de esta sentencia de Scorsese. Cape Fear trata, evidentemente, de esa violencia desmesurada que encarna el personaje de Max Cady; pero sobre todo, muestra la vulnerabilidad de una familia en conflicto consigo misma, y por este motivo, más vulnerable a los ataques que provienen del exterior. Y es en el seno de esta familia, lugar en que las tensiones surgidas entre sus miembros alcanza cotas de verdadera violencia -tanto física como psíquica-, donde Scorsese se sumerge en uno de sus puntos básicos de su universo temático. Scorsese no es un cineasta violento. La violencia que muestra en su cine no acostumbra a ser gratuita sino que se circunscribe al desarrollo de la historia que se narra, dejando de lado cualquier tipo de efectismo.

La violencia más explícita de la película, Scorsese la muestra en el último tramo del film, en las escenas del barco. Se trata de una parte mínima en el metraje del film pero en la que se invirtió mucho tiempo de rodaje. Es la parte de la película más alejada del universo de Scorsese, por sus giros poco creíbles y su violencia guiñolesca (que alcanza su cénit en el no muy afortunado hundimiento del barco).

Con El cabo del miedo Martin Scorsese emprende un proyecto de experimentación cinematográfica que, desde entonces, no abandona. Una experimentación centrada en la escritura de la gramática cinematográfica, reutilizando muchos de sus elementos (movimientos de cámara casi imposibles, movimientos bruscos, montaje rápido que elude los momentos muertos, efectos especiales, planos y ángulos rebuscados, fundidos en color amarillo y rojo, escena complicadas de de rodar como la de la tormenta final…).

Todo ello ayuda a ver El cabo del miedo como algo más que un film de encargo.(1)

Tenemos aquí un caso de buena película. Aunque parezca increíble con los tiempos que corren. Mucho más turbia que su predecesora de 1962, "El cabo del miedo" de Scorsese traspasa el tema del derecho humano, y pulula con gracia sin par entre los conceptos de derecho natural o divino. Para no liarnos, esta película cuenta la historia de un abogado que se reencuentra con un antiguo defendido, que ha pasado 14 años en la cárcel por violación, porque su abogado escamoteó al fiscal la información sobre el pasado promiscuo de su víctima, consciente de que eso liberaría a semejante elemento. Larga frase. Cuando el reo sale de prisión se encargará de hacer la vida de nuestro protagonista imposible, en dilatada venganza.
En un primer momento todos podemos darnos cuenta que Nick Nolte, el abogado, es el "bueno”, y Robert DeNiro, el violador, es el "malo". Sin embargo, DeNiro ha aprendido leyes en la cárcel, y es capaz de hostigar a la familia de nuestro protagonista sin llegar a la ilegalidad en ningún momento, mientras que Nolte, desesperado recurre a tácticas no lícitas y desde luego no legales. En este punto se apoyan todos los que sostienen que la brillantez de esta película reside justamente en ese difuso límite moral que existe entre los dos protagonistas. En el hecho de que no hay ni un bueno ni un malo. Y tienen razón. Mientras Max Cady es capaz de sortear las reglas y mostrarse como un ciudadano ejemplar, el abogado Sam Bowden llega a premeditar un asesinato con todo lo que ello conlleva.

Sin embargo, la película tiene aún otra vuelta. Y es que, si bien en cuanto al nivel del derecho "humano" ambos personajes se confunden, sí que en la película hay una reflexión sobre el derecho "natural". Si Nolte escamotea los antecedentes de promiscuidad de la víctima de su defendido, es porque sabe que la "ley de los hombres" va a fallar. Porque sabe que ese informe dejará en libertad a alguien que no semerece tenerla. Y aplica su propia justicia, mucho más acorde con la noción que tenemos todos que con la que suele aparecer reflejada en las leyes, sobre todo en estos casos. Si Bowden planea matar a Cady, es porque las leyes son incapaces de controlar semejante engendro... Porque la ley de los hombres acostumbra a permanecer impertérrita hasta que el daño ya está hecho. Y Bowden va a intentar evitar ese daño a toda costa.

Y aquí es donde entra en juego el concepto de "derecho divino", pues al fin y al cabo, ¿quién es Bowden para tomarse de semejante manera la justicia por su mano saltándose las leyes humanas? Primero provocando que a su propio defendido le caigan 14 años, y luego a través de todas las escaramuzas que prepara para quitarse de en medio a Cady ¿Se cree Dios?. No se acaba aquí este aspecto. Robert DeNiro, Cady, lo ilustra a la perfección, y su propio personaje aparece dibujado como un psicópata que se cree el enviado del altísimo para hacer la justicia (de ahí el famoso tatuaje de la balanza o las peroratas pseudoreligiosas que se marca el hombre). Lo dicho, una película compleja, apoyada en un excelente guión.
La realización es algo desacostumbrada, pero impactante, y tiene de principio a fin un tono apocalíptico remarcado poresos cielos rojos y de colores cálidos y la magnífica banda sonora de Bernard Herrmann, convertida ya en todo un clásico. El aspecto visual está muytrabajado con juegos de profundidad de campo, y en general todo el filme huye del naturalismo, sobre todo en la escena final, cuando cuesta más rematar a Max Cady que hacer una contra-reloj sin sillín. Jugando con la empatía del público, toda la película está orientada a crear la sensación de desasosiego y angustia en el espectador ante una injusticia manifiesta de la que todos podemos ser víctimas impotentes. Las interpretaciones son todas dignas de encomio, y hasta Robert DeNiro parece que hace lo mismo de siempre (satánico), pero en ésta ocasión como que resulta de maravilla. Imposible acabar sin recordar la escena del dedito entre DeNiro y Juliette Lewis, que ya entonces, aún jovencita, apuntaba maneras de oligofrénica.

Película altamente recomendada, que también ha sido homenajeada en los Simpsons y que posee numerosos momentos ya pertenecientes a las imágenes míticas del cine (como el primer plano de la espalda de De Niro). Ahora que me acuerdo, Incluso es homenajeada en el programa de "Cruz y Raya", quienes imitan magistralmente tanto a DeNiro, como a su doblador habitual balando "Abogaaadooo"...(2)



Interesante remake, similar en calidad a la versión original y para muchos incluso mejor.

Historia con mucho material para hacer una excelente producción, esta vez colocando como villano al vengador ya que muchas películas justifican la venganza, aquí se cuestionan los métodos de la venganza ¿quién en el lugar de Cady no sentiría rencor hacia un abogado así?

Tiene muchos matices, críticas al sistema legal así como a las personas que se saltan dicho sistema y que por ello sufren las consecuencias de no actuar conforme a las leyes; el actuar de un abogado que juzgó a su defendido y no le representó debidamente, y otra cosa que pasa desapercibida igual de demoledora: El hecho de que un abogado se aproveche de la ignorancia de sus clientes para defraudarles la confianza.

Tiene muchos toques sumamente absurdos, la venganza comienza de manera genial pero se vuelve incoherente, el personaje de De Niro está muy mal delineado, un criminólogo lo notará al instante.Los diálogos tienen frases muy interesantes y hasta geniales, la banda sonora consigue crear atmósfera desde el inicio. Vestuario y maquillaje correctos.

En la dirección me parece que flojeó Scorsese, no sé de las dificultades que haya enfrentado pero va de más a menos como si hubiera tenido que terminar a la carrera, la secuencia del yate tiene buen ritmo pero la acción se hace confusa y los planos muy equivocados, en mi opinión quiso crear desasosiego pero falló.

En el reparto hay detalles interesantes, los principales muy bien a excepción de la risa de De Niro que no me convence, me parece que la mejor fue la señorita Lewis, la escena entre ella y De Niro estuvo genial, fue totalmente improvisada por ellos dos y salió al primer intento, aparecen los actores de la versión original Mitchum y Peck, la chica que hace de amiga de Lewis (con quien habla antes de la mencionada escena con De Niro) es hija del director, actúa tan mal que de no ser por el parentesco no aparece en pantalla nunca.(3)

CURIOSIDADES
La película es una re-elaboración de un filme de 1962 del mismo nombre. En la cual aparecían los actores Robert Mitchum y Gregory Peck, en los papeles del villano y el héroe, respectivamente. Para esta nueva versión el director decidió darles pequeños papeles, con la intención contraria. La película se convirtió en un éxito y recibió aclamaciones de la crítica, llegando a ser considerada superior a la de 1962, por su oscuridad, desnudez y las grandes interpretaciones tanto de De Niro como de Lewis.
• De Niro pagó a un dentista 5,000 dólares estadounidenses para darle un aspecto maltratado a sus dientes para el papel de Cady. Después de la filmación pagó 20,000 dólares para arreglarlos.
• Los tatuajes de De Niro fueron hechos con tinta vegetal, que desaparecieron varios meses después de la filmación.
• La escena de Lewis y De Niro en el teatro de la escuela fue totalmente improvisada.

• La cinta estaba programada originalmente para ser dirigida por Steven Spielberg, y Martin Scorsese estaba llamado a realizar La lista de Schindler. Cuando Spielberg estaba programado para realizar el filme, su primera opción para Cady fue Bill Murray].
• Para prepararse para el papel, De Niro llevó partes del guion y una grabadora a varios pueblos sureños de los Estados Unidos, pidiéndole a varias personas que grabaran sus líneas, esto para poder comprender mejor el acento sureño. Scorsese declaró sentir escalofrios por el acento tan marcado de De Niro como Max Cady. Como broma, De Niro llamó varias veces a casa del director dejando mensajes como Cady.
• Fue la última aparición cinematográfica de Gregory Peck.
• Harrison Ford, Robert Redford y Kevin Kline fueron considerados para el papel de Sam Bowden (Nolte).

• De Niro preparó su cuerpo meses antes de la filmación para aumentar su musculatura, al grado de bajar su cuerpo a sólo un 10% de grasa corporal. Nick Nolte debió bajar considerablemente de peso para parecer físicamente inferior a De Niro.

• Meg Ryan, Jennifer Jason Leigh, Demi Moore, Jodie Foster, Helen Hunt, Bridget Fonda, Diane Lane, Brooke Shields, Nicole Kidman, Drew Barrymore, Molly Ringwald y Shannen Doherty fueron consideradas para el papel de Danielle. En cambio, Tiffani Thiessen, Sarah Jessica Parker, Nicole Eggert, Alyssa Milano, Winona Ryder, Christina Applegate y Jennifer Connelly lo rechazaron].

• La cinta fue parodiada en un episodio de Los Simpson titulado en España Lago del terror y en Latinoamérica Cabo de miedosos. (4)

CITAS:

4.-http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8805037860571723455#editor/target=post;postID